La importación de agua seguirá hasta que la autoridad española lo considere conveniente.
Un buque-tanque cargado con 20 mil metros cúbicos de agua llegó este
martes al puerto de la ciudad de Barcelona, en España, con la finalidad de aliviar los efectos de la peor sequía registrada en los últimos 60 años.
Un buque-tanque cargado con 20 mil metros cúbicos de agua llegó este
martes al puerto de la ciudad de Barcelona, en España, con la finalidad de aliviar los efectos de la peor sequía registrada en los últimos 60 años. En un hecho sin precedentes, las autoridades de la ciudad se vieron forzadas ha importar el vital líquido por mar, para evitar mayores restricciones en el uso del recurso. Tras una primavera particularmente seca, las reservas de agua de la comunidad de Cataluña alcanzan apenas un 18% de su capacidad, el nivel más bajo en décadas.
El barco proveniente de la provincia de Tarragona, ubicada 90 kilómetros al sur de Barcelona, contiene agua suficiente para satisfacer el consumo diario de unas 170 mil personas.
Barcelona, es una de las ciudades más pobladas de España con casi cinco millones de habitantes que necesitan 31 hectómetros cúbicos (31.000 millones de litros) de agua al mes.
Según David Shukman, periodista de temas ambientales de la BBC, los índices de pluviosidad muestran caídas en los últimos años, justo cuando la población de Barcelona creció y los negocios agrícolas demandan más irrigación.
Con la llegada del buque Sichem Defender, de bandera panameña, inicia un plan que las autoridades esperan logre amainar la sed de los catalanes. Éste es el primero de los seis barcos que durante los próximos tres meses realizarán 60 viajes al mes, para llevar a Barcelona el agua necesaria para satisfacer el 6,6% del consumo de la zona metropolitana, a
un costo de 21 millones de euros mensuales. Pero no todo el agua potable vendrá de Tarragona: por los grifos de la capital catalana correrá también agua de Marsella y del Canal de Provenza, en Francia. El agua que llega a Barcelona pasará cuatro barreras de control de calidad. Esta ciudad, se encuentra en el momento en una fase de excepcionalidad por la sequía, que implica medidas como la penalización por utilizar agua potable para el riego, el lavado del auto con manguera o para llenar sus piscinas.
un costo de 21 millones de euros mensuales. Pero no todo el agua potable vendrá de Tarragona: por los grifos de la capital catalana correrá también agua de Marsella y del Canal de Provenza, en Francia. El agua que llega a Barcelona pasará cuatro barreras de control de calidad. Esta ciudad, se encuentra en el momento en una fase de excepcionalidad por la sequía, que implica medidas como la penalización por utilizar agua potable para el riego, el lavado del auto con manguera o para llenar sus piscinas. En los últimos días se han registrado fuertes lluvias que han ayudado a la recuperación de los embalses citadinos, sin embargo, las precipitaciones no son lo suficientemente continuas para representar una solución definitiva. Según Shukman, los envíos de agua no serán suficientes para restaurar las reservas de agua, pero les ayudará a ganar tiempo mientras se termina de construir un acueducto, que se prevé estará listo para finales de año.
Fuente: BBC Mundo
