miércoles, 28 de octubre de 2009

El velódromo, abandonado y sin presupuesto para remodelarlo

Pablo Tomino LA NACION
Estudian convertirlo en un centro deportivo, pero los vecinos quieren una plaza pública
Foto: LA NACION/Aníbal Greco
El césped crecido, viejas tribunas de cemento con grietas irreparables, un depósito de autos chocados y escombros amontonados es todo lo que se advierte en un predio de 4 hectáreas que duerme en el olvido. El velódromo municipal porteño, enclavado en el parque Tres de Febrero, en Palermo, hace más de 15 años que está abandonado.
Mientras las autoridades porteñas afirman que hoy no cuentan con presupuesto para reacondicionarlo, un proyecto del Comité Olímpico Argentino (COA) para construir allí un centro de entrenamiento de alto rendimiento surge como una alternativa que, según dicen en el gobierno de la ciudad, revitalizaría un sitio inutilizado. Sería con fondos privados, aunque despierta controversias entre organizaciones vecinales porque se trata de una obra importante enclavada en un área de protección histórica.
"Ante la carencia de presupuesto que hoy se tiene frente a otras acciones prioritarias para la ciudad, es difícil, en el corto plazo, cambiar la cara del velódromo. Por eso estamos muy entusiasmados con la propuesta integradora que el COA tiene para desarrollar en ese espacio. Incluye la creación de oficinas de distintas federaciones de deportes, un centro de rehabilitación y de alto rendimiento, un área vinculada con el ciclismo y una probable pista de atletismo", dijo a LA NACION Francisco Irarrázaval, subsecretario de Deportes de la ciudad.
Aunque el proyecto está en estudio, el funcionario consideró: "Se desarrollaría desde una iniciativa privada, impulsada por el COA. Así, se estarían cumpliendo varios objetivos: rescatar el área del velódromo, abandonada desde hace más de 15 años; darle un impulso enorme al olimpismo desde esta nueva dirigencia, y, sobre todo, posicionar a nuestra ciudad con una estructura olímpica acorde con nuestra historia".

Si bien aún no hay planos de las obras por realizarse -ni siquiera el tema se abordó de manera oficial-, Irarrázaval consideró que "el modelo de trabajo en conjunto entre una ONG (en relación con el COA), los sponsors privados y el gobierno porteño es un modelo para apoyar y repetir, sobre todo en épocas de crisis como la actual, cuando los recursos deben ser dirigidos a la urgencia y la necesidad, privando a los vecinos del uso de espacios como éste".

La asociación vecinal Amigos del Lago de Palermo ya se manifestó en contra de la iniciativa, porque ya que el velódromo está dentro del parque Tres de Febrero, área declarada de protección histórica, no sería posible -argumentan- realizar allí una megaobra. En cambio, sí avalarían otra idea que también está sobre la mesa de los funcionarios porteños: realizar en ese espacio una plaza pública, con un auditorio al aire libre. "No estamos de acuerdo con que se realice allí una megaconstrucción o algo parecido, porque es un área protegida. Tiene que estar destinada a conservar el espacio verde y para uso de los vecinos. Es vergonzoso cómo está hoy el velódromo porteño", comentó a LA NACION Osvaldo Guerrica Echevarría, presidente de la Asociación Amigos del Lago de Palermo.

Distintos proyectos se apilaron en las oficinas de funcionarios durante varias administraciones en la ciudad (sobre lo que se informa por separado), pero ninguna pudo concretar la remodelación de un sitio hoy destinado a ser garaje de algunos patrulleros de la Policía Federal, depósito de autos judicializados y estacionamiento de vehículos de la empresa Mantelectric, que presta diferentes servicios para la ciudad, según observó LA NACION en una recorrida. "Lo único que hace el gobierno en la actualidad, en todo el parque Tres de Febrero, es cortar el césped y retirar la basura. Nada más. El resto es un abandono total", afirmó Guerrica Echevarría. Y, en rigor, el predio del velódromo y sus alrededores son una muestra de ello.

Javier García Elorrio, ex director del parque Tres de Febrero y coordinador de la Fundación Ciudad, dijo que se oponía a todo proyecto privado, "de manera encubierta o no", y consideró que "cualquier obra que se realice debería conservar la pista central, el alma de un lugar histórico".
Ariel Beltrani, vecino de Palermo que habitualmente trota por los bosques, dijo a LA NACION: "No sé si será positivo hacer una obra aquí y perder el espacio verde que hay, pero la verdad es que el velódromo está impresentable. Así no lo disfruta nadie. Hace años que es un lugar para amontonar basura".

Fuente: Diario La Nación
Comentario: Si no hay recursos, deben aumentarse los impoestos... Si se aumentan los impuestos, los vecinos protestan...si se transfiere a una ONG para sacarle provecho al predio, se quejan...y desean que sea un parque público. Ya están los bosques de Palermo, disfruntenlos y si no estan conformes con su estado, pongan dinero de sus bolsillos o bien permitan la recuperación de la infraestructura urbana. Señores, dejen que la juventud tenga un sitio que permita desarrollar la "mente sana, in corpore sano" y no que se desvien hacia las zonas "rojas" de su querido Palermo. Paren la maquina de quejas e impedir que esta hundiendo a la Argentina.

1 comentario:

  1. Hoy pasé caminando por ahí. Parece un gigante muerto, que pena...

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