miércoles, 7 de julio de 2010

Barco que abastece Malvinas suspende línea a Punta Arenas (Chile)

Por Rolando Martínez
La nave, que recalaba una vez al mes, hará ahora una ruta directa desde Montevideo a las islas. Influiría el alto costo de usar el puerto para embarcar 400 toneladas de productos chilenos, avaluados en US$ 500 mil.
Costo de operación en Chile y restricciones impuestas por Argentina en su mar territorial explicarían cancelación del tramo. Ahora, la empresa operará desde puerto de Montevideo. Un serio revés para el comercio magallánico provoca la suspensión de las recaladas en este puerto del barco que abastecía a los poco más de 2 mil habitantes de Puerto Stanley (cerca de 70 chilenos) en islas Malvinas (Falkland), ubicadas en el Atlántico Sur. La operación del portacontenedores "Anja" generaba ganancias cercanas a los US$ 500 mil mensuales al comercio local.

El último viaje del barco, que operaba para la empresa South American Atlantic Service (SAAS), con puerto base en Uruguay, ocurrió el pasado 15 de mayo, cuando zarpó desde Punta Arenas rumbo a Puerto Stanley con cerca de 400 toneladas de carga, desde alimentos hasta materiales de construcción. Las razones del cese de las operaciones estarían vinculadas al término del contrato entre el buque "Anja" y la empresa SAAS, vigente desde mayo de 2009. Sin embargo, fuentes calificadas admiten que la suspensión para recalar en Chile se originaría en los altos costos que implica operar hacia el puerto chileno y por las restricciones impuestas por Argentina para transitar por su mar territorial.

Martyn Benson, gerente de SAAS en las Malvinas (Falkland), ratificó que la suspensión de la escala en Punta Arenas se debe al término del contrato, y que el buque fue destinado para cubrir otro circuito comercial. La próxima nave que entraría en estas operaciones sería el barco "Scout", que realizaría viajes directos entre Montevideo y Puerto Stanley.

Fuentes del sector naviero explican que una de las razones para la suspensión se originaría en los altos costos operacionales. En cada viaje, el carguero "Anja" debía pagar US$ 15.718. Esta cifra incluye US$ 4.978 más IVA por concepto de pago por el uso de lancha en la boca oriental del Estrecho de Magallanes para embarcar y desembarcar al oficial práctico que guía la navegación por el paso bioceánico hasta Punta Arenas; US$ 2.089 por la asistencia de pilotaje de entrada y salida del Estrecho, que cobra la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (Directemar); US$ 636 por atracar y desatracar en el muelle de Punta Arenas; US$ 6.380 por el uso de 4 remolcadores para apoyar la faena de atraque y desatraque. Además, se considera la tarifa de US$ 1.635 por 24 horas de atraque en el puerto de Punta Arenas, cifra que contrasta con los US$ 770 que cuestan las 24 horas en Uruguay.
El otro motivo de la suspensión de la recalada en Punta Arenas se originaría en la restricción marítima impuesta por el gobierno argentino. El 16 de febrero pasado dictó el Decreto Presidencial 256, que regula el tránsito de buques por aguas territoriales argentinas por el Atlántico Sur. Esta medida fija que "todo barco que se proponga transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, deberá solicitar una autorización previa a través de la Prefectura Naval Argentina".

El "Anja" recaló por última vez en Punta Arenas el 14 de mayo, desde Puerto Stanley, ingresando a aguas chilenas por el Estrecho de Magallanes. El regreso a las Malvinas (Falkland) cubría la misma ruta. Sin embargo, los armadores dispusieron que al retornar a las Malvinas (Falkland) lo hiciera vía canal Beagle y Cabo de Hornos, para evitar el tránsito por mar territorial argentino.

La agencia naviera Agunsa era la encargada de atender al barco "Anja" en el puerto de Punta Arenas. La suspensión de las recaladas del "Anja" repercute directamente en el comercio de Punta Arenas, ciudad que históricamente ha tenido un vínculo comercial con las islas Malvinas (Falkland) y que en las últimas dos décadas se ha desarrollado en forma regular.

Marcos Ivelic, presidente de la Cámara de Comercio de Magallanes, admitió que están preocupados respecto de los efectos de esta medida, y que están recabando todos los antecedentes necesarios para determinar posibles acciones a seguir. En cada viaje, el barco "Anja" movía un promedio de 400 toneladas de productos chilenos desde Punta Arenas hacia Puerto Stanley, y desde esta última ciudad llevaba principalmente lana hasta el puerto nacional. Hace cuatro años la carga mensual entre ambos puntos, en otro barco, ascendía a las 150 toneladas en promedio y generaba ingresos cercanos a los US$ 150 mil.

La empresa distribuidora INAL de Punta Arenas movía casi el 50% de la carga de abastecimiento a Puerto Stanley. Su gerente general, Fredy Alfaro, dijo confiar en que la situación se solucione. "El comercio de Punta Arenas siempre ha sido importante para las islas, la pregunta es quién retoma el servicio", afirma.

Robert Spink, presidente de la Cámara de Comercio de Falkland, sostuvo que es "lamentable" que por ahora los comerciantes de Puerto Stanley deban abastecerse sólo de los viajes regulares que hay desde Londres cada cinco semanas, donde también llegan cargas de alimentos, artículos de vestuario, de construcción y abastecimiento general.

Fuente: EL MERCURIO

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