lunes, 2 de agosto de 2010

Un satélite demanda a la logística toda su capacidad

La planificación del proyecto y el transporte del objeto espacial argentino SAC-D/Aquarius requirieron seis meses de trabajo. El lanzamiento será en los Estados Unidos.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (Conae) eligió a la empresa de logística Gefco para realizar la coordinación logística y el transporte del satélite argentino SAC-D/Aquarius, desarrollado por la Conae en cooperación con la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y la participación de agencias espaciales de otros países. El satélite fue construido totalmente en la Argentina por organismos del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y empresas de base tecnológica.

El 25 de junio pasado, el satélite fue trasladado desde las instalaciones de la empresa contratista principal Invap SE, en Bariloche, hacia el aeropuerto local para abordar el avión C17 dispuesto por la NASA para su transporte aéreo, con destino al Laboratório de Integração e Testes (LIT) del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) en Sao Jose dos Campos, localidad cercana a San Pablo, Brasil. Allí se llevará a cabo la última etapa de ensayos y pruebas del satélite argentino, tras lo cual estará listo para su lanzamiento, previsto para abril de 2011.

La tarea demandó un importante operativo de tránsito y seguridad. Para el acarreo se organizaron dos convoys de carga que comprendieron tres carretones (uno de ellos de suspensión 100% neumática) y dos remolques de tipo sider, además de dos autos de custodia, tres vehículos de apoyo y una grúa de 80 toneladas autopropulsada.

El satélite SAC-D Aquarius pesa 1.400 Kg., tiene 2,7 metros de diámetro; siete metros de largo con la antena del instrumento Aquarius desplegada, y 1.443 watts de potencia. Viajó en un contenedor de ocho metros de largo y 3,40 de lado, de aproximadamente 10 toneladas de peso; en total fueron 112 cajas y se requirieron dos viajes del avión C17 Globemaster III para trasladar todo el equipamiento.

Una vez en el aeropuerto de Sao José dos Campos (NE de San Pablo), Gefco Brasil montó un operativo para proceder a la descarga del avión y realizar el transporte hacia el INPE, cumpliendo con las normas exigidas por la Conae y la NASA, lo que obligó a disponer de la misma cantidad y calidad de equipos que los utilizados en la Argentina.

La planificación de este proyecto demandó más de seis meses de trabajo directo de unas 35 personas en ambos países, sin considerar las áreas de soporte, como la dirección jurídica, de seguros y de calidad, entre otras secciones. “Para esta tarea el cliente ha demandado el uso de toda la capacidad instalada de la empresa (vehículos, depósitos, proyectistas,) además de requerir el cumplimiento de especificaciones particulares que obligaron a la contratación de equipos especiales para esta operación como la provisión de nitrógeno durante el viaje, generadores de electricidad, torres de iluminación, grúas de 80 toneladas, combustible y hasta rampas construidas sobre planos del avión provisto por la fuerza aérea norteamericana”, señaló Christian Liebstein, director Overseas de Gefco Argentina.

Una vez en laboratorios del LIT, el SAC-D Aquarius pasará por pruebas para verificar el correcto funcionamiento de sus sistemas electrónicos y de comando, en un ambiente que recrea las condiciones que tendrá que afrontar el satélite en el Espacio, cuando esté en órbita. Por ejemplo, la exposición a altos niveles de radiación y bruscos cambios de temperatura que sufrirá al entrar y salir de fase iluminada por el sol.

Esta etapa final en Brasil tendrá lugar durante ocho meses aproximadamente. Luego el satélite realizará un último viaje hacia los Estados Unidos, donde se preparará para su lanzamiento, a cargo de la NASA, y que se realizará mediante un cohete Delta II desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea, en California.

El objetivo principal del SAC-D Aquarius es medir la salinidad de mares y océanos en forma global para elaborar modelos climáticos a largo plazo. También medirá la humedad del suelo a gran escala, dato que permitirá elaborar alertas tempranas de inundaciones y aparición y/o dispersión de enfermedades. El conocimiento de la salinidad de los mares es de vital importancia para estudiar el cambio climático y entender los efectos de las interacciones entre el ciclo del agua, la circulación oceánica y el clima.

El satélite lleva a bordo en total ocho instrumentos. El “Aquarius”, instrumente integrado por un radiómetro de microondas y un escaterómetro que medirá la salinidad del mar, aportado por la NASA con una inversión de doscientos millones de dólares.

La Agencia Espacial Italiana (ASI) aporta el instrumento “ROSA” para estimar datos atmosféricos y la agencia espacial francesa CNES, el “Carmen 1” para determinar la distribución de micrometeoritos y desechos espaciales, así como el efecto de la radiación sobre equipos electrónicos. Los restantes cinco instrumentos conforman la carga útil bajo responsabilidad de la Conae.

El SAC-D será controlado desde la estación “Teófilo Tabanera” de la Conae, en Córdoba, que será la encargada de distribuir la información recibida entre numerosos centros de estudio y desarrollo argentinos, y entre los socios del proyecto.

Fuente: Cronista.com

1 comentario:

  1. No quiero parecer mala leche, pero esos equipos electronicos tan sofisticados parecen 'cuento chino' no duraran mucho. Igual trataron de hacer aca con el 'clon' del helicoptero frances, pero el que trajeron de muestra no era el que traerian
    ensamblado de china.. cuando aprenderemos?

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