martes, 25 de septiembre de 2012

Desvío de fondos a Tecnópolis


(Editorial II del diario La Nación) - Parte del dinero destinado a combatir inundaciones en la provincia de Buenos Aires fue desviado para financiar un stand estatal en la megamuestra
A lo largo de los últimos seis años, el Gobierno reformuló la asignación de fondos que deberían haberse destinado a imprescindibles obras hídricas en las zonas rurales de la provincia de Buenos Aires, tan castigadas por las inundaciones. De esa forma, el dinero reasignado no sólo benefició a zonas urbanas de la provincia, sino también, en forma extraña y sospechosa, a Tecnópolis, la muestra de ciencia y tecnología que funciona en Villa Martelli y que la Presidenta suele convertir en escenario privilegiado para algunos de sus discursos.

En efecto, como reveló una investigación de LA NACION, poco más de 16,2 millones de pesos que deberían haber financiado obras hídricas tuvieron un sorprendente destino: financiaron en 2011 y 2012 un stand de la Subsecretaría de Recursos Hídricos en Tecnópolis. Esa suma, por ejemplo, habría permitido construir canales secundarios o puentes en zonas con riesgo de inundación. Cuando este diario reveló este desvío escandaloso, yacían sumergidas por las inundaciones 10,5 millones de hectáreas bonaerenses.

El Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, creado en 2001, es un fideicomiso que se alimenta mediante una tasa sobre las naftas y el gas natural comprimido. En 2006, se estableció que el fondo debía tener una afectación específica a obras y control de inundaciones, y se fijó un impuesto sobre la transferencia de importación de naftas y el gas natural comprimido para su uso en automotores. El año pasado, el Fondo Hídrico sumó recursos totales por más de 1700 millones de pesos y en julio del corriente año alcanzaba a 601,4 millones. A las provincias les corresponde un cupo de ese dinero, y Buenos Aires propuso financiar una parte del Plan Maestro de la Cuenca del Salado con ese fondo y otra parte con créditos.

El año pasado, el gobierno nacional fijó como beneficiario de 10.997.317,44 de pesos de ese fondo -que deberían haberse aplicado a imprescindibles obras hídricas-, a la Universidad Nacional de Tres de Febrero con una finalidad por completo ajena a la emergencia hídrica: "Ejecución del contenido y funcionamiento de las actividades a realizarse en el stand de la Subsecretaría de Recursos Hídricos en el parque temático interactivo Tecnópolis del Bicentenario". En el corriente año, de la misma manera y con la misma finalidad, el Gobierno procedió a desviar 5.276.700 pesos a la Universidad Nacional de General San Martín.

Debido a la contundencia de los datos, el ministro de Planificación, Julio De Vido, se vio obligado, tras criticar lo publicado por este diario, a admitir el grosero desvío de fondos, mientras dirigentes de la oposición política solicitaron que se realice una investigación.

La argumentación de De Vido permite comprender el torcido razonamiento del oficialismo en este caso, que puede extenderse a tantos otros, porque el ministro sostuvo que el monto desviado hacia los stands de Tecnópolis apenas representa el 0,01 por ciento de los recursos "que destinamos en materia hídrica para que más de cinco millones de visitantes de esa muestra puedan conocer la verdad del trabajo que llevamos adelante en todo el país".

Lo que primero salta a la vista es que, según el razonamiento del ministro, se pueden distraer fondos de obras necesarias si ese dinero se destina a difundir obras realizadas por el Gobierno. En este caso, siguiendo el pensamiento de De Vido, se emplearon más de 16 millones de pesos para publicitar obras que, sin esa publicidad, podrían haber sido mayores.

Ademas, en esa línea de justificaciones, lo exiguo del monto -según el ministro, 0,01 por ciento- eximiría de mayores comentarios. Sin embargo, esos 16 millones habrían alcanzado, por ejemplo, para construir el canal secundario de General Pinto, con un costo de 10.680.803 pesos, o realizar saneamiento y desagües pluviales en Vedia, presupuestados en 10.757.361 pesos. Habrían servido, en definitiva, para acelerar el demorado Plan Maestro de la Cuenca del río Salado, cuyas obras ya deberían haber concluido, pero sólo se encuentra ejecutado en un 20 por ciento.

Cabe concluir que, para el kirchnerismo, la propaganda está por encima de las obras, el discurso por encima de la realidad y que los diez millones de hectáreas bonaerenses inundadas pueden esperar. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires (Carbap) evaluó las pérdidas ocasionadas por el agua en 5000 millones de pesos, dado que están afectadas zonas de siembra en cerca de 40 distritos.

Tecnópolis, que comenzó como una megamuestra de ciencia y tecnología, se ha ido convirtiendo en manos de los propagandistas del oficialismo en un desorbitado canal de difusión y escenario de anuncios y discursos presidenciales. Allí se celebró el último Día de la Industria, y allí intenta el Gobierno que se realice la próxima Feria del Libro, que anualmente se desarrolla en el predio de La Rural, en Palermo. Esta última iniciativa no ha caído bien en las editoriales en general. Además, ha sido interpretada como un ataque más al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Un gobierno que no duda en sacrificar diez millones de hectáreas -que junto con el agua albergan los sufrimientos de productores y pobladores- porque considera más importante difundir supuestas obras es un gobierno que ha perdido contacto con la realidad y que, además, considera suyo el dinero de los contribuyentes. De ahí a la malversación de esos fondos hay un solo paso..

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