lunes, 25 de marzo de 2013

El mobiliario porteño, entre el olvido y la desidia


Por Angeles Castro - LA NACION (Twitter: @AngiCas )

A fines del año pasado, todos los refugios y paradas de colectivos, las pantallas de publicidad y los nomencladores de calles de la Capital deberían haber sido reemplazados por otros nuevos. Sin embargo, tres meses después, la mayoría del mobiliario urbano porteño todavía corresponde a los viejos modelos y muestra un enorme deterioro.
Una parada, prácticamente irreconocible. Foto: Ricardo Pristupluk

Sólo algunos corredores, como los de las avenidas Córdoba, Figueroa Alcorta, Libertador y Monroe, en la zona centro y norte de la ciudad, exhiben una dotación renovada de refugios, paradas y pantallas publicitarias.

Incluso se observan en las arterias del Bajo los novedosos pescantes que, en las esquinas entre avenidas, cuelgan de semáforos para señalar la arteria que cruza. El dispositivo, al estilo de los usados en otras ciudades del mundo, sirve para que los conductores no tengan que mirar hacia los laterales.

Según pudo constatar LA NACION, varios de los nuevos elementos ya lucen deslucidos por la gran cantidad de pegatinas, especialmente las relacionadas con ofertas de sexo pago.

Diagonal Norte fue otra de las avenidas beneficiadas por los cambios. Como sobre ella funciona el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, encargado de la renovación del mobiliario urbano, allí se realizó oportunamente una prueba piloto con los nuevos dispositivos, que luego se extendió al resto de las pocas cuadras de la arteria.

En menor medida, el recambio llegó a las avenidas Las Heras, Callao, Entre Ríos, Casares, Bullrich, Avenida de Mayo, Sarmiento, Leandro N. Alem, Paseo Colón, Almirante Brown, Martín García, Vélez Sarsfield, Independencia, Juan Bautista Alberdi, San Juan, Caseros y Dorrego, donde se advierten principalmente la actualización de los nomencladores de calles, que incorporan el nombre de la comuna correspondiente.

En muchos casos, además, penden de los postes de los semáforos; uno de los objetivos de la modernización del equipamiento urbano era despejar las veredas de postes destinados a carteles indicadores.

En el resto de la Capital, las demoras son evidentes. Información proporcionada por el ministerio, que entregó a tres empresas el recambio del mobiliario, en el que serán invertidos 30 millones de dólares, sostiene que hasta el momento fue reemplazado el 40% de los dispositivos y justificaron la demora existente.

No obstante, los datos finos permiten comprobar que de los 18.780 refugios, paradas y nomencladores por renovarse sólo fueron reemplazados 2171; en otras palabras, el 11,5 por ciento.

Entre los motivos con los cuales el ministerio justificó el retraso figura, en primer lugar, el clima. Durante los diez meses previstos de trabajo, entre marzo y diciembre de 2012, por la inusual ocurrencia de lluvias sobre la ciudad hubo 91 días improductivos para este tipo de tareas.

En segundo lugar, recordaron voceros del ministerio, en julio de 2012, la Legislatura aprobó una ley que modificó los criterios de distribución de paradas de colectivos, lo que obligó "de manera imprevista" a readecuar y reordenar la planificación original incorporada en el contrato de concesión.

El cambio normativo impactó incluso en refugios nuevos ya instalados y en funcionamiento, que debieron ser removidos y reubicados.

Finalmente, finalizado el primer mes de trabajo, los concesionarios y las autoridades porteñas advirtieron que la distancia mínima entre cada refugio y el cordón de la vereda prevista en el pliego de la licitación elaborado en 2005 -adjudicado en 2009 y puesto en práctica el año pasado- resultaba insuficiente.

Como consecuencia de ello, se verificaron accidentes por impactos de colectivos con los techos o las pantallas de los refugios durante las maniobras de aproximación a las paradas. A causa de esto, una vez más, los dispositivos ya instalados debieron ser trasladados.

La concesión

Como se recordará, la concesión prevé la renovación de casi 26.000 refugios y paradas de colectivos, pantallas de publicidad, nomencladores de calles y soportes para bicicletas.

Resultaron adjudicadas tres empresas: Publicidad Sarmiento, de los hermanos Terranova; Grupo Al Sur de familiares de Enrique Albistur, ex secretario de Medios de la Nación, y PC Vía Pública.

"Quiero recalcar que esta obra, que es enorme y ocupa el total de Buenos Aires, no le cuesta un peso a la Ciudad. Las concesionarias se hacen cargo del costo y le pagan al Gobierno un canon por la facturación de la publicidad, además de abonar los impuestos correspondientes", destacó el ministro Diego Santilli.

En efecto, las contratistas desembolsarán US$ 30 millones en la confección y el emplazamiento de los elementos. Como contrapartida, podrán explotar durante diez años publicidad en los dispositivos.

Entre las tres adjudicatarias pagarán a la Ciudad un canon anual de 30 millones de pesos o el equivalente al 15% de la facturación en publicidad (abonarán el concepto más alto), y deberán costear el mantenimiento de las instalaciones.

Las zonas más castigadas: Observaciones en una recorrida de LA NACION por distintos barrios.

Caballito: En Pedro Goyena no sólo la nomenclatura de calles está deteriorada: faltan los carteles en las paradas de colectivo

Villa Lugano: En la avenida Roca, lo único novedoso es la obra del Metrobus

Mataderos: Transitar por la calle Montiel es un desafío para pocos: no tiene carteles y descubrir el nombre de los cruces es una tarea sumamente difícil

Liniers: El estado de las paradas de colectivos es lamentable. En la avenida Rivadavia la cartelería es vieja y está, en general, tapada con calcomanías
Flores: Numerosas calles, como Nazca, tienen el mobiliario sin renovar. Y las nomenclaturas son indescifrables

1 comentario:

  1. Esta ciudad da asco. Por lejos la peor administración desde la vuelta de la democracia. Lamentablemente los principales diarios no muestran la cruda realidad de algunos barrios porque están enfocados en apuntalar a Macri como el líder opositor. Yo pienso que a jefe de gobierno porteño le va a pasar lo mismo que a Cristina, el pueblo los va a sancionar a la hora de las elecciones, como decía mi abuela, "mentiras tienen patas cortas" y con el tiempo siempre se descubren. Tanto Macri como el kirchnerismo son lo mismo, la clase política que no queremos.

    El tano Pioli de Belgrano. Fiel seguidor de este blog.

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