martes, 4 de noviembre de 2014

El poder del aire comprimido

Por Gabriel Tomich  | LA NACION
En el reciente Salón de París, la marca del doble chevrón mostró este concept con tecnología Hybrid Air, que apenas consume 2 litros cada 100 kilómetros
Sistema de aire comprimido. 
El cuidado de la calidad del aire de la Tierra sigue siendo una fuente impulsora de nuevas (y el reflotamiento de otras) ideas tecnológicas. En especial, para cumplir con normas anticontaminación cada vez más exigentes.

Por eso no puede extrañar que la estrella del stand de Citroën en el reciente Salón Internacional del Automóvil de París haya sido un concept (prototipos que muestran cómo puede ser el futuro del automóvil): el C4 Cactus Airflow 2L.

Este modelo es una respuesta a un requerimiento concreto que el gobierno francés hizo a las automotrices galas (Grupo PSA Peugeot Citroën y Renault) en 2012 con objeto de contar en 2020 con modelos que sólo consuman 2 litros de combustible (nafta o gasoil) cada 100 km. Plan que se sintetiza como 2L.

El Citroën C4 Cactus Airflow 2L combina varias tecnologías desarrolladas en los últimos dos años por el Grupo PSA. Así, sobre la base del crossover C4 Cactus, que salió a la venta en junio y este mes se consolidó como un éxito en el mercado francés, el concept Airflow 2L utiliza un motor naftero de la nueva generación de impulsores Puretech, combinada con la flamante tecnología Hybrid Air (mostrada en 2013 sobre un C3), más una nueva y secreta transmisión automática epicicloidal.

Aunque la carrocería del C4 Cactus estándar tiene una aerodinámica muy cuidada, las exigencias para cumplir con el consumo de 2 litros. 100 km hicieron que los ingenieros de Citroën refinasen aún más las líneas del concept Airflow 2L. Por este motivo, éste incluye varios agregados aerodinámicos (pintados de naranja para resaltarlos) a la línea original C4 Cactus, que incluyen piezas de geometría fija y otras variables.

Así, el paragolpes delantero tiene tres entradas de aire que modifican su diámetro de apertura en función de la refrigeración del motor y la circulación de aire. En los laterales, el Airflow 2L incorpora deflectores laterales móviles en la parte posterior (al estilo F1) para mejorar el flujo de aire alrededor del vehículo, mientras que las llantas cuentan con paneles móviles accionados por la fuerza centrífuga que genera la rueda al girar.

Por su parte, los neumáticos son del tipo Tall & Narrow de última generación, muy angostos y de gran diámetro (19") de ultra-ultra baja resistencia al rodamiento. En sintonía, los pasarruedas cuentan con cortinas de aire (Air Curtain) con ranuras para canalizar el aire a través de las ruedas. Los agregados aerodinámicos también incluyen un alerón posterior más largo, un extractor de aire a la altura del paragolpes trasero, y la parte baja de la carrocería totalmente carenada para disminuir la resistencia y reducir las turbulencias.

Los espejos retrovisores son reemplazados en el Arirflow 2L por cámaras de visión trasera para reducir al máximo el área frontal del modelo. Todo esto mejora la aerodinámica un 20% (SCx de 0,55 m2) respecto del C4 Cactus original. Además, con el uso de materiales especiales como aluminio, acero de alta elasticidad, composite a base de carbono y hasta fibra de carbono en los Airbumps laterales (un sello del C4 Cactus), el Airflow pesa 100 kg menos que el Cactus de serie.

CONCEPTOS RENOVADOS

El sistema impulsor del Citroën Airflow 2L es híbrido, pero no en el sistema convencional. Aquí no hay motores eléctricos, sino el uso inteligente de aire comprimido, una vieja idea que vuelve a la luz de la mano de nuevos conceptos.

Así, la mayor parte de la potencia de impulsión en el Airflow 2L proviene del motor Puretech 82 (con revestimientos especiales para disminuir la fricción interna), naftero de 3 cilindros 1.2 litros, que desarrolla 82 CV de potencia máxima y un par de 115 Nm, que llegan a las ruedas mediante la transmisión automática epicicloidal que, al parecer, se comporta en forma inteligente variando su comportamiento según se circule a baja o alta velocidad. Además, también es capaz de conectar el sistema hidráulico de aire comprimido, Hybrid Air, cuyo corazón son dos motores-bombas hidráulicos.

Cuando el vehículo desacelera o frena, la energía cinética generada en las ruedas se transmite a las dos bombas hidráulicas que empujan el fluido (aceite) y comprime el gas nitrógeno dentro de dos acumuladores (sendos cilindros en la parte trasera).

Cuando se necesita potencia para acelerar, el sistema funciona al revés: el nitrógeno comprimido empuja el fluido hidráulico que llega a los dos motores hidráulicos conectados a la transmisión para incrementar la potencia en 30 CV. Todo está al comando, obviamente, de una central electrónica, que regula el sistema en función de los requerimientos de la conducción.

El Airflow tiene tres modos de funcionamiento: Aire (emisión cero), con funcionamiento sólo por aire comprimido (puede usarse a menos de 70 km/h); Nafta, sólo funciona el Puretech 82, y Combinado, que suma las potencias del motor térmico con la de los motores hidráulicos.

El caso es que este sistema híbrido, que desecha la electricidad, reduce el consumo un 30%, alcanzando la meta de los 2 l/100 km con gran rendimiento energético.

30% menos - La combinación del motor Puretech 1.2 de 82 CV y el sistema Hybrid Air de aire comprimido permiten reducir el consumo en este porcentaje, y alcanzar la meta de gastar sólo 2 l/100 km

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