martes, 17 de febrero de 2015

En producción de gas, una década perdida

Por Pablo Fernández Blanco  | LA NACION
Cayó más de 20% desde 2004 y se multiplicaron las importaciones

La tendencia a la caída en la producción local de gas es hasta ahora resistente a los golpes de timón que ensayó el Gobierno cuando la asumió como un problema. Foto: Archivo

Incluso a la retórica kirchnerista, siempre hábil para encontrar responsables ajenos que expliquen crisis o fracasos, le costaría justificar las últimas estadísticas de producción de gas. Los números oficiales muestran que la extracción de ese insumo, crucial para el sostenimiento de la matriz energética, cayó de manera continua entre 2004 y el año pasado.

Según la Secretaría de Energía, la producción de gas llegó el año pasado a 41.500 millones de metros cúbicos, 0,5% menos que en 2013 y 20,5% menos que en 2004. Para los especialistas, es una hipoteca a nombre del próximo gobierno.

A diferencia de lo que ocurrió con el petróleo, cuya producción empezó a bajar en 1999, los tropiezos en el gas coinciden por completo con la gestión kirchnerista. No sólo complicaron el escenario energético, sino que contaminaron al resto de la economía: la menor oferta llevó a aumentar las importaciones, que se pagan en dólares y provocaron la implementación del cepo cambiario, como admiten algunos funcionarios.

La tendencia a la caída en la producción local de gas es hasta ahora resistente a los golpes de timón que ensayó el Gobierno cuando la asumió como un problema. El más activo en ese rubro fue el ministro de Economía, Axel Kicillof, que de a poco desplazó al ministro de Planificación, Julio De Vido, del manejo cotidiano de la política energética.
 
En el momento en que Kicillof vio los números de la balanza comercial de 2011, que mostraban un fuerte déficit por las importaciones de energía, le recomendó a la presidenta Cristina Kirchner estatizar YPF, algo que concretó en abril del año siguiente.

El resultado no fue del todo positivo. Con el paraguas del Estado, con Miguel Galuccio como presidente y con mejores precios para la producción de hidrocarburos que los que habían tenido la española Repsol y la familia Eskenazi, la oferta de gas de YPF creció 12 por ciento desde 2011. Pero la mayor parte del resto de la industria no acompañó esa tendencia.

Kicillof lo notó y se volvió pragmático. A diferencia de lo que hacían De Vido y el propio Kirchner en los primeros años de gestión, cuando cuestionaban a las empresas y les exigían mayores inversiones tan sólo de manera declarativa, el jefe del Palacio de Hacienda instrumentó planes de estímulo a quienes aumenten la producción de gas. Creó el llamado Plan Gas, que destina millonarios subsidios para garantizarles un precio de 7,5 dólares el millón de BTU a quienes expandan la oferta.

El Ministerio de Economía planificó un gasto de 19.507,87 millones de pesos en ese rubro para el año pasado, pero luego debió bajar esa cifra porque las petroleras no habían alcanzado los niveles de producción previstos.

De todas maneras, Kicillof y su equipo creen que esas transferencias del Estado se traducirán, tarde o temprano, en un estímulo que aumentará la oferta de gas.

Para quienes tienen desde hace tiempo una mirada crítica sobre la gestión energética, eso no alcanza para reordenar al sector. "Las políticas populistas siempre encuentran su límite en el largo plazo. No solo declinó la producción de gas; también depredamos las reservas. Hoy importamos más del 25 por ciento del gas que consumimos y lo tenemos que pagar entre tres y cinco veces más que el producido en el país. Un fracaso que habrá que revertir con otra política energética que nos permita desarrollar el potencial que tenemos", explicó Daniel Montamat, ex secretario de Energía y presidente de YPF.

"Sin estrategia energética desde inicios de los 90, se dejó de invertir en exploración. El resultado fue la disminución de las reservas comprobadas de gas, que bajaron casi 55 por ciento respecto de los valores de 2000. En este contexto comenzó a declinar la producción", explicó el ex secretario de Energía Jorge Lapeña. "El kirchnerismo deja una hipoteca fenomenal a quien asuma en diciembre de 2015. Pasa a la historia como el de mayor caída de la producción de petróleo y gas, un logro exclusivo y negativo que ni siquiera es reconocido en el discurso y no se ha revertido aun con la estatización de YPF", completó.

DEMANDA EXPLOSIVA

Mientras la producción local de gas fue en caída, el consumo fue por el camino contrario. Según los especialistas, ése fue otro error del kirchnerismo: aunque había cada vez menos, el congelamiento de tarifas y la menor incidencia del gas en los gastos generales de una familia hicieron que los usuarios se preocuparan poco y nada por moderar su consumo.

El Gobierno golpeó la puerta de los mercados externos para cubrir los faltantes. En 2004, las importaciones totales de energía fueron de 483,11 millones de dólares, según la Secretaría de Energía. Mientras que el año pasado alcanzaron los US$ 10.142,16 millones, casi 21 veces más. De ese total, US$ 5858 millones se destinaron a la compra de gas, un producto que hace 10 años la Argentina exportaba.

"Desde que está el kirchnerismo, la producción de petróleo no dejó de caer ni un solo año y la de gas a partir de 2004. En la región, en ese mismo lapso, la producción de petróleo creció 5 por ciento, y la de gas, 45 por ciento. De tener una producción y reservas que mantuvieron el autoabastecimiento y saldos exportables que hacían a la balanza comercial de hidrocarburos superavitaria en unos US$ 6000 millones, con las políticas populistas aplicadas al sector (fomento irresponsable del consumo con precios y tarifas muy por debajo de los costos y consecuente caída de la oferta), en 2013 el déficit fue de unos US$ 7000 millones de déficit", explicó Emilio Apud, también ex secretario de Energía.

Según su diagnóstico, la "acuciante situación del sector energético hoy es atribuible exclusivamente a la gestión kirchnerista y es de tal magnitud que afecta a toda la economía (inflación, cepo cambiario, endeudamiento) y a la calidad de vida de la gente".

LAS CIFRAS DE LA CRISIS
Por donde se los mire, los resultados de la gestión energética son inquietantes

483 mllones de dólares: Son las importaciones de energía que hizo el país en 200410.

142 millones de dólares: Fueron las compras de energía al exterior que se hicieron el año pasado

5858 millones de dólares: Son las importaciones de gas que se hicieron el año pasado

LOS EX, SIEMPRE ENTRE LOS MÁS CRÍTICOS

EMILIO APUD - Ex secretario de energía
"La situación del sector es responsabilidad del kirchnerismo y es tan grave que afecta a toda la economía"

JORGE LAPEÑA - Ex secretario de energía
"El kirchnerismo deja una hipoteca a quien asuma en 2015. Pasa a la historia como el de la mayor caída en la producción"

DANIEL MONTAMAT - Ex secretario de energía
"Las políticas populistas encuentran su límite en el largo plazo. No sólo declinó la producción de gas: también depredamos las reservas probadas. Hoy importamos más de 25% del gas que consumimos y lo tenemos que pagar más caro".

Del editor: qué significa.?Si se contrastan recursos recibidos versus resultados, es probable que lo hecho desde 2002 pueda ser juzgado como la peor gestión energética de la historia.

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