(La Nación) - Por primera vez en diez años, el rompehielos Irizar salió a navegar ayer en aguas profundas, rumbo a la base naval de Puerto Belgrano, donde será sometido a pruebas de mar, antes de su puesta a punto final.
El buque emblemático de la Armada zarpó del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar), donde fue restaurado a nuevo, con una ampliación y modernización de sus capacidades, tras el devastador incendio que sufrió en abril de 2007.
Una vez en Puerto Belgrano, el Irizar entrará a dique para hacer un carenado final, que comprenderá la pintura del casco y la inspección de válvulas, hélices y timón. Las pruebas en alta mar incluyen también el entrenamiento de la tripulación.
En abril pasado, el rompehielos navegó durante cuatro días en el Río de la Plata para los ajustes de su planta propulsora. Antes de fin de año se harán las pruebas de hielo, para una revisión final de su funcionamiento, para determinar si podrá participar en la próxima campaña antártica.
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