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martes, 3 de mayo de 2016

La suba del gasoil le quita al agro la mejora de las retenciones

Por Fernando Bertello- LA NACION
Ganó US$ 1300 millones con la baja del tributo, pero las alzas del combustible en el año le costarán US$ 1778 millones

El aumento de los combustibles en lo que va del año, que ronda el 30%, le comió al campo el beneficio de la rebaja de las retenciones a las exportaciones de granos que aplicó en diciembre pasado el gobierno del presidente Mauricio Macri.

Con el último incremento del 10% que rige desde anteayer, el campo, que consume 4300 millones de litros de gasoil por año, entre todas las actividades agropecuarias que realiza en todo el país, tendrá que gastar $ 8114,1 millones extras, equivalentes a unos US$ 570 millones, para poder cubrir ese aumento, según cálculos del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

Considerando que ya suman cuatro los aumentos de precios en lo que va de 2016, la cuenta total extra que este año deberá pagar el agro por el gasoil es de 25.153,7 millones de pesos o su equivalente en dólares de US$ 1778 millones.

Para comparar, la rebaja y quita de las retenciones, según los productos, que aplicó el Gobierno sobre las exportaciones de cereales y oleaginosas había significado en ese momento una mejora en la competitividad de US$ 1300 millones. De esta manera, el incremento del gasoil le ganó al beneficio de la baja de las retenciones a 0% en maíz, trigo y girasol y la reducción del 35 al 30% que se dio en el caso del cultivo de soja.

"Cada vez que hay aumentos en el gasoil son más los productores que se quedan más lejos de la posibilidad de llegar con sus productos a los puertos. Esto se va comiendo la ventaja de la quita de las retenciones", señaló a LA NACION Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Egidio Mailland, presidente de Coninagro, dijo que "no cayó bien" en el sector el último incremento del 10% en el combustible, y alertó por futuros problemas en la competitividad.

"No cayó bien porque estamos en un momento muy complicado, con gran parte de la cosecha comprometida por los problemas climáticos", indicó el ruralista, que agregó: "El costo del combustible afecta; vamos a empezar con los problemas de competitividad".

Si bien el impacto de los aumentos le ganó a la reducción de las retenciones en cereales y oleaginosas, cuando se toman todos los productos alcanzados, incluyendo las economías regionales, la carne y los cultivos industriales (los que no cotizan en Bolsa de Cereales y se pactan por contrato entre la agroindustria y el productor) se puede observar que las subas en el gasoil se comieron el 72% del beneficio que produjo la rebaja de las retenciones.

Según cálculos del Ieral (el instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea), la medida de la baja de las retenciones en todos los productos representó en total una "devolución" de $ 35.000 millones al año. Contra esto, según calculó LA NACION, este año por los sucesivos aumentos el gasto adicional que deberá afrontar el agro en gasoil será de $ 25.153,7 millones (o US$ 1778 millones), un 72% de lo que obtuvo por las bajas de las retenciones en todos los productos, con la estimación del Ieral.

Vale mencionar que el gasto total del campo en gasoil ronda los $ 81.141 millones por año, de acuerdo con los datos de la Rural.

"La suba del combustible realmente encarece los costos de cosecha en estos momentos en zonas con pisos blandos y agua (por las inundaciones)", se quejó Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma). Los contratistas, que prestan el servicio de recolectar el 75% de la cosecha, están pensando incrementar el precio que les cobran a los productores. "Nos vemos obligados a subir las tarifas", anticipó Scoppa, que proyectó que al menos aumentarán entre un 3 y un 4%.

Hoy el gasoil representa entre el 27 y el 28% del costo de un contratista. Una máquina grande con un tractor consume en plena cosecha, según la potencia, entre 500 y 800 litros diarios de combustible. "Esperemos que no aumenten otros insumos, porque cuando sube el gasoil también lo hacen los repuestos y los fletes de los camiones para mover las máquinas", indicó el presidente de Facma.

Para Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), con la actual inundación en la pampa húmeda la pérdida en soja será de 6 millones de toneladas. Según Ambrosetti, el último incremento del 10% en los combustibles significará para los productores perder en plata el equivalente a otros 2,24 millones de toneladas de soja.

"Cada centavo que sube el combustible son 43 millones de pesos que se trasladan del campo al sector energético. Tenemos el gasoil más caro entre los principales competidores", se quejó el economista. Explicó que mientras en el país el litro vale US$ 1,34, en Uruguay cuesta US$ 1,26, está US$ 0,87 en Brasil y US$ 0,56 en Estados Unidos.

Precio de combustible por país.

martes, 19 de abril de 2016

La cosecha de soja ya tiene el mayor nivel de atraso en diez años

Por Fernando Bertello - LA NACION
Con un 14% recolectado a nivel país, suma menos de la mitad para esta época en un año normal

Las condiciones para la cosecha de soja, que se encuentra frenada, empeoran día tras día y así se acrecientan las posibilidades de que se registren fuertes pérdidas. Según se desprende de informes que lleva el Ministerio de Agroindustria, la recolección del cultivo se encuentra para esta época del año en el mayor nivel de atraso de la última década. En tanto, los muy pocos lotes que se pudieron cosechar en los últimos días ya exhiben recortes del 40% en su productividad y crece el consenso entre diferentes actores de la cadena del cultivo, que dan por perdidas entre cuatro y cinco millones de toneladas, en torno de un 7% de la producción total que se esperaba antes de la lluvias.

Jorge Scoppa es un contratista que presta el servicio de recolección de cosecha y preside una cámara con más de 3500 afiliados. Allí llegan reportes de los socios permanentemente y las noticias no son alentadoras.

"Hoy ya habremos perdido cuatro millones de toneladas (mercadería valuada en unos US$ 1400 millones). Pero cada día que pase las pérdidas van a ser mayores, porque se están cayendo los granos de la soja y hay suelos donde no se puede entrar", apuntó. "Hacía muchos años que no teníamos un temporal tan fuerte en el inicio de la cosecha", agregó.

Según reportes históricos de avance de cosecha del Ministerio de Agroindustria, el 14% de la soja recolectada en el país (se implantaron 20 millones de hectáreas, pero se estima que, por las inundaciones, se recolectarán 19,1 millones) representa el mayor nivel de atraso en la última década. Salvo en 2007 y 2014, años que tuvieron 24% y 21% de avance, respectivamente, desde 2006 la recolección siempre estuvo por encima del 30 al 40% para esta época del año. Incluso respecto de 2015 hoy está concretada a la mitad. "Es la peor recolección en muchísimos años", destacó Guillermo Rossi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario.

En los últimos días, en los muy pocos lugares que se pudo cosechar en el centro de Santa Fe, en aquellas partes donde estaban dadas las condiciones, se reportaron pérdidas de 10 a 15 quintales, casi 40% menos respecto del año pasado. Para el sudeste de Córdoba, Juan Pablo Ioele, asesor, estimó que en cuatro o cinco días -cuando paren las lluvias- se podrá recolectar en el 40% de los lotes "que no están muy mal". Agregó: "El resto va a tener que esperar más".

Respecto del clima, el meteorólogo Leonardo De Benedictis explicó que para la franja central del país (sur de Córdoba, sur de Santa Fe, sur de Entre Ríos, La Pampa y Buenos Aires), donde se hace más del 80% de la producción, habrá desde hoy a la tarde hasta el próximo sábado una "ventana" con mejores condiciones de tiempo que podría facilitar la cosecha donde el suelo lo permita. Aclaró que sábado y domingo volverían las precipitaciones, pero sin la intensidad que tuvo el temporal de las últimas dos semanas. En tanto, el norte de Santa Fe, Corrientes y Chaco continuarían con precipitaciones hasta el fin de semana venidero inclusive.

"En la zona más afectada, cada día que pasa se pone peor", dijo Rodolfo Rossi, presidente de la cadena de la soja (Acsoja).

Córdoba y Santa Fe

En Córdoba, las inundaciones que afectan el sudeste implicarían pérdidas en el valor bruto de la producción de alrededor de US$ 450 millones. El gobierno provincial estimó que hay 400.000 hectáreas bajo agua. Del total, 320.000 son de soja y 80.000 de maíz.

Juan Manuel Garzón, economista del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), señaló que si la pérdida en Córdoba es semejante a la que ya se calcula para el nivel nacional -entre 5 y 10% de la cosecha de soja-, están en riesgo entre 800.000 y 1.700.000 toneladas, volumen que a precio de productor implica entre 200 millones y 370 millones de dólares. A eso hay que sumarle los tambos y las hectáreas de maíz y pasturas anegadas.

La provincia declaró zona de emergencia y/o desastre agropecuario cuatro sistemas hidrográficos: Carcarañá, Morteros, Río Segundo y San Francisco. Hace unos meses fueron considerados con igual estatus los departamentos Marcos Juárez, Unión y Juárez Celman, el área de Vicuña Mackenna, la cuenca del arroyo Santa Catalina y los sistemas Canals, Río Quinto y General Roca.

El ministro de Agricultura, Sergio Busso, explicó que, además de la exención o prórroga de los impuestos inmobiliarios provinciales y de bienes personales y ganancias, quienes tengan créditos de los bancos Córdoba y Nación accederán a prórrogas en los vencimientos.

A nivel nacional, Federación Agraria pidió ayer que se reprogramen vencimientos de deudas de los productores. La semana pasada, Coninagro había reclamado al Nación y al Provincia la prórroga de los vencimientos de las tarjetas rurales de esos bancos.

En Santa Fe, unas 7.000.000 de hectáreas están comprometidas por las lluvias, lo que representa más del 50% de la superficie provincial. Allí ya se está evaluando la posibilidad de declarar la situación de emergencia y/o desastre.

Pese al retraso de la cosecha, por el momento no se frenó la liquidación de divisas de los exportadores, pues ya tenían mercadería comprada antes del temporal. Según difundió ayer el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), la semana pasada se liquidaron 590,5 millones de dólares, un 71% más que en la semana precedente.

Con la colaboración de Gabriela Origlia (Córdoba) y José E. Bordón (Santa Fe)

miércoles, 24 de febrero de 2016

Crece la demanda del principal producto que exporta el país

Por Gastón Neffen - Clarin.com
Se trata de la harina de soja. En la tendencia influye, entre otros factores, la menor producción de colza en Asia, por el fenómeno de El Niño.
 El mayor volumen de la cosecha argentina permite aumentar la cantidad de harina que se produce en las plantas del Gran Rosario.

La harina de soja, que se procesa sob re todo en el polo sojero del Gran Rosario, es el principal producto de la balanza exportadora argentina y genera divisas por más de 12.000 millones de dólares al año, el 17% del total de las exportaciones del país.

La prestigiosa revista especializada en el mercado aceitero Oil World, que se edita en Holanda, y también fuentes del sector aceitero local, estiman que durante el 2016 la demanda de este producto va a crecer por la menor producción de harina de colza (también de almendra de palma) por el impacto del fenómeno de El Niño en Asia. Allí, al contrario de lo que sucede en este hemisferio, provoca graves sequías.

Es una tendencia que podría recuperar, al menos en forma parcial, la coyuntura de precios en el producto que más impacta en las exportaciones nacionales.
En la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Julio Calzada, jefe de los economistas, también proyecta este escenario para la harina argentina. En los últimos cuatro años, la producción mundial creció más fuerte que el consumo. Pero en esta campaña las cosas cambiarían: la demanda (liderada por China, la Unión Europea, Estados Unidos, Brasil e India) podría incrementarse un 3,2% mientras que la producción mundial lo haría un 2,5%. “Si esto se consolida en los próximos años, podrían reducirse los stocks y subir los precios de las harinas oleaginosas. Es una buena noticia para la Argentina”, destaca Calzada.

En China, donde usan las harinas proteícas para criar cerdos y peces, se proyecta que van a necesitar 8 millones de toneladas más que la campaña pasada (78 millones de toneladas en total). El consumo crece por el vertiginoso ascenso del consumo de carne a partir del crecimiento de la clase media en las grandes ciudades del gigante asiático.

La Unión Europea, que es el principal cliente de la harina de soja argentina, en esta campaña demandaría cerca de 4,2 millones de toneladas más que hace 4 años. “Pasaría de 56 millones de toneladas consumidas en el 2012/2013 a 60,2 millones de toneladas en el 2016 y Estados Unidos, en igual período, demandará 3,2 millones de toneladas anuales más que hace 4 años atrás”, precisa un informe de la Bolsa rosarina.

El año pasado, la Argentina exportó 27,5 millones de toneladas de harina de soja a más de 60 países.

El consumo de harina en EE.UU. es importante, lo mismo que el brasileño (que también crecerá este año en 3 millones de toneladas), porque el necesitar más este insumo en el mercado interno bajan su saldo exportable y puede aumentar la participación de los complejos de crushing argentinos, que lideran las exportaciones de harina a nivel mundial.

Casi toda la producción de harina de soja argentina se exporta (en 2015, 27,5 millones de toneladas) a más de 60 países. Los principales clientes son Holanda, Italia, España, Polonia e Inglaterra.

lunes, 15 de febrero de 2016

Fue récord en lo que va del año la liquidación de dólares del agro

La venta de maíz impulsó el ingreso de divisasPor Fernando Bertello - LA NACION
Hasta el 5 de este mes ingresaron US$ 3026 millones, la cifra más alta de la historia; las expectativas estaban puestas en la soja, pero la sorpresa fue el maíz


La venta de maíz impulsó el ingreso de divisas. Foto:Archivo

Las medidas tomadas por el Gobierno para beneficiar al campo hicieron que en la primera parte del año se batiera un récord en la liquidación de divisas por parte del sector agroexportador. Según datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la liquidación acumulada desde el comienzo del año hasta el 5 de febrero fue la más alta de la historia, con US$ 3026 millones.

Esa cifra supera en US$ 922 millones al anterior valor máximo, que se había registrado para ese mismo período en 2008. La quita de las retenciones al maíz y al trigo; la baja de esa carga fiscal para la soja, del 35 al 30%; la devaluación del peso por la eliminación del cepo cambiario; el final de las restricciones para exportar, y el acuerdo con las cerealeras para acelerar el ingreso de dólares fueron las medidas que lograron el efecto.

Aunque desde el Gobierno se esperaban muchos más dólares por las ventas de soja, la gran sorpresa la dio el maíz, un producto que había estado afectado por los límites impuestos a la comercialización. De todas formas, el viernes pasado, con el incentivo que otorga un dólar que incrementó su valor, se empezaron a acelerar las ventas de soja.

Según coinciden en señalar los expertos, las medidas del Gobierno para el agro ya derivaron en un efecto positivo sobre la economía. Pero aclaran que se trata por ahora de un alivio, porque el país todavía necesita mostrar que puede conseguir más inversiones, bajar la inflación e incrementar las reservas del Banco Central, entre otros desafíos.

"Que hayan crecido las exportaciones con agrodólares es una buena noticia para el Gobierno en un contexto complejo para el sector. Esto atenúa [la situación económica], pero todavía no se modifica sustancialmente el escenario macroeconómico ni el frente externo", expresó Juan Manuel Garzón, economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea.

En la opinión del economista Jorge Ingaramo, hubo un cambio "en la dinámica" del sector a causa de las medidas, y en este contexto, los exportadores también aprovecharon a liquidar más por la suba que el valor del dólar viene registrando sin pausa. "Se ve que el acuerdo con el Gobierno era liquidar si el Banco Central dejaba ir el dólar para arriba. Ha sido fuerte la liquidación", analizó.

Por lo pronto, se comercializaron más granos, con el mencionado protagonismo que ganó el maíz. Según el registro de compras que sigue el Ministerio de Agroindustria, al 16 de diciembre de 2015 los exportadores habían embarcado cereal de la última cosecha por 13.853.700 toneladas. En tanto, al 3 de febrero el último reporte disponible indica que se embarcaron 15.335.400 toneladas. Es decir que en ese período se vendieron al exterior 1.481.700 toneladas, un 10,7 por ciento más.

Otro dato importante fue relevado por la Bolsa de Cereales de Córdoba, que en un trabajo detalló que en enero pasado las exportaciones informadas por las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) superaron, en el caso del maíz, en un 1396% las toneladas que se habían aprobado en el mismo mes de 2015 con los viejos ROE que trababan el comercio. El salto en ese cereal fue de 711.350 toneladas a 11,5 millones.

Mientras tanto, hubo un repunte, por parte de las cerealeras, de las compras efectivas de maíz de la nueva cosecha, que aún no se recolectó. En este sentido, las compras de la exportación pasaron de 2.099.100 toneladas a 4.931.100 toneladas. Crecieron en 2,83 millones de toneladas, un 135% más. Si bien aún las compras exhiben un retraso respecto de igual fecha del año pasado, en las últimas semanas se vienen acelerando tras las medidas oficiales.

En poco tiempo, el maíz pasó de operar de un valor nominal de $ 1000 la tonelada a unos $ 2200, un 120 por ciento más.

Por el lado de la soja, los productores tenían 13,5 millones de toneladas sin vender al 16 de diciembre y ahora cuentan con 9,2 millones de toneladas. Se desprendieron de 4,3 millones de toneladas que les dejaron en el bolsillo US$ 860 millones. Según Ingaramo, los productores vendieron "lo que necesitan" para esta época del año. El Gobierno esperaba más soja con las medidas. El viernes último, de todas formas, se empezaron a acelerar fuerte las ventas y los productores se habrían desprendido de unas 170.000 toneladas.

Para Hugo Pels, director de la corredora Granar, el maíz definitivamente es la estrella de estos meses. "Está teniendo un movimiento impresionante. Todos los días se opera un promedio de unas 100.000 toneladas, que suele llegar algunos días a 200.000 toneladas", señaló.

Según este experto, desde la quita de las retenciones al maíz, que eran del 20%, se han comercializado en el mercado, entre maíz de la cosecha vieja y de la nueva, "entre cinco y seis millones de toneladas".

"Hace siete años que estábamos esperando un mercado con mayor fluidez (en 2008 el anterior gobierno impuso trabas con los ex ROE). En maíz, el aumento de las ventas ha sido explosivo. En enero estuvimos operando niveles que se suelen operar en cosecha de soja", recalcó. Vale aclarar que la cosecha de maíz ingresa en abril y la de soja, en mayo.

Los corredores de cereales reconocen que se dinamizó su negocio, que venía complicado ya que tenían que poner plata para operar en meses de baja actividad. En el sector recuerdan que la crisis llevó a varios operadores a la necesidad de compartir el gasto de oficinas, por ejemplo.

"Venimos de años duros. En otros eneros se perdía en el negocio, pero esta vez, si bien no fue impresionante en ganancia, no pusimos plata de nuestro bolsillo", dijo Carlos Landi, presidente del Centro de Corredores de la Bolsa de Cereales.

Un exportador admitió que el fin del cepo a las exportaciones está generando más puja entre las cerealeras. "Antes teníamos, con los cupos, márgenes de 30 dólares por tonelada en maíz, pero ahora hay que pelearse por conseguir 2 dólares. Eso hace que se eleven los precios", explicó.

Los exportadores estuvieron abonando por el maíz por encima de su capacidad de pago: ofrecieron en torno de $ 2220 por tonelada cuando el valor de la capacidad de pago informado por el Ministerio de Agroindustria estaba en $ 2164.

En trigo, cuyas retenciones se redujeron de 23 a 0%, al 16 de diciembre pasado los exportadores habían vendido al exterior 26.000 toneladas del trigo nuevo. En tanto, al 27 de enero último saltaron a 1.184.000 toneladas. Según un exportador, las empresas ya tenían la mercadería comprada y esperaron la concreción de las medidas para embarcar.

Según los analistas, entre el trigo, la soja y el maíz, los productores prefirieron desprenderse de este último cereal para hacer caja. "La soja no se vendió al nivel del maíz", dijo Pels.

Para los exportadores, las perspectivas son de un incremento de la producción que redundará en mejoras para su negocio. "El Gobierno que asumió el 10 de diciembre ya sentó nuevas bases a partir de mensajes muy claros que prometen un importante aumento de producción de acá a cinco años, que beneficiará a todas las actividades en las que está Nidera", señalaron en esa empresa.

El impacto en números de un nuevo escenario

4,3 Millones de toneladas - Es la venta que hubo de soja desde la baja de las retenciones hasta los primeros días de febrero; el Gobierno esperaba una mayor reacción a las medidas

1396% Exportaciones - Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, en enero las ventas informadas de maíz medidas en toneladas superaron en ese porcentaje a las de 2015

1,16 Millones de toneladas - Es la cantidad de trigo que se vendió al exterior desde el anuncio de quita de retenciones y hasta fines de enero; hasta ese momento sólo se habían operado 26.000 toneladas

miércoles, 3 de febrero de 2016

Con todo a favor para llegar a los 120 millones de toneladas

Por Liliana Cobelo - Las medidas del Gobierno favorecen la rentabilidad agrícola, aunque se descartan mejoras en los precios a corto plazo.
A la bolsa. Los “chorizos” se ven por todos lados y permiten conservar por varios meses hasta 40 millones de toneladas de soja y otros cultivos, cerca del 40% de la cosecha total.
 A la bolsa. Los “chorizos” se ven por todos lados y permiten conservar por varios meses hasta 40 millones de toneladas de soja y otros cultivos, cerca del 40% de la cosecha total.

En el sector agropecuario argentino, las opiniones son casi coincidentes: el productor está tocando el cielo con las manos. Con los recientes cambios en la política económica implementados por el nuevo gobierno, todo está dado para llegar a una producción de 120 millones de toneladas de granos en la campaña 2016-2017 y de 145 millones en el 2024. Eso sí, especialistas de distintas vertientes, ya aclararon que los beneficios no se verán del todo reflejados en el próximo ciclo agrícola 2015-2016 y, a nivel oficial, se calcula que la cosecha superará apenas los 100 millones de toneladas.

“Hay una importante mejora de la rentabilidad agrícola bajo el nuevo escenario económico”, indica un estudio de los economistas Juan Manuel Garzón y Francisco Bullano, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Fundación Mediterránea (IERAL). “Tres decisiones de política económica del nuevo gobierno modificaron para bien la trayectoria del negocio en el actual ciclo 2015-2106: la liberación del mercado de cambios y suba del valor del dólar; la eliminación/reducción de impuestos a las exportaciones y la sustitución de los registros de exportación (ROEs) por un esquema de declaraciones informativas”, afirma el informe.

Eso sí, se descartan mejoras en los precios de los commodities en el corto plazo (salvo si fracasa alguna cosecha). Según datos del mercado, en 2015, en Chicago las bajas fueron del 21% para el trigo, 66% para el maíz y 13% para la soja y, para Juan Manuel Garzón, de la Fundación Mediterránea, en el 2016 la soja podría bajar otro 11%.

Todos coinciden en que habrá que bajar costos y ser más eficientes. “Las condiciones para seguir creciendo están dadas y el potencial es gigantesco. Proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) avizoran que América del Sur reunirá el 51% del mercado mundial de exportación de granos gruesos y del complejo soja hacia el 2024, con un rol significativo de la Argentina”, manifiesta Guillermo Rossi, nuevo vice del Senasa. Aseguran que concretar esa participación, hoy del 45%, no será posible sin producción rentable ni competitividad exportadora.

Como sea, ahora las condiciones están dadas . “A las claras, la cadena agroindustrial es uno de los sectores más beneficiados por las nuevas medidas económicas mientras que, en términos relativos, productos como el maíz, el girasol y el trigo han ganado mucho más que la soja”, subrayan Emilce Terre y Sofía Corina, analistas de la Bolsa de Rosario. Según un informe de esta entidad, gracias a la baja o quita de retenciones y la devaluación, el tipo de cambio para el agro mejoró considerablemente: 81% para el maíz (de 7,6 a 13,75 pesos), 88% en el trigo (de 7,3 a 13,75 pesos) y 118% para el girasol (de 6,3 a 13,75). En la soja (con baja de retenciones del 5%, quedando en 30%), la mejora del dólar fue del 52%, saltando de 6,3 a 9,6 pesos. De acuerdo a la misma entidad, los precios al productor mejoraron 78% en pesos para el trigo y el maíz, 100% para el girasol y 38% para la soja.

Las ganancias extraordinarias en esta campaña por haber sembrado con un dólar de $9 y cosechar con un tipo de cambio de $14 serán simplemente eso: “extraordinarias”, afirman Terré y Corina. No se reflejarían de la misma forma en la próxima campaña, máxime viendo la tendencia general a la baja de los precios internacionales de los granos. “De allí que mantener los beneficios derivados de la producción primaria estará atado a la incorporación de tecnología, mejoras de las prácticas de producción y estrategias de negocios, el desarrollo de la infraestructura para asegurar fluidez y eficiencia a la hora de la comercialización”, sostienen.

La cosa pasará por “revertir décadas de atraso”, según cuentan diferentes eslabones de la cadena. “Venimos de un 2015 con rendimientos de cultivos de verano excepcionales en la mayoría de las zonas, que paradójicamente sirvieron sólo para salvar los gastos, y de empresas agropecuarias desfinanciadas que terminaron una campaña en la que la devaluación esperada por los productores nunca llegó. A esto se suman la falta de liquidez para encarar las inversiones de la campaña entrante; las tarjetas de crédito utilizadas al límite para la compra de insumos; la intervención de mercados desde 2007; los campos “sojizados” al máximo; incrementos constantes de costos, como el gasoil (336% en los últimos 6 años) y la caída del precio de la soja (17% menos en 2015)”, relata a iEco Hernán Fernández Martínez, analista de la firma ZENI.

Ahora la situación del negocio ha cambiado considerablemente y en sentido positivo. “En la actualidad, el sector vive una situación mucho mejor que en el resto del mundo, motivo por el cual la sugerencia hacia el productor es no paralizarse y recordar que esperamos este nuevo contexto durante al menos 8 años, sin intervención y sin derechos de exportación, motivo por el cual comenzar a tomar coberturas de precio por, al menos, los costos de producción resulta altamente recomendable”, aconseja Fernández Martínez.

En tanto, para Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en 2015 la situación global de los mercados granarios “se caracterizó por un descenso de los precios del 15-20% respecto al año previo, lo que representa la cuarta disminución anual consecutiva. En lo que respecta a la comercialización interna de granos, el marco regulatorio constituyó un factor limitante debido a la incertidumbre y distorsiones de precios que generaron tanto los derechos de exportación como los cupos de exportación”. Si bien la producción argentina registró un nuevo récord (108 millones de toneladas), “esto fue resultado de la buena situación climática que generó rindes superiores, para los cultivos de verano, al promedio de los últimos 5 años”, sostiene Costa. En contraposición, subraya, los resultados económicos no fueron favorables, arrojando márgenes negativos para todos los cultivos, aun en las zonas núcleo.

“Además, se dio un retroceso del nivel de tecnología agrícola aplicada al agro, desmejoraron los esquemas de rotación esenciales para la sustentabilidad ecológica del suelo, al tiempo que cayó por tercer año consecutivo la superficie total sembrada. El país perdió competitividad y participación en los mercados internacionales y no formó parte de ninguno de los tratados para reforzar los lazos comerciales entre las economías. Esto implica la potencial pérdida de mercados por preferencias arancelarias (de aquellos países que si participan en los mismos), y mayores costos ya que los productos argentinos enfrentaron barreras más altas de acceso a sus mercados”, dice a iEco.

Para Costa, las nuevas medidas tuvieron su reflejo en las cotizaciones de los granos mejorando la rentabilidad del sector y destaca los anuncios del nuevo gobierno respecto a planes de inversión en infraestructura, que de concretarse, “generarán ganancias de eficiencia en toda la cadena agroindustrial”.

Para la próxima campaña agrícola se espera que las nuevas medidas actúen incentivando aquellas producciones que se encontraban más perjudicadas, como los cereales y el girasol, por ejemplo. “Se espera que estimulen inversiones e incrementos en las productividades, generando mayor actividad económica en todos los sectores vinculados a la cadena de valor agrícola de las distintas regiones productivas”, cuenta a iEco Costa.

Respecto a la ganadería, el titular del Rosgan, Raúl Milano, sugiere que a los ganaderos no los “debe ganar la impaciencia” porque “la producción ganadera no es como la agricultura, de ciclos cortos; sus ciclos llevan muchos años”.

Un dato que se conoció es que l as nuevas medidas frenaron la liquidación de hembras, según un informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). En tanto, mientras el ganado en pie cayó 17% desde su pico de diciembre, pero el precio en góndola subió entre 14 y 16%, y se amesetó, en el sector lo adjudican al aumento de otros costos y miran de costado a las versiones que indican que el Gobierno implementaría la importación de carne para lograr bajar los precios del mercado interno.

En cuanto al mercado de la maquinaria agrícola y agropartes, tras un 2015 deprimido, los economistas Marcelo Capello, Marcos Cohen Arazi y Lara Cerbán, del IERAL, señalan que después de una “coyuntura complicada”, se espera una fuerte mejora en expectativas para 2016. “Las ventas totales para el 2015 (nacionales e importadas) resultaron 10% inferiores a las del 2014, que también había sido un año de contracción (habían caído 32% respecto de 2013)” y, en buena parte del año, hubo “un nivel de ocupación mínimo histórico, en torno al 56% de utilización de la capacidad instalada”, sostienen.

La avicultura es otro sector agroindustrial que mueve el amperímetro de la economía argentina. Con un 2015 que acaparó más la atención por el cierre de empresas líderes (el más resonado fue el de Cresta Roja) que por la exportación de 190.000 toneladas de productos aviares a distintos destinos, todo indica que se viene un 2016 aún más complicado.

En este sentido, la Cámara de Productores Avícolas de la Argentina (Capia), que agrupa a empresas productoras de huevo, alerta que la actividad enfrentará una crisis en el primer semestre del año en medio de los cambios macroeconómicos, la subida de costos y la caída del consumo (cayó 8% en diciembre pasado), y precisa que “10.000 puestos de trabajo directos estarán en riesgo”. La entidad advierte que “con la reciente quita de retenciones al maíz, la baja de ese impuesto a la soja –insumos esenciales para la alimentación de las aves– y el alza del dólar, los costos para la producción avícola, en particular del huevo, se incrementaron en un 40%, sin capacidad de trasladar al mercado el aumento”, debido al enfriamiento de la demanda, tanto interna como externa.

viernes, 22 de enero de 2016

Argentina exporta un récord de trigo a EE.UU. en solo un mes

(Clarin.com) - Hasta fin de enero se enviarán dos embarques a Carolina del Norte. Este volumen supera los envió hechos a ese país en 11 meses del año pasado.
Los cargamentos de trigo con destino a Norteamérica están saliendo del Puerto del Rosario. Foto: Diego Giudice/Bloomberg.
 Los cargamentos de trigo con destino a Norteamérica están saliendo del Puerto del Rosario. Foto: Diego Giudice/Bloomberg.

Un cargamento de trigo argentino se dirige a Carolina del Norte en el primer envío a los EE.UU., un exportador neto del grano. Posiblemente se utilizará para la alimentación animal, dijeron analistas.
   
Asimismo, ya anticiparon que un segundo buque con 26.475 toneladas de trigo, también con destino a Carolina de Norte, está programado para salir del país en la próxima semana, dijo Guillermo Wade, funcionario de la Cámara de Exportadores Portuarios de Rosario.
 
El segundo sería más del doble del trigo argentino exportado a los EE.UU. entre junio y noviembre de 2015, según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. "Este año ha comenzado como el más activo para los envíos de trigo después de las nuevas reglas", dijo Wade, a lo que agregó que los agricultores están enviando sus cosechas de años anteriores y no van a parar ya que la nueva cosecha de trigo está llegando también.
 
Quince embarcaciones cargarán 451.500 toneladas métricas de trigo en un período de dos semanas en las terminales portuarias de Rosario, destaca Wade. Además de los cargamentos a Estados Unidos de este mes, Brasil será el mayor comprador de trigo argentino.
 
Los dos envíos de trigo a los EE.UU. muestran que los productores de ganado en el sureste de Estados Unidos, donde se encuentra el estado de Carolina del Norte, fueron capaces de comprar los suministros de trigo forrajero de Argentina, más barato que el maíz doméstico, dijo Collin Hulse, un consultor de gestión de riesgos en INTL FCStone Financial en Kansas City.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Sacan retenciones al maíz, el trigo y la carne y bajan 5% las de la soja

Por Sergio Persoglia (Clarin.com) - Los cambios serán desde el inicio de la gestión. Lo ratificó el designado ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile a Clarín. Para la oleaginosa, pasarán de 35 a 30%.

“Las retenciones a las exportaciones de soja van a bajar 5% desde el comienzo de la gestión de Mauricio Macri, tal como se prometió en la campaña electoral. Lo que estamos viendo es cuál va a ser la metodología que se va a utilizar”.

La frase se la dijo a Clarín el designado ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Buryaile, mientras entraba ayer al mediodía a una reunión del gabinete económico del presidente electo, que integran otros cinco ministros: Alfonso Prat Gay, de Hacienda y Finanzas; Guillermo Dietrich, de Transporte; Francisco Cabrera, de Producción; Jorge Triaca, de Trabajo, y Juan José Aranguren, de Energía.

De esta manera, las retenciones sobre el grano de soja pasarían de 35% a 30%, lo que se traduciría en un aumento en igual proporción del valor que reciben los productores, que terminó la semana en torno a los 2.500 pesos por tonelada. Si a eso se suma un ajuste en el tipo de cambio oficial, como se espera, el precio local de la soja crecería también en igual proporción que la devaluación. Este “combo” cambiaría sensiblemente la ajustada o negativa ecuación económica que hoy tienen muchos productores sojeros en distintas regiones del país.

El esquema de reducción de las retenciones a la soja seguiría, si se cumple el programa que elaboró la Fundación Pensar (el “think tank” de Macri), con un esquema de 5% anual, lo que implicaría que recién desaparecerían en 7 años.

Pero, más allá de la soja, Buryaile también confirmó a este diario que “se eliminarán desde el primer día las retenciones al trigo y el maíz, en línea con lo que prometimos”.

Estos dos cultivos fueron los más afectados por el peso de las retenciones en los últimos años, en los que se sumó un fuerte aumento de costos y, más recientemente, la baja de sus cotizaciones.

En cuanto al trigo, sus derechos de exportación están actualmente en 23%, mientras que los del maíz se ubican en el 20%. En ambos casos la medida implicaría una mejora inmediata en el precio local de esos granos, pero sólo para el maíz podría significar un impulso en su siembra, dado que de aquí a fin de año todavía es época de implantación y el cereal puede sembrarse sin problemas. De hecho, hay muchos productores que ya descontaron la medida y se lanzaron a la tarea. En cambio, en el caso del trigo, lo que está comenzando ya es la cosecha, dado que se siembra en el invierno. En el sector descuentan que en 2016 crecería muy fuerte el área implantada con este cultivo, que el año pasado y este registró las cifras más bajas en 100 años.

En el diálogo que mantuvo con Clarín, el próximo ministro de Agricultura adelantó también que el Gobierno de Macri terminará el primer día con las retenciones al girasol (se ubica en el 32% para el grano), un cultivo estratégico en regiones como el NEA, el sur y oeste bonaerense, y en La Pampa, cuya superficie sembrada también se achicó sensiblemente en los últimos años.

Finalmente, Buryaile adelantó que “se eliminarán completamente, desde el inicio del Gobierno, las retenciones a la exportación de carne”, que hoy se ubican en el 15%. Se trata de una medida que llevará alivio a los frigoríficos que abastecen el mercado externo, que están sumergidos en una muy severa crisis, no sólo por la existencia de esos derechos de exportación, sino también por el sistema de ROE, los permisos que otorga discrecionalmente el Gobierno de Cristina Kirchner.

Estos ROE también golpearon duramente a los embarques de maíz y trigo en los últimos años, deprimiendo aún más el precio interno de esos granos. Pero el propio Macri indicó después de su triunfo, el domingo pasado, que eliminaría inmediatamente este sistema de restricciones a las exportaciones.

Buryaile afirmó a Clarín que en la reunión de ayer del equipo económico se analizarían detalles de estas medidas, que seguramente se irán definiendo en los próximos días.

martes, 8 de septiembre de 2015

Inaguran un muelle para exportar


NIDERA. Así es el nuevo muelle que inauguró la empresa en Puerto General San Martín(La Nación) - La semillera Nidera inauguró el segundo muelle multipropósito de su terminal ubicada sobre el río Paraná en la localidad santafecina de Puerto General San Martín, emprendimiento en el que invirtió US$ 42 millones.

La terminal tiene una capacidad de almacenamiento de 67.000 toneladas de fertilizantes sólidos y un poder de carga diario de 120 camiones. A través del nuevo muelle, Nidera planea exportar 570.000 toneladas anuales de soja y girasol por US$ 380 millones. Ayudará a la comercialización de granos en Córdoba y el norte del país.

El primer embarque de 15.000 toneladas de aceite de soja, por un monto de nueve millones de dólares, la compañía puso en marcha el funcionamiento de una moderna terminal con capacidad para almacenar 67.000 toneladas de fertilizantes sólidos y cargar diariamente un total de 120 camiones a granel, 25 camiones con productos embolsados y 15 con mezclas físicas de distintos nutrientes. "Esta obra es clave, ya que permitirá exportar 800 toneladas de aceite vegetal por hora y descargar otras 1.200 toneladas de fertilizantes", destacó la empresa, que también remarcó la alta influencia que tendrá esta obra para la comercialización de granos en Córdoba y el norte del país.

Desde este muelle multipropósito, Nidera planea exportar a diferentes destinos unas 570.000 toneladas anuales de aceite de soja y girasol, por un monto aproximado de 380 millones de dólares. Estas operaciones optimizarán el uso del muelle existente permitiendo incrementar el volumen de carga de granos y oleaginosas.
También podrá descargar granos desde barcazas o transbordarlos desde éstas a barcos de gran porte. El mismo manejo podrá realizarse con fertilizantes que, por su velocidad de descarga, estarán disponibles más ágilmente en manos de todos los productores. El moderno sistema de cintas transportadoras con que cuenta Nidera en esta nueva instalación tiene capacidad de mover 1.200 toneladas por hora hasta el depósito, desde donde se pueden despachar a granel 300 toneladas por hora de producto puro o mezclas de fertilizantes.

Esta terminal se suma a la que la compañía tiene en el puerto de Necochea y viene a maximizar las descargas de buques de ultramar, brindar rapidez y flexibilidad para los despachos de camiones, concentrar las operaciones del Paraná Up River y afianzar a Nidera como operador logístico líder de la región.

Fuente consultada: http://www.lavoz.com.ar/la-voz-del-campo/nidera-inauguro-el-segundo-muelle-de-su-terminal-sobre-el-parana

sábado, 18 de julio de 2015

martes, 14 de julio de 2015

El campo no puede esperar

Editorial I del diario La Nación
El Estado ya se lleva el 93,5% de lo que produce el sector agrícola, cuyos crecientes costos tornan inviable la actividad en las actuales condiciones

Las entidades agropecuarias han anunciado una movilización de protesta para el próximo viernes. El gobierno nacional había sido advertido con reiteración de la gravedad de la situación por la que atraviesan las actividades agrícolas en general y las economías regionales fundadas también en el trabajo de la tierra. Sería un acto de irresponsabilidad más pasar por alto las notificaciones que a diario transmite una realidad inocultable y que no se podría falsear con otro tipo de estadísticas de las que suele abusar el oficialismo.

La crisis de la industria vitivinícola como consecuencia de la distorsión deliberada del valor de la moneda, que impide competir en materia exportadora; la crisis aún más compleja del sector frutícola por una convergencia de causas, entre las cuales gravita por igual el precio irreal de la moneda, como en el caso de las peras y manzanas, que suscitó cortes de rutas en el alto valle rionegrino, o el de los limones y los olivos. Sobre todos pesa el aumento exorbitante de los costos internos. He ahí algunos de los principales factores que afectan a las actividades generales del campo y delinean un panorama más que sombrío.

La peor situación es la de los arrendatarios, que arrastran como consecuencia de ello a quienes alquilan sus propiedades, y vuelcan, en el ámbito de la propia residencia personal, muchos de los recursos que reciben. No es un tema menor: más del 60% de las actividades agrícolas se hacen sobre la base de alguna de las modalidades propias del alquiler.

Un estudio de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Extensión Agropecuaria (Aacrea), respecto de dos de los cultivos básicos, demuestra la facilidad con la cual podría caer en quebranto un alto número de productores. Es el riesgo en que los ha colocado la sumatoria de las mermas habidas en los precios de las principales commodities y la de los costos actuales de implantación, protección, cosecha, comercialización, administración y estructura, más lo que se haya debido pagar por los arriendos y "la desproporcionada presión impositiva", como se señaló en una reunión de la Sociedad Rural de 25 de Mayo.

En el caso de la soja, el punto de indiferencia -ni ganancias ni pérdidas se lograba en el Noroeste del país, en la campaña 2013/14, con una cosecha de 25 quintales por hectárea; en 2014/15 se requirieron 29 quintales para evitar pérdidas en esa misma superficie. En maíz, se necesitaba lograr 83 quintales en la campaña 2013/14; un año después, 125 quintales. Para quienes se han animado a continuar con sus trabajos habituales en tierras de frontera agraria, eso ha sido como realizarlos al borde del abismo económico financiero. ¿Cómo sorprenderse, entonces, por las convocatorias a asambleas de delegados en las principales organizaciones agropecuarias y el anuncio de movilizaciones al borde de rutas, como sucedió a lo largo del primer semestre de 2008?

También la zona sur de Santa Fe fue tomada en cuenta en aquel estudio de Aacrea. Para no perder dinero, un productor debió producir 32 quintales de soja por hectárea en la campaña 2013/14 y 38 en 2014/15; en cuanto a la producción de maíz, las cifras por alcanzar fueron de 92 quintales por hectárea en 2013/14 y de más de 100 quintales en 2014/15. ¿Quién supone que es esto fácilmente posible?

¿Se habrá molestado el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Casamiquela, en llevar a la Casa Rosada esos testimonios, que documentan las consecuencias que se derivan de decisiones económicas oficiales? ¿O es que nada le han dicho los índices elaborados por una prestigiosa organización agropecuaria al funcionario que ha dedicado parte de su vida profesional al Instituto Nacional de Producción Agropecuaria (INTA)?

Un cuadro en que los costos se han devorado los resultados excepcionales de la campaña 2014/15, una de las mejores de la historia reciente para muchísimos productores y sobre todo en la zona núcleo, impele a preguntarse cómo golpearía sobre la economía del país una cosecha próxima no mala, pero sí mediocre. Así las cosas, ya estamos notificados de que en la campaña en curso habrá menos aplicación de tecnología y mayores frenos en los gastos por insumos.

Habrá más sojización, sin duda, que no será buena para la evolución ulterior de tantos campos desgastados por repetición de un cultivo año tras año. Y menos rotaciones. Al mismo tiempo, las ventas anticipadas de semillas están redondeando un resultado provisional marcadamente pobre.

Por todo lo expuesto, resulta innegable que los productores, los fabricantes de maquinaria agrícola, los semilleros, en fin, no pueden aguantar un semestre más a la espera de un cambio de gobierno con las cargas que tienen sobre los hombros. ¿Cómo podrían esperar, en las condiciones actuales, si el Estado se lleva, según un estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), $ 93,50 por cada $ 100 que produce ese sector, el más dinámico de la economía argentina y también uno de los más castigados por los actuales gobernantes?.

martes, 16 de junio de 2015

El maíz podría aportar divisas por US$ 2000 millones más

Por Fernando Bertello  | LA NACION
En plena cosecha, en Maizar creen que podría autorizarse la exportación de 9 millones de toneladas del cereal.
 
El Gobierno podría lograr que ingresen al país entre 1500 y 2000 millones de dólares adicionales si abriera la exportación de maíz. Con esa medida, conseguiría tranquilidad cambiaria durante parte de lo que resta de la campaña electoral y una fuente de divisas barata antes que recurrir al endeudamiento para cubrir su déficit fiscal.


Hasta el momento, de la cosecha 2014/2015 el Ministerio de Economía habilitó la venta de 11,5 millones de toneladas del cereal. Según registros oficiales, a la fecha los exportadores embarcaron, de acuerdo al cierre de los negocios y al ritmo de cumplimiento de contratos, 6,16 millones de toneladas. Se trata de un volumen 61,75% mayor respecto de la misma época del año pasado.

Sin embargo, se espera que la cosecha final de 2015 tenga un volumen importante, y en la cadena comercial consideran que debería abrirse un nuevo cupo para darle fluidez a la producción. La recolección ya avanzó al 40% de lo previsto, con lo cual en las próximas semanas lo hará casi otro 60%, que le meterá presión a los precios en el mercado. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé una producción total de 25 millones de toneladas de grano comercial, y el Ministerio de Agricultura la estima en 31 millones de toneladas, sumando grano comercial y para alimentación animal.

En este contexto, en la Asociación de Maíz y Sorgo Argentinos (Maizar) creen que "podrían abrirse 9 millones de toneladas más para la exportación", según señaló su director ejecutivo, Martín Fraguío. A valores actuales para la exportación, y si mejoraran con la apertura, "el ingreso de divisas podría ser de un piso de 1500 millones de dólares y llegar hasta los 2000 millones".

En esa entidad sostienen que el total de maíz que la Argentina podría estar colocando este año en el exterior rondaría los 20 millones de toneladas. Es un volumen apenas superior a lo esperado por Agricultura, que calcula hasta el momento 18,5 millones de toneladas.

Para los productores, un saldo exportable de 9 millones de toneladas podría dar una expectativa de mejora en los precios. En rigor, hoy reciben 66 pesos por tonelada, menos de la capacidad de pago de la exportación que mide la cartera agrícola. "Hoy el maíz disponible está en 980 pesos la tonelada, pero se podría estar pagando $ 1046 si estuviera abierta la exportación", afirmó Lorena D'Angelo, analista de mercados.

BAJO PRESIÓN

Esta especialista destacó que el mercado "está presionado" porque no hay más permisos de ROE (Registros de Operaciones de Exportación) "para la potencialidad de la exportación" y porque "hay mucha oferta disponible".

Vale recordar que del último ciclo comercial pasaron al actual 4,3 millones de toneladas, que acrecientan la oferta disponible.

"Hay una montaña de maíz y hay algunas zonas alejadas de los puertos donde sobra, y eso las complica", expresó Fraguío.

Una apertura importante de la exportación podría ayudar en algún modo a dar una señal a la próxima siembra de maíz, que empezará en septiembre, pero sobre la cual las perspectivas no son alentadoras.

Según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, en la zona núcleo, principal región productora que comprende el sur de Santa Fe, el sudeste de Córdoba y el norte de Buenos Aires, la siembra de maíz de la campaña 2015/2016 podría bajar un 40%. Sería el cuarto año consecutivo de caída del cereal.

Las razones de la caída son los bajos precios y los costos de implantación, el doble que la soja, que hacen que se necesite producir más para cubrir los gastos. "Es crítico el panorama que se vislumbra para el maíz de la campaña 2015/16, ya que los rindes de indiferencia van de 60 a 85 quintales por hectárea en campos propios, y superan los 100 quintales en campos alquilados. La fuerte inversión inicial junto al bajo precio del cereal, además de otros factores comerciales, desplazan al maíz de los campos arrendados y reduce el área en campos de propiedad", indicó el informe de la Bolsa rosarina.

La Argentina ha perdido en los últimos años varios lugares en el ránking de exportación de maíz. De tener el segundo lugar, detrás de los Estados Unidos, pasó al cuarto puesto. Hoy la superan Ucrania y Brasil..

viernes, 29 de mayo de 2015

Neuquén puede multiplicar las hectáreas bajo riego

Es un estudio que hizo la FAO de Naciones Unidas. De las 27.000 actuales, podría pasar a 280.000.
La producción agraria en Neuquén está en remisión porque no toda la superficie potencial está activa.
La producción agraria en Neuquén está en remisión porque no toda la superficie potencial está activa.

NEUQUÉN (AN).- En base a un estudio que sopesó la disponibilidad de agua y de tierra, se determinó que en la provincia se puede multiplicar por diez la cantidad de hectáreas que pueden ser irrigadas para poner en producción, según se reveló ayer en la presentación del proyecto que condujo la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO.

Según ese estudio, denominado "Diagnóstico y prospectiva del potencial de ampliación de áreas bajo riego en Neuquén", la provincia tiene actualmente más de 27.000 hectáreas relevadas en 87 sistemas de conducción y distribución de agua para riego -de las cuales alrededor de 19.000 están actualmente bajo riego- y puede llegar a incorporar casi 280.000 hectáreas nuevas de suelo apto para el cultivo que podría ser sistematizado para riego. "Nuestro suelo y nuestro clima tienen las condiciones para un sinnúmero de actividades productivas que tiendan a la producción de forrajes para nuestro ganado y también para la producción de frutas, verduras y hortalizas para el consumo de los neuquinos, de la región y de todos los trabajadores que se van a incorporar a la provincia en función del desarrollo de los hidrocarburos", afirmó el ministro de Desarrollo Territorial, Leandro Bertoya.

Remarcó que "también tiene, por sus condiciones sanitarias, productos de excelente calidad reconocidos a nivel mundial que nos abren nuevas puertas al exterior".

Los datos fueron dados a conocer durante una presentación efectuada en Neuquén en la que participaron, además, el coordinador ejecutivo de la Unidad de Cambio Rural (Ucar)-Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap), Jorge Neme; el representante de la FAO en Argentina Valdir Welte y los subsecretarios de Planificación y Acción para el Desarrollo-Copade, Sebastián González y de Producción, Amalia Sapag, entre otras autoridades.

En representación de la organización internacional asistieron también el oficial de Programas FAO, Francisco Yofré y el director del equipo de trabajo regional FAO para Neuquén y Río Negro, Selim Mohor.

El subsecretario del Copade recordó que durante la elaboración del diagnóstico se estudió la situación de las áreas de riego actuales y aquellas con significativo potencial, además de efectuar una pormenorizada revisión del contexto de políticas públicas e incentivos a la inversión agrícola.

Mencionó las obras que ya están en ejecución en San Patricio del Chañar y otras que se han concretado, como es el caso de Añelo.

Fuente: http://www.rionegro.com.ar/diario/neuquen-puede-multiplicar-las-hectareas-bajo-riego-7622839-62202-nota.aspx

lunes, 4 de mayo de 2015

Radiografía a fondo del consumo de maíz en la Argentina

(Clarin rural) - Es clave como forraje para la alimentación del ganado bovino, porcino y aviar. Pero además crece en otros usos como la la molienda húmeda y seca y como biocombustible.

Foto: La industria alimenticia es un fuerte consumidor del cereal. (Crédito Clarín)

El agregado de valor en origen es uno de los ejes clave a los cuales el sector agropecuario apunta en un futuro. Y en este escenario el maíz tiene cada vez más transcendencia en la cadena agroindustrial y en la economía nacional.

Por eso, vale la pena hacer una radioagrafía de cómo se compone el consumo interno de los granos producidos por este cultivo, que difundió hace pocos días la Bolsa de Comercio de Rosario. Tomando datos oficiales del 2013 (el último año con estadísticas ya finalizadas) el consumo interno oscila entre 13 y 14 millones de toneladas, sobre una producción cercana a 30 millones de toneladas. El resto de la producción es para exportación.
Según el informe, el consumo de maíz en el país se divide en cuatro rubros principales: forraje para la alimentación del ganado bovino, aviar y porcino; alimentación humana; biocombustibles (etanol) y semilla para sembrar.

“La faena avícola y porcina mantuvieron altas tasas de crecimiento en la última década, al tiempo que se desarrollaron usos industriales más sofisticados, como la molienda para producción de bioetanol”, destacaron los especialistas Guillermo Rossi y Julio Calzada, de la bolsa rosarina, quienes realizaron el informe.

En detalle, el maíz utilizado como forraje para la alimentación de animales sumó 11,7 millones de toneladas. Así, la ganadería fue el sector que más consumió este cereal.

Para la producción de carne se destinaron alrededor de 3,3 millones de toneladas, mientras que se demandaron unos 2,7 millones de toneladas para la producción de leche. Por su lado, el sector avícola demandó unos 3,5 millones de toneladas. Asimismo, para la producción de huevos se necesitó casi 1 millones de toneladas.

A su turno, la producción de carne porcina requirió cerca de un millón de toneladas. Y para la generación de alimentos para mascotas y otros, se utilizaron cerca de 300.000 toneladas.

Otro dato interesante es que el maíz es el componente más utilizado dentro de las raciones forrajeras. Si se considera el total de las toneladas de distintos productos destinadas a raciones, el cereal representa el 43%. Según datos oficiales, si se suman también el sorgo forrajero, cebada cervecera y forrajera, trigo forrajero, desechos, harinilla, cáscara de soja, harina de soja y girasol, silaje de sorgo, semilla y subproductos de algodón, hay un total de 26,5 millones de toneladas en el año de distintos productos destinados a la alimentación animal.

El informe de la bolsa rosarina aseguró que para alimentación humana se utilizaron cerca de 1,4 millones de toneladas, como insumo en la molienda húmeda (destilería) y seca (molinería).

Por su parte, en relación al bioetanol en base a maíz, desde la entidad rosarina aseguraron que esta industria ha tenido un importante crecimiento a partir del 2012, como consecuencia del corte obligatorio de las naftas con etanol dispuesto por el Gobierno. En total, se utilizaron casi 500.000 toneladas durante el 2013. En la actualidad funcionan seis empresas con una capacidad de producción teórica conjunta cercana a 520.000 metros cúbicos de etanol por año.

Las empresas que venden etanol a las refinerías de petróleo son ProMaíz, Aceitera General Deheza, Bunge, ACA Bio (de la Asociación de Cooperativas Argentina), Diaser, Bio 4 y Vicentín.

Por último, se estima que 183.000 toneladas de maíz son usados como semilla para la siembra. “Esta estimación parte de tomar como densidad promedio unos 20 kilos por hectárea”, especificaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

El maíz no atraviesa hoy su mejor momento, pero está claro que tiene un enorme potencial para volver.

Nuevos rumbos para  la soja resistente a sequía

(Clarin.com) - Bioceres, que la desarrolló en la Argentina, y Arcadia, su socio de EE.UU., acordaron con Dow que le sumarán resistencia a herbicidas y a insectos.
La soja resistente a sequía no limita los rindes si llueve bien.
La soja resistente a sequía no limita los rindes si llueve bien.

Hace pocos días se conoció un noticia resonante para la biotecnología argentina, cuando la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia) aprobó, por primera vez, los genes argentinos que le confieren a la soja la tolerancia a la sequía.

Esta innovación, que representa un gran avance en el camino de aumentar la productividad de la soja frente a una restricción hídrica, fue desarrollado por el grupo de trabajo de la doctora Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral, investigadores del Conicet y del Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear/Bioceres).

Una de las características de esta nueva tecnología que generó mayor interés es que el cultivo no pierde el techo de rendimiento en condiciones óptimas de humedad y, ante una restricción hídrica, se eleva su piso de rendimiento.

Tras la aprobación, esta semana se conoció que Dow AgroSciences, junto a Bioceres y su socio estadounidense Arcadia Biosciences trabajarán juntos para sumar más tecnologías innovadoras a la soja tolerante a sequía. Bajo esta alianza, las compañías desarrollarán nuevos eventos apilados, usando la plataforma Exzact, de Dow.

La herramienta facilitará el desarrollo de eventos que combinarán tecnologías relacionadas al incremento de los rendimientos y calidad de los granos junto a las de tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos, con alto grado de precisión.

“La creciente disponibilidad de eventos que deben ser incorporados a nuevas variedades genera el desafío de ser eficientes en términos de costo y de tiempo. Esta alianza nos ayudará a alcanzar esta meta, desarrollando tecnologías que incrementen los rendimientos junto con las de protección de cultivos acumulando eventos de manera precisa y acelerando la integración”, dijo Federico Trucco, CEO de Bioceres.

Por su parte, Tim Hassinger, presidente y CEO de Dow AgroSciences, sostuvo que, “los productores de soja buscan productividad y esta alianza constituye una verdadera promesa para la tecnología que podremos ofrecerles”.

Finalmente, Eric Rey, presidente de Arcadia, concluyó que “este acuerdo es el primero en su tipo y representa el futuro para proveer semillas de alto valor para los productores”.

Riego subterráneo: el agua eficiente

(Clarin.com) -  Ignacio Severina, especialista en Riego del INTA Manfredi, destacó que presenta “un 95% de eficiencia en el uso de agua aplicada”.
El riego subterráneo puede usar agua de baja calidad.

Las proyecciones muestran que para alimentar a una población mundial de 9.100 millones de personas, en 2050 sería necesario aumentar la producción de alimentos en un 70 por ciento. Para enfrentar este desafío de producir más resulta fundamental aumentar la eficiencia en el uso de los recursos.

En este contexto, Ignacio Severina, especialista en Riego del INTA Manfredi, aseguró que el reto consiste en “lograr una producción con bases sostenibles mediante una gestión adecuada de los recursos hídricos y, especialmente del riego, cada vez más eficientes”.

Así, el técnico destacó las ventajas del riego por goteo subterráneo (RGS), que sostuvo que presenta “un 95% de eficiencia en el uso de agua aplicada”.

Se trata de una tecnología que aplica el agua por debajo de la superficie del suelo, directamente a las raíces de los cultivos, mediante el uso de emisores con caudales menores o iguales al riego por goteo tradicional.

Entre los beneficios obtenidos por su uso, el especialista destacó su capacidad de maximizar el uso del agua, al tiempo que permiten la aplicación oportuna y más eficiente de los nutrientes requeridos por los cultivos.

Para su funcionamiento, requieren perforaciones con menores caudales y menores presiones de trabajo y, en consecuencia, un menor costo energético. Además, se adapta a la siembra directa y a los cultivos extensivos.

“Al ubicarse las cintas por debajo de la superficie del suelo, permite utilizar agua de baja calidad, como aguas residuales, ya que se elimina el contacto de personas y animales y los malos olores”, explicó Severina. Y agregó, finalmete, que “al no mojar las hojas de los cultivos, disminuyen las proliferaciones de enfermedades foliares”.

Fotos: Crédito Clarín

lunes, 23 de marzo de 2015

La exportación agrícola sigue dominada por los extranjeros

A los barcos. Un operario descarga soja en el puerto de Quequén en junio de 2014. Foto de Fabian GastiarenaMatías Longoni - Clarin.com
Las multinacionales perdieron terreno en la década K. Pero irrumpió China y se beneficiaron firmas amigas del poder.


A los barcos. Un operario descarga soja en el puerto de Quequén en junio de 2014. Foto de Fabian Gastiarena

Más allá de la épica del relato oficial y de los constantes amagues para recrear la Junta Nacional de Granos, durante la década kirchnerista las grandes multinacionales retuvieron el control del negocio de exportación de productos agrícolas, y en 2014 concretaron más del 40% de los embarques. Aunque esta participación fue menor a la que tenían en 2005, el retroceso no fue a manos de las firmas nacionales debido a la irrupción de nuevos jugadores. China, sobre todo.

Según los datos de embarques de granos, harinas y aceites que publica el Ministerio de Agricultura, el año pasado Cargill se ubicó una vez más como la mayor exportadora, con 13% de los volúmenes. La firma estadounidense embarcó más de 8 millones de toneladas sobre un total de 63 millones de toneladas exportadas el año pasado.

Detrás, en este ránking, se ubicaron Bunge (10,2%), AGD (9,2%), Dreyfus (7,2%), Vicentín (6,7%), Nidera (6,25), Oleaginosa Moreno -controlada por Glencore- (5,6%), ACA (5,6%), Noble (5,1%) y Molinos Río de la Plata (4%). Las diez primeras exportadoras sumaron 72,5% de las cargas. En 2005 llegaban a 90%. Es decir, hubo una desconcentración del negocio. De todos modos, el orden en este ránking ha sido casi idéntico al que se registraba diez años atrás, en los albores del kirchnerismo.

Llama la atención que las grandes multinacionales, conocidas como grupo ABCD por la inicial de cada empresa (ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus, a las que habría que sumarle a Toepfer y Glencore) hayan perdido casi 20 puntos porcentuales de la torta exportadora, cayendo de 62,6% de 2005 a 40,6% el año pasado. Esos veinte puntos equivalen a 15 millones de toneladas de granos, pellets y aceites.

¿Quién ocupó ese espacio? De la estadística oficial no surge una nacionalización, pues no fueron ni las empresas privadas argentinas ni las cooperativas. El primer grupo, conformado por AGD, Vicentín y Molinos, también cayó durante esta década, de 25,5 a 19,9%.

Más modesto, el sector cooperativo (conformado por ACA y AFA) incrementó de 5,7 a 7,6% su participación en la exportación de productos agrícolas (aunque en granos ACA se ubicó segunda, detrás de Cargill). Este magro crecimiento, de solo dos puntos porcentuales, desmiente que las cooperativas hayan sido el centro de atención de las políticas oficiales, como declaman los funcionarios kirchneristas.

¿Entonces quién se apoderó de parte del negocio que antes hacían las multis? En principio otra multinacional, pero de origen muy diferente. Se trata de la empresa estatal china COFCO, que aquí irrumpió como un jugador importante a partir de tomar el control de Nidera y Noble, que juntas explicaron 11,3% de los embarques de 2014.

Desde 2011, además, una empresa de Brasil viene creciendo y ya está dentro del Top 15. Se trata de Amaggi, que pertenece a Blairo Maggi, considerado “rey de la soja” en el vecino país. En 2014, la firma exportó 1,3% del total de granos y subproductos argentinos.

Otro porción de los negocios fue a parar a manos de algunos firmas de escasa trayectoria nucleadas en CAPECO, una cámara de exportadores creada en 2011 por el ex secretario Guillermo Moreno y presidida por el empresario ultrakirchnerista Ider Peretti. A través de esta organización, Comercio Interior deriva discrecionalmente parte de los permisos de exportación (ROE) de trigo y maíz.

Ninguna de estas firmas representa más del 1% de los embarques, pero en conjunto se llevan una tajada. Un ejemplo: Alimentos y Forrajes SA, que tiene un empleado. Exportó en 2014 más de 100.000 toneladas de maíz, el 0,15% del total.

También con volúmenes pequeños figuran empresas de insumos agrícolas que exportan los granos que reciben de los productores en los planes canje. El caso más significativo es la petrolera estatal YPF, que en 2014 exportó 736 mil toneladas de granos, pellets y aceites, equivalentes a 1,16% del total.

sábado, 7 de marzo de 2015

Macri: “El campo es el primer motor a poner en marcha”

Por Matías Longoni (Clarin.com) - El agropecuario es el sector que más posibilidades tiene de arrancar velozmente porque ya cuenta con la tecnología, el espíritu emprendedor y el capital, dijo el candidato.

En el penúltimo día de la feria, el candidato del PRO Mauricio Macri habló hoy en Expoagro sobre las prioridades que tendría un gobierno liderado por él. "El campo es el primer motor a poner en marcha", dijo.

En su opinión, el agropecuario es el sector que más posibilidades tiene de arrancar velozmente porque ya cuenta con la tecnología, el espíritu emprendedor y el capital: "Los chacareros siempre unos mangos abajo del colchón tienen".

Macri adelantó también su intención de terminar con las restricciones a las importaciones, de eliminar las retenciones a las exportaciones regionales, y de anunciar "el plan de infraestructuras más importante de la historia de Argentina": "Que los productores sepan que si aumentan su producción los caminos van a llegar, la energía va a llegar, los ferrocarriles van a llegar, el acceso al puerto lo van a tener y los puertos van a funcionar".

- Un plan de esa envergadura requiere financiamiento, ¿cómo se compensan los ingresos perdidos al eliminar las retenciones?

- Creciendo, creciendo. Acá lo que estamos apostando, justamente, el plan estratégico que presentó la Mesa de Enlace habló de duplicar la producción de alimentos y yo creo que eso se puede hacer. Yo vengo viajando, hablando. Conozco. Estoy en la producción y entiendo que se puede. Tenemos que apostar a que la torta sea más grande, con lo cual la recaudación va a ser mas grande y no esta cosa chica, con lo cual la gente siente que tiene un estado que solo se acuerda de ellos para cobrarle impuestos. Yo creo en lo otro. Además, tenemos la suerte de que el mundo está abierto a financiar y la tasa de interés es la más baja de la historia, entonces ahora deberíamos estar en megaprogramas de inversión en infraestructura porque sabemos que generar infraestructura es generar oportunidades, es hacer la cancha grande y con la cancha grande la gente sale a producir.

viernes, 13 de febrero de 2015

Las legumbres, una cadena de valor que se abre camino

Por Juan I. Martínez Dodda (Clarin.com) - La producción de arveja, lenteja y garbanzo viene en aumento en las últimas campañas. Son especialidades con ventajas agronómicas clave y con un atractivo mercado internacional.

 Alternativa. En el sudeste de Córdoba, hay productores que vienen sosteniendo a la arveja en la rotación, desde hace varias campañas, con muy buenos resultados.

Amigos y no rivales. Ese es el mensaje que buscan transmitir quienes están inmiscuidos en la producción de legumbres y opinan sobre la relación entre arvejas, lentejas, garbanzos o porotos y el trigo en la ocupación de la superficie.

Los especialistas creen que, aún cuando mejoren las posibilidades comerciales del trigo, las legumbres podrán mantener el espacio ganado por mérito propio.

En diálogo con Clarín Rural, un grupo de referentes de la cadena legumbrera analizó las posibilidades de estos productos en el lote y en los mercados. El jefe de la agencia Arroyo Seco (INTA), Gabriel Prieto, repasa: “Son leguminosas de invierno que tienen la capacidad de fijar nitrógeno del aire para generar un grano con un contenido proteico mayor que los cereales”.

“Otro aspecto es que permiten cortar enfermedades y plagas sin perderle el tren a la intensificación pudiendo llegar a implantar cinco cultivos en tres años”, agrega el asesor de la zona de Pergamino, Adrián Poletti, de Incrementar Consultoría Agropecuaria.

En el país, se destinan unas 500.000 hectáreas al cultivo de arveja, lenteja, poroto y garbanzo. El crecimiento que han tenido las legumbres a partir de 2006 junto con la debacle del trigo no se puede soslayar. Las exportaciones treparon desde las 20.000 toneladas en 2005/06 a las 120.000 en 2012 y esta campaña, sólo de arvejas, se van a exportar 150.000 toneladas.

El año productivo pintaba muy bien para las legumbres pero el calor de octubre fulminó parte del rendimiento en algunos casos. “En arveja, los ciclos cortos quedaron en 14-16 qq/ha, pero los ciclos largos han tocado rindes de 28 a 32 qq/ha”, repasó Poletti. El área de garbanzo tuvo un crecimiento muy grande pero luego la presión de enfermedades lo complicó un poco y esta campaña con 40.000 hectáreas en el norte de Córdoba y el NOA busca recuperarse. El área de lenteja es muy reducida en la zona de Rosario y tuvo un gran padecimiento por exceso de agua en 2012 y la sequía de 2013. “Como cortó el ciclo antes de los golpes de calor, tuvo rendimientos excepcionales de entre 1.800 y 2.000 kilos teniendo en cuenta que el promedio es de 1.400 kilos”, remarcó Prieto.

Es el caso de Compañía Integrada de Exportación (CIEX-SA) es una empresa atípica con el corazón productivo en Colón, provincia de Buenos Aires. Allí y en otras regiones apuesta por esquemas en los que la soja promedia menos del 50% de ocupación. Así ganan protagonismo el maíz pisingallo, el girasol confitero o la arveja, entre otros. “Retomamos con arveja hace cuatro años pasamos de las 100 hectáreas iniciales a las 600 actuales”, contó a Clarín Rural, el director de Ciexsa, Pedro Maranessi.

Rápidamente, describe las ventajas: “Tenemos cobertura invernal del lote, le peleamos mejor a las malezas, generamos un cultivo de exportación diferenciado y tenemos un excelente antecesor para el maíz pisingallo”. Esta campaña lograron picos “inéditos” de 3.450 kg/ha pero también caídas a 1.200 kg/ha. “Lo ideal sería apuntar a un promedio de 2.500 kilos, algo que creo se podría lograr con desarrollo en genética”, opinó Maranessi.

Poletti describe tres tipos de rotaciones para incluir arveja, con sus beneficios y sus déficits. En primer lugar, arveja/maíz de segunda-soja-trigo/soja de segunda. “Aquí la complicación para la arveja es que arranca con más volumen de rastrojos y queda más expuesta a enfermedades como tizón”, indicó Poletti. Sin embrago, es optimista: “Hoy con el uso de fosfitos estamos manejando mejor este tipo de problemas”.

La otra opción es hacer una secuencia arveja/maíz de segunda de ciclo corto con cosecha húmeda o en los casos de maíz de segunda con riesgo de heladas, la rotación es arveja/soja. “El problema acá es la altísima presión de Helicoverpa que deja la arveja para los primeros estadios de la soja”, dijo Poletti.

En lo que respecta a los aspectos productivos en sí, Prieto resumió las claves de la implantación de arveja en tres puntos: la elección del lote con el cultivo antecesor (lote con drenaje y sin legumbres en las tres campañas previas), el tratamiento de la semilla para lograr buena emergencia (para combatir hongos de suelo hay que usar fungicidas de amplio espectro) y una buena nutrición (no le puede faltar fósforo y el nitrógeno lo obtiene a partir de la fijación biológica pero se potencia con una buena inoculación).

El control de enfermedades es la columna vertebral de la arveja si se hace monocultivo. “Enfermedades de tipo vascular como fusarium, rhizoctonia o pythium que afectan el sistema radicular y la base de la planta son peligrosas”, explicó Prieto. Otro capítulo son las enfermedades foliares, hoy se están controlando con los mismos grupos químicos que en soja.

Es sabido, la cosecha de este tipo de productos de consumo directo es determinante para la calidad. La arveja es un cultivo que debe secarse para cosecharse en un estado parejo. Hay dos estructuras de plantas, una foliosa, más rastrera y otra más erecta que, al ser menos foliosa deja pasar más la luz y sufre menos los excesos de humedad. “Hay que preparar la cosechadora, con un flexible y algunas adaptaciones a la barra de corte en los puntones”, explicó Prieto.

Consultado sobre los desafíos de estos cultivos, Prieto reconoció que uno de los temas por seguir mejorando es la genética adaptada a estas regiones productivas. “También nos preocupa la infraestructura, el flete y el transporte, porque somos ineficientes al llevar la mercadería al puerto, mientras la producción está pegada al río y mandamos mercadería a Brasil en camión”, sentenció.

OFERTA Y DEMANDA
“La calidad es un punto central de este tipo de productos porque van directos a la boca del consumidor”, advirtió Horacio Frágola, director de Farm Products (exportador de granos no tradicionales) y presidente de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA). “Nos interesa que el productor sepa cómo producir legumbres, pero también que los consumidores conozcan sus valores nutricionales”, explicó.
Las legumbres son ricas en proteína, fibra y carbohidratos, bajo contenido de grasa y sodio. En lo que respecta a arvejas, se exporta gran parte a Brasil, pero últimamente se abrieron posibilidades a los tradicionales consumidores de arveja, como India, Bangladesh y el sudeste asiático.

“China se ha convertido en un importador cuando antes era exportador porque hoy están usando las proteínas de arveja como enriquecedor de harinas blancas en la producción de fideos”, contó Poletti. En 2010 Canadá exportaba unas 250.000 toneladas de arveja a China, en la presente campaña es probable que supere el millón de toneladas. La gran noticia es que para 2015 Argentina logre la habilitación para embarcar arveja a China. Además del consumo humano, la arveja a diferencia de la soja no tiene factores antinutricionales que requieran desactivación para ser consumida por monogástricos. “Es una muy buena alternativa para nutrición de cerdos y en vacas lecheras”, explicó Poletti.

PRODUCTO DE NICHO
"Cuando uno decide sembrar una especialidad tiene que tener claro con quién la va a comercializar, esto es tan importante como cultivarla bien”, advirtió el asesor Adrián Poletti.

El productor Pedro Maranessi reconoce que “al ser un producto de nicho (la arveja), no tiene precios de referencia y en Argentina se toma como base el FOB de Canadá y luego se hacen las deducciones”. Para Maranessi, los 250 dólares por tonelada que cotiza la arveja son el piso mínimo para empezar a mirarla, pero “se necesitarían unos 300 dólares por tonelada para soportar mejor la inversión en un cultivo que necesita tecnología”.

Al respecto, Poletti explicó que “sin un mercado donde poder calzarse, lo que se necesita es una expectativa correcta, porque hace dos meses la arveja valía 350 dólares por tonelada y hoy vale 250, quien la sembró pensando que la iba a vender a 350 tiene una caída de expectativa muy grande y esto no beneficia que más productores se sumen al negocio”, contó Poletti.

En este sentido, en 2009 se empezó a trabajar en la elaboración de un precio de referencia en Argentina. “Todavía nos faltan algunos ajustes, pero ésta va a ser una herramienta importante para toda la cadena, sea productor, empresas de insumos y exportadores”, dijo.

domingo, 4 de enero de 2015

El clima no suele esperar a la falta de previsión y a los canales de drenaje

Por María Martini  | Para LA NACION
Muchas regiones de la provincia de Buenos Aires están amenazadas de sufrir nuevos anegamientos por tener las napas más altas y la ausencia de inversiones en infraestructura canalera

Las aguas en los campos bonaerenses se estacionaron por meses y provocaron pérdidas difíciles de soportar para los productores. Foto: Archivo / Fabián Marelli

De abril a septiembre de 2014, buena parte de la provincia de Buenos Aires estuvo bajo el agua.

Nada menos que diecinueve distritos de la provincia fueron declarados en emergencia y/o desastre por parte de la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de la provincia de Buenos Aires (Cedaba).

¿Fue una situación excepcional o, muy por el contrario, de ahora en más se debería tomar como un evento recurrente?

La viabilidad económica de muchas explotaciones, sean ganaderas, tamberas o agrícolas, depende de la frecuencia que tengan estas inclemencias en el futuro.

Como muchos otros, el caso de Pedro Merbillhaa, ex presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y productor agropecuario de la zona de General Guido, puede servir para tomar cuenta de la dimensión del problema. De las mil hectáreas de su explotación, 600 estuvieron literalmente bajo el agua, se perdieron 300 hectáreas de verdeos, las vacas tuvieron que parir en plena inundación y los caminos vecinales de acceso al campo parecían ríos. Sin embargo, ésta no es la inundación más cruel que vivió Merbillhaa. "La inundación de 1980 fue la peor que recuerdo", señala casi con la resignación de quien ve pasar los años sin ser testigo de los cambios necesarios para paliar los desastres que provocan los excesos de lluvias no sólo en el sector agropecuario, sino también en los cascos urbanos, con eventos cada vez más frecuentes desde comienzos de la década del 70.

Si se tomaran las últimas inundaciones que sufrió la provincia de Buenos Aires, es evidente que aumentaron tanto la frecuencia como el riesgo de sufrir pérdidas en la producción. Un hecho incontrastable es que las napas en buena parte de la provincia se encuentran muy altas, a poca profundidad del suelo, por lo que se necesitan muchos menos milímetros de lluvia como para que éstos sufran inundaciones. En Junín y Bragado, por ejemplo, es común encontrar la napa a menos de 50 centímetros del suelo.

Según los productores, técnicos y especialistas consultados, este incremento en la recurrencia de los anegamientos se debe a una multiplicidad de factores. En algunos de ellos el hombre puede intervenir como para evitar o morigerar los efectos, mientras que en otros, como el cambio climático o los ciclos húmedos (por el que se estaría transitando desde la década del 70), sólo se pueden tomar como un dato de la ecuación productiva.

Pero la política agropecuaria que implementa el Gobierno no es neutra, sino que es uno de los factores que aumentan el riesgo de tener excesos de agua en los campos. Las restricciones y falta de estímulo al cultivo del trigo provocaron en los últimos años una caída en la cantidad de hectáreas destinadas a cultivos invernales (de 3 millones de hectáreas como promedio de los últimos 40 años a 1,8 millones de hectáreas de la campaña 2014/15) que afectó el balance hídrico de los suelos. "Hay 300 a 400 milímetros de agua que comienzan a sobrar en los suelos porque no hay cultivos invernales para utilizarlos", razonan los productores. A pesar de esto, muchos buscan atenuantes técnicos, como siembras tardías y tempranas en maíz para diversificar riesgos climáticos y tiempos de cosecha, o el uso del silobolsa, que permite diferir el transporte de la cosecha hasta cuando los caminos rurales así lo permitan.

Sin dudas, la falta de infraestructura es la gran asignatura pendiente -y responsabilidad- del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Hasta el momento no pareciera haber tomado nota de esta situación, y nuevamente se pone en evidencia la falta de una solución integral y definitiva para el manejo del agua. ¿Cuál es la solución que plantean las autoridades provinciales? Todos los remedios se enarbolan en el Plan Maestro Integral para la Cuenca del Río Salado (PMI-CRS) -a pesar de las numerosas voces que se alzan en su contra (ver recuadro)-, que fue el resultado de un estudio que a fines de los 90 la provincia de Buenos Aires encomendó a la consultora inglesa Sir William Halcrow & Partners con el financiamiento del Banco Mundial y para elaborar un plan de recursos hídricos con el objetivo de terminar, en el largo plazo, con el problema de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires. "En la actualidad se estima que se ha ejecutado tan solo el 40% del total de las obras del Plan Maestro Integral para la Cuenca del Río Salado (PMI-CRS)", dice el diputado Carlos Brown, es decir, un total de 700 millones de dólares de los 1800 millones del presupuesto inicial. Su ejecución comenzó en 2002, cuando se constituyó el Fondo Hídrico y se obtuvieron los fondos para su iniciación. Se estableció un plazo de 11 años para la concreción de las obras para unas 17 millones de hectáreas.

La obra debería haber concluido en 2013. Sin embargo, se está lejos de ese objetivo. Según explica Brown, se encuentran terminadas sólo dos de las cuatro etapas del Plan. El proceso licitatorio se abrió para el tercer tramo recién durante 2010.

Pero además de la realización de las obras en tiempo y forma, los productores reclaman también su mantenimiento. Los más memoriosos recuerdan que cuando en la Argentina comenzaron a realizarse los primeros canales, a principios del siglo XX, existía la figura del canalero, que controlaba su correcto funcionamiento.

DOLORES DE CABEZA

Hoy día no es una excepción encontrar trabajos inconclusos y mal construidos, falta de dragado en los canales o compuertas rotas.

Tal es el caso de Dolores, localidad en la que llovieron 1600 mm en 2014, lo que hizo desbordar el Canal 1 a la altura de una obra de retención que en el momento de mayor caudal tenía un terraplén de tierra por una obra de mantenimiento inconclusa, que hizo de tapón.

Como resultado, al ex presidente de la Rural de Dolores Germán Galdos, que trabaja 3500 hectáreas entre propias y alquiladas, sólo le quedaron 450 libres de agua entre abril y octubre. Sin embargo, Galdos decidió no acogerse a los beneficios de la declaración de emergencia y/o desastre porque considera que los paliativos son mínimos (diferimientos impositivos y en el mejor de los casos exenciones) y porque si lo hace tiene un alto riesgo de perder los créditos a los que accedió, incluso los del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Por eso cree que es el momento para terminar las obras que quedaron a mitad de camino y que, según cuenta, les prometió el Ministerio de Asuntos Agrarios.

Éstas son, entre otras, una compuerta automática en el Canal, el reforzamiento del terraplén sur, la reparación de las compuertas abandonadas y ensanchar el cauce primario hasta el paraje del 60. En el Canal 1, la mencionada obra de retención a la altura del Tordillo, fundamental para que pueda abrirse y aliviar la zona en épocas de inundación, y ensanchar el cauce primario del Canal 2 hasta el arroyo La Favorita.

Hasta ahora, ninguna de las obras comenzó. "Hay que insistir en que se hagan las obras, y que los intendentes las pidan, porque pasa el agua y se olvidan", dice Galdos.

JUAN P MERBILLAA - Productor : "El plan de la cuenca del Salado hubiera sido extraordinario si se circunscribía sólo a la tarea de drenaje de la cuenca."

CARLOS BROWN - Diputado Nacional: "Se han ejecutado sólo el 40% del Plan Maestro. La obra debería haber concluido en el 2013, pero se está muy lejos del objetivo. "

CAUSAS Y CONSECUENCIAS

Napas altas - A menos de 50 cm .Representan una amenaza latente para la producción por el riesgo que ante una lluvia con un milimetraje promedio se vuelvan a anegar los campos

Aislamiento rural

Abandono de campos - En una inundación los caminos rurales terminan siendo intransitables por muchos meses. Cada vez menos gente quiere trabajar bajo estas condiciones.

Falta de trigo

Agua sin consumir - El milimetraje que no consumen los cultivos invernales explica en parte los excesos de agua

Canales ilegales

Sálvese quién pueda - Hay quienes agudizan los excesos de agua buscando soluciones individuales.

martes, 25 de noviembre de 2014

China autorizó la importación de sorgo desde la Argentina

(La Nación) - Lo informó desde Pekín el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela; la demanda del cereal creció exponencialmente

El sorgo producido en la Argentina tiene desde ayer un nuevo mercado: China. El ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, se reunió en Pekín con el jefe de la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena (Aqsiq), Zhi Shuping, con quien acordó la apertura del mercado chino para este cereal.

El acuerdo es el corolario de una negociación iniciada en 2008, cuando la Administración Estatal de Granos de China informó del interés por adquirir sorgo de la Argentina. Continuó durante la gestión de Julián Domínguez como ministro de Agricultura, quien en 2010 negoció protocolos sanitarios con la Aqsiq.

La demanda china de sorgo, destinado a la alimentación animal, tuvo un crecimiento explosivo en los últimos años. Pasó de unas 12.000 toneladas en 2008 a poco más de un millón de toneladas en la actualidad. Sus principales proveedores son Australia y Estados Unidos. Según informó el Ministerio de Agricultura, en 2014 las importaciones totales de China ya alcanzaron un volumen de 2,4 millones de toneladas por un valor de 689 millones de dólares.

"La relación en materia agroalimentaria y agroindustrial entre la Argentina y China se sigue consolidando", expresó Casamiquela, que informó que también acordó con Shuping el ingreso de girasol confitero y quedó operativo el protocolo fitosanitario para la exportación de peras y manzanas.

La posibilidad de exportar sorgo a China permitiría mejorar la performance que tuvo el cultivo en los últimos años. Según datos del Senasa, las exportaciones de sorgo cayeron un 62 por ciento en los primeros nueve meses de este año respecto de 2013. El principal destino es Japón, con el 47% de los envíos. En cuanto a la siembra en el país, el cultivo viene registrando sucesivas caídas en el área en las últimas cuatro campañas. De los poco más de 1,2 millones de hectáreas que alcanzó en la campaña 2010/11, en este ciclo se llegaría a 880.000 hectáreas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Como grano grueso, el crecimiento del sorgo, de conseguirse la expansión del mercado chino, permitiría ofrecer a los productores una alternativa más a la soja.

La explosión de la demanda china se debe en parte a una cuestión comercial con las importaciones de maíz. Un informe de la Consejería Agrícola de la embajada argentina en China destaca que el crecimiento de la demanda de sorgo de China se debió al interés de los importadores privados que no tuvieron acceso a la obtención de licencias para adquirir maíz. "El atractivo del sorgo radica en no estar sujeto a un contingente arancelario; en que no es considerado por las autoridades chinas un grano esencial para la seguridad alimentaria, y además sólo se le aplica un derecho de importación del 2 por ciento y un IVA del 13 por ciento", dice el informe.

"Se vislumbra que todas las incertidumbres o restricciones que pudieran tener las importaciones de maíz jugarán en favor de la demanda de sorgo por parte de los compradores chinos", añadió el trabajo.

Uno de los focos conflictivos fue el reciente rechazo chino de cargamentos de maíz transgénico originario de Estados Unidos que no había sido autorizado por Pekín.

En la reunión que mantuvo con Shuping, Casamiquela estuvo acompañado por el jefe de Gabinete de Agricultura, Héctor Espina; el secretario de Coordinación Político-Institucional, Javier Rodríguez, y la presidenta del Senasa, Diana Guillén.

Rodríguez dijo que la apertura China para el sorgo de origen argentino "constituye un avance sustancial para la diversificación de exportaciones".

Además, el funcionario chino informó que la Argentina ya se encuentra habilitada para exportar girasol confitero, luego de que se terminara con los análisis sanitarios correspondientes.
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