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martes, 2 de agosto de 2016

Creen que existen oportunidades de inversión por US$ 170.000 millones

(La Nación) - Es el potencial que el Gobierno proyecta en sectores como energía, minería e infraestructura


El rumor salió de los mismísimos pasillos de la Casa Rosada. La amistad entre el emir de Qatar, Tamim bin Hamad, con el tenista Gastón Gaudio fue un gigante aliciente para que el hombre cinco veces más rico que la reina Isabel II desembarcara la semana pasada en la Argentina. Nadie niega esa relación de amistad: fue incluso "el Gato" el elegido por el emir seis meses atrás para entregar el trofeo en la final del Abierto de Qatar al ganador, Novak Djokovic.

Cerca del presidente Mauricio Macri, que lo agasajó con una cena-asado en la residencia de Olivos la semana pasada, reconocen la buena sintonía entre el sheik y el tenista, pero aclaran que se trató de "la tercera visita del líder al país". Para ellos fue impulsada por un genuino interés de invertir. Y no es poca cosa. El emir es el dueño del club de fútbol Paris Saint-Germain, del canal de televisión Al Jazeera (interesado en los derechos del fútbol), de los almacenes Harrods, del estudio cinematográfico Miramax, de Walt Disney, del 17% de Volkswagen y del 1% de la exclusiva Louis Vuitton.

La postura oficial tiene algún fundamento. A la visita del sheik se sumaron esta semana la del presidente de mexicano, Enrique Peña Nieto, y la del CEO mundial de la Alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn. "El país volvió a ser creíble a nivel mundial en muy poco tiempo", afirmó el ejecutivo brasileño. Y a pesar de que ratificó las inversiones para producir tres pick-ups en Córdoba (un proyecto de US$ 600 millones) sólo anunció un incremento concreto de US$ 100 millones en nuevos desembolsos. Preocupa la inflación, clarificó el directivo.

En la Casa Rosada son optimistas con el potencial local. Un importante asesor presidencial sobre inversiones extranjeras afirmó a LA NACION que en el primer semestre del año ya hubo anuncios de desembolsos por más de 30.000 millones de dólares. "Es el doble de lo que se registró a la misma altura del año pasado", analizó. No obstante, muchos son proyectos plurianuales e incluso anuncios ratificados para esta gestión, pero realizados durante la presidencia pasada.

Entre los números que manejan en el Gobierno, la Argentina tiene en la actualidad oportunidades de inversión extranjera directa por alrededor de US$ 170.000 millones en diferentes sectores, principalmente en energía y minería, en infraestructura y en agronegocios.

Se trata de una cifra imponente para un país que todavía está sufriendo "los últimos coletazos del sinceramiento", como describieron la situación la semana pasada en el Ministerio de Producción tras los oscuros números de la industria y de la construcción de junio. Como a Ghosn, en el oficialismo creen que el principal obstáculo para atraer inversiones sigue siendo la elevada inflación. Aunque también hay reparos con los "vaivenes políticos" del país.

"La Argentina recibe en la actualidad entre US$ 7000 y 11.000 millones de inversiones extranjeras directas. Y en los últimos años muchas fueron obligatorias por el cepo impuesto por el anterior gobierno", contó un asesor presidencial con fuerte influencia en el gabinete. Brasil recibe cerca de US$ 70.000 millones; México, entre 30.000 y 40.000 millones, y Chile, alrededor de 20.000 millones. "Nosotros tenemos que llegar a 25.000 millones en los próximos años, aunque es todo un proceso", esgrimió.

Entre la inversión en energía y minería, creen que hay un potencial de US$ 20.000 millones para el petróleo y el gas no convencionales. La misma cantidad se estimó para plantas termales e hidroeléctricas, otros 15.000 millones en proyectos de energía renovable y de minería (litio, oro y potasio, principalmente). Otros US$ 6000 millones podrían ir a la petroquímica.

El país -dicen en el Gobierno- precisa inversiones por US$ 25.000 millones en rutas; US$ 20.000 millones en cloacas; US$ 15.000 millones en trenes y US$ 10.000 millones en nuevos hogares. El mejoramiento de la infraestructura para celulares llevaría unos US$ 5000 millones, y los aeropuertos y puertos, otros 7000 millones de dólares.

En agronegocios existen oportunidades de inversión por US$ 15.000 millones, principalmente en desarrollo de las tierras y sistemas de irrigación (8000 millones), de proteínas de animales (5000 millones), la industria forestal (2500 millones) y la industrialización de alimentos (500 millones de dólares). A esto se le suman otros dos sectores: la industria de bienes (autos, alimentos, electrónicos, maquinaria, industria de base y textiles) y la tecnología y servicios (con los call centers, biotecnología, farmacéutica, software, turismo, servicios para la salud y de educación), según el punteo que maneja la Casa Rosada.

"Hoy no hay una avalancha de inversiones. Pero es lógico. Primero llega la inversión financiera y después la directa", explicó el asesor del Presidente, que agregó que el proyecto para la asociación pública privada que comenzará a discutirse en el Congreso en estas dos semanas será clave para acelerar el arribo de nuevos desembolsos desde el extranjero. "Hay todavía un riesgo alto pero en cinco años todos nuestros activos van a valer cinco veces más", completó.

La principal ambigüedad en el exterior para hundir dinero en la Argentina tiene un nombre ya bien conocido: inflación. "Asusta más que el déficit fiscal. Es difícil planificar a largo plazo y te afecta por las fluctuaciones que tiene en el tipo de cambio", proyectó el asesor. "Sin embargo, la principal pregunta que me hacen los potenciales inversores es: ¿qué pasa en cuatro años si invierto ahora? Hoy hay una confianza en el Presidente. Pero es preciso lograr madurez política en el país. Y en eso estamos trabajando", se esperanzó.

Apuestan a reconvertir sectores productivos

Impulsan la transformación de industrias como electrónica en Tierra del FuegoPor Francisco Jueguen - LA NACION
El Gobierno apunta a los "no competitivos", como el electrónico y el textil.


Impulsan la transformación de industrias como electrónica en Tierra del Fuego

En silencio, lentamente y con el diálogo como condición, el plan oficial fue puesto en marcha. El Gobierno impulsa una reconversión de sectores "no competitivos" de la economía a través de un proceso gradual y con la mirada en el largo plazo.

En el marco del Plan Productivo Nacional (PPN), que presentará la Casa Rosada, se buscará generar más competencia, mayor integración con el mundo, bajar los precios de algunos productos específicos y producir más empleo de calidad.

Fuentes oficiales confirmaron que hay varios sectores en la mira para su transformación, pero sólo mencionaron las industrias electrónica y textil entre las que producen, "con una baja competitividad", bienes transables (que se exportan o compiten con la importación). No es casualidad. Según cálculos oficiales, celulares, computadoras y ropa nacionales son productos en la actualidad mucho más caros en el país que en el mundo.

Entre los sectores con una competitividad media, el Gobierno ubicó a la golpeada industria automotriz local. "La decisión oficial es darle un fuerte respaldo", confirmó un ministro.

El plan oficial, que no tiene una fecha específica de nacimiento ni tampoco una marca cronológica que le fije objetivos concretos en un plazo determinado, tiene ocho capítulos, plantea cortes sectoriales, regionales y de economía social, y deberá ser trabajado a nivel interministerial.

El objetivo del Plan Productivo es concreto. "Queremos hacer competitiva la economía", esgrimió ayer una encumbrada fuente gubernamental. Sin embargo, los lineamientos oficiales aceptarán sólo esa finalidad con ciertas condiciones innegociables: el crecimiento de la economía, la expansión del empleo y un salario real elevado.

Australia es un faro, aunque los funcionarios recalcan que no copiarán a ningún país, aunque sí algunas de sus mejores prácticas. En ese sentido, otra devaluación no sería una solución para competir mejor. Se apuntará, en cambio, a limar los costos empresariales sin que implique bajar sueldos.

Como anticipó el diario Clarín el domingo pasado, la apuesta del Gobierno contempla ocho capítulos con reformas de la llamada "segunda generación". Los primeros pasos, explicaron en el Ejecutivo, llegaron con el acuerdo con los holdouts, la salida del cepo y la liberalización del comercio exterior, entre otros. "Desarmamos la bomba de tiempo y evitamos una megacrisis", describió el hombre fuerte del Gobierno.

Los cambios que se proponen para esta segunda etapa son: una baja del costo de capital, reducción del costo logístico y de transporte (a través de obras de infraestructura), mejorar la productividad del trabajo, una reforma impositiva, el impulso de la innovación científica, el empuje de mayor competencia, la desburocratización estatal y una integración al mundo.

"Vamos a impulsar una reconversión gradual y a largo plazo", contestó un ministro del gabinete económico a LA NACION, cuando se le preguntó cómo encajaba en el plan productivo oficial la industria electrónica y de electrodomésticos de Tierra del Fuego. Sobre la industria textil, en cambio, apuntó que habrá que ver qué actividad específicamente buscará ser transformada. "Dentro de la industria hay hilandería, tintura, diseño y otras actividades. No es todo lo mismo", explicó. Otro funcionario puso como ejemplo de éxito con elevados salarios la industria textil del norte italiano (donde el valor agregado lo aporta el diseño).

Hace meses que en el Gobierno se discute el futuro de Tierra del Fuego, cuyo régimen especial vence en 2023. Para abaratar costos en el corto plazo de celulares y computadoras, principalmente, el Ministerio de Producción trabaja sobre los márgenes del retail, el financiamiento y los impuestos. Pero lo cierto es que en la isla los salarios de esa industria son un 205% más altos que en el continente, los costos de transporte son 42% mayores (y hay deficiencias en la infraestructura) y los servicios son 100% más caros. En tanto, los insumos nacionales -tras la apuesta kirchnerista de mayor integración en el sector- son 400% más costosos que en China. Este último dato representa el 33% del costo del precio final del producto elaborado en la isla, según explican las mismas empresas. Por otro lado, en Tierra del Fuego trabajan alrededor de 10.800 personas. Para el futuro, el Gobierno piensa en fomentar en la isla las industrias del salmón, el turismo, la petroquímica, forestal y los servicios que pueda prestar un puerto antártico.

La preocupación entre los empresarios que pueblan la provincia que conduce Rosana Bertone era tan importante al comienzo de la gestión que le pidieron al ex subsecretario de Industria y consultor privado Dante Sica un informe exhaustivo de la economía de la isla, que fue presentado hace algunos meses en el Ministerio de Producción.

"Vamos hacia una Argentina más productiva y competitiva, pero mediante un proceso donde nadie se quede afuera y que será consensuado con los distintos actores de cada sector", dijeron en el Gobierno.

Antes de avanzar sobre los sectores, en la Casa Rosada celebraron algunos hitos del PPN, como la baja del costo de financiamiento (que todavía no llega a las pymes), la ley aprobada para las pequeñas y medianas empresas y la norma que beneficia la integración nacional de autopartes. Sin embargo, para el Gobierno todavía falta mucho trabajo para que la Argentina se vuelva un país competitivo de cara al mundo.

Algunas claves del nuevo plan

En el oficialismo afirman que apuntan a una reforma tributaria más profunda, aunque reconocen que aún tienen límites fiscales

Según el Gobierno, gracias a la salida del default el actual costo de financiamiento nominal en dólares es el más bajo en por lo menos 100 años de historia

En el gabinete económico ya están trabajando en una ley de ART para bajar los costos que conlleva la litigiosidad. Es uno de los reclamos de la UIA

domingo, 31 de julio de 2016

Macri apuesta a un Plan de 8 puntos para arrancar con el crecimiento

Por Marcelo Canton - Clarin.com
Cuáles son las reformas de "segunda generación" para impulsar el crecimiento sostenido que elabora el equipo del Presidente.


Hay dos ideas que en estos días están siendo repetidas una y otra vez en los principales despachos del Gobierno. Una es la de las “reformas de segunda generación”. La otra, la de “crecer con salarios altos”. Ambas son las bases sobre la que están diagramando la etapa económica que creen que arranca ahora, en este segundo semestre: la de la generación de condiciones para el crecimiento, las bases de lo que en la Casa Rosada llaman el “Plan Productivo”.

“No es una receta completa, sino algo progresivo que se va desarrollando”, señalan en el Gobierno sobre ese Plan, en el que pesan especialmente el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y el ministro de la Producción Francisco Cabrera, pero en el que intervienen también los ministerios de Trabajo, Hacienda, Interior, Energía, Transporte, Turismo y Agroindustria, además del Banco Central. Se basa en 8 “pilares”, ideas base a las que van incorporando programas y proyectos.

El Plan Productivo fue presentado en el Gabinete económico la semana pasada. Días antes Quintana se lo había detallado a Mauricio Macri. Actualmente está en su versión 11°. Cada una es un libro de centenares de páginas.

Vamos a las ideas sobre las que se basa el Plan. La primera es la “Segunda generación”. Las reformas de la primera generación fueron, según los funcionarios, las aplicadas desde diciembre hasta hoy: apertura del cepo, acuerdo con los Buitres, liberalización del tipo de cambio, sobre todo. Ahora se viene la segunda fase, dicen, aquella que permita el crecimiento.

La otra definición es que la Argentina ha quedado presa de un ciclo en el que se arranca con salarios bajos y el país crece, para luego, cuando la situación se estabiliza, subir los salarios y provocar así una crisis de competitividad que anula el crecimiento. “Lo repetimos cada una década”, dicen. Y pretenden salir de ese giro con este Plan Productivo que, dicen, permita “crecer con salarios altos”. Son, decíamos, 8 “pilares”.

1.- Bajar el costo del capital

La diferencia entre un país desarrollado y otro subdesarrollado, dicen los funcionarios, está en cuánto capital hay disponible por trabajador; eso marca la productividad en lo que hace a tecnología, maquinaria, infraestructura. Para eso hay que bajar el costo del capital. “Y ya avanzamos mucho –dicen-, el primer paso fue el acuerdo con los Buitres, pero ya hemos conseguido que el país alcance días atrás, con la colocación del Banco Central, el costo más bajo de deuda de su historia”. Suman: un plan nacional de financiamiento de la producción el el que trabaja el secretario de Finanzas Luis Caputo; otra iniciativa de la CNV para el desarrollo de capitales, y el plan monetario del Banco Central: aunque hoy las tasas son muy altas, reconocen, en los próximos meses la inflación bajará y Federico Sturzenegger podrá bajarlas, esperan.

2.- Obras de infraestructura

“Para cuando llegue aquí el Belgrano Cargas, estaremos todos quebrados”, dicen los productores rurales del norte. “Es imprescindible mejorar la infraestructura para que los costos de la producción mejoren”, responden los funcionarios. Aquí pesan fuerte Transporte, Energía e Interior y Obras Públicas. Contra lo que definen como la herencia de un “gigantesco déficit” contraponen el Plan Nacional de Transporte y Mejora logística, el Plan Nacional de Agua y Saneamiento, y el Plan Nacional de Energía. Lo más avanzado son las licitaciones de obras sanitarias de AySA, las de generadores distribuidos y la de energías alternativas.

3.-Calidad del Trabajo

Incluyen aquí el proyecto de Primer empleo, que ya está en el Congreso. Y el Plan de Formación para el Trabajo, que busca estimular la capacitación laboral, que sería enviado al Poder Legislativo el próximo mes. Otro eje, añaden, es el del empleo en negro. “Son 4 millones de personas, tenemos que migrar esa economía a la formalidad y, a la vez, capacitar a esa gente para que tengan acceso a empleos de mayor calidad”, señalan en el equipo de Jorge Triaca. A esto se suman los proyectos de competitividad, como el que busca regular los juicios por accidentes laborales, para bajar el 7% de la alícuota promedio de las ART a un número más cercano al 2% que hay en el mundo, señalan. El texto ya está, falta definir si será DNU o proyecto de ley.

4.-Reforma impositiva

El objetivo de este punto, dicen en la Casa Rosada, es “bajar el costo del empleo y la producción”. El viernes, el jefe de Gabinete, Marcos Peña dijo: "Hace falta una reforma impositiva para que la carga no sea tan regresiva”, dijo. Y señaló que en este año se avanzará en los cambios en Ganancias que se aplicarán en 2017. El martes, cuando todos los gobernadores se reúnan en la Casa Rosada para firmar el Pacto Fiscal, se avanzará también en esta línea. “Hay que lograr homogeneizar los impuestos de las provincias para que no compitan entre si”, dicen en el equipo de Frigerio. Trabajan en este punto, además, Hacienda y AFIP.

5.- Innovación científica

Apuntan a la tecnología que pueda mejorar la producción, dicen en la Casa Rosada. “En el gobierno de Cristina Kirchner se avanzó mucho en la promoción de la ciencia, pero como algo aislado, ahora tenemos que hacer que eso se aplique a la generación de bienes, de servicios, de empleo”, agregan. La innovación y la promoción del emprendedurismo están en el centro de este punto. Lino Barañao, en el ministerio de Ciencia, es el principal soporte de este  “pilar”.

6.- Competencia

 “La argentina es una economía muy concentrada, con pocos jugadores con comportamientos que muchas veces son monopólicos o toman ventaja de posiciones dominantes”, es la dura definición que se escucha en el ministerio de la Producción, a cargo de este sexto “pilar”. La pieza principal en este juego es la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, a la que completaron y ahora tratan de fortalecer y dar independencia. Hoy está abocada a la investigación de 12 sectores en los que el Gobierno cree que hay riesgo de exceso de concentración. Cuáles son es uno de los secretos mejor guardados de los funcionarios, pero puede asegurarse que en la lista están el acero y el aluminio, además de las tarjetas de crédito.

7.- Desburocratización

“Hay un montón de trabas a la producción en la burocracia del Estado –dicen en Jefatura de Gabinete-. Hemos tenido largas reuniones con los equipos de Prat-Gay, de Sturzenegger, de Cabrera, revisando elementos para poder simplificar procesos. Es increíble el papelerío que necesita una empresa para importar, para exportar, para abrir una cuenta bancaria. Tenemos que ver cómo le simplificamos la vida al empresario, al inversor”. Un proyecto concreto: la Ventanilla única para el comercio exterior, que apunta que quien importa o exporta pueda hacer todos sus trámites en un solo lugar, “no en 14 organismos diferentes”, añaden.

8.- Integración al mundo

Se referencian con Chile, que tienen acuerdos de libre comercio “con más del 80% del PBI mundial, cuando la Argentina los tiene sólo con el 12%”, dicen los funcionarios. Esto genera, agregan, que, un vino chileno, por caso, pague 0% de arancel en los principales mercados del mundo, cuando los argentinos cargan con tasas del 20%. La canciller Susana Malcorra y Macri en persona son ejecutores de esta pata. La semana pasada, por caso, el Presidente firmó acuerdos de libre comercio con México y volvió a insistir en Perú en la necesidad de que Argentina se integre a la Alianza del Pacífico.

En el Gobierno no quieren que esto sea presentado como un Plan, así, con mayúsculas. “No queremos megaanuncios, como los de Domingo Cavallo”, dicen. Prefieren hablar de “una hoja de ruta, de objetivos que hemos definido y sobre los que estamos trabajando”. Pero el Plan Productivo es la base sobre la que creen que podrán construir el crecimiento. Ese mismo que debía empezar en este, el segundo semestre del año, y viene demorado.

jueves, 21 de julio de 2016

Barranqueras, el puerto que se desarrolla junto al Belgrano Cargas

Por José Derewicki - LA NACION
Confiados en el apoyo del Gobierno para desarrollar infraestructura, en la terminal chaqueña se ilusionan con transformarse en la llave del desarrollo del Nordeste
El puerto de Barranqueras, en el Chaco
El puerto de Barranqueras, en el Chaco. Foto: LA NACION

RESISTENCIA.- El titular del puerto de Barranqueras, ubicado en el riacho del mismo nombre a 8 km de esta capital, Roberto Benítez, asegura que se convertirá en la "llave del desarrollo del Nordeste, junto con el ferrocarril Belgrano Cargas y el sistema vial que permitirá una nueva logística para el país y, a la vez, llegar a los mercados de Oriente a través del puerto chileno de Iquique, entre otros". Las provincias y especialmente el Chaco espera precisiones nacionales para lograr que el déficit existente en infraestructura se achique a través de las obras necesarias.

En un encuentro con la nacion , exhibe su optimismo al expresar que el puerto de Barranqueras tiene un futuro floreciente para el desarrollo de la provincia y la región y basa sus esperanzas de alcanzar esos objetivos debido a que, al parecer, el gobierno nacional comienza a rever posiciones, especialmente en el proyecto para el Norte en el denominado Plan Belgrano. Sin embargo, advierte que faltan precisiones para definir las acciones, como el ramal C-3 del ferrocarril Belgrano que une Barranqueras con Salta, el dragado del riacho Barranqueras y otras grandes obras.

Entre el déficit existente se refiere al gasoducto, ya que las únicas provincias que no lo tienen son Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones, y lo consideró de gran importancia porque podrá reactivar el cordón industrial Barranqueras-Puerto Vilelas porque se contará con energía que colocará a nuestra provincia al mismo nivel que la Pampa Húmeda. Entre las obras importantes enumera la terminación del segundo acueducto del Chaco, que se está construyendo, debido a que la necesidad de agua en el interior es más que dramática. Advierte que las autovías son necesarias como la de Resistencia-Sáenz Peña y Resistencia hasta el límite con Paraguay para llegar a Asunción por la ruta nacional 11. "Sería bueno que se inicie en la provincia de Santa Fe porque el tránsito creció y su estado no es el mejor."

También hace referencia a la reparación de la ruta nacional 16 que se inicia en Corrientes pasando por Chaco, Santiago del Estero y Salta para llegar a Chile, como asimismo la ruta nacional 95, que corta transversalmente al Chaco y une Formosa con el resto del país, ambas en pésimo estado en casi todo el recorrido.

Debemos pensar no sólo como provincia sino como región, destaca Benítez con entusiasmo al retomar su charla sobre Barranqueras. Define al puerto, que se encuentra sobre la hidrovía Paraguay-Paraná como sinónimo de integración debido a que funcionará con el ferrocarril y el transporte vial conformando una nueva logística, que impulsará a la región que no sólo abarca la Argentina sino Paraguay y parte de Brasil. Hace referencia a que esta visión del gobierno provincial viene acompañada de un alto sentido social explicando que en su momento, a partir de la traza del ferrocarril desde Barranqueras hasta Salta se crearon muchos pueblos por lo que su reactivación puede representar, inmediatamente, unos 3000 puestos de trabajo, además del empuje productivo para inmensas zonas del país.

"Consideramos este esquema fundamental y hoy, dejando bajo un paraguas las cuestiones partidistas, apostamos al diálogo para lograr esos objetivos que no son sólo de un gobierno sino de toda la población de la región que necesita de esta infraestructura", explicó Banítez.

Anunció que el gobernador, Domingo Peppo, dispuso, a pesar de los escasos recursos que tiene la provincia, apoyar a Barranqueras impulsando el permanente dragado del riacho Barranqueras a partir de una iniciativa público-privado que significa la recaudación de la caja de dragado por parte de las industrias y establecimientos que están sobre el curso de agua y un aporte del Estado. El objetivo, además, es reparar muelles y algunos pasos críticos afectados por la creciente.

Benítez ratificó que el puerto de Barranqueras, con sus 14 km de extensión, a pesar de inundaciones o sequías que hicieron fluctuar el caudal, nunca dejó de funcionar y lo pueden ratificar las empresas petroleras, areneras y la ex Junta de Granos con capacidad de 100.000 toneladas que hoy está cargando soja hacia Rosario.

Sabe Benítez que hay muchos desafíos que superar pero manifiesta su optimismo porque las instalaciones del puerto público son las mejores de Buenos Aires al norte. "Ni siquiera el puerto de Rosario tiene lo que Chaco posee", expresa con orgullo. Considera al sistema de grúas como óptimo ya que se adquirieron en 2011 dos grúas nuevas, fijas, y una móvil, donde se invirtieron casi US$5 millones.

Es así que anuncia el dragado, casi de inmediato, del riacho para brindar seguridad a los usuarios debido a que la creciente que se soportó este año fue casi extraordinaria por lo que hay que realizar trabajos sobre los muelles, en forma especial. En el mediano plazo se quiere trabajar con las autoridades nacionales porque hay obras de infraestructura que realizar. "La provincia, por sí sola, no está en condiciones de hacer".

Barranqueras tiene hoy un movimiento de 2,5 millones de toneladas anuales y el objetivo es duplicarlo en el corto tiempo. Benitez habla sobre las ventajas del puerto de Barranqueras. "No estamos especializados en un solo rubro. Podemos enviar granos a través de la empresa Colono que tiene a su cargo las instalaciones de la ex Junta de Granos, o de las cooperativas ACA o de otras empresas que elaboran otros productos como el tanino y maderas o descargar, por ejemplo, rieles, que llegaron de China para el Belgrano Cargas, además de los contenedores que son el futuro".

Anuncia que después de casi 20 años de intervención provincial a partir de su transferencia en 1993, hoy el puerto de Barranqueras está regularizado en su figura jurídica, siendo un ente autárquico con presupuesto y personal propios, y que se trabajará con intensidad con el sector privado para ponerlo en condiciones en cuanto a costos.

Aclara puntualmente que el tren Belgrano Cargas llega al puerto de Barranqueras tres veces por semana con contenedores vacíos y llevan cargados hacia Sáenz Peña o Salta. Lógicamente el tramo tiene debilidades que hay que corregir porque el estado de las vías no nos permite transitar con la velocidad y cantidad de toneladas adecuada.

Admite que se necesita imperiosamente la ayuda nacional pero a la vez considera que "hay que dejar de lado el tironeo mediático y político que existe actualmente y nos pongamos a trabajar para el bien del Chaco y del país porque esta región seguirá produciendo más y más, por lo que debemos estar preparados para ofrecer la mínima infraestructura para que todos ganemos. Son tiempos de hacer y el conjunto de la población lo está exigiendo", concluyó.

domingo, 17 de julio de 2016

Macri ordenó apurar las obras públicas demoradas

El presidente Mauricio MacriPor Mariano Obarrio - LA NACION
Preocupa al Presidente el atraso de los primeros meses en Interior, Transportes y Energía


En medio de las tensiones sociales por los aumentos de tarifas y la inflación, el presidente Mauricio Macri ordenó a los ministros que tienen a cargo obras públicas que apuren la ejecución de esos proyectos, para revertir los efectos del estancamiento económico y poder exhibir la gestión en las elecciones legislativas de 2017.

El Presidente recibió la semana última a esos ministros en las reuniones llamadas de "seguimiento de gestión". La orden de acelerar el ritmo fue clara y enfática. "Mauricio está preocupado porque en los primeros meses del Gobierno hubo que revisar muchos expedientes de obras y ello generó mucha lentitud", confiaron a LA NACION en la Casa Rosada.

Desde que asumió Macri el poder, en diciembre último, los proyectos de obras de infraestructura se dividieron entre los ministros del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio; de Transportes, Guillermo Dietrich, y de Energía, Juan José Aranguren. Si bien el Gobierno confía en la llegada de inversiones productivas para crear empleo, en Balcarce 50 admiten que sólo se podrán capitalizar en 2017 por las naturales demoras administrativas de meses hasta incorporar empleos.

Por ello, las grandes apuestas de Macri para recuperar la iniciativa y obtener réditos económicos y electorales pasaron a ser: apurar las obras públicas, bajar la inflación, tener éxito en el blanqueo de capitales y sumar crédito de los organismos internacionales.

El propósito fundamental es crear empleo, frenar la caída de la actividad en septiembre próximo y recuperar el crecimiento luego de octubre. En 2017, apuesta a crecer entre 3% y 4% en el PBI. El martes último Macri se reunió con Frigerio y su equipo de infraestructura. "Pidió que se ejecute el presupuesto en su totalidad y se hagan las obras en tiempo y forma", reveló a LA NACION una fuente del Ministerio del Interior.

Se elaborará una agenda de visitas de Macri para mostrar públicamente el avance de las obras.

El éxito del plan es clave para las elecciones legislativas de octubre de 2017. La Casa Rosada comenzó a desandar un programa de campaña que ayer comenzó con timbreos por los barrios del jefe del Gabinete, Marcos Peña, y varios de sus ministros (ver página 24).

"El nivel de ejecución de los primeros tres meses -diciembre, enero y febrero- fue casi cero", se sinceraron en Interior. Frigerio debió pagar una deuda de $ 9300 millones de 2015, una herencia del ex secretario de Obras Públicas José López, detenido en Ezeiza y acusado de corrupción.

El presupuesto de 2016 para obras de vivienda prevé $ 22.000 millones y en siete meses se ejecutó sólo el 22%, unos $ 4850 millones. Para el resto de obras públicas (cloacas, agua potable, plantas de efluentes, desagües), hay $ 12.500 millones y se ejecutó el 31%, unos $ 3875 millones.

En tiempos normales, a esta altura del año se debería haber ejecutado más del 50 por ciento. "Vamos a llegar a ejecutar todo, e incluso pedir más fondos, porque ahora vamos rápido", aseguran. Por otra parte, Aysa (cloacas y agua potable en el conurbano) ejecutó el 50% de los $ 8000 millones presupuestados. Frigerio quiere elevar en 2017 los fondos para vivienda a $ 25.000 millones y $ 20.000 millones para obras públicas.

Cerca de Macri aseguraron a LA NACION que hubo que reordenar certificados y auditorías de obras, muchas judicializadas. Además, existe una lentitud propia de intendentes recién asumidos con funcionarios inexpertos que se cuidan de firmar los expedientes por temor a juicios futuros.

También Macri le pidió a Aranguren acelerar obras energéticas. El ministro de Energía tiene el mayor atraso por aquellas revisiones de contratos y está aún recalculando los presupuestos. "El mandato de Macri es que hagan las obras pero con todo claro", dijo un allegado a Aranguren. Por ejemplo, el Plan Más Cerca Eléctrico -obras en los barrios- fue cuestionado en más del 90% por una auditoría de la UTN que detectó sobreprecios.

De todos modos, puso en marcha licitaciones de obras de generación eléctrica por 3000 megavatios por $ 45.000 millones. Este verano sumará 600 megas. Y se licitaron obras por $ 27.000 millones para energía eólica, solar y biomasa, que aportarían 1000 megas en un año. Pero el equipo de Aranguren debe revisar y recalcular dos centrales nucleares que recibió sin proyecto ejecutivo; las famosas represas hidroeléctricas Cepernic y Kirchner en Santa Cruz que estaban flojas de papeles, y dos centrales eléctricas de Enarsa, Barragán y Brigadier López, que están paralizadas al 50 por ciento.

Por otra parte, el jueves último Macri se reunió con Dietrich y su equipo de Transportes, que comenzó a aplicar el presupuesto a un ambicioso plan de obras viales. Se repasaron objetivos, plazos, fondos y una agenda de visitas con avances de obras. Pese a que Macri apura el ritmo, cerca de Dietrich aseguran que "ya hay fuertes avances", aunque todavía no hay datos de ejecución de las nuevas rutas. La promesa son 2800 kilómetros de autopistas para 2019.

jueves, 14 de julio de 2016

El espacio marítimo:nuestro "otro país"

 El espacio marítimo:nuestro "otro país" Por JUAN CARLOS SCHMID / Secretario General de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina - Cronista.com


Tras la resolución internacional, la soberanía se extiende sobre otros 6 millones de kilómetros cuadrados del mar y de su plataforma continental sumergida.

La Comisión de Límites de la Plataforma Continental, órgano de la Convención de Naciones Unidas del Derecho del Mar, por unanimidad reconoció el planteo de nuestro país sobre el límite exterior de dicha Plataforma, en una decisión que significa sumar a nuestra soberanía casi 1.800.000 kilómetros cuadrados.

Hay que destacar que este logro es fruto de haber mantenido una política de Estado a lo largo de los sucesivos gobiernos durante los últimos veinte años. Los estudios técnicos, científicos y jurídicos para establecer el límite externo de nuestra Plataforma Continental comenzaron en 1997, demandaron doce campañas oceanográficas y culminaron en la presentación, en abril de 2009, de la posición argentina, que tras siete años de análisis y verificación, llevaron a la decisión favorable del organismo internacional demostración ejemplar de que, con persistencia, responsabilidad e inteligencia, podemos lograr objetivos en beneficio de todos. Vale entonces un llamamiento al actual gobierno y toda la dirigencia argentina a consensuar políticas de Estado en distintos campos, para provecho del país.

Es, al mismo tiempo, una excelente oportunidad para tomar conciencia de la importancia de nuestros intereses en el mar y su subsuelo. Históricamente, se ha pensado a la Argentina como un "país en seco", limitado a sus tierras emergidas, que en el continente americano abarcan algo menos de 2.800.000 kilómetros cuadrados. Tras esta resolución internacional, nuestra soberanía se extiende sobre otros 6.000.000 de kilómetros cuadrados del mar y de su Plataforma Continental sumergida: "otro país húmedo" que duplica la superficie de ese "país en seco".

Digo consciente y responsablemente que no podemos ser ingenuos. Los derechos que reconoce la comunidad internacional pueden quedar en lo meramente declarativo si no somos capaces de hacerlos efectivos. Si no los ejercemos sobre cada rincón de nuestra geografía, no pasará mucho tiempo sin que sean cuestionados en la práctica y tengamos que litigar en distintos foros y por distintos medios para que esa soberanía sea real.

Conviene dar aquí un ejemplo que conozco muy bien, como hombre del sector. Con mucha inteligencia hemos construido una gigantesca vía de comunicaciones, la Hidrovía Paraná-Paraguay, pero debido a la desidia política, la falta de estrategia empresaria y el desmantelamiento de nuestra industria naval, logramos el "milagro" de que Paraguay se convirtiera en potencia mundial respecto de las flotas fluviales. Hoy, el tráfico que transcurre en ríos que en el 95% son de soberanía argentina, se realiza en barcos de bandera de otro país.

Prioridades
Mientras la Argentina intenta establecer prioridad en la defensa de sus fronteras terrestre ese mismo cuidado no lo ponemos sobre ese "otro país húmedo", cuyas dimensiones se han ampliado. Tengamos en cuenta que se trata de uno de los reservorios de recursos naturales con mayor proyección futura, no solo por sus pesquerías, sino por su subsuelo, rico en minerales, petróleo y gas, además de su relevancia como elemento estratégico.

En este sentido, ante el desafío que supone su custodia, conviene recordar el ejemplo de nuestro vecino, Brasil. Cuando se descubrieron las riquezas marítimas de Campo Tupí (petrolífero) y de Campo Júpiter (gasífero), en 2006 y 2008; el gobierno del entonces presidente Lula no demoró en cambiar la doctrina naval brasileña, en lo que puede considerarse la refundación de su Armada, tanto en su flota como en su fuerza aeronaval, con un programa de reequipamiento que incluye la construcción de submarinos atómicos.

No se trata de promover ninguna carrera armamentista, como querrá ver algún malintencionado. Es simplemente saber plantear la defensa de los intereses vitales estratégicos, económicos, comerciales y de proyección geopolítica en un mundo en el que todos estos recursos van a ser objeto de una muy fuerte disputa entre las potencias.

Desafío
La Argentina, se encuentra ante un desafío similar, con el agravante del deterioro que evidencian nuestras fuerzas navales desde hace décadas.

Inclusive no contamos con una marina mercante que asegure, en forma independiente, nuestro comercio exterior, por caso nuestro sistema de dragas estatales, imprescindible para mantener los canales de acceso y la operatividad de nuestros puertos, está en punto de colapso. Es difícil pensar que con esta radiografía de los medios marítimos con que contamos y de la industria naval que poseemos, podamos ejercer derechos efectivos sobre nuestro espacio marítimo soberano.
En el pasado ya demostramos que lo podemos hacer.

La Argentina fabricó buques graneleros, petroleros y de transporte, supo construir submarinos y logró, por políticas de Estado implementadas desde los años 50, armar un complejo industrial de altísima sofisticación, sustentado en una fuerte demanda interna, con un sistema de escuelas técnicas y carreras universitarias especializadas que nos dieron una capacidad inédita y que fue pionero en América Latina.

Le ha tocado a este gobierno celebrar un acontecimiento que es el resultado de generaciones de funcionarios y políticos que entendieron la importancia de una política de Estado. Argentina, además de celebrar, tendrá la responsabilidad de plantear a la sociedad que esta política de Estado debe continuarse a través de las realizaciones efectivas que permitan asegurar nuestros derechos.

lunes, 11 de julio de 2016

La mira en el Norte: el desafío del Plan Belgrano

Por Carlos Manzoni - LA NACION
Ventajas y riesgos de un proyecto que prevé invertir US$ 16.300 millones en infraestructura; su ejecución bajo la lupa.


Foto: LA NACION
Es un proyecto ambicioso que promete devolver la competitividad a las provincias del nordeste (NEA) y noroeste (NOA) mediante obras de infraestructura y medidas de índole social. Se trata del Plan Belgrano, una gran apuesta del Gobierno, que tiene previsto una inversión de US$ 16.300 millones sólo en recuperación vial, ferroviaria y aeroportuaria, además de $ 50.000 millones correspondientes a un fondo de reparación histórica para toda la región.

Es un complejo organigrama que no podrá cumplirse de un día para el otro, puesto que está sujeto a plazos lógicos de ejecución. Una pata clave es el financiamiento, que también lleva su tiempo conseguir y que en este caso estará dado por organismos internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Además habrá una partida del presupuesto nacional destinada para este fin.

¿Hay en otros países planes como éste? Prácticamente todos los programas ambiciosos de infraestructura tienen un componente regional o topográfico en términos de asignar fondos a determinadas áreas. Brasil, México y Colombia son sólo algunos de los ejemplos que surgen en la región.

"¿Qué diferencias tiene este plan?", se pregunta Fernando Navajas, economista de FIEL. "Que tiene un componente de infraestructura para el desarrollo, pobreza y seguridad que lo hace estratégicamente complementario en mucha más medida que los otros que yo conozco. La conexión con el programa de pobreza cero es obvia", se responde.

José Barbero, investigador del Cippec y decano del Instituto del Transporte de la Universidad Nacional de San Martín, confirma que antecedentes hay, porque consiste básicamente en priorizar un área para desarrollarla. "La Unión Europea, por ejemplo, tuvo planes parecidos. Además hay ejemplos en Australia y en el sudeste asiático. En general les ha ido bien, pero lo que tiene es un desafío grande, porque implica que la decisión no viene encarada por cada sector en particular, sino que hay un cruce general con una perspectiva territorial", advierte el especialista.

Pablo Bereciartua, subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, toma como antecedente el Tennessee Valley Authority (TVA), en los Estados Unidos, cuando se salió de la crisis con John M. Keynes como ideólogo y Franklin D. Roosevelt como presidente, y se puso la intención en la inversión (en aquel caso pública). "Se invirtió en infraestructura en los grandes valles de Tennessee. Otros casos son los fondos estructurales que usó la Comunidad Económica Europea cuando se organizó. Hubo una estrategia deliberada de impulsar el desarrollo en países que estaban más atrasados. Estos países recibieron fondos estructurales, que tenían el mismo espíritu que el Plan Belgrano", recuerda el funcionario.

Según Navajas, nunca se intentó en el país un plan con estas características de explotación de complementariedad estratégica. Porque en el pasado se privilegió el aspecto de infraestructura "dura" más que su conexión con bajar los costos de transporte para la exportación (por ejemplo, la estrategia del gobierno anterior de ir a la Ruta 40 es muy interesante en un aspecto, pero fue querer basarse en una idea maniqueísta de que el desarrollo va a ir allí donde uno quiera poner la infraestructura).

¿Por qué se eligió el Norte? Roberto Agosta, ex decano de la Facultad de Ingeniería de la UCA, responde: "Porque es una zona donde la infraestructura está relegada y se trata de una economía que hay que movilizar. Hay un potencial inmenso, porque el cultivo de soja se ha corrido hacia allí y el sistema de transporte hoy no es el adecuado para servir a esa producción. Hay una deuda histórica y las obras que están previstas son sensatas".

Navajas, en tanto, dice que se eligió el Norte porque es el lugar natural para derrotar los desbalances de productividad (respecto del tremendo potencial), pobreza y seguridad individual y nacional. "Lo del Sur es distinto y tiene que venir otro plan. El plan del gobierno anterior de ir por la Ruta 40 no tiene la fuerza estratégica de éste", aclara.

José Cano, quien está al frente del Plan Belgrano, afirma que con este megaproyecto se le quiere devolver al NOA y al NEA la competitividad que hoy no tienen, y cuya falta hace que representen a las provincias más pobres del país. "Uno de los desafíos tiene que ver con construir autopistas que unan las distintas provincias y no que se trate de una ruta aislada. Por ejemplo, una ruta 9 que cruce Tucumán, Salta y Jujuy. A la par se desarrollará integralmente el ferrocarril Belgrano Cargas", explica.

Según refiere Cano, en materia de infraestructura, el Plan Belgrano en su primer diseño prevé una inversión total de US$ 16.300 millones para los próximos cuatro años. Esto implica una inversión vial de US$ 10.500 millones, ferroviaria de US$ 5500 millones y aeroportuaria de US$ 300 millones (ver infografía).

Esto sin cuantificar la inversión en los Centros de Primera Infancia que se construirán en todas las provincias. Además, los jardines de infantes para niños de 3 y 4 años, y los proyectos en salud para la construcción de clínicas polivalentes. También hay una inversión prevista de más de $ 1000 millones para garantizar el acceso a Internet a la región e instaurar el programa País Digital, a cargo del Ministerio de Modernización. "Esto permitirá democratizar la información y transparentar la gestión del Estado en municipios y provincias, algo que también forma parte de los postulados originales del plan", acota Cano.

Tal como dice Barbero, hoy no hay una respuesta clara al déficit de infraestructura regional, es decir, lo que se llama la brecha de infraestructura. Hay algunas estimaciones, pero nada preciso. "Calcular bien ese número implicaría recorrer una gran cantidad de sectores -comenta el especialista-. Sí se puede calcular en ferrocarriles y carreteras, donde entre los dos hay un déficit de unos US$ 15.000 millones."

Ejes fundamentales

El plan tiene dos ejes fundamentales para el desarrollo económico: uno es el componente de infraestructura (rutas, caminos, trenes y aeropuertos) y otro es el de exenciones impositivas y promociones. "La cuestión es que en cualquier obra de infraestructura hay un plazo de un año para empezar a ver algo (demanda proyecto ejecutivo, procesos licitatorios y la obtención de financiamiento). Todo esto implica que para empezar a poner el primer ladrillo pasa un año", dice Félix Piacentini, director de la consultora Noanomics y especialista en economías provinciales.

En cuanto al componente de medidas impositivas y promociones, está la reducción de aportes patronales durante 60 meses para los empleos nuevos en el Norte. Eso se puede hacer de la noche a la mañana, pero todavía lo tiene que aprobar el Congreso. Otra medida es subir el corte de etanol del 10% al 15% en las naftas (el Gobierno ya lo subió al 12%), como promoción de economías regionales. Y otra cosa, que aún no se cumplió, es la compensación por parte de lo que se paga de más de flete por no contar con una infraestructura adecuada.

Está claro que llevará tiempo plasmar en la realidad todo lo proyectado, pero, ¿qué está en marcha ahora? "Hoy se están ejecutando unos US$ 2500 millones que tienen un plazo de integración de 36 meses, que es la recuperación del Belgrano Cargas; son más de 1500 kilómetros de vías más un centro de carga en Güemes y otro en Palpalá", responde Cano. Además, entre los logros alcanzados por el Plan Belgrano en estos seis meses de trabajo está el incremento del cupo de alcohol en naftas y el avance en las negociaciones para lograr el reingreso del limón argentino a los Estados Unidos.

A la hora de hablar de ventajas y desventajas, Navajas dice que tiene enormes ventajas y complementariedades en materia de desarrollo productivo, equidad y seguridad. "Y tiene las desventajas de que para mí esta «PERA no esta madura»: PERA viene de planificación, evaluación, regulación y auditoría. Yo le tengo miedo a que la falta de una evaluación bien hecha te conduzca al sobregasto por la ausencia de mecanismos competitivos de licitaciones y eso a una auditoría ex post desastrosa", explica el economista.

Para Barbero, en tanto, tiene la ventaja de que es un instrumento de política pública para concentrar las inversiones en infraestructura en áreas geográficas que están más atrasadas que el resto. Otra ventaja es que permite tener una perspectiva más regional y no sólo provincial. Eso puede llegar a lograr una eficiencia un poco mayor, como en el caso de los centros logísticos, el rol de los aeropuertos o los pasos de frontera. "La debilidad que veo es cómo integrar en el sistema de planificación local, que está muy orientado a las políticas sectoriales, la perspectiva territorial", agrega.

Piacentini dice que este plan es fundamental y que va a cambiar la configuración económica del norte del país. "Si se lo ejecuta con éxito va a ser un hito histórico. ¿Cuál va a ser el cambio radical? Reducir el costo del transporte, porque hoy el norte argentino paga US$ 120 millones más por año por no tener un ferrocarril Belgrano funcionando como corresponde, transportando cuatro millones de toneladas por año, en lugar de las 800.000 toneladas que transporta ahora", concluye el economista.

Voces con dudas

Hay, claro está, voces que dudan de la real efectividad de lo planificado. Jorge Waddell, investigador en temas de políticas ferroviarias, dice que lo esencial no es hacer la vía nueva, sino mejorar la gestión del servicio. "No hay una decisión de qué modelo de gestión ferroviaria va a tener este ferrocarril, con lo que creo que el tema de hacer una fuerte inversión en vías es más una negociación con las provincias involucradas", enfatiza.

Según precisa Waddell, el ferrocarril Belgrano está transportando la menor cifra de toda su historia. "Entonces, lo que pasa es lo que sucede con el ferrocarril en general: hay grandes proyectos en danza, pero no hay una decisión concreta sobre temas básicos (qué modelo de gestión ferroviaria se va a aplicar, si va a ser pública o privada, por ejemplo). Plantear un programa sólo con inversión en infraestructura es un poco raro, porque sólo tener una vía mejor que la que hay no genera tráfico. Como casi todos los proyectos ferroviarios de la actual gestión pasa por enormes inversiones, pero sin analizar cómo impacta en el tráfico", explica el especialista.

Otro de los que quieren ver resultados más concretos es José Urtubey, dueño de Celulosa Argentina y hermano del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. "Hay gran expectativa con lo que va a acontecer con el anunciado Plan Belgrano. Ahora queremos saber la hoja de ruta en concreto, cuáles son las prioridades, los precios licitatorios, las formalidades y el fondeo, para hablar en concreto en qué momento se van a ir dando las obras", dice el empresario.

Consultado sobre cuáles son las necesidades de infraestructura, Urtubey señaló que, sin dudas, pone en primer término al ferrocarril y al rubro vial y de comunicación. "En la Argentina, de la zona más próspera a la menos próspera hay una diferencia de 7,8 veces en PBI per cápita, y eso claramente muestra las asimetrías de desarrollo que hay en el país. La única forma de minimizar los problemas de inseguridad en grandes centros urbanos es implementar mayores niveles de federalismo económico", agrega.

Si bien hay una inversión estimada en infraestructura para los próximos cuatro años, el desembolso total que implicará el programa todavía se desconoce. "La inversión total está aún siendo cuantificada, porque el Plan Belgrano como tal es un concepto estratégico y dinámico. Esto quiere decir que va variando a medida que surgen prioridades planteadas por las provincias y cuestiones que hacen a la idea central, que es cambiar la matriz productiva y de desarrollo de la región", aclara Cano.

Un ejemplo es el proyecto del dique Potrero del Clavillo, obra priorizada por el gobierno de Catamarca y que también beneficiará a Tucumán. Se trata de un programa parado desde la década del 60 y que resolverá los problemas energéticos de Catamarca, a la par de generar un nuevo polo de desarrollo turístico y productivo en la región. El proyecto técnico está listo y la intención de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación es lanzar la licitación en el último trimestre del año.

Sin duda se trata de un proyecto que invita a ilusionarse, pero todavía debe correr mucha agua bajo el puente para poder vislumbrar si su real ejecución se produce y tiene los efectos deseados.

Lo que se dice de la iniciativa

Fernando Navajas - Economista de Fiel - "Nunca se intentó en el país un plan con estas características de complementariedad estratégica, porque todos privilegiaron sólo la infraestructura dura"

José Cano - Titular del Plan Belgrano - "Se le quiere devolver a las regiones del NOA y del NEA la competitividad que hoy no tienen, y cuya falta hace que sean las provincias más pobres"

Félix Pacentini - Director de Noanomics - "Es un plan fundamental y es algo que va a cambiar la configuración económica del Norte. Si se lo ejecuta con éxito va a ser un hito histórico"

José Urtubey - Dirigente industrial - "Hay una gran expectativa con el anunciado Plan Belgrano, pero ahora queremos ver la hoja de ruta en concreto y ver cuándo se van a ir dando las obras"

Los que se benefician y los que no

Ganadores

Productores locales - Se les simplificará el transporte de sus producciones a los puertos y pagarán menos por el flete de lo que están abonando en la actualidad

Comercios - La reactivación económica de toda la zona hará que haya más movimiento comercial y que aumente la facturación de comercios locales

Constructoras pyme - Recibirán un gran caudal de trabajo con importantes contratos para construir toda la infraestructura que proyecta el Plan Belgrano

Perdedores

Hugo Moyano - Gran parte de lo que hoy se transporta en camiones empezará a circular por ferrocarril, por lo que pegará en las finanzas de los camioneros

Grandes constructoras - No tendrán tanto protagonismo al lado de las pymes regionales, que se verán favorecidas por el plan, que pretende dar trabajo a empresas locales

Ex funcionarios - Funcionarios del gobierno kirchnerista, que hicieron promesas de un plan de reactivación para el norte del país, pero que no realizaron obras concretas

domingo, 5 de junio de 2016

Inversión extranjera: del desembolso forzado al regreso genuino

Por José del Rio - LA NACION
Unas 40 compañías ya anunciaron proyectos concretos por unos US$ 15.341 millones entre diciembre y fines de mayo. La cifra es tres veces superior a la de igual período en 2015


Foto: Vicente Martí

Algunos lo hicieron en una audiencia con el presidente de la Nación. Otros apostaron por un encuentro con el ministro que lidera la cartera en la cual compiten, mientras las compañías de más bajo perfil lo comunicaron directamente a sus inversores mediante los reportes que emiten habitualmente.

La suma da unos US$ 15.341 millones de 40 nuevas inversiones extranjeras directas anunciadas entre el 10 de diciembre, fecha en la que asumió el nuevo gobierno, y el cierre del mes de mayo.

El resultado del relevamiento realizado por LA NACION sobre la base de datos de la Agencia Argentina de Desarrollo de Inversiones demuestra que la cifra es tres veces superior al nivel de anuncios que manejaba la Subsecretaría de Desarrollo y Planeamiento Productivo en igual período de 2015. Las mineras y firmas energéticas, las automotrices y las compañías de telecomunicaciones figuran a la cabeza entre los desembolsos anunciados . El quién es quién (ver recuadro página 2) demuestra también que muchas firmas que habían postergado sus apuestas optaron por reactivarlas con posterioridad a las elecciones.

La tendencia es creciente con respecto al año pasado. "El clima de inversión es distinto. De hecho, a nosotros nos cambió la naturaleza del negocio. Antes trabajábamos sobre el día a día y qué podía pasar en las próximas 24 horas y hoy tenemos consultas de índole estratégica y sobre proyectos de inversión de largo plazo", se sincera Dante Sica, titular de Abeceb.

El economista es gráfico respecto de lo que viene versus lo que pasó durante los últimos años: "Antes una negociación internacional se limitaba a «cómo hago para liberar un contenedor de la Aduana»; hoy la consulta es qué implica que la Argentina esté como observadora en la Alianza del Pacífico".

Según sus datos, hay otra tendencia que muestra el cambio: se realizaron 15 anuncios de fusiones y adquisiciones durante el período de mediados de diciembre a mayo, lo que muestra un mayor dinamismo de este tipo de operaciones con respecto a los últimos años, donde las compras y ventas de empresas se encontraban acotadas a raíz de las trabas financieras existentes. "Se realizaron muchas adquisiciones de alimenticias y energéticas. También firmas que empiezan a expandir su negocio y buscan posicionarse en lo que viene. El sector de telecomunicaciones será sin dudas uno de los más dinámicos", suma el titular de Abeceb. Por otra parte, se revirtió la tendencia de retiradas de jugadores internacionales por la llegada de aquellos que consultan entre las principales boutiques de M&A (fusiones y adquisiciones por sus siglas en inglés) sobre las oportunidades locales.

Alejandro Díaz, director ejecutivo de la Amcham -la cámara de comercio de los Estados Unidos en la Argentina-, afirma que "más del 60 por ciento de las inversiones de nuestras empresas son superiores este año. Se trata de desembolsos genuinos y no como ocurría anteriormente que eran obligados por la imposibilidad de girar dividendos a las casas matrices". Para Díaz esto es sólo el comienzo. "Vamos a tener que transitar el resto del año para cristalizar proyectos en infraestructura e inclusive en Vaca Muerta", resume.

Varias son las medidas que aceleraron el regreso de los inversores: la devaluación de diciembre, el final del cepo cambiario y la eliminación de algunas retenciones y la reducción de otras, figuran a la cabeza entre las razones esgrimidas por aquellos que definieron aumentar su apuesta local.

También el final de las trabas para importar insumos productivos y sobre todo, la posibilidad de girar dividendos que se había convertido en el principal GPS para recalcular los proyectos locales hasta nuevo aviso. También aparece como otro de los factores fundamentales del aumento de las inversiones extranjeras, el final del default tras el cierre de la causa a la que los empresarios denominaban "eterna" en el marco del juzgado de Thomas Griesa.

"Se da una particularidad en nuestro día a día. Por un lado Brasil nos juega en contra porque su situación institucional desploma nuestras exportaciones al principal socio del Mercosur, pero por otra parte existe una situación que hace más de doce años que no se daba: somos nuevamente la estrella entre los emergentes", se entusiasma un alto funcionario del Gobierno que atraviesa su día a día en Balcarce 50.

El hombre de confianza del Presidente agrega: "Tampoco es casual que los desembolsos se ratifiquen después de la llegada de Barack Obama y de los representantes de Italia, Francia y España, entre los principales mercados de Europa". Es justamente en este último país en el que el ministro de Hacienda les pidió "perdón a los inversores" en un gesto que tuvo una interpretación muy distinta en el mercado de cabotaje que en el viejo continente.

También hay grupos empresarios de China, Japón y Corea, entre otros referentes que plantearon su interés a Juan Procaccini, titular de la Agencia Argentina de Desarrollo de Inversiones.

Las contras por resolver

Pero no todas son rosas para el regreso de la inversión extranjera directa. Hay factores que los empresarios internacionales miran aun con recelo dentro del mercado doméstico. El ranking de prioridades por resolver surge de un relevamiento realizado por LA NACION entre diez CEO locales de firmas multinacionales que hoy evalúan sumarse al listado de los 40 proyectos ya anunciados.

La principal preocupación coincide con la de las encuestas de expectativas económicas locales y es la inflación. Para los ejecutivos, la "promesa del segundo semestre" debe acompañarse con resultados concretos en términos de un incremento de precios que se desacelere. La estimación del 33,4% que hacen las consultoras para este año resulta muy por encima de la media a la que aspiran de un país en el que invierten. Lo mismo ocurre con el freno del consumo local previsto para este ejercicio y la caída del PBI de cerca de un punto en la que coinciden los principales economistas. La creciente conflictividad gremial, la apreciación del peso, y los índices de inseguridad local, son otros de los barómetros que en el famoso by the book tienen en cuenta los inversores antes de dar el visto bueno definitivo a un regreso o a un aumento de sus desembolsos.

"En la Argentina se da una paradoja que no encuentro en otros países. Es uno de los mejores generadores de macroeconomistas del mundo pero es justamente el país en el que se aplicaron las peores políticas macroeconómicas a nivel global durante los últimos años", resumió el premio Nobel de Economía Thomas Sargent en el marco del evento organizado por la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión.

"Sin embargo, soy muy optimista respecto de lo que viene, sobre todo por el potencial que tiene el país y las nuevas estrategias que se están aplicando para proyectar el futuro", agregó en un mano a mano con LA NACION. Fue justamente Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, quien le contó en primera persona cuáles fueron las medidas tomadas desde que asumió el presidente Mauricio Macri. Sargent y Sturzenegger se conocieron hace ya varios años en el marco del mundo académico. De hecho fue el Nobel 2011 quien le dio el aval a una beca de estudios para el hoy titular del Central.

"La seguridad jurídica dejó de ser un tema por resolver. Hoy el marco está pero es cierto que la confianza se construye en el día a día y que después de tantos años de ningunear a los inversores hoy algunos nos siguen mirando con desconfianza", admitió por lo bajo el mismo funcionario de Balcarce 50.

En ese marco presentarán esta semana al congreso el proyecto de ley de PPP (Private, Public, Partnership) para alianzas público privadas. El objetivo es generar un marco claro que sirva de anzuelo para las obras de infraestructura que vienen.

40 apuestas en punta








miércoles, 25 de mayo de 2016

Las ciudades pueden ser motores del progreso social

Por Jesko Hentschel y Ede Ijjasz-Vásquez - LA NACION
La Argentina es uno de los países más urbanizados del mundo, con más del 90% de la población viviendo en zonas urbanas. Y esto es una buena noticia, porque justamente es en las ciudades donde está la clave para eliminar la pobreza y aumentar la prosperidad de los argentinos.

Las ciudades son el espacio geográfico por excelencia donde se produce el progreso de un país. La concentración de personas y empresas en las ciudades genera una mayor productividad y promueve la innovación y la creación de empleo. La mayor productividad económica en las ciudades, en combinación con buenas políticas rurales, pueden lograr un desarrollo balanceado del país.
Propuesta de Desarrollo Comunitario
Sin embargo, el proceso de urbanización mal manejado también puede acarrear costos tales como la proliferación de asentamientos informales, la congestión y la polución. Por ello las políticas que promueven el desarrollo urbano sostenible y eficiente con foco en la eliminación de la pobreza, así como aquellas que impulsan la competitividad, son fundamentales para aprovechar al máximo los beneficios derivados de la urbanización.

Durante 2015, junto con investigadores y académicos argentinos, el Banco Mundial analizó la dinámica demográfica, espacial y económica en 31 ciudades y concluyó que existe un potencial de crecimiento económico no aprovechado en las ciudades pues el PBI per cápita no ha crecido de manera comparativa con el de los países más urbanizados del mundo. Y ese potencial económico, a través de creación de puestos de trabajo más productivos, se puede convertir en la fuerza más importante para mejorar la calidad de vida en las ciudades.

Se estima que 7 de cada 10 empleos urbanos en la Argentina están en sectores de bienes no transables, es decir, servicios que se producen y consumen sólo a nivel local , desde la educación, la salud y los servicios públicos hasta ventas minoristas, entretenimiento, contabilidad, servicios inmobiliarios y seguridad. La experiencia de otros países nos muestra que es precisamente el empleo en los sectores de bienes transables (desde la agroindustria hasta las finanzas y otros servicios basados en los conocimientos) lo que da prosperidad a las ciudades.

Por otra parte, la población urbana y la actividad económica del país siguen concentrándose en el Gran Buenos Aires, generando una gran brecha con el resto del país. Una evidencia de esto es que, en 21 de las 31 ciudades analizadas, la prosperidad -medida por la productividad, el empleo y el nivel de pobreza- es menos de la mitad que la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Al igual que sucede en otros países de América latina, las ciudades argentinas también enfrentan el desafío generado por la expansión urbana no planificada y de baja densidad. Entre 2001 y 2010 casi todas las ciudades analizadas, excepto Corrientes, registraron una disminución de su densidad. Esta dinámica ha afectado la productividad y el bienestar en las ciudades, generando costos más altos en la provisión de servicios, problemas de cobertura, aumento del tráfico y deficiente conexión entre las zonas residenciales y las actividades económicas. Además, la baja densidad y la urbanización fragmentada han exacerbado la desigualdad y la exclusión social en las ciudades argentinas.

En el año del Bicentenario, el país tiene la oportunidad de liberar el potencial de sus ciudades para promover la prosperidad y el bienestar de todos sus ciudadanos, especialmente los más vulnerables.

Mejorar la coordinación de las políticas urbanas tanto a nivel municipal como metropolitano ayudaría a revertir las tendencias actuales de expansión desmedida y desarrollo fragmentado, además de mejorar la calidad en la prestación de servicios públicos. Pero ello debe ser acompañado de medidas para el empoderamiento de las municipalidades, aumento de sus recursos y mejora de sus capacidades para la gestión y la planificación. También es clave reorientar las políticas de vivienda y de transporte para mejorar la conectividad de las personas con los centros de trabajo y así incrementar las oportunidades laborales, especialmente para la gente de menores ingresos. Y serán fundamentales las políticas públicas enfocadas a promover la innovación y la formación de capital humano para que las ciudades puedan diversificar su economía.

En última instancia, se trata de transformar las ciudades argentinas para que sean motores del progreso económico y social aprovechando el talento de su gente, el recurso más valioso del que dispone el país para enfrentar estos retos.

Hentschel es director del Banco Mundial para la Argentina, Paraguay y Uruguay; Ijjasz-Vásquez es director global en Desarrollo Social, Urbano y Rural, y Resiliencia del Banco Mundial
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