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viernes, 15 de abril de 2016

Guerra en red

(Redacción) - Una netwar, terminología adoptada del inglés, también llamada guerra-red o guerra en red, es un modo de conflicto social, más débil que las guerras militares tradicionales, en la cual los protagonistas (actores o nodos) usan formas de organización en red y doctrinas, estrategias y tecnologías relacionadas con la era de la información (Ej. teléfonos móviles, faxes, email, sitios web, videoconferencias, redes sociales). Estos protagonistas son generalmente un conjunto disperso de nodos, que se comunican y se coordinan en sus acciones, sin un órgano de mando central concreto, y que comparten un conjunto de ideas y/o intereses.

Los nodos pueden ser grandes organizaciones, pequeños grupos, individuos, partes de grupos, partes de organizaciones o incluso estados. Pueden ser grandes o pequeños, firme o débil conectados, abiertos o cerrados, con actividades similares o muy diferentes (haciendo cada nodo una labor especializada). El límite de la red, o de cualquiera de los nodos incluidos en ella puede estar bien definido o ser borroso y poroso en relación con el entorno externo. Puede haber muchas variaciones. Esta flexibilidad las hace ideales para estrategias de lucha en swarming.

Este tipo de conflictos no sólo se desarrollan en el ciberespacio. Algunas batallas pueden ocurrir allí, pero generalmente el conducto y los resultados dependerán en mayor parte de lo que suceda en el mundo real. Por ejemplo, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional es algo más que una fuente de ideas.

El diseño de la red puede depender de la existencia de una infraestructura para la comunicación de información funcional. Esto no significa que todos los nodos tengan que estar constantemente comunicándose; ya que esto no tiene sentido para actores que actúan en secreto. Significa que cuando la comunicación es necesaria, los miembros de la red tienen que tener recursos para diseminar la información rápida y tan extensamente como se desee, tanto dentro como fuera de la red.

Es una práctica emergente y tanto actores de la sociedad civil (movimientos sociales) como de la sociedad incivil (narcotraficantes, terroristas, traficantes de armas,...) están incrementando su participación en este tipo de lucha.

La forma de actuar de las netwar es multifacética y difícilmente encasillable en los parámetros tradicionales. No se sabe muy bien cuándo están atacando o se están defendiendo, suelen ser transfronterizas, multijurisdiccionales, actúan de forma pública y privada, pueden actuar de forma civil y militar, de forma legal e ilegal. Esto hace difícil o incluso imposible para los estados hacerles frente asignándole el trabajo a una sola agencia para que se haga cargo del problema (Ej militares, policía o servicios de inteligencia).

Origen del concepto
Aunque el concepto de netwar ya había surgido en grupos de discusión de Usenet, el término netwar como tal fue acuñado por John Arquilla y David Ronfeldt, investigadores de la RAND Corporation en su artículo "Cyberwar is Coming!" (1993). De forma paralela al concepto de ciberwar (conflicto bélico que toma el ciberespacio y las tecnologías de la información como escenario principal), el concepto de netwar quiere denominar a esa serie de conflictos de la era de la información que se refiere a conflictos menos bélicos, de baja intensidad, más sociales. Se le llamó netwar para destacar que este tipo de conflictos eran desarrollados por organizaciones que adoptaban organizaciones y estrategias en red (net en inglés) que aprovechan los recursos tecnológicos disponibles en la era de la información.

En 1998, después de realizar un estudio por encargo del Pentágono, el politólogo David Ronfeldt y un equipo de colaboradores, concluyeron que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) –un grupo armado que había salido a la luz pública en enero de 1994 tras una declaración de guerra al Gobierno mexicano y a sus Fuerzas armadas– había estrenado una nueva forma de lucha, la Netwar Social o guerra socio-informática, que consistía en formar coaliciones transfronterizas altamente entrelazadas y coordinadas para hacer una guerra de redes social que limitaría al gobierno mexicano y apoyaría la causa zapatista.

El concepto ha tenido eco en movimiento antiautoritarios y federalistas, tomándolo para sí al explicar propuestas o análisis organizativos autónomos y sus dinámicas de comunicación y actividades conjuntas, es el caso de los anarquistas.

Causas de su aparición
La revolución de la información está modificando la naturaleza de todo tipo de conflictos. Los principales motivos para que esto suceda son:
-Se favorece y refuerza la organizaciones en red. Este tipo de organizaciones ofrecen algunas ventajas frente a las tradicionales organizaciones jerárquicas, típica de organizaciones estatales o gubernamentales.
-Las organizaciones en red son realmente una 'multiorganización' formada por distintas organizaciones o grupos con distinto grado de autonomía.
-No hay un jefe máximo sino pequeños líderes que encabezan su grupo.
-Los distintos grupos pueden ser muy pequeños y estar muy dispersos, ya que las últimas tecnologías de la información les permite actuar conjuntamente.

La organización de este tipo de redes es mucho más fácil que en las tradicionales redes jerárquicas. Este tipo de organizaciones, por su propia naturaleza, son:
-Más difíciles de desmantelar. Por ejemplo un grupo puede ser desmantelado sin que el resto de la organización se vea muy afectada. Para desmantelarlos es necesaria tener una red de comunicación que coopere en el destamantelamiento. Observar que los grupos pueden estar muy distantes pudiendo haber problemas jurisdiccionales.
-Tener mayor rapidez de reacción. Por ejemplo un grupo pequeño puede tomar decisiones rápidas en situaciones cruciales
-Mayor efectividad. La información fluye mejor al ser compartida por los distintos grupos. Este flujo es aprovechado por los grupos para ser más eficaces.
-Mayor flexibilidad y adaptación a las circunstancias.

Las netwar son similares a la estrategia militar (poder duro) de los enjambres pero aplicado aquí para conflictos menos bélicos. Los enjambres se están convirtiendo en el enfoque predominante para abordar cualquier tipo de conflicto, incluyendo las netwars.

Se facilita la comunicación y la distribución de la información. La evolución y resolución de muchos conflictos cada vez más dependen de la comunicación y la información, es el llamado 'poder blando'. La revolución de la información proporciona herramientas de comunicación y distribución de la información que nunca antes había sido fácilmente accesibles. Estas herramientas pueden ser aprovechadas para realizar campañas de información y propaganda que influyan sobre la percepción que tiene la sociedad de un conflicto concreto. Por ejemplo se puede atraer, desorientar, coaccionar y esto afecta a como la sociedad y los actores del conflicto perciben el conflicto en sí y a los actores que intervienen. El objetivo es una alteración psicológica de los individuos.

Las tecnologías de la información han puesto al servicio del poder importantes herramientas de control más efectivas y eficaces. Por otro lado las tecnologías de la información han proporcionado un medio de información alternativo a los medios masivos tradicionales (controlados de forma absoluta por el poder), accesible y de bajo costo, que permiten todo tipo de flujos de información y comunicación que permiten la propagación de ideas, el diálogo y el desarrollo de un sistema complejo de agrupaciones humanas con intereses más o menos compartidos.

La importancia de las nuevas tecnologías ha convertido a los sistemas en objetivos de ataques en los conflictos. La sociedad actual de los países desarrollados se basa en el uso de las nuevas tecnologías para su funcionamiento. Un atentado contra el buen funcionamiento de esa tecnología puede tener importantes consecuencias. Ej. Funcionamiento de centrales nucleares, funcionamiento de las bolsas, funcionamiento del tráfico aéreo, funcionamiento de empresas tanto en su labor productiva como comercializadora. El ataque a estos objetivos puede ser con medios tradicionales (Ej. una bomba en un centro de datos) o usando las nuevas tecnologías como un arma de ataque (dando lugar al llamado ciberterrorismo).

Ejemplos de conflictos en los que se desarrollan
La netwar ofrece nuevas oportunidades a los actores en cualquier tipo de conflicto. Por eso cada vez más en todo tipo de conflictos los actores están adoptando la forma de actuar de las netwar. Algunos conflictos surgieron ya de esta forma. Otros, al calor de la revolución de la información, se van transformando, en mayor o menor grado. En muchos casos se mantienen organizaciones híbridas que mantienen en mayor o menor grado una organización jerárquica. Por ejemplo se considera que Hamas está más cerca de ser una netwar que la Organización para la Liberación de Palestina. O también se considera que el Movimiento Patriótico Cristiano Americano está más cerca de la netwar que el Ku Klux Klan.

En este tipo de conflictos puede haber todo tipo de actores como por ejemplo organizaciones estatales o gubernamentales, terroristas transnacionales, organizaciones mafiosas, empresas comerciales, movimientos nacionalistas, traficantes de drogas, traficantes de armas, movimientos fundamentalistas, movimientos en contra o a favor la propiedad intelectual, contrabandistas, traficantes de inmigrantes ilegales, guerrillas, movimientos sociales que persiguen una sociedad civil global, defensores de los derechos civiles, anarquistas y nihilistas saboteadores del ciberespacio, organizaciones de activistas o paramilitares. El concepto de netwar es una forma de actuar y organizarse en los conflictos no bélicos. Desde el punto de vista de la sociedad civil esta forma de actuar puede ser positiva (Ej. movimientos sociales que buscan mejoras sociales) o negativa (Ej. criminales). Su forma de actuar puede ser violenta o pacífica.


Podríamos clasificar los conflictos en los que se aplican las netwars en dos tipos:
-Netwar social.- Son aquellos en los que se busca un cambio en la sociedad.
-Netwar no-social.- Son aquellos en los que no se busca un cambio en la sociedad sino un beneficio exclusivo para los que colaboran en la red. Ejemplos de este tipo de redes son las redes transnacionales para tráfico de drogas, ciertas organizaciones criminales o algunas redes de empresas.

Es habitual que en las netwar no sean 'puras' ya que en las motivaciones de los distintos nodos puede haber tanto motivaciones sociales como de beneficio propio. Por ejemplo en las campañas de concienciación para el fomento y desarrollo de energías limpias colaboran organizaciones sociales como Greenpeace como organizaciones cuya actividad productiva se beneficiaría de este tipo de políticas.  Otro ejemplo, para colaborar en la netwar en defensa de la propiedad intelectual, que actúa como una campaña de concienciación para la defensa de este tipo políticas.

Hay distintos tipo de motivaciones:
-Motivaciones pecuniarias particulares de los que se benefician económicamente de este tipo de políticas.
-Motivaciones que buscan la protección de la investigación y la innovación protegiendo las inversiones en este tipo de recursos.
-Motivaciones de protección del conocimiento producido en ciertas regiones como si fuera un recurso propio en la que basar su riqueza y preponderancia (y por tanto su bienestar social).

Movimientos sociales (Netwar social): Los conflictos sociales son un escenario habitual de las netwar. Cuando la causa del conflicto de la netwar es un tema social (movimientos sociales) se dice que se trata de un netwar social. En el desarrollo de este tipo de conflictos es fundamental:
-La opinión de la sociedad. Para ellos es vital la información que la sociedad tiene sobre el conflicto. -Es necesario que la sociedad sea consciente del problema y de los puntos de vista y razonamientos que el movimiento social tiene. De esta forma el movimiento puede conseguir más adeptos que se pueden integrar en el movimiento.
-La cooperación de grupos e individuos muy heterogéneos. Es necesario organizar el movimiento social para que los distintos grupos que están de acuerdo con ese objetivo puedan intercambiar información, cooperar y coordinarse
-La netwar, por sus características inherentes, se adapta muy bien a este tipo de conflictos.

Desde principios de la década de los 90 los conflictos sociales se han ido convirtiendo en netwars. Desde 1992 la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona se puede clasificar como un caso de netwar social. En ella distintas organizaciones no-gubernamentales (ONGs), junto con funcionarios de distintos gobiernos, cooperan para conseguir la abolicío de las minas antipersona. Hoy día es habitual que las organizaciones no-gubernamentales (ONGs) usen estrategias de netwar para conseguir sus objetivos sociales. De esta forma mejoran su 'poder blando'.

La efectividad de una netwar depende del tipo de sociedad en la que se desarrolla. Suelen tener más éxito en sociedades con cierto grado de libertades (Ej México con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional) que en sociedades con sistemas autoritarios que mantienen un sistema más o menos cerrados para la sociedad civil (Ej. lucha contra el Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo en Birmania )

Los conflictos de tipo netwar social no sólo son campañas sociales de concienciación. En este tipo de conflictos se encuadran todo tipo de movimientos sociales que persiguen cualquier tipo de cambios en la sociedad (políticos, religiosos,...), ya sea pacíficamente o no. Ejemplos de objetivos de los conflictos en los que actualmente se está desarrollando netwars:
-Conflictos sociales de Guerras de Baja Intensidad (cuando se trata de una guerra convencional adaptada a la era de la información hablamos de ciberguerra)
-Movimientos que persiguen la abolición o la implantación de ciertas tipo de políticas. Pueden referirse tanto a políticas gubernamentales como de empresas
-Movimientos contra cierta institución, gobierno o sistema político.

Conflictos sociales de Guerras de Baja Intensidad
La guerra de baja intensidad (GBI) es una confrontación político militar entre Estados o grupos, por debajo de la guerra convencional y por encima de la competencia pacífica. Podemos encuadrar en este tipo de conflictos los conflictos guerrilleros, insurgentes o las hostilidades entre países que no llegan a guerra convencional. En este tipo de conflictos es cada vez más frecuente la netwar. En la netwar se pone a disposición de actores con pocas posibilidades una forma eficiente de organizarse y por otro lado una forma de influir en la visión que tiene el exterior (incluido el enemigo) del conflicto. En conflictos asimétricos la netwar social proporciona al bando más débil una respuesta a la guerra de la información que desarrolla el bando más fuerte. El primer ejemplo de este tipo de netwar fue la llevada a cabo por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Otros ejemplos son las organizaciones yihadistas.
Nablús en 2002.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Después de la fracasada insurrección armada en el estado de Chiapas llevada a cabo el 1 de enero de 1994 por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) (levantamiento zapatista), el movimiento va abandonando la lucha armada y comienza su transformación en un movimiento social sin fronteras que busca transformar la conciencia social y política (repudio de la globalización económica). Para ello convierte el conflicto en una netwar. El movimiento se convierte en un movimiento de conciencias. De esta forma consigue atraer a intelectuales, celebridades, políticos y a organismos sociales con un objetivo común: atacar un sistema económico-político que amenaza y destruye la libertad y la igualdad de los derechos elementales del Ser Humano. A partir del éxito conseguido a través de Internet, el EZLN supo abrirse espacios en medios masivos tradicionales sobre todo impresos. Por tanto El EZLN dejó las acciones violentas, que hubieran acarreado rechazo social, y puso los ojos del mundo en Chiapas. Además con esta estrategia se consigue evitar el abuso de las fuerzas opositoras (estatales o internacionales), debido al constante monitoreo de las acciones por parte de muchísimos grupos y organismos que velan por los derechos humanos.

Movimientos yihadistas
Los movimientos yihadistas han sido de los primeros tipos de organizaciones que empezaron a adoptar esta forma de organización. Este tipo de movimientos han participado en distintos conflictos en regiones con importantes creyentes musulmanes. Lo que no quiere decir que actuaran en solitario, sino que cooperaban con otros tipos de organizaciones para conseguir sus objetivos. Por ejemplo han actuado como una netwar en la Guerra de Afganistán (1978-1992) contra el ejército soviético, en la actual guerra de Afganistán, en la Guerra Civil Argelina, en la Guerra de Kosovo contra los serbios, en las Guerras de Chechenia en la Guerra de Libia de 2011 o la Guerra Civil Siria, en el conflicto de la Rebelión tuareg de 2012 y han actuado como grupos terroristas en múltiples países como Yemen, Marruecos, Jordania, Túnez, etc.

Este tipo de organizaciones es habitual que se relacionen. Por ejemplo la red Al Qaeda es una red de distintas organizaciones de este tipo, asociadas para colaborar y coordinarse.
Movimientos que persiguen la abolición o la implantación de ciertas políticas.
En este tipo de netwars podríamos encuadrar aquellas que persiguen que cierta/s empresa o institución/es tome/n cierto tipo de decisiones en su política. Ejemplos de este tipo de netwar sería:
-La netwar de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona.
-Campañas en contra del uso de trabajo infantil para la producción de ciertas empresas. Incluye llamadas al boicot para las que no adopten estas medidas.
-Netwar a favor de los derechos humanos en ciertos países.
-Netwar a favor de las energías limpias.
-Netwar a favor de la prohibicíon o la permisión del aborto.
-Netwar contra el maltrato animal.
-Netwar a favor del reciclaje y el mejor aprovechamiento de los recursos naturales.
-Netwar a favor de la criminalización de la inmigración. Este tipo de netwar son llevadas a cabo por organizaciones y personalidades que se suelen encuadrar en la extrema derecha (Ej Amanecer Dorado, Frente Nacional).

Entre este tipo de movimientos cabe destacar a Anonymous. Anonymous es una netwar que persigue la libertad (Ej. de expresión y de información), la privacidad y la independencia de Internet. Sus componentes actúan de forma aislada o se ponen de acuerdo para realizar ciertas acciones que consideran que reivindica o busca esa libertad. No existe ninguna organización central sino que grupo de simpatizantes (a título individual o en grupos) colaboran y/o coordinan para conseguir sus objetivos.

Movimientos contra cierta institución, gobierno o sistema político.
Este tipo de movimientos son similares a los movimientos que persiguen cierto tipo de políticas. La diferencia consiste en que en este caso el choque es frontal frente a la existencia de la organización que toma las decisiones debido a sus objetivos inherentes. Ejemplos de este tipo de movimientos son:
-Netwar contra el Fondo Monetario Internacional
-Netwar contra la Organización Mundial del Comercio. En este marco se desarrolló la famosa lucha contra la Cumbre de la OMC en Seattle.
-Netwar contra la empresa Monsanto de comercialización de semillas transgénicas y plagicidas asociados.
-Netwar contra Israel por su política con el pueblo palestino.
-Netwars a favor de la democracia en ciertos países.

La asociación para destruir esa organización puede ser pacífica (Ej. asociación de organizaciones sin ánimo de lucro) o violenta (Ej. Bloque negro).

Netwar no-sociales
Entre las netwar no-sociales, aquellas que buscan un beneficio exclusivo para los que colaboran en la red, hay muy diversos tipos. Ejemplos:
-Crimen organizado
-Bandas criminales
-Netwar de empresas

Crimen organizado
El crimen organizado está mutando desde las antiguas organizaciones jerárquicas, como las tradicionales familias mafiosas italianas, a redes transnacionales (netwars) como las organizaciones criminales rusas. Estas redes criminales se basan en alianzas débiles y temporales entre grupos. Incluso las organizaciones jerárquicas tradicionales se están convirtiendo en organizaciones híbridas que permiten a sus ramas locales cierto grado de autonomía o incluso establecer su propia red.

Esta forma de organización es mucho más fluida que las organizaciones jerárquicas. Además se adapta más al tipo de relaciones patrono-cliente que se establece en este tipo 'negocios'. Esta redes suelen ser bastante fragmentadas y caóticas y suelen conllevar redes de influencia que enlaza a los criminales con posiciones de poder del mundo político y económico. También es habitual que tengan relación con movimientos terroristas que aprovechan para operaciones específicas o para controlar ciertas áreas geográficas. Todas estas relaciones permiten a los criminales maximizar las oportunidades.

Estas redes pueden crearse desde arriba por un grupo de organizadores que quieren usarlas con un propósito específico o pueden aparece de forma espontánea como un mecanismo para añadir eficiencia al funcionamiento del 'negocio'. Por ejemplo los cárteles colombianos en los 80s y 90s creaban sus redes para transportar la cocaína a Estados Unidos. Por otro lado el tráfico de heroína desde el sudeste asiático era llevada a cabo por distintos intermediarios en una red de transacciones donde los productores daban la heroína a distribuidores independientes y ellos se iban encargando de pasársela de unos a otros hasta llegar al cliente final.

Este tipo de redes pueden ser muy variadas: limitadas asociaciones a nivel local o transnacionales, dedicarse a una sola variedad de 'bienes' o dedicarse a un amplio espectto tanto lícito como ilícito, ser abiertas a cualquier tipo de organizaciones o poner como requisito una característica partícula (Ej. tener un origen étnico determinado), duraderas o efímeras, etc.


Ventajas
La organización en netwar permite establecer unas organizaciones más:
-Robustas y relisientes. Al estar débilmente acopladas da recursos y caminos alternativos para afrontar cualquier tipo de trastorno (Ej. detenciones, guerras entre organizaciones) y limita su impacto.
-El mayor flujo de información y comunicación permite maximizar los beneficios y prevenir los perjuicios.
-Permite crear y explotar mejor la corrupción.
-Facilita la cooperación para obtener mejores beneficios entre distintas organizaciones.
-Permiten reducir la exposición de los personajes clave. Normalmente las organizaciones de cierto tamaño tienen un core (los importantes) y unos nodos periféricos. Los nodos periféricos tienen lazos débiles con el core y permiten a la red operar a grandes distancias (geográfica y socialmente) facilitando operaciones y actividades más extensas y diversas, junto con la capacidad de llevar a cabo cierto grado de recopilación de información.
-Esta compartimentación de la red son buenas para proteger no sólo a los miembros del core sino también la información que podría comprometer operaciones o a otros nodos de la red.
-Aprovechar huecos legales en ciertas regiones
-Detectar mejor oportunidades y puntos débiles.
-Diversificación tanto en actividades como en lugares geográficos. Como resultados es más difíciles de detectar su presencia y mucho más difícil detectar donde reside su core.

Bandas criminales.
Las bandas urbanas criminales o pandillas también están adoptando la estrategia de netwar. Las bandas se pueden clasificar según el grado de evolución en:
-Bandas territoriales (Ej Crips, Bloods, Folk, People)
-Bandas orientadas al tráfico de drogas. Se caracterizan por el uso de la violencia para controlar mercado y negocio.
-Bandas de nueva generación que mezclan elementos políticos y mercenarios. Ej de bandas que están evolucionando a este estadio: Almighty Black P Stone Nation, Calle Treinta, Mara Salvatrucha, 18th Street. En Sudáfrica tanto las bandas (Ej. Hard Livings) como las contrabandas (Ej. Pagad) son políticamente activas y llevan a cabo campañas casi-terroristas o directamente terroristas.

El grado de evolución de una banda se mide en el grado de:
-Politización. Por ejemplo pueden realizar una dominación de la vida de los vecinos y creación de virtuales zonas sin ley, aplicación de impuestos a los vecinos o a otros actores criminales para que puedan desarrollar su labor, o corrupción de la policía para que no interfiera en sus actividades. Incluso algunas bandas pueden influir en las agendas políticas o desestabilizar gobiernos.
-Localización. Área geográfica en la que realiza sus actividades. Puede ser desde una calle hasta internacionales
-Sofisticación. De las tácticas, estrategias, armas, tecnología y complejidad organizativa de la banda

Netwar de empresas.
El desarrollo de este tipo de estructuras ha surgido como respuesta a las limitaciones, rigideces e ineficiencias que las estructuras jerárquicas tienen en el mundo de los negocios de hoy día. Este tipo de asociaciones explotan mejor la globalización a través de socios y alianzas estratégicas, en forma similar a como lo hacen los keiretsu japoneses. Aprovechan mejor las oportunidades que proporciona la detección de los agujeros estructurales.

Entonces se establece una corporación virtual que realmente es una red temporal de compañías independientes -proveedores, clientes e incluso compañías rivales- vinculadas por la tecnología de la información, con el objeto de compartir habilidades, costos y acceso a los mercados de unos y otros. No cuentan con oficinas centrales, ni organigrama, ni jerarquía . Un ejemplo de este tipo de empresas en Nike. Esta corporación depende de un conjunto de proveedores, suministradores de transporte, fábricas y almacenes para el correcto funcionamiento del negocio. Se basa en un uso combinado de empresas propias y externas

Lucha contra las netwar
En la lucha contra las netwar, también llamada contranetwar (del inglés counternetwar), se han propuesto una serie proposiciones a partir de las cuales orientar las políticas y actuaciones:

-La organizaciones jerárquicas tienen dificultados para luchar contra organizaciones en red como las netwars. Ejemplos de debilidad de este tipo de organizaciones son la lucha de gobiernos contra cárteles dedicados al tráfico de droga, o la lucha contra movimientos religiosos fundamentalistas en países musulmanes, o contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Estos dos conflictos muestran la robustez tanto en ataque como en defensa de este tipo de organizaciones.

-Para luchar contra organizaciones en red es necesario organizaciones en red.  Esto no significa copiar la organización del adversario sino aprender los principios que el adversario ya ha aprendido. Por ejemplo extender el uso de la innovación tecnológica, y principalmente, tener predisposición a innovar organizativa y doctrinalmente, quizá creando nuevos mecanismos para la cooperación multijurisdiccional y entre distintos organismos. A veces no es necesario, deseable o incluso posible reemplazar todas las jerarquías con organizaciones en red, por ejemplo en gobiernos estatales.

-En estos casos lo que hay que hacer es mezclar hábilmente ambas formas de actual, teniendo un suficiente core de autoridad para fomentar y forzar las órdenes. De esta forma se crea una organización híbrida. Los riesgos y costes de hacer este rediseño de forma inadecuada son altos.

-Quien domine la forma organización en red primero y mejor ganará una mayor ventaja sobre el adversario. En las anteriores décadas de la era de la información quien avanzó hacia la netwar disfrutó de un creciente pode relativo frente a los estados jerárquicos que los enfrentaban. Ejemplo de esto son el cartel de Cali, Hamas, Ejército Zapatista de Liberación Nacional o la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona.

Ciudades en guerra: tendencias y desafíos actuales del combate urbano




Análisis GESI, 15/2015

El combate urbano es tan antiguo como las propias ciudades. Los centros urbanos siempre han sido lugares estratégicos dada su importancia económica, demográfica, en infraestructuras y simbólica. La imagen de una ciudad capturada, recapturada, saqueada, quemada y construida de nuevo es inherente a la Historia militar.

Sin embargo, muchas doctrinas militares clásicas consideran el combate urbano como el último recurso. Según Sun Tzu, la peor política es atacar a las ciudades, lo cual sigue siendo cierto hasta hoy, dada la cantidad de los daños colaterales habitual en este tipo de operaciones. Y mientras el mundo se urbaniza, lo mismo sucede con los conflictos.

Combate urbano en el siglo XX

Muchas de las revoluciones de los siglos XVIII y XIX tuvieron lugar en las ciudades, lógicamente por que aquellas sirvieron como puntos de concentración de la población, la movilización y el poder. Sin embargo, las batallas realmente emblemáticas del ambiente urbano se llevaron a cabo durante la Segunda Guerra Mundial. Las batallas de Stalingrado, Berlín y Manila desencadenaron el subsiguiente desarrollo de doctrinas militares especialmente enfocadas en el combate urbano.
Marines en Hue, Vietnam, 1968

Durante la Guerra Fría, unas guerrillas urbanas intensificaron su actividad en varios países de América Latina, combatidas por policías y las fuerzas militares. Movimientos independentistas con la agenda anti-colonial tomaron iniciativa en Palestina, Argelia, Chipre o Irlanda, obligando a las fuerzas regulares a desarrollar unas campañas urbanas de contra-insurgencia. Unas batallas icónicas tuvieron lugar en Hue, Vietnam en 1968 y la ciudad de Suez en 1973.

Los acontecimientos militares de los años 90 hicieron creer que las fuerzas militares occidentales eran invencibles. Aquella suposición fue fundamentalmente cuestionada tras el episodio de Mogadiscio en 1993 y el desastre militar en Grozny (en este caso de fuerzas rusas) en 1994. Los estrategas militares y los políticos se dieron cuenta de que la superioridad militar – tecnológica no lleva automáticamente a un éxito cuando las fuerzas regulares se ven obligadas a combatir unos grupos locales armados en ciudades densas y desconocidas.

Tras aquellos episodios, la atención militar se enfocó aún más en las capacidades necesarias para combatir en ciudades. Esta tendencia se mantuvo hasta septiembre de 2001. La guerra de Afganistán desvió temporalmente la atención a los ámbitos montañosos y rurales, pero posteriormente la guerra de Irak y, una década más tarde, las revoluciones urbanas en el mundo árabe y los recientes acontecimientos en Ucrania, Irak, Siria y Yemen están una vez más indicando la creciente relevancia de las ciudades para el análisis y gestión de conflicto.
   
¿Cómo será el conflicto futuro?

Es muy difícil hacer predicciones sobre conflictos futuros en una era caracterizada por la complejidad. Por ello, los analistas militares se han enfocado en ciertos aspectos de la guerra futura, la naturaleza de los adversarios potenciales y las características del ámbito operacional. La investigación existente indica que los enfrentamientos futuros serán híbridos y asimétricos, con los actores tan diversos como fuerzas regulares, milicias tribales, paramilitares, insurgentes, terroristas, señores de guerra y grupos criminales, para mencionar solo algunos.

Las cuestiones sobre el ámbito operacional futuro son un tanto más claras. Según David Kilcullen, cuatro tendencias globales son claves al respecto. Primero, las dinámicas demográficas, destacando el incremento de la población sobre todo en los países en vías de desarrollo. Segundo, el fenómeno de la urbanización gana más importancia cuando la mayor parte de ese crecimiento demográfico ocurre en las ciudades, muchas veces sin la suficiente infraestructura, servicios básicos y recursos para la población. Tercero, la conectividad. La capacidad de las personas para comunicarse de una manera instantánea supone indudables ventajas, pero al mismo tiempo las redes existentes pueden ser (y son) abusadas para cometer actividades ilícitas. Finalmente, Kilcullen argumenta que la cuarta tendencia clave a nivel global es la litoralización. La mayor parte de la población mundial vive en ciudades ubicadas en la costa o a menos de cien kilómetros del mar. Analizando estas tendencias globales desde el punto de vista de los futuros conflictos, Kilcullen sostiene que el combate urbano litoral seguirá adquiriendo una relevancia cada vez mayor.

Pensamiento estratégico y conceptos

Los analistas en previsión estratégica tienen en cuenta estas tendencias a la hora de prever qué tipo de operaciones se llevarán a cabo y cuáles serán las capacidades necesarias.

Los planes de adquisiciones militares se suelen realizar con un alcance aproximado de quince años. Lógicamente, las restricciones presupuestarias pueden alterarlas. Y además, los procedimientos burocrático pueden ralentizarlas provocando que algunas de las adquisiciones no se ajusten a los cambios operados en el entorno estratégico. Por ello una función muy importante (aunque no la que recibe la mayor financiación) es la previsión estratégica a largo plazo. En este caso, los analistas intentan predecir cómo será el ambiente en el que las fuerzas militares conducirán sus operaciones dentro de cincuenta años. Lógicamente, este tipo de análisis es en muchos respectos más difícil dada la complejidad de las dinámicas conflictivas actuales. Simplemente no sabemos qué tipo de milicias va a operar por ejemplo dentro de una década en la zona que hoy en día controla el Daesh. Sin embargo, las predicciones que utilizan los datos y tendencias sobre dinámicas naturales, sociales y tecnológicas pueden ofrecer pistas útiles.

Un ejemplo de este tipo de iniciativas es sin duda el proyecto de la urbanización desarrollado por la OTAN, además de los programas enfocados en el combate urbano (incluyendo aspectos desde la doctrina hasta el entrenamiento) en Estados Unidos, Reino Unido, Israel y otros países sobre todo de Europa Occidental. El análisis estratégico también suele ser subcontratado; por ejemplo, la RAND Corporation tiene su propia sección de análisis de la acción militar en las ciudades. A pesar de todo, el análisis estratégico relativo al combate urbano representa solamente una parte minúscula al compararlo con la cantidad de iniciativas tácticas y tecnológicas que actualmente se llevan a cabo en este ámbito.

Tácticas y tecnología

En dirección contraria a las restricciones presupuestarias que afectan a los ejércitos europeos, otros países del mundo están incrementando su potencial militar. Entre esas inversiones el combate en población está recibiendo una atención particular. El combate urbano tiene unas características y limitaciones específicas debido a la naturaleza de las ciudades. Las innovaciones en la capacidad de mando y control, utilizando los avances más recientes en tecnologías de comunicación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento desbordan el alcance del presente análisis. Los objetivos incluyen el diseño de los sistemas de monitorización más eficientes, incluso los drones mejorados utilizando sensores, y nano-tecnologías para perfeccionar la conciencia de la situación (situational awareness) en el denso terreno urbano.

En cuanto al armamento, el desarrollo actual se enfoca en mejorar la precisión, efecto, potencia de fuego y movilidad: aspectos decisivos en el combate urbano. Se ha prestado atención al equipamiento de los soldados para conseguir una armadura (body armor) más ligera pero con mayor capacidad de protección. Además de ello, los aparatos de visión nocturna y los de comunicación tratan de mejorar la eficiencia y reducir el agotamiento físico y mental que es propio del combate urbano. Finalmente, las modificaciones a los vehículos militares tienen como propósito hacerlos más pequeños, eficientes y móviles, capaces de maniobrar en unas calles estrechas, evitar los obstáculos físicos y enfrentarse son el adversario, protegiendo en todo situación a los operadores.

Problemas de complejidad

Según los críticos, existe un problema fundamental en el enfoque principalmente táctico y tecnocrático que ha dominado la actual práctica del combate en las ciudades. El núcleo del problema es que la doctrina del combate urbano sigue viendo la ciudad simplemente como una parte más del terreno operacional, y por ello favorece la táctica de “clear and hold”. Como apuntaba un experto militar canadiense en un congreso del ejército holandés en la Haya, ‘somos muy buenos en limpiar pero seguimos fallando en sostener’.



Joint Chiefs of Staff, Doctrine for Joint Urban Operations JP 3-06, 2002.

Este tipo de doctrina y práctica tiene utilidad cuando se trata de capturar un edificio o un bloque de edificios, pero alcanza sus límites cuando el objetivo consiste en estabilizar y proteger una zona urbana más extensa. Las ciudades, especialmente las grandes, poseen una red compleja de elementos naturales, de infraestructuras, y de entramados sociales con sus constantes interacciones (muchas de ellas intangibles). En otras palabras, la ciudad es un sistema complejo. Los sistemas de este tipo son extremadamente (o imposibles) de controlar en el sentido militar clásico. Como consecuencia, es muy difícil ejercer el control total sobre una ciudad extensa a medio o largo plazo, simplemente porque ninguna fuerza militar dispone hoy de suficientes recursos humanos y técnicos para hacerlo.

Imagen aérea de Fallujah, Iraq. 2009.

El resultado de emplear las tácticas de control urbano consiste muchas veces en “congelar” una parte de la ciudad en cuestión. En su versión extrema, esta forma de combate ha sido etiquetada como “urbicide” (una analogía a “homicide”, aunque en este caso la víctima es la ciudad en conjunto). Los críticos como Stephen Graham han utilizado este término, refiriéndose sobre todo a la política militar-urbana de Israel con respecto a los palestinos. Congelar una ciudad o sus partes mediante la fuerza militar apenas puede conducir a un éxito estratégico a largo plazo.

Teniendo en cuenta la morfología de los conflictos futuros, definida por batallas en un denso terreno urbano, enfrentándose con actores difícilmente distinguibles de la población local, parece conveniente ir pensando en desarrollar nuevas estrategias. Antes de intervenir en un ambiente de este tipo, es necesario entender las redes físicas y sociales que definen la ciudad. El enemigo conoce, utiliza y abusa de esas redes, aunque son las mismas que sostienen la ciudad como tal. Por ello, el objetivo debería ser en maximizar la precisión y la discriminación durante el enfrentamiento, y hacer lo posible para minimizar la disrupción de las interacciones cotidianas (información, energía, tráfico de materias y personas, etc.). Estas últimas forman la base de la resiliencia urbana, inherente en las ciudades e indispensable para garantizar su funcionamiento y la seguridad a largo plazo.

Editado por: Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI). Lugar de edición: Granada (España). ISSN: 2340-8421.

jueves, 14 de abril de 2016

BIOTERRORISMO: LA AMENAZA EN EL CONTINENTE AMERICANO

ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD - El riesgo del terrorismo biológico, químico y radiológico en las Américas es bien conocido, y el terrorismo en el sector agropecuario podría tener grandes repercusiones. A lo largo de la historia ha habido muchos casos en que los suministros alimentarios de la población civil fueron saboteados deliberadamente durante las campañas militares y, más recientemente, para aterrorizar o intimidar a los civiles. 
La contaminación deliberada de los alimentos por agentes químicos, biológicos o radionucleares puede ocurrir en cualquier punto vulnerable de la cadena alimentaria, desde la finca hasta la mesa. Los efectos inmediatos más sobresalientes de las armas biológicas o químicas son la enfermedad y la muerte, las repercusiones económicas y comerciales, la repercusión sobre los servicios de salud pública y las consecuencias sociales y políticas.

Los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos, ya sea espontáneos o deliberados,
se pueden controlar por los mismos mecanismos. La manera más eficiente y eficaz de contrarrestar
muchos tipos de emergencias, incluido el terrorismo alimentario, consiste en adoptar precauciones
sensatas, además de contar con una sólida capacidad de vigilancia y respuesta. El requisito principal
para la detección rápida de una epidemia es contar con un sistema de vigilancia que sea lo bastante
sensible para identificar pequeños conglomerados de casos de la enfermedad. Tales sistemas permiten
identificar todos los brotes de enfermedad, ya sea de origen intencional o espontáneo.

La responsabilidad primaria de la prevención y la respuesta a los actos de terrorismo a menudo recae
sobre las autoridades locales y estatales. La respuesta eficaz se facilita enormemente cuando existen
vínculos fuertes de los ministerios nacionales de agricultura, ganadería y salud con sus homólogos
estatales y locales, y a través de redes internacionales. 

Con este fin, la OPS ha venido colaborando con los Estados Miembros mediante varios programas de cooperación técnica a fin de que fortalezcan su capacidad epidemiológica y de laboratorio para la vigilancia y el control de las enfermedades transmisibles. La OPS ha organizado también redes de laboratorios para la identificación de agentes patógenos específicos y para el diagnóstico de las enfermedades emergentes y reemergentes. 

Antecedentes
La guerra biológica no es un fenómeno reciente. A lo largo de la historia hay muchos ejemplos del uso de agentes biológicos letales o debilitantes contra los enemigos. Dada la relativa facilidad de uso de los ataques biológicos, sorprende que hayan ocurrido pocos incidentes nacionales e internacionales de bioterrorismo agropecuario. Si bien son miles los productos químicos tóxicos y los microorganismos patógenos que se han investigado por su posible utilidad como armas, pocos han resultado satisfactorios; y son menos aun los que se han transformado en armas y se han usado en realidad. Algunos de estos se resumen en los cuadros 1 y 2.
Cuadro 1. Agentes del bioterrorismo

Categoría A 
Microorganismos que entrañan un riesgo para la seguridad nacional porque pueden diseminarse o
transmitirse fácilmente de persona a persona; dan lugar a tasas de mortalidad elevadas y pueden ocasionar importantes efectos en la salud pública; podrían causar pánico entre la gente y
trastornos sociales; y requieren medidas especiales para los preparativos de salud pública.
Carbunco (Bacillus anthracis)
Botulismo (toxina de Clostridium botulinum)
Peste (Yersinia pestis)
Viruela (viruela mayor)
Tularemia (Francisella tularensis)
Fiebres hemorrágicas víricas
(filovirus [por ej., del Ébola, de Marburgo] y arenavirus [por ej., de Lassa, de Machupo])

Categoría B 
Agentes que son moderadamente fáciles de propagar; causan morbilidad moderada y mortalidad baja; y requieren un perfeccionamiento específico de la capacidad de diagnóstico y vigilancia de enfermedades.
Brucelosis (Brucella sp.)
Toxina épsilon de Clostridium perfringens
Amenazas para la inocuidad de los alimentos (por ej., Salmonella sp., Escherichia coli O157: H7, Shigella)
Muermo (Burkholderia mallei)
Melioidosis (Burkholderia pseudomallei)
Psitacosis (Chlamydia psittaci)
Fiebre Q (Coxiella burnetii)
Toxina ricínica de Ricinus communis (semillas del ricino)
Enterotoxina estafilocócica B
Tifus (Rickettsia prowazekii)
Encefalitis vírica (alfavirus [por ej., de la encefalitis equina venezolana, de la encefalitis equina del Este, de la encefalitis equina del Oeste])
Amenazas para la inocuidad del agua (por ej., Vibrio cholerae, Cryptosporidium parvum)

Categoría C
Agentes patógenos emergentes que, a causa de su disponibilidad, podrían modificarse genéticamente
para su propagación masiva; facilidad de producción y propagación; y potencial de morbilidad y
mortalidad altas e importantes efectos sobre la salud. 
Ejemplos: amenazas de enfermedades infecciosas emergentes como el virus de Nipah y los hantavirus Fuente: http://www.bt.cdc.gov/Agent/agentlist.asp

Cuadro 2. Agentes patógenos animales que podrían usarse como armas biológicas

Agentes patógenos que se han convertido o pueden convertirse en armas
Peste porcina africana
Carbunco
Fiebre aftosa
Peste porcina clásica
Psitacosis
Peste bovina
Tripanosomiasis
Poxvirus

Otros agentes patógenos que pueden convertirse en armas
Enfermedad de equinos africanos
Influenza aviaria
Fiebre catarral ovina
Encefalopatía espongiforme bovina
Pleuroneumonía bovina contagiosa
Enfermedad de la piel granulosa
Enfermedad de Newcastle
Paratuberculosis
Peste de rumiantes pequeños
Seudorrabia
Fiebre del Valle del Rift
Viruela de ovinos y caprinos
Enfermedad vesicular porcina
Estomatitis vesicular

Fuente: Norm Steel. Econoterrorism: U.S. Agricultural Productivity, Concentration and Vulnerability to Biological Weapons. Unclassified Defense Intelligence Assessment for DOD [Department of Defense] Futures Intelligence Program, January 14, 2000.

Ha habido sólo 222 incidentes relacionados con el bioterrorismo en un período de cien años, y en sólo 24 casos se han confirmado los ataques, lo que arroja un promedio de uno cada cuatro años en todo el mundo. Catorce de los veinticuatro casos confirmados de bioterrorismo o biodelitos están relacionados con los alimentos y el sector agropecuario; de esos casos, 11 consistieron en intoxicación alimentaria, y sólo tres estuvieron dirigidos a animales o plantas con valor comercial. De los 222 incidentes documentados, sólo seis están claramente vinculados a los ataques contra plantas y animales de valor comercial. Además, sólo un ataque dio lugar a un gran número de víctimas humanas: la contaminación de alimentos con Salmonella por la secta rajneesh en Oregon, en 1984.

Consecuencias del uso de armas biológicas o químicas

Consecuencias a corto plazo
El efecto inmediato más destacado de las armas biológicas o químicas es el gran número de víctimas que pueden causar, y esta característica determina la mayoría de las estrategias de preparativos. La posibilidad de desbordar los recursos y la infraestructura médicos se amplifica por el hecho de que la reacción psicológica de la población civil a un ataque biológico o químico probablemente sea mucho más grave que la causada por un ataque con armas convencionales.

Consecuencias a largo plazo
Las posibles consecuencias a largo plazo del uso de las armas biológicas o químicas, incluidos los efectos sobre la salud retardados, prolongados y mediados por el ambiente, mucho tiempo después del tiempo y el lugar en que se usaron las armas, generalmente han recibido menos atención en la bibliografía que las consecuencias a corto plazo más obvias mencionadas anteriormente. Algunos agentes biológicos y químicos pueden causar afecciones físicas o mentales permanentes o que no se
manifiestan sino meses o años después de que se usaron las armas. Las consecuencias a largo plazo para la salud de la liberación de agentes biológicos o químicos pueden ser enfermedades crónicas, efectos retardados, nuevas enfermedades infecciosas que se tornan endémicas y efectos mediados por cambios ecológicos. Los efectos a largo plazo no previstos de dichos agentes pueden resultar más nocivos que los efectos inmediatos.

Aspectos de guerra psicológica
Aparte de su capacidad de causar lesiones y enfermedades físicas, los agentes biológicos y químicos pueden usarse como un medio de guerra psicológica debido al horror y el terror que pueden inspirar. Aunque no se usen en realidad esos agentes, el temor que suscitan puede causar alteraciones del orden social, incluido el pánico colectivo. Cabe prever que esos efectos empeoren como consecuencia de los relatos exagerados con relación a las armas biológicas y químicas que pueden surgir de ciertos
círculos.

El bioterrorismo como una nueva amenaza para la seguridad alimentaria
El sector agropecuario es parte esencial de la infraestructura nacional. Las actividades agropecuarias son la fuerza impulsora del suministro y la inocuidad de los alimentos de un país, que son los dos componentes principales de la seguridad alimentaria. La contribución general de dicho sector al producto interno bruto (PIB) en los países del continente americano varía desde 2% hasta 32%. El sector alimentario y agropecuario es a menudo el empleador más grande de una nación. 
El multiplicador económico de un producto básico agropecuario es una medida de la actividad económica total asociada con ese producto; refleja el valor del producto básico que sale de una
explotación agropecuaria más el valor que se acumula con el transporte, la comercialización y la elaboración ulteriores. En los Estados Unidos, por ejemplo, el Departamento de Comercio ha llegado a la conclusión de que el multiplicador económico de los productos básicos agropecuarios exportados por el país es de 20 a 1; compárese esta cifra con un multiplicador de menos de 2 a 1 para las ventas internas de las cosechas nacionales de cultivos (y la fabricación de los principales sistemas de armamento) y menos de 3 a 1 para las ventas pecuarias nacionales.

Hay cinco posibles blancos del bioterrorismo agropecuario:
• los cultivos del campo;
• los animales domésticos;
• los productos alimenticios en la cadena de elaboración o distribución;
• los alimentos preparados que se venden al por mayor o al por menor; y
• los establecimientos agropecuarios, incluidas las fábricas, los locales de almacenamiento, los punto de venta al por mayor y al por menor, los elementos de la infraestructura de transporte y los laboratorios de investigación.

La integración vertical generalizada de la industria alimentaria facilita la propagación geográfica de los agentes patógenos. Este problema se agrava por que muchas industrias alimentarias al por menor actualmente no han implantado procedimientos para prevenir la contaminación de los alimentos por los terroristas.

Podría ser difícil distinguir un ataque bioterrorista de un brote natural de enfermedades de los animales o las plantas, lo cual daría protección a un terrorista. Por comparación con los ataques contra los seres humanos, los ataques contra la agricultura y la ganadería son menos peligrosos para los autores. Es más seguro trabajar con agentes patógenos de plantas y animales que con agentes patógenos humanos. También es más fácil obtener y desplegar agentes biológicos contra plantas y animales que contra los seres humanos.

Las pérdidas económicas por un ataque contra los sistemas alimentarios provendrían de varias consecuencias interrelacionadas, como son:
• pérdidas directas de productos agropecuarios básicos por efecto de las enfermedades,
• costos del diagnóstico y la vigilancia,
• destrucción necesaria de los cultivos y animales contaminados para contener las enfermedades,
• costos de la eliminación de las plantas y animales muertos, 
• daño a la confianza de los consumidores y el público,
• necesidad de una cuarentena prolongada de las zonas infestadas,
• pérdidas en las exportaciones y por las restricciones de comercio, y
• trastorno de los mercados de productos básicos.

Cuando uno considera las consecuencias económicas y sociales del brote natural de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en Gran Bretaña en los años noventa, las posibles repercusiones de un acto bioterrorista bien coordinado y dirigido cobran la debida perspectiva. La EEB ya le ha costado a Gran Bretaña entre US$ 9.000 millones y $14.000 millones en concepto de indemnizaciones a los ganaderos y los empleados despedidos, y al menos otros $2.400 millones en pérdidas de los mercados de exportación. Estos costos siguen aumentando porque la confianza en la carne vacuna británica se ha minado gravemente; será sumamente difícil recuperar la confianza de la gente.

Amenazas terroristas para la inocuidad de los alimentos
A lo largo de la historia ha habido muchos casos en que los suministros alimentarios de la población civil fueron saboteados deliberadamente durante las campañas militares y, más recientemente, para aterrorizar o intimidar a los civiles. La contaminación deliberada de los alimentos por agentes químicos, biológicos o radionucleares puede ocurrir en cualquier punto vulnerable de la cadena alimentaria, desde la finca hasta la mesa, lo cual depende del tipo de alimento y del agente. La
contaminación malintencionada de los alimentos con fines terroristas es una amenaza real y actual, y la contaminación deliberada de los alimentos en un sitio determinado podría tener consecuencias mundiales de salud pública. Los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos, tanto espontáneos como deliberados, pueden ser controlados por los mismos mecanismos.

La manera más eficiente y eficaz de contrarrestar muchos tipos de emergencias, incluido el terrorismo alimentario, consiste en adoptar precauciones sensatas, además de contar con una sólida capacidad de vigilancia y respuesta. Los Estados Miembros de la OPS/OMS deberían considerar la conveniencia de incorporar en los programas existentes para controlar la producción de alimentos aptos para el consumo la posibilidad de actos de sabotaje alimentario. También deberían fortalecer los sistemas existentes de control de enfermedades transmisibles para lograr que los sistemas de vigilancia, preparativos y respuesta sean suficientemente sensibles para hacer frente a la amenaza de cualquier emergencia en materia de inocuidad de los alimentos. El establecimiento y fortalecimiento de tales sistemas y programas aumentará la capacidad de los Estados Miembros de reducir la carga cada vez mayor de las enfermedades transmitidas por los alimentos y les ayudará a afrontar la amenaza del terrorismo alimentario.

Las actividades emprendidas por los Estados Miembros deben ser proporcionales a la magnitud de la amenaza, y los recursos deberán asignarse según las prioridades. Aunque la prevención nunca es completamente eficaz, constituye la primera línea de defensa. La clave para prevenir el terrorismo alimentario es el establecimiento y perfeccionamiento de los programas vigentes de gestión de la inocuidad de los alimentos y la aplicación de medidas de seguridad razonables. La prevención se logra mejor mediante la cooperación entre el gobierno y la industria, dada que los medios principales
para reducir al mínimo los riesgos alimentarios recaen sobre la industria alimentaria.

Posibles efectos del terrorismo alimentario

Enfermedades y muerte
La posible repercusión del consumo de alimentos contaminados en la salud humana, como resultado de actos de sabotaje, puede inferirse de los informes de brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos que no han sido intencionales. Por ejemplo, entre los incidentes más grandes y mejor documentados figura un brote de infección por Salmonella typhimurium en 1985, que afectó a 170.000 personas y fue causado por la contaminación de la leche pasteurizada de una fábrica de productos lácteos en los Estados Unidos. En 1991, un brote de hepatitis A asociada con el consumo
de almejas en Shanghai (China) afectó a casi 300.000 personas; este podría ser el incidente más grande de enfermedades transmitidas por los alimentos en la historia. 
En 1994, un brote de infección por Salmonella enteritidis ocasionado por la contaminación de una mezcla líquida pasteurizada para preparar helados que se transportó en camiones cisterna, enfermó a 224.000 personas en 41 estados de este último país. En 1996, cerca de 8.000 niños enfermaron, e incluso hubo algunas muertes, en Japón a causa de la infección por Escherichia coli O157: H7 proveniente de los retoños de rábano contaminados que se sirvieron en los almuerzos escolares. Si un brote no intencional ocasionado por un solo alimento, como las almejas, puede afectar a 300.000 personas, un ataque concertado y deliberado podría acarrear efectos devastadores, especialmente si se emplean varios agentes químicos, biológicos o radionucleares peligrosos. 
Evidentemente, los posibles efectos sobre la salud de un ataque terrorista deben tomarse en serio por la comunidad de la salud pública y por los responsables de evaluar y contrarrestar las amenazas terroristas. 

Efectos económicos y comerciales
La contaminación deliberada de los alimentos también puede tener consecuencias económicas enormes, aunque el episodio sea relativamente menor. En realidad, los daños económicos pueden ser el motivo primario de un acto deliberado dirigido contra un producto, fabricante, industria o país. En realidad, no es necesario que haya un gran número de víctimas para causar pérdidas económicas y trastornos generalizados del comercio. Las amenazas de extorsión dirigidas contra determinadas organizaciones, en particular del sector comercial, son más comunes de lo que generalmente se cree.

Repercusión sobre los servicios de salud pública
Las enfermedades transmitidas por los alimentos, sean intencionales o espontáneas, también pueden paralizar los servicios de salud pública. Si bien el ataque de 1995 con gas neurotóxico contra los pasajeros del metro de Tokio no fue una enfermedad transmitida por los alimentos, ilustra claramente los efectos de un ataque terrorista coordinado contra una población desprevenida. Ese ataque  sumamente divulgado causó 12 muertes y obligó a 5.000 personas a buscar atención médica. La respuesta al incidente fue inmediata y masiva, con la participación de 131 ambulancias, el despacho de 1364 técnicos de emergencias y el traslado de 688 personas a los hospitales por los servicios de
emergencia médicos y de los bomberos. Más de 4.000 personas acudieron ellas mismas a los hospitales y consultorios médicos. Muchos países no tienen la capacidad de responder a tales emergencias masivas. Los establecimientos de servicios de salud pública pueden sobrecargarse excesivamente y afrontar dificultades para hacer frente a este tipo de emergencias y prestar atención continua. Aunque muchos países cuentan con algún plan de respuesta de emergencia, este generalmente no incluye aspectos de inocuidad de los alimentos. Esta deficiencia en los preparativos podría conducir al diagnóstico erróneo, estudios de laboratorio incorrectos y la imposibilidad de identificar e incautarse de los alimentos afectados. A su vez, todo esto debilitaría o incluso impediría una respuesta eficaz a un incidente de sabotaje de alimentos.

Implicaciones sociales y políticas.
Los terroristas pueden tener una variedad de motivos, desde la venganza hasta la desestabilización política. Pueden tomar como blanco a la población civil para crear pánico y amenazar el orden social. Como se pudo comprobar por la respuesta al envío por correo de sobres que contenían Bacillus anthracis en los Estados Unidos, la propagación limitada de agentes biológicos por medios sencillos, que causa pocos casos de enfermedad, puede ocasionar considerables trastornos públicos y generar gran ansiedad en la población. El temor y la ansiedad pueden contribuir a disminuir la confianza en el sistema político y el gobierno, motivo por el cual pueden dar lugar a la desestabilización política. Cuando los efectos son económicos y conducen a la pérdida de  ingresos para algunos sectores de la sociedad, la repercusión política puede empeorar. Por último, aunque es poco probable que se pueda contaminar todo el suministro de alimentos, en caso de escasez alimentaria esta podría empeorar a consecuencia de la contaminación deliberada, lo cual repercutiría en la estabilidad política y social.

Reducción de los riesgos

Vigilancia, preparativos y respuesta
Es muy poco probable que los actos de terrorismo alimentario pueden evitarse por completo; y es aún menos probable, por no decir imposible, evitar los engaños y falsas alarmas. Gran parte de los conocimientos científicos necesarios para obtener agentes químicos y biológicos que podrían usarse para contaminar deliberadamente los alimentos es de dominio público. Sin embargo, las precauciones sensatas, sumadas a sistemas eficaces de vigilancia, preparativos y respuesta, pueden hacer mucho por contrarrestar el terrorismo alimentario. Si bien la mayor parte de la capacidad de prevenir las
emergencias relacionadas con la inocuidad de los alimentos reside dentro de la industria alimentaria, los gobiernos tienen la gran responsabilidad de detectar y responder a los incidentes reales o a las amenazas de terrorismo alimentario, así como a otras emergencias en esta esfera. Los actos encubiertos o manifiestos de terrorismo alimentario deben primero detectarse mediante la vigilancia y otros sistemas de alerta, antes de poder echar a andar una respuesta.

El requisito principal para la detección rápida de una epidemia es contar con un sistema de vigilancia que sea lo bastante sensible para identificar pequeños conglomerados de la enfermedad. Esos sistemas permiten identificar todos los brotes de enfermedad, sean o no intencionales, pero no necesariamente la enfermedad ni su modo de transmisión. Los sistemas de vigilancia también proporcionan información acerca de la frecuencia y la magnitud prevista de diversos brotes de enfermedades; por lo tanto, brindan un punto de comparación para identificar los conglomerados extraños de casos que quizá revelen un incidente terrorista.

La detección temprana de enfermedades secundarias al terrorismo alimentario encubierto depende de los sistemas sensibles de vigilancia de las enfermedades transmisibles a los niveles local y nacional, con estrecha cooperación y comunicación entre médicos, laboratorios y profesionales de la salud pública. Muchos Estados Miembros mantienen sistemas de vigilancia de las enfermedades transmisibles, que son iniciativas de colaboración basadas en sistemas de vigilancia pasiva o activa y a menudo incluyen el requisito de la notificación obligatoria de ciertas enfermedades y los agentes
patógenos correspondientes. 

Los países necesitan examinar sus sistemas de vigilancia en lo que se refiere a la capacidad de reconocer las emergencias rápidamente. Los países con sistemas muy exactos pero lentos deben fortalecerlos para permitir la detección rápida de los incidentes de terrorismo alimentario. La contaminación deliberada de los alimentos puede ser muy difícil de reconocer, especialmente si el agente es poco común y los síntomas no son claros.

Laboratorios
La identificación rápida de los agentes causales durante la investigación de brotes de enfermedades sin causa aparente suele depender de que se solicite la prueba apropiada al laboratorio de diagnóstico. Los médicos que se percatan de la existencia de enfermedades transmitidas por los alimentos deben poder consultar al sector de salud pública para obtener asesoramiento. La capacidad de identificar la causa de un conglomerado de casos de enfermedad como un acto terrorista alimentario depende tanto
de las circunstancias del incidente como de la sensibilidad de los procedimientos de investigación. La respuesta rápida depende de que haya enlaces eficaces con laboratorios dotados de la capacidad de identificar diversos agentes transmitidos por los alimentos, incluso los poco frecuentes. Esos laboratorios deben tener personal capacitado y métodos analíticos apropiados para detectar agentes químicos, biológicos o radionucleares en los alimentos y en las muestras humanas.

Investigaciones epidemiológicas
Los objetivos de la investigación epidemiológica de un brote son los mismos tanto si este obedece a la contaminación no intencional o a la contaminación subrepticia de los alimentos. La identificación del agente causal, el vehículo y el modo de la contaminación es el aspecto más importante de la investigación, pues facilita el tratamiento oportuno de las personas expuestas y el retiro de la circulación de los alimentos contaminados. Puede ser necesario fortalecer la capacitación de los
epidemiólogos para incluir los aspectos alimentarios y los agentes transmitidos por los alimentos. 
Las investigaciones epidemiológicas deben incluir una definición de caso, la búsqueda de casos y la reunión y evaluación de los datos acerca de la posible exposición en diversos lugares. Se deben realizar estudios de casos y testigos para identificar vehículos alimentarios específicos. Las investigaciones también deben incluir la recogida de muestras de laboratorio; el transporte y procesamiento de las muestras; la recopilación de informes acerca de las fuentes de contaminación; y la coordinación con las fuerzas del orden, las autoridades de reglamentación de la inocuidad de los alimentos, y los organismos de respuesta médica de emergencia. 

Instrumentos de investigación
Las redes informatizadas para la comparación de los serotipos bacterianos podrían permitir el reconocimiento rápido de cepas con huellas dactilares de ADN idénticas, lo cual indica la exposición a una fuente común y permite el reconocimiento rápido de cualquier conexión entre casos dispersos por distintos lugares.

Temas fundamentales que se deben abordar
Dado que la responsabilidad principal de la prevención y la respuesta a los actos de terrorismo a menudo recae sobre las autoridades locales y estatales, un plan estratégico tiene que abordar la coordinación y las asociaciones de trabajo entre los organismos nacionales y las autoridades locales. Esto se facilitará enormemente mediante la forja de vínculos fuertes de los ministerios nacionales de agricultura, ganadería y salud con sus homólogos provinciales y locales, así como con los servicios de información, las fuerzas del orden y el poder judicial, sin olvidar las relaciones internacionales y la
diplomacia.

En muchos aspectos, las alianzas más importantes se forjarán con el sector privado, en particular con el sector agroindustrial, que es el blanco más probable de un acto terrorista. Los componentes clave del sector privado que deben participar son los productores de cultivos, ganado, aves de corral y acuicultura. Aunque será importante involucrar a las empresas destacadas que tienen una participación estratégica en el mercado, el criterio más eficaz consiste en colaborar con organizaciones nacionales de productores de productos básicos que representan los intereses generales de sus agremiados, tienen personal sobre el terreno y a menudo están involucradas en asuntos del gobierno y actividades de cabildeo.

Conclusiones
El fortalecimiento de la capacidad nacional de salud pública para detectar y responder con prontitud a los casos o brotes de enfermedades infecciosas que tienen el potencial de propagarse masivamente, así como el mejoramiento de los mecanismos para el intercambio de información entre los países, son sin duda las medidas más importantes para reducir la posibilidad de la propagación internacional de las armas biológicas y el bioterrorismo.

Con este fin, la OPS ha venido colaborando mediante varios programas de cooperación técnica con los Estados Miembros a fin de que estos fortalezcan su capacidad epidemiológica y de laboratorio para la vigilancia y el control de las enfermedades transmisibles, y ha organizado redes de laboratorio para la identificación de determinados agentes patógenos así como de las enfermedades emergentes y
reemergentes. Las medidas adicionales preventivas y de respuesta se resumen en el cuadro 3. 

Cuadro 3. Elementos que deben considerarse en los programas preventivos y de respuesta contra el bioterrorismo

Elementos preventivos
• programas de información especial (identificar posibles amenazas y a los autores de estas; comprender las motivaciones; predecir el comportamiento; y considerar la conveniencia de actuar anticipadamente)
• programas de monitoreo (detectar y seguir el rastro de determinados agentes patógenos y enfermedades)
• investigación dirigida ex profeso
• persuasión moral (desalentar el uso de armas biológicas)
• tratados, protocolos y convenios internacionales (incluidos programas eficaces de comprobación)
• estrategias de ataque preventivo, disuasión
• creación de resistencia específica a determinados agentes en el ganado, las aves de corral y los cultivos
• vacunación contra los agentes específicos de las armas biológicas
• modificación, según convenga, de las prácticas alimentarias y agropecuarias vulnerables, para reducir al mínimo las repercusiones de los actos terroristas
• educación y adiestramiento de los organismos nacionales, estatales y locales en ejercicios de simulación de emergencias
• sensibilización del público mediante programas educativos.

Elementos de respuesta
• tratamiento de las consecuencias (también se incluye en varias de las acciones siguientes)
• detección y predicción tempranas de las características de la propagación
• detección temprana de los agentes específicos de las armas biológicas, los mecanismos de liberación, los puntos de partida y los blancos
• actuación temprana para atajar la propagación y reducir al mínimo la infección 
• epidemiología
• pautas de tratamiento
• atención de las víctimas (incluido el desecho de los cadáveres de animales y la descontaminación)
• respuestas diplomáticas
• respuestas militares
• respuestas jurídicas
• respuestas económicas
• indemnización por las pérdidas 
• abordaje de las consecuencias económicas (incluido el daño a las exportaciones y a los mercados de productos básicos)
• educación y adiestramiento de los organismos nacionales, estatales y locales en ejercicios de simulación de emergencias
• sensibilización del público mediante programas educativos. 

Referencias
World Health Organization. Terrorist Threats to Food: Guidance for Establishing and Strengthening Prevention and Response Systems. Ginebra: OMS; 2002. 
(http://www.who.int/fsf/Documents/Terrorism_&_food_En.pdf)
World Health Organization. Public health response to biological and chemical weapons.
Ginebra: OMS; 2001. (http://www.who.int/emc/book_2nd_edition.htm)
Parker HS. Agricultural bioterrorism: a federal strategy to meet the threat. McNair Paper 65. Washington, DC: Institute for National Strategic Studies, National Defense University; 2002. (http://www.ndu.edu/inss/macnair/mcnair65/McN65cont.html)

Fuente: http://bvs1.panaftosa.org.br/local/file/textoc/rimsa13-18-s.pdf
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