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miércoles, 12 de agosto de 2015

Un avance simultáneo en los dos objetivos de Pekín


Por Neil Irwin  | The New York Times - Vía diario La Nación.

NUEVA YORK.- Hay dos cosas que el gobierno de China quiere con desesperación. Primero, niveles altos de crecimiento y empleo, para mantener cierto equilibrio económico. Segundo, que su moneda, el renminbi o yuan, se convierta en una divisa de alcance mundial que ayude a impulsar las objetivos diplomáticos del país y a consolidar la centralidad de China para la economía mundial.

Muchas veces, esos dos objetivos entran en conflicto. Pero ayer China logró un avance simultáneo en ambos frentes. Eso explicaría las resonantes noticias que llegan desde Pekín y que señalan que el gobierno cambiará la forma en que maneja el yuan para que la cotización de esa moneda responda más fielmente a las fuerzas del mercado.

El resultado inmediato fue una devaluación del 1,8% frente al dólar. Para el yuan se trata de una fluctuación importante, si se toma en cuenta que hasta ahora la política del gobierno era mantener una estricta franja cambiaria, cuyo cumplimiento quedaba garantizado por las restricciones legales a la transferencia de capitales y por los billones de dólares de reservas internacionales que tiene el país. En una ronda de operaciones normal, el yuan solía moverse apenas unos pocos centésimos hacia arriba o hacia abajo respecto del dólar.

Pero un 2% de caída en el valor de la moneda, aunque comparativamente grande, no representa un verdadero problema. Durante el último año, el dólar se valorizó un 22% frente al euro, y el yen su hundió un 24% frente al dólar entre fines de 2012 y principios de 2013. Lo fascinante de la jugada de Pekín es que revela el enfoque que le ha dado China a su política monetaria y su economía, y el rol a futuro de ese país en el sistema financiero global.

La economía china indudablemente atraviesa un momento difícil, o tal vez algo peor. Los índices de crecimiento de dos dígitos van quedando en el pasado y el modelo de crecimiento impulsado por la dupla inversión-exportaciones parece agotarse. La estrepitosa caída de la bolsa en los últimos meses termina de complicar el panorama. Además, están los costos ocultos de la estrategia del gobierno de mantener el yuan dentro de una franja cambiaria frente al dólar, lo que ha implicado que China no haya podido utilizar la devaluación, una herramienta crucial que usan los países cuando sus economías pierden fuerza.

Anteayer, el yuan se ubicaba más o menos en la misma cotización frente al dólar que a mediados de diciembre. Pero durante ese lapso el precio de la divisa norteamericana subió un 8,7%, lo que implica que el dólar, y por extensión el yuan, subieron juntos frente a las monedas de otros países desarrollados. Sujetar el valor de la moneda local al precio del dólar tuvo sus beneficios, pero en el último año los costos de esa estrategia fueron elevados: el aumento del yuan frente a la moneda de sus competidores y socios, justo en momentos en que los cimientos de la economía china piden que el yuan se deprecie.

Mientras tanto, China busca ocupar un rol de mayor liderazgo en la economía global, y una parte importante de esa estrategia es consolidar el yuan como moneda de reserva internacional. El dólar y el euro tienen un alcance y una utilidad que exceden ampliamente las fronteras de sus países emisores. China quisiera que el yuan tuviera una influencia similar para el comercio y las finanzas, especialmente en Asia.

Pero no es posible convertirse en una moneda de reserva mundial con la cantidad de restricciones que China insiste en aplicar. El dólar no tendría la centralidad que tiene en las finanzas globales si el gobierno de Estados Unidos declarara ilegal cambiarlo por otras monedas, con prohibiciones legales y una intervención agresiva para impedir que su valor fluctúe en respuesta a las fuerzas del mercado. En otras palabras, China quiso algunos de los importantes beneficios diplomáticos que se derivan de un yuan fuerte, pero sin pagar el precio internamente.

Hace apenas una semana, el FMI dijo que el yuan no estaba listo aún para pasar a integrar la canasta de monedas que la institución usa para "derechos especiales de giro", un fondo de reserva conformado actualmente por una mezcla de dólares, euros, yenes y libras. Christine Lagarde, directora del FMI, dijo que la moneda china debería ser "de uso más libre". Ayer, con su cambio de política monetaria, Pekín dio un importante paso en ese sentido.

Pero eso no implica que la movida no tenga sus costos. Un yuan más barato significa más inflación y un aumento de la carga en dólares que adeudan las empresas, lo que podría desatar una nueva ola de cierres y bancarrotas. Tal vez lo más importante sea el largo plazo, ya que si China libera la cotización de su moneda, también estará renunciando a una herramienta crucial que el gobierno ha utilizado para protegerse de las fluctuaciones de la economía global. Los dirigentes chinos se negaban a renunciar a ese poder, por eso el anuncio de ayer causó tanta conmoción en los mercados del mundo.

Pero no todos los días un cambio de política ayuda a alcanzar dos grandes objetivos nacionales al mismo tiempo. Y al parecer, cuando vieron la oportunidad, los líderes de China estuvieron dispuestos a ceder una pequeña cuota de poder, con la esperanza de obtener mejores resultados internos y de ocupar un rol más protagónico en el sistema financiero internacional.

Traducción de Jaime Arrambide

lunes, 27 de julio de 2015

China amplía su poder y hace sentir su peso

Por Keith Bradsher y Clifford Krauss  |  The New York Times
Con nuevas inversiones y exigencias, inicia una política más agresiva
La represa hidroeléctrica que está construyendo China en Ecuador. Foto: NYT 

EL CHACO, Ecuador.- Allí donde los Andes se unen con el Amazonas, unos 1000 ingenieros y trabajadores chinos vierten concreto para una represa y un túnel de 24 kilómetros. El proyecto, de US$ 2200 millones, surtirá con agua de río a ocho gigantescas turbinas chinas, que producirán suficiente electricidad para iluminar una tercera parte de Ecuador.

Cerca del puerto de Manta, en el Pacífico, bancos chinos están en negociaciones para otorgar un préstamo de US$ 7000 millones destinados a la construcción de una refinería que convertiría a Ecuador en un actor clave en la producción de derivados de petróleo a nivel global. Los bancos estatales chinos ya invirtieron US$ 11.000 millones en Ecuador, y el gobierno pide más.

Ecuador es un país con poco peso en el escenario mundial. Sin embargo, la rápida expansión de la presencia china dice mucho sobre el cambiante orden global, ya que Pekín avanza y Washington, gradualmente, pierde terreno. Aunque China ha ocupado un lugar preponderante en la economía mundial durante décadas, ahora ejerce su peso financiero en el mundo con la confianza y los objetivos de una superpotencia.

Pekín ahora está afianzando agresivamente su influencia económica para ganar aliados diplomáticos, invertir su vasta riqueza, promover su moneda y garantizar acceso a los recursos naturales que tanto requiere. Se trata de una nueva fase de la evolución de China. A medida que la riqueza de esta nación aumenta y sus necesidades cambian, el presidente Xi Jinping y otros líderes de gobierno buscan que China extienda su alcance a escala global.

Se espera que muy pronto la moneda china, el renminbi, sea reconocida como una divisa de reserva mundial, para formar parte de la élite monetaria junto con el dólar, el euro, la libra esterlina y el yen. El banco de desarrollo estatal de China ya supera al Banco Mundial en créditos internacionales. Y su esfuerzo por crear una institución con fondos internacionales para financiar proyectos de transporte e infraestructura cuenta con el apoyo de 57 países, incluyendo varios de los aliados más cercanos de Estados Unidos, a pesar de la oposición del gobierno de Obama.

Ni la actual depresión de la Bolsa podrá hacer flaquear la determinación del país. China tiene aproximadamente 4 billones de dólares en reservas, que está resuelta a invertir en el extranjero para obtener ganancias y ejercer su influencia.

El creciente poder económico de China coincide con una política exterior cada vez más asertiva; ahora construye portaaviones, submarinos nucleares y aviones cazas furtivos. En el mar, donde lleva a cabo varias disputas territoriales, China está convirtiendo los arrecifes y atolones cercanos al sur de Filipinas en islas artificiales, con al menos una pista de aterrizaje capaz de recibir a los aviones militares más grandes. Estados Unidos objeta esta maniobra: ya realizó vuelos de inspección en el área y analiza enviar buques de guerra.

Los líderes chinos consideran que la inversión en el extranjero es simbiótica. "La actual cooperación industrial entre China y América latina llega en un momento preciso", expresó el primer ministro Li Keqiang durante una visita a Chile a fines de mayo. "China cuenta con capacidad de fabricación de equipo y tecnología integrada a precios competitivos, mientras que América latina tiene la demanda de expansión de infraestructura y actualización industrial", agregó.

No obstante, este despliegue de fuerza financiera también vuelve más vulnerable a China, y al resto del mundo. Desde hace ya un tiempo China es el motor del crecimiento global, pero ahora está asumiendo nuevos riesgos al exponerse a regímenes políticos inestables, mercados emergentes volátiles y otras fuerzas económicas fuera de su control.

Cualquier problema podría impactar el crecimiento de China, en especial en un momento en el que ya se está desacelerando. Los recientes tropiezos en la Bolsa de Valores del país añadieron presión, ya que el gobierno está tomando medidas enérgicas para estabilizar la situación.
Aunque China tiene recursos sustanciales para resistir choques financieros graves, su estabilidad en general es importante. Cuando China sufre un desmayo, los efectos se sienten a nivel mundial, en las empresas, industrias y economías que dependen de este país como motor de crecimiento.

En muchos casos, China va por un camino que Occidente es reacio a recorrer, ya sea por motivos financieros o políticos (o ambos). Luego de haber sido golpeada por las sanciones debido a la crisis con Ucrania, Rusia, que está al borde de una recesión, estrechó sus lazos con China. La lista de acreedores en África y Medio Oriente incluye a varios de los regímenes y economías inestables que podrían tener problemas para pagar los créditos chinos, como Yemen, Siria, Sierra Leona y Zimbabwe.

Consciente de su poderío, China está forzando a los otros países a jugar según sus reglas financieras, lo cual puede resultar oneroso. Muchos países en desarrollo pagan tasas de interés exorbitantes a cambio de créditos, y ceden los derechos sobre sus recursos naturales por años. China es dueña del 90% de las exportaciones petroleras de Ecuador, que se usan básicamente para pagar deuda.

Las normas internacionales limitan la manera en que Estados Unidos y otros países industrializados pueden vincular sus créditos a tales acuerdos, pero China no está obligada a seguir estas normas pues todavía se lo considera un país en desarrollo.Éste es uno de los motivos por los que el esfuerzo de China para construir un fondo internacional de desarrollo, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, se ha enfrentado con la oposición de Estados Unidos. A Washington le preocupa que China cree sus propias reglas, con menores expectativas de transparencia y manejo ambiental.
  
Aunque China ha buscado apaciguar esos temores, su cartera de proyectos en todo el mundo impone condiciones durísimas. Desde 2005, el país ha entregado cerca de 417.000 millones de dólares en contratos de construcción, muchos amarrados a contratos de crédito más amplios.

China también tiene un récord cuestionable en lo que se refiere a seguridad laboral, normas ambientales y gerencia de empresas. Aunque las inversiones chinas han creado empleos en muchos países, los expertos en desarrollo están preocupados pues Pekín está exportando sus peores prácticas.

La influencia de China, en todo caso, es inigualable. Es el comprador más grande de petróleo a nivel mundial, lo que hace que tenga una influencia sustancial en la petropolítica. Es el socio comercial predilecto de cada vez más países, y lleva la delantera ante las naciones occidentales. La inversión extranjera directa de China (el dinero que gasta cada año en el exterior en terrenos, fábricas y otras operaciones comerciales) es la segunda del mundo, después de Estados Unidos. El año pasado superó a Japón.

Las empresas chinas ocupan un lugar crucial en el auge de construcción a nivel global, principalmente financiado por bancos chinos. Están construyendo plantas eléctricas en Serbia, fábricas de vidrio y cemento en Etiopía, viviendas populares en Venezuela y gasoductos en Uzbekistán.

Esta sorprendente evolución sucedió en poco tiempo.

Si bien China progresó económicamente durante el régimen de Mao, sus políticas dejaron al país cada vez más aislado y turbulento. Después de que los comunistas llegaron al poder en 1949, cientos de miles de personas fueron ejecutadas, acusadas de oponerse a la revolución o de poseer demasiados terrenos. Y a finales de la década de 1950, decenas de millones murieron a causa de la hambruna. La Revolución Cultural, que inició en 1966, trajo consigo una década de violencia y estancamiento económico.

Cuando China empezó a abrir su economía en la década de 1970, era una de las naciones más pobres. El gobierno tuvo que luchar para atraer a empresas e inversionistas.

Una de las primeras multinacionales que entraron fue American Motors Corporation, que construyó una fábrica en Pekín. Al principio, el proyecto buscaba producir jeeps para exportarlos a Australia, en lugar de construir autos para consumidores chinos que, en su mayoría, todavía montaban bicicletas.

Para Gerald Meyers, director general de la empresa automotriz en aquella época, el mercado chino no parecía importante. Ni siquiera se molestó en visitar el país. "No le dedicamos muchas conversaciones en nuestra sala de reuniones", dijo, y agregó: "En realidad, estábamos intentando sobrevivir en nuestro mercado nacional."

Hoy en día, China produce dos millones de autos al mes, mucho más que cualquier otro país. Esto refleja la transformación más amplia de su economía, de una sociedad agraria aislada hasta convertirse en un fabricante mundial.

El cambio ha generado mucha riqueza. No obstante, también ha traído nuevas demandas, como el hambre insaciable de energía para sustentar la economía. Esto ha obligado a China a mirar más allá de sus fronteras para invertir esas riquezas y satisfacer sus necesidades.

China está jugando tanto a la ofensiva como a la defensiva. Por su creciente dependencia del petróleo extranjero, los dirigentes chinos ha seguido el ejemplo de Estados Unidos y otras economías grandes en la búsqueda de poseer más campos petrolíferos en el extranjero (o, al menos, poseer el crudo que producen) para garantizar un suministro estable.

En años recientes, las compañías petroleras paraestatales de China han adquirido grandes participaciones en operaciones petroleras en Camerún, Canadá, Kazakhstán, Kirguistán, Irak, Nigeria, Santo Tomé y Príncipe, Sudán, Uganda, Estados Unidos y Venezuela.

"Al utilizar recursos y mercados extranjeros, debemos considerarlo desde la perspectiva de estrategia nacional", dijo el primer ministro Li en 2009, cuando era viceprimer ministro. "Si los recursos provienen principalmente de un país o de un lugar con frecuente inestabilidad, la seguridad económica nacional se verá eclipsada cuando ocurra una emergencia.".

miércoles, 15 de julio de 2015

Los 3 principales cambios que afectarán a Oriente Medio tras el histórico acuerdo iraní

(RT.com) - Las potencias mundiales e Irán han llegado a un acuerdo para frenar el programa nuclear de Irán al menos durante 10 años a cambio de miles de millones de dólares que habrán de aliviar las sanciones internacionales. La concreción de este acuerdo histórico largamente esperado es, en realidad, solo el comienzo de los cambios que aguardan a la región, opina el conocido politólogo estadounidense Ian Bremmer.
Iran
IranReuters / Raheb Homavandi

Ian Bremmer subraya en su perfil de Facebook que este nuevo y "significativo" paso pone de relieve "la nueva posición de Irán en un orden geopolítico que está en ruinas". En este contexto, Bremmer enumera los tres cambios de mayor calado que tendrán lugar tras el anuncio del acuerdo.

1. "Se calentará la competencia entre el Irán chií y la Arabia Saudita suní, mientras el equilibrio de poder se inclinará hacia Irán", señala el politólogo. Irán va a competir con Arabia Saudita en términos de petróleo y, con el tiempo, esa rivalidad no hará sino aumentar, sobre todo para reducir la presencia de EE.UU. y de la UE en la región.

2. La economía de Irán abrirá oficialmente sus puertas al mundo. "Irán no es sólo un Estado petrolero en Oriente Medio, sino que ofrece a los inversores una economía diversificada, con un mercado de capitales establecido", escribe Bremmer. "Su población es de 80 millones de personas, la segunda mayor en Oriente Medio, y promete una demanda de consumidores a través de sectores tan variados como los viajes y la logística de los productos farmacéuticos y los productos de consumo".

3. "Irán liderará la lucha contra el Estado Islámico (EI)" en un momento en que "Obama no es capaz de enviar militares estadounidenses sobre el terreno". Bremmer señala que, "a pesar de las sanciones económicas y de que el embargo mundial de armas han limitado el sofisticado potencial militar de Irán, la expansión de la influencia iraní y su capacidad económica allanarán el camino para un mayor liderazgo en Defensa en Oriente Medio".

Sobre el telón de fondo de estos cambios, otro factor que hay que tener en cuenta es el futuro de las relaciones entre Washington y Teherán, indica el politólogo. En este sentido, Bremmer ya sugirió que Irán es un área "infravalorada" del mundo y que en los próximos 10 años "las relaciones entre Estados Unidos e Irán, probablemente, estarían más cerca que las de EE.UU. con la mayoría de los Estados del Golfo".

"Estados Unidos e Irán no están a punto de empezar a confiar mutuamente y, ni mucho menos, a volverse grandes amigos. Sin embargo, en el mundo creado por el acuerdo, Irán comienza a importar mucho más que Arabia Saudita y otros aliados antiguos de Estados Unidos", sostiene.

martes, 9 de junio de 2015

China, en expansión: el poder militar de Pekín alcanza el Cuerno de África

Por Mateo Herrera  | China Files
Negocia la instalación de una base naval en Djibouti, ubicado en un punto estratégico
 
PEKÍN.- Si no fuera por su ubicación geográfica, Djibouti probablemente estaría arruinado. A pesar de ser uno de los países menos desarrollados del Cuerno de África, con un índice de desempleo que supera el 60%, Francia, Estados Unidos y Japón, entre otras potencias, pagan enormes sumas al gobierno por permitirles mantener bases militares permanentes en su territorio. Ahora, los chinos también quieren una porción de la torta y negocian una base en la ciudad de Obeck.

"Djibouti está en un punto estratégico entre el Mar Rojo y el Golfo de Adén, una zona en donde China ha participado en misiones antipiratería por varios años", explicó Lyle Morris, asociado de proyectos de la Corporación RAND y autor de varias publicaciones sobre las relaciones entre China y África.

El pequeño Estado musulmán, de unos 23.000 km2 y 820.000 habitantes, estuvo bajo control francés hasta 1977, y hoy muchas de las bases militares del país están controladas por su antiguo colonizador. En 2001, Estados Unidos construyó el Campo Lemonnier, una de las principales bases en su "guerra contra el terrorismo". Y en 2011, Japón instaló su primera base en ultramar con el pretexto de combatir la piratería en el Golfo de Adén.

"Estamos actualmente en negociaciones", dijo Ismael Omar Guelleh, presidente de Djibouti, durante una entrevista con AFP. "Los chinos quieren proteger sus intereses, y son bienvenidos."

El gigante asiático ya pisa fuerte en el territorio africano. El comercio bilateral supera los 200.000 millones de dólares y Pekín invirtió sumas importantes en obras de infraestructura y servicios de telecomunicaciones en Kenya, Zimbabwe y Nigeria.

"Creo que el interés de China en Djibouti está ligado a una estrategia que busca una mayor presencia militar y económica en África", señaló Victor Cha, director de Estudios Asiáticos de la Universidad de Georgetown. "Djibouti está hecho a la medida para China, debido a que tiene un régimen autoritario que se puede comprar fácilmente con dinero."

"El gobierno chino ya está financiando algunas de las obras mas grandes de Djibouti, con una inversión cercana a los 9000 millones de dólares", señaló Morris. "China Merchant Holdings compró una participación importante en el puerto de Djibouti y Pekín le adjudicó a la China State Construction Engineering Corporation un contrato de 420 millones de dólares para mejorar la infraestructura del puerto", agregó.

Cualquiera que sea el motivo de China, el interés por la construcción de una base militar es mutuo. Algunos académicos de Djibouti le revelaron al diario chino Global Times que Francia paga anualmente cerca de 40 millones de dólares por el derecho a las bases, que los ingresos recibidos por parte de Estados Unidos son de unos 30 millones y que Japón no paga menos.

"China y Djibouti gozan de una amistad tradicional", dijo en marzo Hua Chunying, vocera del Ministerio de Exterior chino, refiriéndose a la noticia de las conversaciones entre ambos países. "Lo que debemos resaltar es que la paz y estabilidad de la región están dentro de los intereses de todos los países", agregó.

Lo que no mencionó Hua fue el interés del gigante asiático por asegurar recursos energéticos de la región. La Corporación Nacional de Petróleo de China se abastece casi en totalidad del crudo extraído de los campos petroleros de Sudán y Sudán del Sur, y el estrecho de Bab el-Mandeb, donde el Mar Rojo se encuentra con el océano Índico, es una de las cinco rutas petroleras más concurridas del planeta.

MERCADOS

"Pekín quiere asegurar el acceso al petróleo y otros recursos naturales, crear mercados en ultramar para sus productos y establecer plantas de manufactura en países donde la mano de obra es mas barata", explicó Larry Hanauer, analista senior de política internacional de la Corporación RAND.

Los acuerdos de cooperación entre el país asiático y Djibouti incomodaron al gobierno del presidente Barack Obama. En 2011, hubo fuertes molestias en Washington cuando los dos países firmaron un acuerdo militar que le permitía a la armada china usar el puerto de Djibouti. Sin embargo, las protestas de Washington no fueron atendidas por el gobierno de Guelleh.

"A cambio de permitirle a Pekín un acceso militar al puerto, China también le venderá armamento a Djibouti", señaló Morris. "No creo que esto afecte las relaciones chino-norteamericanas de manera significativa. Los chinos y los estadounidenses van a operar de forma independiente", añadió.

A finales de abril pasado, China envió un submarino nuclear al Golfo de Adén para hacer labores de escolta a embarcaciones petroleras y de suministros. Al tiempo que los intereses de Pekín son cada vez mayores por fuera de su área de confort del Pacífico y que su confianza en sus fuerzas armadas es más alta, la expansión de su presencia militar será un elemento ineludible en el panorama geopolítico..

jueves, 4 de junio de 2015

Curioso plan chino para controlar la ruta del petróleo (II)

(Urgente24) - USA ha aumentado su presión sobre China en el contencioso territorial en aguas del mar del Sur de China. En el mayor foro anual sobre seguridad en Asia, el Diálogo Shangri-La en Singapur, el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, ha exigido el fin “inmediato y duradero” de la construcción china de islas artificiales en zonas en disputa. “Estados Unidos está profundamente preocupado por el ritmo y la amplitud de las obras de construcción en el mar del Sur de China, la perspectiva de una mayor militarización", que en su opinión pueden aumentar "el riesgo de un error de cálculo o de conflicto entre los países” implicados, ha subrayado Carter.
El comandante de la Flota del Pacífico de USA, Harry Harrys, ha advertido que China ha creado más de 4 Km2 de terreno artificial de arena. Según el alto militar estadounidense, nadie conoce los motivos que llevan a China ha crear este "gran muro de arena" en el Mar de China Meridional. "China está construyendo terrenos artificiales trasladando arena sobre arrecifes de coral vivo, algunos de los cuales están sumergidos, y luego pavimentándolos con cemento", declaró el militar.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, dijo que la construcción de islas chinas en el mar de China Meridional estaba afectando la seguridad en el Asia Pacífico, lo que generó una respuesta airada de Beijing.

China, Brunei, Malasia, Filipinas, Vietnam y Taiwán tienen reclamos territoriales superpuestos en la que es una importante ruta marítima internacional. Se cree además que la zona del mar de China Meridional tiene significativas reservas de energía y activos pesqueros.

Carter, durante un foro anual sobre seguridad en Singapur, reconoció que varios países habían creado puestos de avanzada en las islas de la región, pero dijo que las islas artificiales de China creaban incertidumbre sobre sus planes.

China “ha construido más de 800 hectáreas, más que todo el resto de países reclamantes juntos, y más que en toda la historia de la región. Y lo ha hecho en solo 18 meses. No está claro hasta dónde va a llegar”, declaró el jefe del Pentágono ante un foro que agrupa a ministros de Defensa y altos mandos militares de Asia y Europa. Aunque USA no cuenta con reclamos territoriales en la zona, sí mantiene abundantes intereses geoestratégicos y cada vez interviene con más fuerza en la disputa.

Washington DC acusó a China de haber instalado en uno de los islotes recién construidos, mecanismos móviles de artillería, e insistió en que también se opone a “cualquier mayor militarización de los territorios en disputa”. Por ese motivo, USA continuará el sobrevuelo y la navegación de lo que considera espacio aéreo y aguas internacionales.

De inmediato le salió al cruce al estadounidense un alto mando militar chino, el coronel Zhao Xiaozhuo, quien replicó que “la libertad de navegación en el mar del Sur de China no es ningún problema, porque esa libertad nunca se ha visto impedida. Es incorrecto acusar a China de poner en peligro la paz y la estabilidad con sus actividades de construcción”.

"China ha reivindicado más de 2.000 acres (809 hectáreas), más que todo (el territorio) lo que se atribuyen los otros demandantes juntos (...) y China lo hizo en apenas 18 meses", dijo Carter. "No se sabe hasta dónde va a llegar China".

El  comandante de la Flota del Pacífico de USA, Harry Harrys, ha advertido que China ha creado más de 4 Km2 de terreno artificial de arena.

Según el alto militar estadounidense, nadie conoce los motivos que llevan a China ha crear este "gran muro de arena" en el Mar de China Meridional. "China está construyendo terrenos artificiales trasladando arena sobre arrecifes de coral vivo, algunos de los cuales están sumergidos, y luego pavimentándolos con cemento", declaró el militar.

6 arrecifes de coral ya se han convertido en bases con puertos. Uno tendrá una pista de aterrizaje de 2.900 metros de largo, según informa la BBC.

Mientras tanto, en Beijing las reacciones oficiales no se hicieron esperar. En declaracionesrecogidas por la agencia oficial Xinhua, el viceministro de Exteriores, Liu Zhemin, aseguró que la soberanía de su país sobre las islas en disputa está más que demostrada, por lo que “las obras en las islas y los arrecifes implicados no tienen necesidad de fortalecerla”.

En un comunicado del Ministerio de Exteriores, la portavoz de este departamento Hua Chunying acusó pa Carter de “hacer caso omiso de la historia, la jurisprudencia y los derechos de China” para presentar unas “declaraciones irresponsables”.

China ejecuta obras en las islas Spratly desde hace un año y medio, pero ha acelerado el ritmo de sus actividades desde comienzos de 2015. Las imágenes previas a enero tomadas por satélite y divulgadas por USA muestran sólo casetas levantadas sobre 7 arrecifes. Hoy se ven islas completas. Tanto Vietnam como Filipinas, 2 de los países con reclamos de soberanía, también han llevado a cabo actividades de construcción, aunque a una escala mucho menor que la china.

La amplitud de las obras en varios arrecifes y atolones de las islas Spratly provoca conjeturas sobre la posibilidad de que China pretenda declarar una Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ, por sus siglas en inglés), en la que obligaría a identificarse a todos los aviones que pasen por ella. Beijing ya declaró de manera unilateral una ADIZ sobre un área del mar del Este de China que incluye el archipiélago que se disputa con Japón, las islas Diaoyu (en mandarín) o Senkaku (en japonés).

La zona, que se disputan también Taiwán, Malasia y Brunéi, es una de las principales vías para el tráfico marítimo mundial, y una ruta vital para el transporte de petróleo desde Oriente Medio hacia Asia. Cada año surcan las aguas del mar del Sur de China cerca de 50.000 buques. Más de 15 millones de barriles de crudo pasan por allí diariamente. Y el 80% de las importaciones chinas y japonesas de productos atraviesa esa zona. Aunque el interés por la zona no se debe exclusivamente a su papel en el tráfico marino. Se sospecha que sus aguas puedan contener ricos recursos minerales.

Las disputas en el mar del Sur de China podrían “escalar y acabarse convirtiendo en uno de los conflictos más mortíferos de nuestra época, si no de la Historia”, ha advertido en el foro el ministro malasio de Defensa, Hishammuddin Hussein.

El jefe de la delegación china en el foro, el almirante Sun Jianguo, respondió: “China siempre ha tenido presentes los intereses de la seguridad marítima”, y “no queremos ver caos, mucho menos crear problemas en esta región. Esperamos que los países implicados colaboren en la misma dirección para que el mar del Sur de China sea un mar de paz, amistad y cooperación”.

Su discurso fue más mesurado que el de otros representantes chinos en ediciones previas de este foro de seguridad.

Y contrastó con la entrevista del diario “China Daily” al director general de Asuntos Marítimos del Ministerio de Exteriores, Ouyang Yujing, quien dijo que China “tiene el derecho” de declarar una ADIZ, y si lo hará o no “dependerá de factores como la amenaza contra la seguridad aérea de China y la seriedad de esa amenaza”. No obstante, luego matizó que, de momento, la situación es estable.

La semana previa, un avión espía estadounidense que llevaba periodistas a bordo había sobrevolado las islas en construcción, lo que motivó una queja formal de Beijing pero dejó en evidencia que son verdaderas las acusaciones contra China al respecto.

El país que controle las islas tendrá la mayor concesión de los 2,25 millones de km2 en el Mar de China Meridional y de toda la pesca y petróleo debajo de éste. Son 6 países limítrofes del mar quienes reivindican soberanía sobre esas 250 rocas, arrecifes e islas (Spratly), con un área total de 9 Km2. China está convencida de que es el propietario legal de casi todo el mar.

Vietnam, Indonesia, Malasia, Brunei, Filipinas y Taiwán no están de acuerdo y buscan el apoyo de USA, Japón e India para sus reclamos. Bajo las actuales leyes internacionales, establecidas en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, un país sólo puede ser dueño de un pedazo de mar si es dueño de la tierra próxima a éste. China puede querer saltarse ese hecho construyendo islas y USA no va a permitirlo.  Japón necesita, por ejemplo, que un barco petrolero o de gas atraviese el Mar de China Meridional cada 6 horas para mantener a su economía en funcionamiento. Y China también sabe eso. 

lunes, 16 de febrero de 2015

La tercera estrategia de compensación estadounidense

(Mosaico) - Enviado por Guillem Colom

El pasado septiembre, el Secretario de Defensa estadounidense Chuck Hagel sentó las bases de la Tercera Estrategia de Compensación. Enfocada a explotar las capacidades tecnológicas del país, esta iniciativa pretende incrementar la brecha militar entre Estados Unidos y sus competidores y garantizar la proyección del poder en cualquier punto del globo con independencia de las estrategias anti-acceso y de negación de área (A2/AD) enemigas.

Esta estrategia será la gran herencia de Chuck Hagel tras su fugaz paso por el Pentágono porque su conquista no sólo articulará el planeamiento militar norteamericano durante los próximos años; sino que podría motivar el logro de una nueva Revolución en los Asuntos Militares (RMA). Para ello, esta estrategia pretende:
- Combinar las capacidades en servicio con el desarrollo de nuevas capacidades que permitan al país combatir en toda la gama de las operaciones en múltiples teatros de operaciones de forma concurrente.
- Reducir la dependencia de las bases navales, aéreas y terrestres avanzadas.
- Protegerse de la pérdida o degradación de los satélites.
- Explotar la capacidad de ataque estratégico de precisión para amenazar cualquier objetivo enemigo dentro o fuera del teatro de operaciones.
- Explotación las áreas tecnológico-militares en las que Washington posee un claro liderazgo y donde sus adversarios todavía carecen del know-how necesario.
- Valerse de las alianzas para conseguir un mejor posicionamiento estratégico y compartir los costes y responsabilidades de la defensa regional.

Teniendo en cuenta lo expuesto en este mismo foro, tal y como sugiere la Revisión Cuatrienal de la Defensa de 2014 y plantea abiertamente el Panel de Defensa Nacional, las fuerzas armadas del país tal y como están organizadas no pueden combatir en dos guerras que estallaran simultáneamente, por lo que serían incapaces de satisfacer los objetivos de defensa nacional. Si a ello se le añade que la estructura de fuerzas para 2019 será más pequeña que el actual pero con un catálogo de capacidades similar, que los medios A2/AD de los adversarios habrán madurado y que los ejércitos del país deberán participar en una amplia gama de contingencias, es evidente que Washington necesita un nuevo enfoque para proyectar el poder y satisfacer con un ejército más pequeño un mayor número de cometidos.

Igualmente, porque la ventaja estratégica que proporcionó la RMA de la información está llegando a su fin puesto que los adversarios de Estados Unidos no sólo se están dotando de las capacidades tecnológico-militares vinculadas con esta revolución (sistemas C4ISTAR para digitalizar el campo de batalla, armas inteligentes para batir con precisión los objetivos enemigos y plataformas furtivas o no-tripuladas para entrar en áreas de riesgo); sino que también están desarrollando medidas específicas –las estrategias A2/AD– para impedir que Estados Unidos proyecte su poder. Más específicamente, las fuerzas armadas norteamericanas se enfrentan a cuatro problemas operativos:
- La creciente vulnerabilidad de la instalaciones (puertos, aeropuertos o bases) situadas en las regiones avanzadas compromete el actual modelo de presencia y proyección del poder.
- Los adversarios se están dotando de medios C4ISTAR para detectar, identificar y seguir los movimientos de los buques de superficie desde grandes distancias y están adquiriendo misiles anti-buque para destruirlos antes de alcanzar la costa.
- Los aviones no-furtivos –que representan el grueso de la flota americana– son cada vez más vulnerables a los sistemas antiaéreos enemigos.
- Los sistemas espaciales –y con ello las capacidades que éstos proporcionan, desde geolocalización y navegación a inteligencia o comunicaciones– son cada vez más vulnerables a ataques físicos o cibernéticos.

En otras palabras, la difusión de las tecnologías de la información junto con el desarrollo de capacidades A2/AD comprometen el tradicional modelo de presencia y proyección militar estadounidense que hemos visto en la mayoría de las campañas bélicas en las que este país ha participado.

Si Estados Unidos no puede garantizar el logro de sus objetivos de defensa nacional ni tampoco proyectar su poder a cualquier punto del planeta, es probable que sus aliados –en especial aquellos situados en Asia-Pacífico u Oriente Medio– cuestionen su capacidad para defenderlos. Ello podría desestabilizar estas regiones al provocar nuevas carreras armamentísticas, facilitar la proliferación nuclear e incluso transformar el sistema de alianzas.

Todos estos elementos han mediado para que el Pentágono lance esta tercera estrategia de compensación. Fundamentada en las capacidades tecnológicas del país, encaminada a garantizar la capacidad de acceso a cualquier punto del globo con independencia de las medidas A2/AD enemigas y orientada tanto a incrementar el vínculo con sus aliados y socios como forzar a los potenciales competidores a iniciar una nueva carrera de armamentos que sus complejos militares-industriales posiblemente no podrán seguir, la consecución de esta tercera compensación no sólo motivará el desarrollo de nuevos conceptos operativos, nuevas capacidades militares y nuevos estilos de planear y conducir las operaciones; sino también revitalizar los debates acerca de una nueva RMA. No obstante, todavía quedan demasiadas preguntas por responder, como la no-inclusión en esta estrategia de las armas hipersónicas que permitirían apoyar la capacidad de ataque estratégico del país, las enormes similitudes que ésta tiene con los planes transformadores del denostado Donald Rumsfeld y las propuestas del fenecido Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, los complejos equilibrios entre las viejas y las nuevas capacidades, la integración de las lecciones aprendidas de una década de guerra contra el terror y operaciones de baja y media intensidad contra adversarios irregulares e híbridos, o la creencia que la calidad siempre sustituye a la cantidad.

La posible composición, las tecnologías vinculadas y los cambios planteados en la arquitectura de defensa estadounidense serán analizadas en un próximo post.

Guillem Colom Piella es Profesor de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide y Codirector de Thiber.org 

viernes, 7 de noviembre de 2014

El plan maestro de China: ¿Bases militares o ascenso pacífico?

Los crecientes intereses económicos globales de China podrían conducir a una ampliación de su presencia militar en el extranjero y de sus capacidades bélicas. Al menos, eso temen sus principales competidores.
© AFP Stephane de Sakutin

La cuestión ha sido planteada por distintos responsables políticos, académicos y estrategas, ya que el crecimiento económico de China depende de su capacidad de acceso a la energía a través de las rutas marítimas y los mercados de ultramar.

El argumento más común es que, a medida que China continúa invirtiendo en los mercados en desarrollo y los exportadores de recursos, como Sudán del Sur, y se vuelve más dependiente del petróleo extranjero y de la energía, sobre todo de los productores de Oriente Medio, buscará gradualmente proteger esos intereses con fuerza militar, explica 'The Interpreter'.

Esta estrategia seguiría el patrón de otras grandes potencias a lo largo de la historia que han tendido a extender su presencia bélica en aquellos lugares donde se encuentran sus intereses económicos. La teoría que se cita a menudo es la de la 'cadena de perlas', planteada en un informe de Booz Allen Hamilton en 2004, y que sigue esta lógica cuando predice que China, en pos de asegurar el flujo de energía a través del Océano Índico, hará uso de sus "relaciones comerciales y de seguridad para establecer una serie de instalaciones militares en el sur de Asia".

China podría actuar de manera diferente

Según recoge el investigador del International Security Program Brendan Thomas-Noone, un informe reciente del Instituto de Estudios Estratégicos Nacionales sostiene que, basándose en la comprensión de los principios de la política exterior de China a largo plazo, no hay argumentos para pensar que el gigante asiático vaya a seguir la estrategia de la 'cadena de perlas'.
 
Por el contrario, según Thomas-Noone, es mucho más probable que Pekín vaya a poner en práctica una estrategia de "instalaciones de doble uso logístico", en la que sus bases en el extranjero ofrezcan "servicios médicos, espacio de almacenamiento refrigerado para frutas y hortalizas frescas, sitios de descanso y recreación, una estación de comunicaciones e instalaciones de reparación de buques". Esto implicaría una presencia militar y de seguridad mucho menor y de menor despliegue que la 'cadena de perlas' u otra de las tantas predicciones sobre el futuro de las bases de la Armada china en el extranjero.
 
El informe señala que "dada la propia imagen de China como un campeón del mundo en desarrollo y una alternativa real a otras potencias mundiales, es muy poco probable que persiga un modelo que implique tener grandes bases militares en el extranjero o extensas redes de instalaciones en territorio soberano de otros estados".
 
Además, Thomas-Noone deja claro que más allá del argumento de que es poco probable que China viole los principios de su política exterior y de defensa, "hay una razón aún más fuerte por la que China no establecerá este tipo de bases en el extranjero: representan una amenaza para la imagen de China como potencia pacífica en ascenso y podrían poner en peligro su crecimiento en el futuro si la comunidad internacional interpreta tales bases como pruebas de sus malignas intenciones a largo plazo", asegura el informe.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/146154-plan-china-bases-militares-pacifico

¿Qué es la nueva guerra híbrida entre Rusia y Occidente?

(BBC Mundo) - Actividades en las sombras y mensajes antioccidentales en los medios prorrusos que buscan provocar son algunas de las nuevas tácticas
 
Buques suecos buscaban un submarino ruso en el mar frente a Estocolmo.. Foto: Reuters

Un submarino ruso supuestamente merodeando en aguas suecas; aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) interceptando bombarderos rusos; espías rusos desplegándose en toda Europa, según la inteligencia checa; un funcionario estonio presuntamente raptado y enviado a Moscú para ser acusado de espionaje.

Son todas actividades en las sombras o bajo el radar, acompañadas de una andanada de mensajes antioccidentales en los medios prorrusos: lo que se ha dado en llamar "guerra híbrida", donde la propaganda y la provocación están en primer plano.

De hecho, el sondeo ruso de las fronteras de la OTAN y las defensas en la región del Báltico no es nada nuevo. Pero las presuntas incursiones de aviones militares rusos se triplicaron durante el último año y los funcionarios de la OTAN afirman que las maniobras ocurren cada vez más profundamente en territorio de la alianza occidental y son más provocadoras.

"Lo que hemos visto es una creciente presencia militar de Rusia en el aire, en el mar y ahora bajo el mar", señala Tomas Ries, profesor titular en la Escuela de Defensa Nacional de Suecia. "Se podría decir que esta nueva especie de guerra híbrida está definida por el hecho de que no hay una distinción real entre la guerra y la paz". "Es una señal del Kremlin a Occidente de que básicamente el pasado quedó atrás. Rusia está regresando al escenario y afirmando: 'Somos fuertes y ya es hora de que se den cuenta que deben respetarnos'".

Pero la guerra híbrida es casi siempre negable.

"PROPAGANDA OCCIDENTAL"

¿Recuerda aquellos "hombres de verde" que aparecieron por primera vez en Crimea para ayudar a facilitar la anexión a Rusia? ¿O los soldados rusos y armas pesadas que aparecieron en el este de Ucrania en apoyo de los rebeldes prorrusos? Ahora, como entonces, el Kremlin se ha apurado por negar su participación.

En efecto, mientras Occidente reporta un patrón de aumento de la actividad militar y de inteligencia rusa en las fronteras orientales de la OTAN, Moscú sostiene lo contrario:
- No hay pruebas de la presencia de un submarino ruso en aguas suecas.
- El funcionario estonio acusado de espionaje estaba del lado ruso de la frontera.
- La actividad militar fronteriza rusa en el Báltico es rutinaria y siempre en espacio aéreo o aguas internacionales.
- Y lo que es más, indica el Kremlin, si hay una guerra híbrida, es una campaña de propaganda inspirada y orquestada por gobiernos occidentales y encabezada por Estados Unidos, para mostrar a Rusia como el enemigo.

"No digo que Rusia esté libre de culpa", comenta Dmitry Linnik, jefe de la oficina de la emisora radial La Voz de Rusia en Londres. "Pero mostrar todo esto como lo han hecho los medios y políticos occidentales no sólo es irresponsable, sino que se encamina a aislar y castigar a Rusia para abrir una brecha entre ese país y Europa".

Ahora, funcionarios rusos culpan rutinariamente a EE.UU. de casi todo. Nikolai Patrushev, exdirector del espionaje ruso y -según se cree- amigo íntimo del presidente Vladimir Putin, acusó recientemente a EE.UU. de enredar a la Unión Soviética en una atroz guerra en Afganistán y luego deliberadamente debilitarla económicamente para provocar su colapso en 1991.

Según Putin, EE.UU. sigue intentando socavar a Rusia. En su discurso anual ante el llamado Club Valdai, Putin sostuvo que Rusia está tomando el lugar de la URSS como "centro del mal" en la propaganda estadounidense, para "dibujar líneas divisorias y formar coaliciones dirigidas contra un enemigo, como durante los años de la Guerra Fría".

Pero esta posición deja un enigma. Vladimir Putin tiene una reputación de duro y la usa a su favor.

DESCONFIANZA

Por una parte, Putin se queja de ser tratado con suspicacia. Por otro, parece desear proyectar a Rusia como una potencia renaciente, preparada para contraatacar si sus intereses son ignorados.
Entonces ¿cómo pretende recuperar sus amigos en Europa, si los gobiernos ven a Rusia como una amenaza?
Clifford Gaddy, del Brookings Institution en Washington y coautor de un reciente perfil de Putin, indica que el punto es que quiere que la gente le tenga miedo. "Es un principio fundamental de la política exterior rusa y en particular de la de seguridad, que realmente no se puede confiar en nadie", señala.
"Debe tener alguna clase de intimidación o chantaje que asegure que se comporten como desea".

En el nuevo espacio gris de la guerra híbrida, indica la teoría, ya no hay buenos y malos. "Se le llama una ideología líquida o posmodernista", dice Ilya Zaslavsky, investigador del Instituto Real de Asuntos Internacionales en Londres.
"La idea es ahora nadie tiene ideología, así que se puede argumentar que todos somos cínicos y corruptos como todo el mundo". "Ellos quieren presentar a Rusia como un matón", indica. "Se acomoda convenientemente a su propia realidad virtual de nueva guerra fría, donde Rusia es un castillo sitiado por enemigos y debe contraatacar".

Es un conflicto confuso y complejo. La pregunta es ¿a dónde se dirige?

RUPTURA TOTAL
Gaddy no cree que Putin quiera una ruptura total con Occidente, pero también duda de que las sanciones occidentales logren que Rusia modifique su conducta. De hecho, le preocupa que si las sanciones continúan aislando a Rusia, la próxima escalada en esta guerra de sombras sea muy peligrosa.
Es un principio fundamental de la política exterior rusa y en particular de la de seguridad, que realmente no se puede confiar en nadie . Clifford Gaddy, Brookings Institution "Estamos en un mundo tan altamente integrado, especialmente en lo electrónico, que si sacamos a Rusia de esa integración, haremos más probable que emplee armas cibernéticas de una manera muy peligrosa -como contra nuestros sistemas financieros- porque le estamos reduciendo el costo de hacerlo", afirma.

Es algo que Linnik descarta como más alarmismo: "Creo que Moscú es mucho más pragmática de lo que pensamos". "No creo que Moscú esté siquiera considerando ese camino y espero que Occidente también se dé cuenta", opina.

Pero el problema es que, en el turbio mundo de la guerra híbrida donde todo es negable y nada es seguro, ¿quién sabe como se desarrollará esta crisis?.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿Será construcción de gran isla artificial en el mar de China meridional la jugada maestra de China? (II)

China comenzó a construir islas artificiales en el mar de China meridional, por donde pasa más de la mitad del comercio marítimo mundial y conecta a las economías de rápido crecimiento de Asia-Pacífico.
© REUTERS Nicky Loh

China ha iniciado la construcción de islas artificiales en el mar de China meridional, mientras que sus vecinos se disputan ese territorio desde hace años, entre ellos Filipinas, Vietnam, Brunei y Malasia informa Bloomberg citando a las autoridades filipinas.

"Ellos están creando islas artificiales que nunca existieron desde la creación del mundo, como las de Dubái", dijo Eugenio Bito-onon, de 58 años, alcalde del municipio de Kalayaan situado en las islas Spratly en Filipinas. "La construcción es enorme y sin parar. Eso llevaría a un control total del mar de China meridional", concluye Bito-onon.

Lo que hoy los atlas llaman ‘mar de China meridional’ recibió su denominación en idioma Inglés y sus coordenadas en un documento de 1953 titulado 'Límites de Océanos y Mares', publicado por la Organización Hidrográfica Internacional con sede en Mónaco y cuyo actual director es el príncipe Alberto.

Anteriormente, se informó que se construiría una isla artificial con una pista de aterrizaje y un puerto en el arrecife Fiery Cross Reef, donde China ya mantiene algunas instalaciones. El arrecife forma parte de las islas Spratly, un territorio disputado por la República Popular de China, Taiwán, Filipinas, Vietnam y Malasia.

China busca expandir su mayor instalación en las islas Spratly con una isla artificial, en lo que podría ser visto como un paso para declarar una zona de identificación de defensa aérea.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/130834-china-islas-artificiales-mar-meridional

jueves, 16 de octubre de 2014

El gigante se provee acá: China profundiza su avance en la Argentina y viene por más insumos estratégicos (II)

(iProfesional.com) - Una noticia "vieja" pero interesante...


La compra de Nidera le aseguró el control de semillas clave para la evolución de los alimentos y su desembarco en el negocio de los transgénicos. Además, negocia quedarse con otra comercializadora de granos. Sus planes chinos para el petróleo, la energía eólica y hasta la exploración espacial

"China ha venido multiplicando su consumo de alimentos e insumos básicos por cuatro en los últimos diez años. Y no da abasto con lo que produce. Por eso la mirada en Argentina. Y por eso todo este vendaval de inversiones que estamos viendo". La frase pertenece a Jorge Castro, experto en política internacional. Y se enmarca en el último movimiento de envergadura realizado por el gigante asiático en estas tierras.

Tal como señalara iProfesional, la estatal china COFCO se quedó recientemente con el 51% de Nidera, una multinacional con base en la Argentina que ocupa el cuarto lugar en el podio mundial de la producción de granos.

La compañía factura alrededor de 17.000 millones de dólares anuales a nivel global, en base a un negocio que principalmente depende de la comercialización de semillas transgénicas de soja y nuevas variaciones de girasol. Con la compra de esa porción de capital, China dio un paso importante en su estrategia comercial al incorporar a su cartera de compañías una productora directa de insumos para la elaboración de aceites y harinas. Además, desembarcó en el negocio de la modificación genética de cultivos, para muchos la industria del futuro en materia de producción de alimentos.

En la actualidad, la nación oriental le compra al país un décimo de lo que importa de soja, producto vital para el engorde de su ganado.

A partir de ahora, China cuenta a nivel local con una desarrolladora de semillas que -además de disponer de una red de clientes agropecuarios que utilizan estos productos- ostenta en el país una estructura de instalaciones y científicos que le permitirán diseñar nuevos transgénicos.

Todo esto, sin necesidad de efectuar ensayo alguno en suelo chino. COFCO (Grains and Oils Group Corporation) había adquirido en los últimos años empresas de azúcar en Australia, comercializadoras de granos en Japón y viñedos en Francia y Chile.

En diálogo con iProfesional, Castro comentó que "Nidera es la segunda compra de importancia que realiza China en los últimos doce meses".

"En julio de 2013 adquirió Smithfield Foods, la mayor productora de carne de cerdo del mundo, con sede en Chicago. Lo hizo a través de Shuanghui International por u$s7.100 millones. Shuanghui faena 30 millones de cabezas de ganado porcino, 300 mil vacunos, y produce 600 mil toneladas de carne aviaria", detalló.

El experto sostuvo que "detrás de la compra de Smithfield y Nidera, subyace una decisión estratégica del gigante asiático de responder a una demanda en constante ascenso. El gobierno de ese país da como un hecho que sus importaciones de soja y de maíz se multiplicarán por 4 o por 6 en los próximos diez años".

"El gigante apuesta a aumentar la oferta agroalimentaria mundial y a multiplicar inversiones. Además de Estados Unidos y Europa, se apresta a hacerlo en los dos países a los que ha entregado la llave de su seguridad alimentaria: Brasil y Argentina, convertidos en la gran plataforma de producción de proteínas en el siglo XXI", agregó.

A poco más de una semana de la adquisición del 51% de Nidera, COFCO está muy cerca de quedarse con el brazo de agronegocios de otra grande: Noble Group. Según trascendió, el monto involucrado rondaría los u$s1.000 millones. El grupo Noble, con base en Hong Kong y listado en la bolsa de valores de Singapur, tiene tres áreas de negocios que incluyen la energía, los metales y el sector agrícola.

En lo que respecta a esta última actividad, la firma se dedica al procesamiento y comercialización de granos y derivados y tiene operaciones en Sudamérica, Europa y Asia. En la Argentina, tiene plantas de acopio, una de procesamiento y un puerto propio en Timbúes, zona de influencia del Gran Rosario, centro nacional de los negocios agrícolas. Por sus ventas de granos, harina y aceites, el año pasado Noble se posicionó como sexto exportador desde la Argentina, con una participación del 5,4% del total de ese comercio, justo arriba de Nidera, que con el 4,9% del total.

La mira, en ganado y petróleo
Pero no sólo la disponibilidad de semillas desarrolladas en el país despierta la atención de la potencia asiática. En este sentido, cabe destacar que a mediados de enero el ministro de Producción bonaerense, Cristian Breitenstein, y autoridades de la china Wuxi Fobia Technology cerraron un acuerdo para instalar una planta de desarrollo de chips para ganado.

Se tratará de las primeras instalaciones en Sudamérica orientadas a identificar por radiofrecuencia el seguimiento animal y la trazabilidad de los productos derivados que luego se exporten, precisamente, al país asiático.

En paralelo, la petrolera Petro AP confirmó que concretará una inversión de 500 millones de dólares durante los próximos cinco años en la zona de Malargüe, Mendoza. A Petro AP hay que sumarle la decisión de la firma EPI, interesada en motorizar la producción de gas en la misma provincia.

Según precisaron a iProfesional desde la gobernación cuyana, la compañía está ampliando su cartera a través de fusiones y adquisiciones estratégicas de hidrocarburos alrededor del mundo.
Por estos días, EPI ya tiene en instancias de perforación unos 10 pozos en el área Herrados Chañares.
En sintonía con estos movimientos, el Grupo Bridas -también integrado por capital chino- viene de anunciar otra inversión de hasta 500 millones de dólares para explotar gas no convencional en Vaca Muerta, Neuquén.

Además de Bridas, en esa zona ya se encuentra trabajando también la compañía china Sinopec, en sociedad con YPF. La firma comenzó a operar en áreas de la petrolera estatal en Loma La Lata, con tres equipos de perforación de fabricación china que la empresa tenía inactivos en Santa Cruz. Sinopec arribó al país en 2010 con la compra de los activos de Oxy Argentina. Actualmente, opera yacimientos en Santa Cruz, Chubut y Mendoza.

Interés por la energía eólica
A la par de los desembolsos pautados para petróleo y el gas, directivos de XENC NE Corporation confirmaron una inversión de 200 millones de dólares para la puesta en marcha del parque eólico más grande la provincia de Buenos Aires, que funcionará en el partido de Tres Arroyos.

El proyecto permitirá generar 100 megavatios de energía. La inversión prevista en dos etapas conlleva la instalación de dos centrales, Pampa I y La Cascada, equipadas con 50 molinos de viento en la localidad bonaerense de Reta y 25 molinos en Copetones (partido de Tres Arroyos). Se trata de una cifra única, ya que en el resto de los parques eólicos del país se alcanza a generar 30 megas. "Los chinos entienden que la producción de energía -dadas las complicaciones que tiene la Argentina en ese tema- puede originarles nuevos negocios y muy buenas ganancias", expresó a iProfesional, en estricto off the record, un funcionario que participa de las negociaciones.

Y agregó: "Además, la provincia de Buenos Aires puede servirles como un territorio de prueba para tecnologías que, en algún momento, tienen pensadas para China".

La mira en Córdoba
De cara a los próximos meses, y según pudo saber iProfesional, está previsto el arribo a la provincia de Córdoba de una misión de compañías chinas interesadas en invertir en hidrocarburos y biocombustibles, entre otros potenciales nichos de negocio. De acuerdo con fuentes cercanas a la gobernación, habría un marcado interés de los asiáticos por efectuar desembolsos en productos para la industria petrolera y metalúrgica. Además, evaluarán oportunidades de inversión en maní, queso y aceite.

Dentro de ese marco, el ministro de Industria de la provincia, Jorge Lawson, ya mantuvo reuniones con firmas interesadas en producir partes para las petroleras del gigante oriental. Por último, presentó desarrollos locales en bioetanol y las planta de BIO4. Asimismo, la Asociación de Cooperativas Argentinas y Promaíz anticiparon que empresarios están interesados en tejer alianzas con empresas de capitales chinos.

Finalmente, avanza a paso firme la construcción de la estación espacial que China está impulsando en Bajada del Agrio y Las Lajas, provincia de Neuquén. En ese sentido Jorge Sapag, gobernador de ese distrito, notificó que se están llevando a cabo reuniones con "los técnicos (chinos) que llevan adelante el emprendimiento del centro de seguimiento de vuelos satelitales al espacio remoto. Implica una inversión de 300 millones de pesos".

El funcionario explicó que "ellos necesitaban un lugar en Mendoza, en Río Negro o Neuquén para hacer el seguimiento de los satélites", y señaló que "ya han enviado una sonda no tripulada y que a futuro lo harán con satélites tripulados. Es un honor tener esta inversión en la provincia de Neuquén".
Desde que fuera anunciada en 2012, nunca faltaron las voces que sembraban dudas respecto del carácter "civil" de la estación mencionada. Así, medios locales denunciaron más de una vez que las instalaciones, una vez terminadas, operarán en realidad como "una base de rastreo de misiles nucleares y escaneado de comunicaciones".

domingo, 28 de septiembre de 2014

La herencia kirchnerista, el Gobierno incorporará más de 13.000 empleados en el Estado

Por Laura Serra  | LA NACION
La cifra surge del presupuesto 2015 que se debate en el Congreso y representa 36 nombramientos por día; el Senado es el más beneficiado y pasará a tener más trabajadores que la Cámara de Diputados

El año próximo, el último de su gestión, el gobierno de Cristina Kirchner incorporará 13.251 empleados nuevos a la administración pública. Dicho de otro modo, en pleno año electoral el kirchnerismo sumará 36 personas por día al plantel del Estado nacional.

En efecto, el proyecto de ley de presupuesto de 2015 precisa que en el próximo ejercicio habrá 389.396 empleados en toda la administración nacional, mientras que este año el personal alcanza los 376.145 trabajadores. De este incremento surgen dos datos por demás llamativos: en primer lugar, el grueso de las incorporaciones pasa directamente a la planta permanente del Estado nacional; segundo, que el área que más empleados nombra es el Senado, que preside Amado Boudou.

A tal punto el Senado se convirtió en una virtual agencia de empleo público que por primera vez en la historia tendrá más empleados que la Cámara de Diputados, pese a que el Senado, con sus 72 miembros, es menos de un tercio de la Cámara baja, con 257 diputados. Las cifras oficiales son elocuentes: el Senado contará con 6081 empleados, mientras que la Cámara baja, que preside el también oficialista Julián Domínguez, tendrá 5554 trabajadores.

La oposición denuncia que el kirchnerismo pretende colonizar la administración pública con empleados afines antes de dejar el poder, en diciembre de 2015. "Piensan que pueden volver dentro de cuatro años y, para eso, dejan gente propia en cada área del Gobierno para condicionar la gestión que venga. Ésa es la impronta del kirchnerismo, sobre todo de La Cámpora", interpretó un importante legislador de la UCR.

La polémica se trasladará al recinto de Diputados dentro de diez días, cuando se debata el presupuesto. La oposición, una vez más, votará en contra: denunció que nunca como ahora el gobierno kirchnerista "dibujó" tanto las cifras, sobre todo cuando proyecta una reducción drástica de la inflación al 15,6 por ciento anual, un crecimiento del 2,8% del PBI y un tipo de cambio ya superado por la realidad, de 9,45 pesos por dólar.

TODOS A PLANTA PERMANENTE

Si bien el kirchnerismo demostró no respetar demasiado sus proyecciones macroeconómicas a lo largo de los últimos ejercicios, sí cumple sobradamente las previsiones respecto del nombramiento de nuevo personal. El año próximo el jubileo va a ser completo, no sólo porque se incorporarán más de 13.000 nuevos agentes, sino que buena parte de ellos pasará a la planta permanente. Disminuirá, en cambio, el lote de contratados, que bajará de 15.206 a 14.996 trabajadores.

La avanzada del oficialismo en materia de nombramientos es notoria, sobre todo, en el Congreso: según el proyecto de presupuesto, el año que viene tendrá una dotación de 15.073 personas, 2087 más que ahora.

Como la mayoría de las incorporaciones recae en el Senado, el presupuesto de esa cámara crece de modo considerable: aumentará un 37%, es decir, más del doble que la suba de la inflación oficial. En cifras concretas, pasará de 2024 millones del crédito hoy vigente a 2776 millones en 2015.

Diputados no corre con esa misma suerte: no sólo tendrá menos empleados que el Senado, sino que su presupuesto crece a un ritmo menor, un 28% respecto de este año.

El Senado ha sido, desde hace un tiempo, el más mimado a la hora de recibir refuerzos presupuestarios, justamente por absorber las nuevas incorporaciones de personal. De hecho, hace diez días recibió un auxilio de 200 millones de pesos extras del Tesoro nacional porque, de lo contrario, el dinero no le alcanzaba para pagar los sueldos hasta fin de año.

Es más, al promediar este año hubo sonoras quejas entre los empleados porque ya no sólo faltaban insumos básicos para trabajar, sino también elementos primordiales como papel higiénico, café o té.

El Estado se ha convertido así en el principal empleador en nuestro país. Según un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), entre 2002 y 2014 el empleo público aumentó un 67% en los tres niveles de la administración pública (nacional, provincial y municipal) y los de algunas de las empresas estatizadas (por ejemplo, Aerolíneas Argentinas). Este porcentaje representa unos 3.650.000 personas que trabajan para el Estado.

Según ese informe, a partir de 2005 las incorporaciones de empleados estatales aumentaron a un ritmo mayor. "Entre 1995 y 1999 el empleo público promedió 2,08 millones de empleados, y se elevó a 2,18 millones entre 2000 y 2002. A partir de 2003, y más desde 2005, subió fuertemente, para sumar poco más de 3,65 millones de empleados estimados este año", se precisa en el documento.

Gonzalo Diéguez, director del Programa de Gestión Pública del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), confirmó esta tendencia al precisar que en los últimos diez años el empleo público aumentó un promedio de entre 6 y 7% anual. "Éstos son los datos comprobados -afirma-, pero ni el propio Estado tiene la cifra exacta. Además, uno de cada tres trabajadores que se incorporan al Estado lo hace de manera informal", indicó.

Pregunta: ¿Por qué no se incorporan como personal civil de las fuerzas de seguridad, reemplazando al personal activo en tareas administrativas, así estos pueden dedicarse a funciones operativas y así poder contar con mas personal que incremente la seguridad ciudadana? Será mucho pensar.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Las islas que China fabrica para extender su dominio marítimo

Por Rupert Wingfield-Hayes - BBC Mundo
Nuevas Islas en el Mar de China Meridional
China está construyendo islas sobre arrecifes. 

El barco se mueve bruscamente de arriba abajo, también de un lado al otro. El ruido del motor diésel estremece la cubierta y me martilla la cabeza. El pescado seco y los humos del motor llenan el ambiente. Con la camisa pegada al pecho por el sudor, dormir es imposible.

Llevamos más de 40 horas navegando por el Mar de China Meridional. La mayor parte del tiempo a la velocidad del paso humano. "¿Quién querría ser pescador?", me pregunto en voz alta. De pronto me llama la atención una especie de plataforma en el horizonte. Parece tierra, pero en el GPS no hay nada.
Ya había visto fotografías aéreas de la zona, muestran enormes trabajos de China para reclamar tierras, algo que ocurre desde el pasado mes de enero.

Hay camiones, grúas, tubos de acero y el centelleo de las soldaduras. Son millones de toneladas de rocas y tierra dragadas del lecho marino y amontonadas sobre los arrecifes para formar nueva tierra. Sobre un bloque de concreto un soldado nos observa con sus prismáticos. Somos los primeros periodistas en documentar la construcción. Le pido a nuestro capitán que se acerque pero de repente la luz de una bengala se eleva sobre nosotros. Es una advertencia de los chinos.

Nuevas islas

La aparición de las nuevas islas es un dramático cambio en una larga disputa territorial en la región entre China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam. Sólo China y Taiwán lo reclaman todo: no sólo las islas Spratly sino también los arrecifes Scarborough (o de la Democracia) y las islas Paracelso. Filipinas y Vietnam reclaman también grandes extensiones que incluyen gran parte de las Spratly.

Construir islas es una nueva estrategia de China en la zona. A principios de este año, la presencia china en las islas Spratly se limitaba a un puñado de bloques de hormigón sobre atolones de coral. Ahora, se están construyendo islas sobre cinco arrecifes. Es más, de uno de ellos parece estar emergiendo una base aérea con una pista suficientemente grande para que la usen aviones de combate.

La estrategia sirve para hacer frente a un grave déficit de los chinos en la zona. De todos los países que reclaman porciones del Mar de China Meridional, es el único que no tiene bajo su control una isla real.

Los chinos sólo tienen arrecifes. El de Johnson Sur lo tomó en 1988 tras una sangrienta batalla que dejó 70 marinos vietnamitas muertos. Desde entonces, ha evitado cualquier confrontación militar.

Durante décadas, pareció una cuestión más bien latente, pero en 2012 el Partido Comunista reclasificó la zona como de "interés nacional esencial". Eso sirvió de adelanto a que de hecho se dispone a hacer valer sus intereses. Ahora Pekín parece haber decidido que llegó el momento de seguir adelante con su reclamación por la vía de hecho: una cadena de islas y lo que virtualmente será un portaaviones insumergible.

El Mar de China Meridional está lleno de extraños puntos con bases militares y colonias civiles. Es complicado descifrar qué es qué y quién controla qué. Vietnam tiene ocho puestos permanentes, Malasia también varios a las afueras de la costa de Borneo y China, hasta ahora, siete.
 
Filipinas tiene nueve, uno de ellos es Pagasa. Desembarcar allí es un auténtico alivio tras dos días y dos noches navegando entre óxidos. Pagasa es una minúscula isla de aguas cristalinas y arenas blancas, está lejos de Filipinas y de Vietnam, y mucho más del resto del mundo. Según Manila, en Pagasa viven 200 personas.  El estado la compró después de obligar a venderla por una suma simbólica a un excéntrico hombre de negocios, Tomas Cloma, que la ocupó en 1956 y la llamó "Freedomland" ("Tierra de la libertad").

La intención de Manila era convertirla en un bastión militar. Pero hoy, los búnkeres de hormigón se deslizan hacia el mar y las baterías antiaéreas están oxidadas. Sólo la pista de aterrizaje sirve. Quedan 30 infantes de marina en la base. Cuando voy a visitar al comandante, a las diez de la mañana, está durmiendo. Ya por la tarde, todavía con cara de sueño, me recibe. "Eso es información clasificada", responde cuando le pregunto con qué armamento cuenta para defender el enclave. Miro alrededor, no parecen más que unos cuantos rifles. No podrían hacer nada si un día el ejército chino decide borrarlos del mapa.

Pagasa cuenta con una escuela para los niños. Pero su activo más importante son las 30 familias que viven en el lugar. Según Manila, son 200 personas, pero sólo encuentro unas cien. Tienen comida y casa gratis, además hay una escuela para los niños.

Mary Jo llegó para montar un negocio de pesca pero se arruinó. Aceptó el trabajo de administradora de la isla. Tiene grandes planes, sólo que no cuenta con suficientes fondos. "Los chinos tienen tanto dinero", lamenta. "Nosotros tenemos poco, pero es importante que sigamos aquí. Si no, me parece que los chinos vendrían". Porque una cosa es dispararles a soldados, como hizo China en 1988, y otra bien distinta es hacerlo sobre mujeres y niños.

Sierra Madre"Barco fantasma"

A 16 horas de Pagasa, justo antes del anochecer, llegamos a Ayungin. Los arrecifes asoman entre las olas y de alguna forma tenemos que atravesarlos sin encayar. No muy lejos, asoma la silueta del Sierra Madre, un barco fantasma filipino atascado en los arrecifes. Desde el sur se nos acercan guardacostas chinos, pero llegan demasiado tarde, el agua está muy baja como para que puedan pasar en sus grandes naves.

Ya había visto fotos del Sierra Madre, pero la realidad es todavía más impactante. Desde la cubierta, se ve incluso peor. Está podrido y hay que tener mucho cuidado con donde pone uno el pie... y las manos: al subir por una escalera arranco accidentalmente un pedazo de madera.
Me disculpo. La escena es absurda y hasta cómica, si no fuera por lo trágico. Los once infantes de marina, lejos del aire marcial de todos los militares, parecen avergonzados de cómo viven. "Es muy duro para mis hombres", dice el joven teniente al mando. "Estamos lejos de casa y a veces hay poco que comer, así que eso nos lo pone muy difícil". Los marines filipinos del Sierra Madre luchan para mantener la moral alta.

Los barcos chinos vuelven a asomar a lo lejos. Llevan más de un año bloqueando cualquier intento de llevar ayudas y suministros al Sierra Madre. Si hubiéramos venido por el suroeste, nos hubieran interceptado.
La armada filipina ayuda a los infantes de marina con suministros que lanzan en paracaídas una vez al mes. Pero la realidad es que subsisten con lo que pescan.

El Sierra Madre, según mi GPS, está a 120 millas náuticas de la costa de Filipinas, todavía dentro de su reclamo de 200 millas de "zona económica exclusiva". Y, sin embargo, Pekín alega que este arrecife sumergido es parte integral de su territorio.

Poderío chino
China está al inicio de su floreciente poderío naval. La velocidad del cambio es enorme. Pekín construye barcos de guerra y submarinos más rápido que ningún otro país, incluido Estados Unidos. Ya está en camino un segundo portaaviones.

El poderío naval chino crece a enorme velocidad. De momento, la fuerza naval de EE.UU. sigue siendo mucho mayor y más poderosa, pero se acercan a mayor velocidad de lo que nadie esperaba.
Y lo que pasa en el Mar de China Meridional es una expresión de las intenciones de Pekín: dominar mar y aire de la "primera cadena de islas". A largo plazo, China quiere ir más allá de Filipinas y del sur de Japón hasta la "segunda cadena de islas": Palau, Guam y las Marianas.

Eso sería un cambio cataclísmico en los equilibrios de poderes del Pacífico occidental. En los últimos 70 años, los estadounidenses no habían sido retados por nadie en la zona. Ahora, por primera vez, un nuevo poder emerge y tiene no sólo la voluntad sino todo lo necesario para desafiar el dominio militar de Washington. Es improbable que en el camino no se desate alguna tormenta.

martes, 26 de agosto de 2014

¿Cómo se financia el Estado Islámico?

(BBC Mundo) - "Va más allá de lo que hayamos visto antes", dijo hace unos días el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, refiriéndose a Estado Islámico (EI), el grupo antes conocido Estado Islámico de Irak y el Levante
 
Estado Islámico es un proyecto de Estado con armas sofisticadas, una ideología
totalitaria y abundante financiación..  

Según Hagel, no se trataría de un grupo terrorista, sino de un proyecto de Estado con armas sofisticadas, una ideología totalitaria, y abundante financiación que procede de apoyos externos y la toma de recursos para proseguir su ofensiva y sentar las bases de su califato.

Hasta hace pocos meses Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS por sus siglas en inglés) era uno entre diversos grupos armados sunitas radicales que se oponían al régimen de Bashar al Assad en Siria. Ganó notoriedad por separarse de al Qaeda, a la que acusó de no ser suficientemente radical.

Ya convertido es EI, es ahora la manifestación más violenta de la insurgencia sunita que pretende imponer una versión ultraconservadora del Islam, contra lo que consideran una expansión del chiismo liderado por Irán, con fuerte influencia en Irak, en la región.

El asedio y expulsión de la minoría cristiana de los yazidíes en Irak y la decapitación del periodista estadounidense James Foley son los ejemplos más recientes de la brutalidad con que actúa EI.

Al hecho de que se presenten como un Estado y no como un grupo armado y las atrocidades que han cometido, suma otro punto que llama su atención: su gran capacidad económica.
Estado Islámico tiene una gran capacidad económica.  

CONTROLAR FUENTES ENERGÉTICAS

Irak es el segundo mayor productor de petróleo del mundo después de Arabia Saudita. Y EI ahora controla zonas clave de la industria petrolera iraquí en el norte de Irak: Mosul produce alrededor de dos millones de barriles de petróleo diarios, el grupo tomó en su momento la planta de gas de Shaar y Baiji alberga la mayor refinería de petróleo del país.

Desde esa zona, los insurgentes, cortaron el suministro de crudo a Turquía a la vez que intentan controlar las abundantes fuentes energéticas en el Kurdistán iraquí.

El grupo no se plantea destruir las fuentes energéticas que conquista militarmente. El objetivo es usar los beneficios para la construcción del Estado islámico o califato.

En las últimas dos décadas otros grupos armados han establecido redes económicas ilícitas para su financiación, compra de armas y el enriquecimiento de sus líderes.

En Liberia y Sierra Leona, por ejemplo, proliferaron en los 90 grupos que competían por la explotación y tráfico de diamantes.

En Afganistán, el cultivo de amapolas es la principal fuente de ingresos del Talibán y otros sectores políticos, mientras que en Colombia ha habido diversos vínculos entre grupos insurgentes, paramilitares, personalidades políticas y el narcotráfico.

En el caso de Estado Islámico, esta organización ganó experiencia en Siria antes de dar el salto a Irak.

"Una de las razones por las que EI ha sido capaz de crecer tan fuertemente es que pudo extraer recursos y militantes de Siria", dice Patrick Cockburn en su libro The Jihadis Return: ISIS and the New Sunni Uprising (El retorno de los yihadistas: ISIS y el nuevo levantamiento sunita).

En Irak gana terreno gracias a los agravios sufridos por la comunidad sunita que, después de la invasión de Estados Unidos y sus aliados en 2003, se vio marginada y reprimida por gobiernos chiitas, especialmente el del primer ministro saliente Nuri al Maliki.

Al mismo tiempo, mandos militares de Saddam Hussein y funcionarios del Partido Baas, expulsados de sus puestos después de la invasión, se han aliado con EI.

El método del EI de usar los beneficios de las fuentes energéticas para imponer regímenes autoritarios no es novedoso.

Peter Custers, autor del libro Questioning Globalized Militarism (Cuestionando el militarismo globalizado), indica que muchos gobiernos de la región usan los ingresos del petróleo para comprar a Estados Unidos y Europa armamento pesado y armas para reprimir a sus poblaciones.

CIRCUITOS Y CONEXIONES

Theodore Karasik, del centro INEGMAS (Dubai) y Robin Mills, autor del Libro "The Myth of the Oil Crisis (El mito de la crisis del petróleo), calculan que EI ingresa US$1 millón al día por la explotación del petróleo iraquí.

El mismo analista sostiene que sumando los beneficios en este país y Siria, podrían conseguir US$100 millones al mes. Con visión de mercado, EI vende los barriles a US$30 (el precio internacional supera los US$100 por barril) a través de intermediarios en Turquía y Siria que lo introducen en el mercado negro.

Pero el petróleo no es la única fuente de ingresos de EI.

En el caso de Siria, un estudio del centro de análisis del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR por sus siglas en inglés) indica que "una economía de guerra se está afianzando en Siria, particularmente en zonas controladas por la oposición, creando nuevas redes y actividades económicas que alimentan la violencia".

EI se ha apoderado además de gran cantidad de armas del ejército iraquí y grupos armados sirios contra los que combate.

En Siria algunos grupos desmantelaron fábricas y vendieron las infraestructuras en Turquía.

Y según Jihad Yazigi, autor del informe para ECFR, en otros casos, los líderes de grupos armados están interesados en prolongar las batallas para seguir recibiendo aportes extranjeros.

Esta economía de guerra crea incentivos para diversos individuos y actores que no tendrían interés en que cese el conflicto.

A la vez, los nuevos circuitos económicos informales que controlan fuentes energéticas, contrabando, robo y venta de armas, secuestros, impuestos especiales a las minorías religiosas, y los controlados por las autoridades operan sin conexión entre sí.

Pero algunos sí se vinculan con el gobierno vendiéndole por un lado lo que le quitan por otro, asegura el informe del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales. El resultado es una desintegración del Estado desde su base económica.

La investigación sostiene que EI y otros grupos armados están implantando un sistema de impuestos en las zonas que conquistan al tiempo que promueven actividades ilícitas como el robo de reservas monetarias en bancos provinciales, contrabando de coches y armas, secuestros y controles en carreteras.

ESTADOS DÉBILES Y SECTARISMO

Occidente ha ayudado a financiar a los peshmerga -el brazo armado del gobierno regional kurdo- para combatir a Estado Islámico en Irak.

El apoyo sostenido de Arabia Saudida y países del Golfo Pérsico a los sunitas frente a los chiitas y sus aliados está en el origen del éxito económico de EI y otros grupos yihadistas, afirman el periodista Patrick Cockburn y otros analistas. Riyad, Kuwait y otros países, e individuos, han canalizado cientos de millones de dólares a los grupos insurgentes sunitas en Siria.

Como ocurrió en Afganistán con el apoyo que los insurgentes recibieron en los 80 de países occidentales, EI ha crecido gracias a la combinación de debilidad estatal, sectarismo por parte del Estado, y apoyo externo económico y militar a la insurgencia.

Para el régimen del presidente sirio Bashar al Assad esta fragmentación de la economía le supone perder ingresos que necesita para suministrar servicios y mantener apoyo en las zonas que controla, pagar el ejército, y comenzar la reconstrucción de Siria.

En Irak, el nuevo primer ministro Haidar al Abadi tiene menos territorio y recursos energéticos para lanzar una política más inclusiva.

Expertos en terrorismo discuten si EI podrá instaurar un Estado y consolidar una estructura económica.

Para Yezid Sayigh, del Carnegie Middle East Center, EI sólo es fuerte donde tiene apoyo, el cual podría disminuir ante sus brutales formas. La resistencia de los kurdos iraquíes y lo que quede del Estado iraquí apoyado por Estados Unidos puede frenarlo, pero no hacer que desaparezca.

Por otra parte, crear y mantener una economía estatal es complicado. En muchos casos, la infraestructura para explotar el petróleo y gas es antigua y necesita una renovación tecnológica que le será difícil obtener.

Estado Islámico y su modelo de economía política, y el papel de los actores externos, han complicado aún más la región.

sábado, 19 de julio de 2014

Atlántico Sur en agenda bilateral

Por Edgardo Aguilera - Ambito.com (Modificada por Desarrollo y Defensa)
El presidente chino, Xi Jinping, llega al país en el marco de una gira por cuatro países sudamericanos para intensificar las relaciones económicas y políticas. Visita -además de la Argentina- Brasil, Venezuela y Cuba.

El año pasado recorrió México, Costa Rica y Trinidad Tobago. Este segundo viaje reitera la clara intención de marcar presencia estratégica en Latinoamérica, zona clave proveedora de recursos de la potencia asiática. Al margen de las cuestiones financieras, promesas de inversión y firma de acuerdos, Xi y su delegación de funcionarios y empresarios tantearán con la contraparte criolla asuntos del tablero estratégico.

Varios ítems que uno podría tildar de "menores" -por caso, la autorización del Gobierno nacional a incorporar pesqueros chinos a la zafra del calamar illex, la posible fabricación de un buque polar en astilleros chinos con diseño finlandés para la Armada argentina, el avance en la construcción de la estación satelital que Pekín instalará en Bajada del Agrio, Neuquén, la adquisición de vehículos de transporte militar multirrueda Norinco y la visita oficial que por primera vez en 2013 hicieron tres buques de guerra chinos a los marinos argentinos- remiten al escenario del Atlántico Sur. Allí se enfoca el interés de la Casa Rosada, renovar el apoyo explícito del mandatario asiático en la causa Malvinas.

El subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante, por instrucciones del ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, y en acuerdo con la Cancillería, evalúa el ingreso de otros 10 pesqueros chinos que se sumarían a los 10 existentes, destinados a la captura del calamar. Es la especie que permitió y sostiene la bonanza económica de los kelpers. La incorporación de esos buques está condicionada a una disminución del arancel para ingresar productos del mar a mercado chino.

El cálculo político asume que con esta medida se logra desalentar el "poaching" (la pesca bordeando el límite de la milla 201) de los navíos asiáticos, el compromiso de China de no adquirir licencias de pesca ofrecidas por el Gobierno isleño y, consecuentemente, una merma en las capturas de los kelpers por el mayor esfuerzo en el caladero criollo.

En el marco del memorando de cooperación en logística con la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de China (Sastind) que en 2012 firmó el entonces ministro, Arturo Puricelli, arrancaron conversaciones bilaterales para la construcción de un buque polar en China.

No se llegó aún a la instancia del contrato, pero hay avances en la determinación de qué tipo de navío se requiere y de su diseño; será finlandés, al igual que lo fue el remozado Almirante Irízar. La elección colisionaría con otra iniciativa rubricada por el Astillero Río Santiago (ARS) que controla el Gobierno de Daniel Scioli. El presidente de ARS, Lelio González Elizabe, y Kalashnikov Valery, titular del astillero ucraniano Chernomorsky Shipbuilding Yard, firmaron en 2010 el acuerdo preliminar para la construcción de un navío polar destinado a la Armada Argentina. Más tarde, el 11 de abril de 2013, los ministerios de Defensa de la Argentina y Ucrania hicieron lo propio en un acuerdo de cooperación en tecnología de aviónica, contribución mutua en materia naval, e intercambio de experiencias en misiones paz.

La estación de monitoreo y telemetría satelital -para su programa de exploración lunar- que China construye en un predio fiscal neuquino ubicado a 30 kilómetros de Bajada del Agrio, levanta polvareda en mentes militares y especialistas del sector. "El uso civil y la aplicación científica de la data de rastreo de esas inmensas antenas parabólicas podría encubrir otros propósitos", dicen esas fuentes, aunque celebrarían, si hubiese algún tipo de intercambio.
Esta base satelital en marcha formará parte de una red de tres estaciones, dos ya se encuentran instaladas y operando en territorio chino. Con la tercera antena ubicada en el sur del continente, China dispondrá de una cobertura y visibilidad casi completa de la Tierra para las misiones de investigación en el espacio.

lunes, 23 de junio de 2014

Pasado, presente y futuro de la proyección del poder naval sobre tierra… el caso de los LHA/Ds

Trazar el origen de las cosas es útil para comprender mejor tanto las razones de su evolución como su potencial en el futuro. Ese ejercicio es útil también para las diversas armas así como para las doctrinas de empleo que en ocasiones preceden a las primeras y otras veces las acompañan. 

Con la mirada puesta en ello traigo a colación un caso que llama la atención, cual es el origen de los actuales buques de asalto anfibio del tipo Landing Helicopter Assault y Landing Helicopter Dock (LHA/D respectivamente). En el fondo, si se quiere, vamos a hablar de los antecesores de los Tarawa/Wasp de la US Navy, pero también de nuestro Juan Carlos I. Llama la atención por el hecho en sí, pero también por el ejército que hace esa apuesta. Y digo bien, ‘ejército’ porque ni estoy hablando de las fuerzas armadas en general, ni tampoco de la marina de guerra en particular. Ya que esa intuición nace en el ejército de tierra japonés y surte efecto en plena Segunda Guerra Mundial.

En efecto, a finales de los años 30 del siglo XX Japón ya había reiniciado su aventura imperialista, aunque su mirada estaba fijada en China. Dado su carácter insular, el reto consistía en trasladar tropas y pertrechos por mar a grandes distancias. Pero, ante la eventualidad de que el mero transporte administrativo de hombres y carga no fuese factible comenzaron a pensar en buques de asalto anfibio.

Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol, por naciente que fuera. La cuestión que ahora nos interesa es que, buques AK/LPA/LKA al margen, las opciones más vanguardistas que barajaba la marina imperial no dejaban de ser bastante convencionales, incluyendo –eso sí- proyectos de buques que, salvando las distancias, podrían equipararse a los Landing Ship Medium (LSM) o hasta a auténticos Landing Ship Tank (LST) de los últimos años de la Segunda Guerra Mundial o de la posguerra (modelos que, dicho sea de paso, ya están obsoletos). En este punto de la reflexión algún lector pensará: ¿y qué tenía de convencional un LSM/LST en aquellos tiempos? Pues, por una parte, que se trataba de buques que para realizar su función debían acercarse mucho a la costa, hasta el punto de tener que varar en la playa. Por otra parte, la capacidad de transporte de esas primeras versiones era un tanto limitada, aunque siempre cabía fabricarlos –es verdad- en cantidades importantes.

Frente a esa dinámica, en el ejército (de tierra, como se ha dicho) japonés pensaron más bien en buques de mayores dimensiones que pudieran realizar su función sin necesidad de ‘tocar tierra’. E incluso a bastante distancia de la costa. Pero, además, puestos a pensar, pensaron en buques que pudieran disponer de todo tipo de vectores, ya fueren navales o aéreos, para garantizar tanto el desembarco de las tropas como su cobertura ante la probable resistencia enemiga. En síntesis, tenían que ser capaces de transportar y operar con medios navales de asalto y, llegado caso, con un ala embarcada. E incluso debían estar a punto para hacer las dos cosas a la vez.

Con lo cual, poco antes de su entrada en la Segunda Guerra Mundial, los nipones seleccionaron unos pocos mercantes (de generosas dimensiones para la época) con el fin de aplicarles las mejoras necesarias para implementar lo que en el fondo era un nuevo tipo de buque, pero que además atisbaba una nueva doctrina de empleo de la fuerza. Uno de los más logrados fue el tipo Akitsu Maru, integrado por dos buques gemelos. Se trataba de unidades de casi 150 metros de eslora y cerca de 20 de manga, para un desplazamiento a plena carga de unas 12.000 toneladas. Su velocidad, según algunas fuentes, era de hasta 20 nudos. Otras la sitúan en 18. Pero, como quiera que su potencia motor oscilara entre los 7.800 y los 8.000 HP, se me antoja más realista hablar de 15. De todos modos, hay que tener en cuenta que ésa era la velocidad típica de los buques de desembarco de los años 40 y 50. Hasta aquí, la teoría. Ahora bien, esta filosofía no estaba exenta de problemas prácticos. Problemas relativos, fundamentalmente, a los medios a emplear para lanzar el asalto a cierta distancia.
Buque japonés Akitsu Maru

En lo que se refiere al componente naval, los japoneses desarrollaron el Daihatsu, un modelo intermedio entre los LCVP (Landing Craft, Vehicle, Personnel) y los LCM (Landing Craft Mechanized) de primera generación, de 14 metros de eslora y apenas 3 de manga. Estaban dotados de un motor diesel que los capacitaba para operar a unos 8 nudos y disponían de una nada desdeñable capacidad de transporte: hasta 70 infantes completamente pertrechados o bien un carro de combate ligero por cada unidad, de modo que unos y otro desembarcaban por la típica rampa de proa. Se sabe que los nuevos buques anfibios podían transportar en su ‘vientre’ hasta 20 de estas lanchas que, a su vez, se hacían a la mar desde un enorme portón que cerraba la popa del buque.

Más complicado era resolver el tema de los medios aéreos que debían acompañar a esos lanchones, de acuerdo con la nueva filosofía. Lo cierto es que no se pensó tanto en medios de transporte de tropas como en aparatos de escolta y apoyo. Las razones son evidentes: aunque los alemanes y los estadounidenses ya estaban trabajando en aparatos de ala rotatoria, lo cierto es que los primeros diseños de helicópteros todavía no estaban operativos, mientras que la alternativa de operar con grandes aviones de transporte capaces de lanzar varias docenas de paracaidistas desde un buque de ese porte parecía descabellada.

Sin embargo, pensando en el potencial del buque como medio de asalto y en la posibilidad de ir desarrollando o adaptando los medios ya existentes, se lo dotó de una larga cubierta de vuelo, que se extendía por casi toda su eslora (algo más de 120 metros de pista de aterrizaje que, además, cubría su manga) confiriéndole a todas luces la apariencia de un pequeño portaaviones de escolta de la época.

Así, la idea original era utilizar esa capacidad aérea en beneficio de aviones de combate que, en un número cercano a los 20-25 aparatos, estaban ubicados en la cubierta inferior a la pista de despegue, de modo que dicha cubierta también hacía las veces de hangar. Todo ello con la mirada puesta en que, llegado el momento, esos aviones podrían defender al buque de los bombarderos enemigos provenientes de tierra así como, sobre todo, podrían realizar apoyo táctico ligero sobre las posiciones enemigas, dando cobertura a las fuerzas prestas a desembarcar a bordo de los Daihatsu. Es decir, en esencia, son las mismas funciones que actualmente están llamados a realizar (no sólo, pero también) los AV-8B/B plus Harrier II estadounidenses y españoles embarcados en los LHA/D señalados unos párrafos más atrás.

Aún así, la operación con medios aéreos presentaba sus flecos: los buques japoneses carecían de catapultas (lo mismo que ocurre con los LHA/D actuales) y no estaban preparados para recuperar esos aviones una vez habían realizado su labor. Muchos de estos problemas han sido resueltos… con el tiempo... como siempre ocurre en estos casos… con la irrupción de los aviones llamados de despegue vertical (VTOL) que, en la práctica, actúan en formato STOVL (despegue corto y aterrizaje vertical). Pero a principios de los años 40 esto sonaba a ciencia ficción.

Por lo pronto, los japoneses hicieron dos cosas. La primera, embarcar unos pequeños aviones STOL (despegue y aterrizaje corto), los Kokusai Ki-76 (algo así como un Fieseler Storch pero, además de su ametralladora dorsal, podía llevar dos bombas o dos cargas de profundidad). Con todo, sus capacidades militares eran modestas, pudiendo aplicarse a la función de reconocimiento armado y a la de observación de fuego de artillería. La segunda fue desarrollar sus propios autogiros. Algo tarde (con la guerra empezada) pero con éxito. El tipo embarcado fue el Kayaba Ka-1, que estaba dotado de un más que aceptable radio de acción, de acuerdo una vez más con los estándares de la época (más de 250 km) y de una buena velocidad para tratarse de una aeronave de este perfil (160 km/h).

De hecho, los Ka-1 llegaron a tiempo para operar desde la cubierta del Akitsu Maru. Pero sólo unos pocos meses, antes de que este buque fuese hundido por los estadounidenses. En verdad, estos autogiros no eran el equivalente conceptual de los helicópteros de asalto, sino que fueron empleados más bien como ‘helicópteros’ antisubmarinos, dotándolos de cargas de profundidad. Para lo otro hubiera sido necesario, como mínimo, algo más de tiempo, para permitir el diseño y la construcción de aparatos con mayor capacidad de carga/transporte. Pero es notorio que, en términos doctrinales, las cartas estaban echadas: la apuesta por lo conjunto (tierra, mar y aire) quedaba integrada en un solo buque a fin de maximizar las sinergias existentes entre esos tres componentes en operaciones de proyección de fuerza sobre la costa.

Ese es, al fin y al cabo, el origen de un proyecto y de una doctrina de empleo que ha ‘culminado’ en los LHA/D contemporáneos, luego de incorporar helicópteros de transporte pesados y cazabombarderos V/STOL, además de mejores y mayores LCMs. En nuestro cronograma, entre unos y otros, aparecen aquellos interesantes, y para mí entrañables, Commando Carrier de la Royal Navy que protagonizaron sendos desembarcos aéreos en la campaña de Suez (1956) y en las operaciones dirigidas a la defensa de Kuwait (1961) pero que, al proceder de una transformación meramente parcial de antiguos portaaviones convencionales, ni siquiera disponían de dique para transportar y lanzar unos lanchones de desembarco que transportaban en sendos pescantes (HMS Albion, HMS Bulwark).

Algo similar –o peor- ocurría con los más conocidos Iwo Jima de la US Navy, ya que aunque eventualmente pudieran operar con aviones, no fueron diseñados para esa posibilidad. En la práctica, la clasificación de los Iwo Jima era la de LPH, por razones evidentes. Es decir que, según se mire, el concepto inherente a los buques japoneses que han servido de excusa para esta reflexión llevaba años de ventaja a los diseños occidentales más innovadores de los años 50 y 60. Esos son, pues, los jalones de una trayectoria en la que también podríamos incluir a los LPD (en el fondo, un LHA/D nace de la combinación de un LPH y un LPD, aunque el hecho de poder operar regularmente con aparatos de ala fija multiplica su valor militar de modo que, una vez más, el valor del conjunto es superior al de la mera suma de las partes).
Buque de Proyección Estratégica español Juan Carlos I

En todo caso, se habrá fijado el lector en el hecho de que el verbo ‘culminar’ con el que encabezaba la anterior reflexión aparece entre comillas. Claro. Ese también es el mensaje del artículo. Porque aquí no ha culminado nada. La vida sigue. De hecho, nos encontramos con que la necesidad de alejar más los buques (de asalto) de la costa (asaltada) crece. No voy a conectarlo con el tema de las derivas de las Revoluciones (Socio) Militares (RSM) y Revoluciones en los Asuntos Militares (RMA, en sus iniciales en inglés) por ser evidente. Por ello, las operaciones susceptibles de ser afrontadas mediante el empleo de este tipo de buques, también lo harán en el futuro.

No tanto porque haya que estar pensando sólo ni principalmente  en nuevos ‘desembarcos de Normandía’. Ese escenario, sin ser imposible, es improbable. En cambio, podemos pensar en:
  • La necesidad de ejecutar misiones de evacuación de civiles o incluso de rescate de rehenes, cuando la zona de operaciones esté ubicada en zona costeras o cercanas a la costa, cuando el número de afectados sea importante y cuando se presuma una notable resistencia por parte de los actores armados responsables de esa situación.
  • La necesidad de desarrollar misiones puntuales, pero enérgicas, en un contexto de proliferación de conflictos de intensidad baja/media en la que participan actores (estatales, o no) dotados de abundante armamento y que, en ocasiones, logran enturbiar el tráfico marítimo desde bases y posiciones ubicadas en tierra firme. A veces los vinculamos a la piratería (sin más) pero en ocasiones constituyen el germen de un proceso de mayor alcance, que busca y logra generar el caos en un Estado débil (quizá fallido) y complica la vida a los vecinos y a la sociedad internacional en su conjunto.
  • El hecho de que la creciente pugna por la soberanía de islas y archipiélagos pueda pasar de las simples escaramuzas que de hecho ya estamos detectando a conflictos armados, aunque limitados (la guerra de las Malvinas respondió en buena medida a este modelo, aunque en nuestros días es más probable el escenario de Asia Pacífico. Valga añadir que alguno de los principales fiascos para la Royal Navy fue debido a que alguno de sus buques anfibios LSL tuvo que operar muy cerca de la costa).
En todos los casos conviene tener en cuenta que:
  • No siempre será factible neutralizar una posición enemiga o una amenaza mediante el empleo de unos pocos equipos de operaciones especiales –que, ciertamente, sí podrían llegar a la zona de operaciones en un avión de transporte (suelen tener un radio de acción muy grande) o bien a bordo de un submarino- o, dicho con otras palabras, en ocasiones será necesario poner sobre el terreno unidades más numerosas y dotadas de mayor protección y de mayor ‘pegada’ (quizá subgrupos o grupos tácticos, pero podría llegarse al nivel de una agrupación táctica)
  • Aunque se cumpliera la primera posibilidad, no siempre será factible prestarles capacidad de reconocimiento aéreo, apoyo aéreo cercano, CSAR, etc. desde bases propias que probablemente estarán demasiado alejadas de la zona de operaciones –los cazabombarderos y los helicópteros suelen tener menos autonomía que los grandes aparatos de transporte
  • No siempre nos vamos a encontrar con que las armas a disposición de esos actores díscolos son de muy corto alcance, de modo que ante la eventualidad de que dispongan de lanzacohetes, o de baterías de misiles de misiles superficie-superficie, o de artillería de cierto alcance o incluso de carros de combate que puedan ser eventualmente empleados a modo de baterías de costa móviles, ya será necesario emplear buques capaces de lanzar el ataque tras abrir distancias con medios de asalto que constituyan un blanco mucho más difícil de batir por esas armas (mientras los aviones embarcados tratan de neutralizarlas)
  • Si esos actores armados disponen de alguna capacidad aérea en la zona, por pequeña que sea, será perentorio contar con capacidad para actuar contra ella ‘a pie de obra’, es decir, en alta mar. Los grandes portaaviones son, claro está, los llamados a garantizar la superioridad aérea. Pero no siempre será factible su empleo (suponiendo que se disponga de ellos), ya sea por criterios políticos o estrictamente militares. En este sentido, los LHA/D dotan al gobierno de turno, así como a los correspondientes Estados Mayores, de una enorme flexibilidad a la hora de planificar un amplio abanico de operaciones de entre las cuales las aquí mencionadas sólo constituyen una pequeña muestra.
CV-22 Osprey despegando del USS Kearsarge

Así que, en efecto, la historia continúa. La verdad es que a lo largo de los últimos lustros nuevos medios de asalto aeronaval ya han llamado a la puerta de los Marines y de la US Navy: pensemos en los convertiplanos CV-22 y en los hovercrafts LCAC. Ya, ya, no es oro todo lo que reluce: los primeros son muy caros, demasiado grandes (para las tropas a transportar) y no tan veloces como cabría desear y quizá hasta esperar, cuando vuelan en modo avión. 

Los segundos, en cambio, sí son extraordinariamente rápidos (para avanzar por el agua, se entiende) pero ni su precio, ni la relación entre su tamaño y su capacidad de carga (no muy superior a la de nuestras LCM-1E, sin ir más lejos) son del todo satisfactorios. Es verdad. Sea como fuere, se han dado pasos de gigante para mejorar la gestión de este tipo de operaciones anfibias y la base tecnológica está madura para nuevos desarrollos que con toda seguridad incidirán en la solución de los flecos detectados a día de hoy.
Hovercraft junto al LHD norteamericano USS Bonhomme

Probablemente no tardemos en ver convertiplanos de combate, equipados como medios antisubmarinos y/o como aparatos de apoyo táctico ligero para su empleo en conflictos de baja/media intensidad, o en advertir cómo multiplican su capacidad de transporte de tropas, incluso a una velocidad de crucero mayor que la actual. Es posible que los primeros ya sean aviones de combate no tripulados. 

Como no tardaremos en saber de hovercrafts capaces de doblar o hasta de triplicar no sólo la velocidad (cosa que ya hemos visto que hacen) sino también la capacidad de transporte de tropas o de vehículos de los actuales LCMs. O de la aplicación de otros diseños, como los catamaranes, a estas funciones (los franceses ya han comenzado, con su EDA-R, al que próximamente dedicaré un post en el apartado correspondiente de la web de GESI). La doctrina lo avala, la historia lo afirma y los astilleros sólo necesitan aumentar ligeramente esloras y mangas de unos buques que, de hecho, ya vienen evolucionando en esta dirección desde hace décadas. ¿El punto débil? El precio… de los aparatos. Por el de media docena de CV-22 se puede construir un LHD tipo Juan Carlos I. Y es que, ya se sabe, ganarse el cielo siempre ha sido caro. 

Editado por: Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI). Lugar de edición: Granada (España). ISSN: 2340-8421.
Fuente: http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/pasado-presente-y-futuro-de-la-proyecci%C3%B3n-del-poder-naval-sobre-tierra%E2%80%A6-el-caso-de-los-lhads
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