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domingo, 12 de junio de 2016

¿La guerra del futuro? EE.UU. pasa de la lucha terrorista a los grandes ejércitos

Por Helene Cooper - The New York Times
Tras 15 años, los militares vuelven a entrenar para enfrentamientos convencionales

TWENTYNINE PALMS, California.- Hace unos días, aquí, en las alturas del desierto de California, la Unidad Kilo del batallón de marines 3/2 participó de un simulacro de combate. Un grupo de marines apostado en el bien llamado Machine Gun Hill ("cerro de la ametralladora") disparaba ronda tras ronda de fuego real mientras otro grupo de marines intentaba tomar el valle circundante, ocupado por un imaginario enemigo.

"Están atrincherados", gritó Brian Somers, oficial en jefe de la Unidad Kilo, para describir la posición de las "fuerzas enemigas", supuestamente apoyadas por un Estado real, con recursos reales y que teóricamente devolvía los disparos. "Esto es una guerra convencional." Luego de 15 años de combatir terroristas, los militares norteamericanos tienen que volver a aprender a luchar contra grandes ejércitos.

Desde Medio Oriente, pasando por África y el sudeste asiático, las fuerzas militares de Estados Unidos se pasaron los últimos años en campañas de contrainsurgencia y contraterrorismo -o sea, guerras de guerrillas de menor escala-, y no en grandes guerras territoriales, como en el pasado.

Pero la anexión rusa de Crimea, el auge de China y la impredecible Corea del Norte impulsaron a los altos mandos norteamericanos a querer asegurarse de que sus soldados, marinos, pilotos y fuerzas especiales también reciban entrenamiento en enfrentamientos bélicos convencionales. Es parte del aprendizaje para combatir en las "guerras híbridas" del futuro, como las llama el Pentágono, una mezcla de enfrentamientos convencionales, insurgencias y ciberataques.
"Para enfrentar una amenaza de gran calibre hacen falta capacidades bélicas de otro nivel, y hace muchos años que el ejército de Estados Unidos no lucha contra un enemigo de ese tipo", dijo el general Mark Milley, jefe del estado mayor del ejército norteamericano. "Nuestra forma de entrenamiento ya no será la misma porque el contexto es distinto."

Según Milley, en las guerras del futuro "podrían participar fuerzas convencionales, fuerzas especiales, guerrillas, terroristas, delincuentes comunes; todos combinados en un entorno territorial sumamente complejo, potencialmente, con gran densidad de civiles".

En los últimos meses, el ejército hizo ejercicios de entrenamiento con cientos de soldados, tanques, drones, misiles y vehículos blindados que se enfrentaron a supuestas fuerzas enemigas con dotaciones similares. Los ejercicios son muy distintos a lo que enfrentó Estados Unidos en Afganistán en 2001, cuando insurgentes de la red Al-Qaeda y combatientes talibanes desaparecieron en las colinas y montañas y obligaron a los militares norteamericanos a una campaña de contrainsurgencia que aún continúa.

Irak, que en 2003 inició un conflicto clásico de Estado contra Estado, con tanques y una gran fuerza invasora, se fue convirtiendo en otra campaña de contrainsurgencia. Actualmente, las fuerzas de Estados Unidos están metidas en otra campaña de contrainsurgencia más, en este caso contra Estado Islámico (EI), en Irak y Siria.


"Todos nosotros, desde el ejército y la marina hasta las fuerzas especiales, luchamos valientemente durante 15 años contra un duro enemigo", dijo el general Robert Neller, comandante del cuerpo de marines. "Pero ya estamos pensando en quién será el siguiente."Según Neller, probablemente sea "alguien que cuente con armamento electrónico, vehículos blindados y gran capacidad de maniobra".

Ejercicios

Hace unos días, aquí en Twentynine Palms, al general Neller se sumó el almirante John Richardson, jefe de operaciones navales, para presenciar los ejercicios de entrenamiento. Fue la primera vez que un jefe naval viajó a una base de los marines para esa experiencia compartida. Los funcionarios de Defensa dicen que las guerras están cambiando y que la cooperación entre ambas fuerzas se volvió fundamental.

"Como la competencia entre grandes potencias regresó, tenemos que prestar especial atención y pensar seriamente no sólo en proyectar nuestro poderío, como venimos haciendo, sino también en el control del mar", dijo Richardson.

Después de esa mañana de fuego pesado desde Machine Gun Hill, los dos jefes militares se trasladaron a 30 minutos del lugar para observar otro ejercicio: la recuperación de un área urbana ocupada. Los marines habían construido una pequeña ciudad en el desierto. La ciudad del simulacro parecía sacada de Irak, y bien podría tratarse de Fallujah o Ramadi, pero deshabitadas.

"¿En qué lugar del mundo estamos operando?", dice Neller. "¿Los contrincantes hablan en inglés?" La respuesta no se hizo esperar: "En árabe, señor".

Ese intercambio y el ejercicio demostraron que, si bien las fuerzas norteamericanas se entrenan en guerra convencional, también siguen preparándose en tácticas de contrainsurgencia para derrotar a EI, Al-Qaeda, los talibanes o cualquier otro grupo.

Traducción de Jaime Arrambide

jueves, 9 de junio de 2016

La policía bonaerense será adiestrada con el plan de la Metropolitana

Por Daniel Gallo - LA NACION
La gobernadora María Eugenia Vidal confirmó que pasará de seis a nueve meses de instrucción y que tendrá simuladores de tiro y de manejo


La policía bonaerense será adiestrada con el sistema de enseñanza que utiliza la Policía Metropolitana. Eso incluirá el incremento del tiempo de preparación en el ingreso, que pasará de seis a nueve meses de instrucción, con la incorporación de sistemas virtuales de enseñanza de tiro y de manejo, dos situaciones básicas en las que se encontraron importantes falencias.

"Avanzamos con la reforma de las estructuras, con la inversión en equipos y ahora encaramos la etapa que considero más importante: la de contar con una mayor preparación de los aspirantes. Hay que tener en cuenta que una mejor formación inicial hará que los policías trabajen mejor", explicó la gobernadora María Eugenia Vidal.

Las autoridades bonaerenses no consideran positivo el ingreso masivo de efectivos en los últimos dos años para las policías locales. "Se hizo política con la incorporación de policías", señaló el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.

Consideró que para cumplir con las cuotas de ingreso no se realizó selección alguna, ya que entró el 96% de quienes se anotaron. Se detectaron casos de aceptación de personas con antecedentes penales, por lo que se avanza en una auditoría para verificar la situación judicial de los reclutados.

En la nueva camada de policías bonaerenses, que recibirán la nueva instrucción, figuran 1700 de los 24.000 inscriptos. Hoy la policía de Buenos Aires cuenta con 86.700 efectivos, incluidos los 18.000 policías locales, una cantidad que iguala prácticamente a la suma de la Policía Federal (con los agentes transferidos a la Ciudad) y la Gendarmería.

De esa cifra, un 10% de los policías bonaerenses y un 8% de los policías locales están fuera de servicio con licencias médicas. De todos modos, se instrumentó un sistema de turnos complementarios para completar la vigilancia de las 1400 cuadrículas que comprende el sistema de vigilancia provincial.

Uno de los puntos flojos de la instrucción hasta el momento son las prácticas de tiro. "Egresaron policías con un promedio de 10 disparos durante la instrucción. Eso hizo que muchas de las armas tuviesen problemas porque no sabían como limpiarlas", comentó Ritondo. La Policía Metropolitana cuenta con un polígono virtual de tiro, que reduce el costo de esa enseñanza y presenta desafíos a superar con la pistola reglamentaria. Ritondo anunció que se compraron sistemas similares para que la policía bonaerense pueda complementar el adiestramiento de tiro real con la sala virtual.

El proceso de entrenamiento pondrá en los polígonos a unos 500 agentes cada semana. La intención es que los policías tengan una mínimo anual de 250 disparos de práctica. La compra de los sistemas virtuales de tiro demandó una inversión de 35 millones de pesos, según el Ministerio de Seguridad.

También se sumarán simuladores de manejo, ya que reforzar esa capacidad de conducción mientras se responde a una emergencia es uno de los temas prácticos que quieren mejorar las autoridades. La fuerza provincial tiene 14.000 vehículos, pero por diferentes fallas y choques sólo están en servicio 6000.

Entre los puntos que sí se destacaron del enrolamiento policial llevado adelante en los últimos años aparece la incorporación de mujeres: suman el 53% de los últimos enlistados.

Igualmente, los funcionarios se mostraron preocupados por los casos de violencia de género en los que fueron victimarios policías bonaerense: hubo 640 expedientes iniciados por ese tema, la mayoría por agresiones intrafamiliares. Por eso se agregarán en la instrucción cursos sobre violencia de género, en un trabajo que será desarrollado en conjunto con la Secretaría de Derechos Humanos.

Demasiado grandes

Se procura, además, bajar la edad de ingreso de los policías, ya que se consideró anormal que personas de casi 40 años sin experiencia en otras fuerzas fuesen incorporadas como novatos. El 30% de los 18.000 agentes de las policías locales reclutado tiene entre 30 y 37 años. Se fijó ahora una edad límite de 29 años para el ingreso; se disminuirá a 25 años en 2017.

En el plan del gobierno bonaerense, los policías también empezarán a recibir capacitación del FBI, la DEA e Interpol. Por ahora hay 20 agentes en comisiones de instrucción en el exterior, pero se espera que muchos más pasen por esa experiencia. "Estoy convencida de que mis funcionarios no deben viajar mucho fuera de la provincia, porque hay mucho trabajo aquí: pero es muy importante que nuestros policías conozcan la forma de trabajo de otros países, por ejemplo, que sepan de la experiencia de la policía en Medellín", explicó Vidal.

Para la gobernadora, una reforma estructural de la policía, con mayor capacitación e incorporación de tecnología, cambios judiciales y penitenciarios y la focalización de recursos para el desarrollo social conforman un plan estratégico para revertir la difícil realidad de la seguridad bonaerense.

Cómo serán preparados los futuros policías

Tipo de enseñanza - El gobierno provincial ya diseñó un sistema de enseñanza policial basado en el moderno sistema de la Policía Metropolitana

Más instrucción - La instrucción de los futuros aspirantes a la policía bonaerense pasará de seis a nueve meses

Más práctica de tiro - Con la incorporación de polígonos virtuales, se procura que cada agente haga por año 250 tiros de práctica. Los últimos policías se incoporaron con menos de diez disparos anuales

Más capacitación - Se realizarán cursos de capacitación a cargo de personal de la Federal Bureau Investigation (FBI) y también de la agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA)

Agregado: 
Policías entrenan en un polígono de tiro virtual - Por Claudio Corsalini - Perfil.com

Cadetes y agentes en ejercicio de la Metropolitana practican cómo actuar ante situaciones de crisis. Lo usan también la Federal y el FBI.
Interacción. Ante la pantalla, el agente puede reaccionar enseguida y modificar su estrategia.
Interacción. Ante la pantalla, el agente puede reaccionar enseguida y modificar su estrategia. | Foto: Marcelo Silvestro

Tomas de rehenes, entraderas, asaltos con víctimas en la línea de fuego, allanamientos: en un contexto social con violencia creciente, cada vez son más frecuentes las situaciones críticas a las que se enfrenta un policía en ejercicio. Las decisiones deben tomarse en milésimas de segundos, y un paso en falso o un descuido pueden terminar en desenlaces fatales.

Para enseñar –y evaluar– a los agentes en este tipo de circunstancias, el entrenamiento de tiro tradicional ya no resulta suficiente. Por eso, los policías de la Ciudad entrenan en un polígono de tiro virtual, cuyas instalaciones se encuentran en el Bajo Flores. Este espacio es el único de su tipo en el país, y uno de los primeros de la región: hay uno en Santo Domingo, República Dominicana, y a fines del año pasado la Escuela Nacional de Policías de Montevideo montó uno en sus dependencias.

Más que apuntar. El Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad, del que depende la Academia de la Policía Metropolitana, instaló el polígono virtual en 2012. Es un sistema electrónico de video que reproduce diferentes situaciones de crisis que deben ser resueltas de la mejor manera posible. El ejercicio lo realizan tanto los 650 cadetes que cada año estudian en esa fuerza como sus 5.500 efectivos en actividad: es obligatorio que se sometan a una evaluación anual para ver cómo resuelven las crisis, más allá de sus habilidades de tiro.

Además de las opciones que ofrece el equipo, el software permite que se sumen nuevos escenarios, según explican a PERFIL los instructores de tiro de la escuela, y ver, sobre todo, qué habilidades cognitivas ponen en juego los agentes a la hora de evitar riesgos. Además, dicen, es una cuestión de costos: el sistema virtual minimiza los gastos –entre ellos, el uso de municiones– de formación de quienes usan armas de fuego.

“Nuestro objetivo apunta al uso racional del arma por parte del agente metropolitano. A partir de los diferentes escenarios que presenta el simulador, el efectivo aprende a analizar el contexto que rodea a la situación de riesgo existente. Si bien la puntería es importante, para nosotros es fundamental la decisión de tiro que toma el uniformado”, señala Marcela De Langhe, directora del ISSP.

El equipo está compuesto por una pantalla de tres metros de alto por dos de ancho, una computadora y un par de pistolas 9 mm originales que fueron adaptadas para funcionar a nivel virtual: se les colocó un láser en la punta del cañón que, una vez activado, permite medir la efectividad del tirador a la hora de resolver la crisis que enfrenta. Estas armas posibilitan, además, familiarizarse desde un primer momento con el peso y los movimientos que produce un arma real cuando es disparada. Todo el procedimiento se realiza bajo la atenta mirada de dos instructores de tiro de la escuela. “El sistema complementa al polígono tradicional. Es una instancia intermedia entre la teoría y el fuego real”, agrega De Langhe.


Entrenamiento compartido. El polígono virtual también es utilizado por la Policía Federal, el Ejército y la Gendarmería, pero no sólo lo usan fuerzas locales: agencias de seguridad extranjeras también llegan hasta el Bajo Flores para “afinar” su puntería. “Una vez por año los agentes del FBI que están en la Embajada de Estados Unidos hacen prácticas de tiro en nuestro simulador”, cuenta De Langhe. Desde 2012, además, el FBI tiene un acuerdo con la Metropolitana, por el cual sus instructores de tiro participan en las prácticas de los cadetes y agentes.

martes, 10 de mayo de 2016

Crisis en la formación conjunta de piloto militar

Por Edgardo Aguilera - Ambito.com
A 10 años de la creación del Curso Básico Conjunto de Aviador Militar (CBCAM) aún persiste la crisis en la formación de pilotos militares. Las promociones de jóvenes oficiales recién egresados (en la jerarquía de alférez, guardiamarina y subteniente) se acumulan año tras año porque no hay suficientes aviones escuela. Esperan hasta tres años para comenzar el entrenamiento, en ese lapso ocupan el tiempo en actividades complementarias como el aprendizaje de inglés. En la actualidad suman 87 los jóvenes oficiales de Fuerza Aérea, Armada y Ejército en esa situación.

El cuadro de angustia tuvo algunas palabras de optimismo: "No concebimos una Fuerza Aérea que no vuele y en ese camino vamos a transitar nuestro mandato", dijo el ministro de Defensa, Julio Martínez, el 1 de mayo pasado durante la ceremonia que conmemoró el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea en el conflicto del Atlántico sur. Y aseguró: "Vamos a dar las batallas que corresponden en la lucha por el presupuesto, para tener lo que nos corresponde, para poder tener las horas de vuelo".

El curso se creó durante la gestión de Nilda Garré en 2006 y está bajo el control funcional del jefe del Estado Mayor Conjunto, cargo que hoy ocupa el general de división Bari Del Valle Sosa. La instrucción unificada en la Fuerza Aérea buscó ahorrar recursos concentrando el esfuerzo presupuestario y cimentar el trabajo conjunto de los uniformados, una política central luego de las fallas en interoperabilidad que mostró la Guerra por las Malvinas.

La crisis en la instrucción conjunta viene de arrastre desde 2006 porque la máquina empleada, el Mentor B-45, tenía más de 50 años de uso y dijo basta a poco de iniciado el entrenamiento. A los tumbos continuó el ciclo instructivo con aeronaves suplentes, entre ellas, avionetas Cessna y Piper Dakota.

En 2013 la administración Kirchner adquirió 10 aviones entrenadores nuevos de origen alemán Grob TP 120 para solucionar el colapso en la instrucción.

Llegaron en tandas, la primera de 4, luego sobrevino el faltante de dólares en el Banco Central, que puso un torniquete a los pagos externos trabándose la entrega de los restantes, arribaron recién en diciembre de 2014. Las 10 aeronaves pertenecen a la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), la empresa que se encarga del mantenimiento y tiene un contrato de alquiler con la Fuerza Aérea por el que percibe 1.200 dólares por cada hora de vuelo.

"De esas 10 unidades nuevas que están a cargo del ingeniero Hugo Conci hoy vuelan sólo dos", confirmaron fuentes gremiales de la fabril cordobesa. "La falta de repuestos -nunca se adquirió un lote completo sino con cuentagotas- sumada al ajuste actual en los números de la fábrica dejó casi a la totalidad de los Grob en tierra. El dato más grave es que ante la imposibilidad de adquirir repuestos se procedió a desguazar (sacar partes y componentes) a los aviones matrícula E-502 y E-503" agregó la fuente.

En el ambiente sindical y entre operarios y técnicos corren interpretaciones políticas que explicarían la parálisis de la flota de Grob. "Forma parte del sentimiento de revancha porque esos aviones fueron adquiridos durante el Gobierno de Cristina de Kirchner", dicen. "Por eso también quedó trunca la segunda etapa de adquisición de 5 unidades más, el trámite se cayó el último mes antes del cambio de Gobierno", completaron las fuentes.

sábado, 27 de junio de 2015

Ciudades en guerra: tendencias y desafíos actuales del combate urbano

Por Katarína Svitková* GESI - Defensa.com
El combate urbano es tan antiguo como las propias ciudades. Los centros urbanos siempre han sido lugares estratégicos dada su importancia económica, demográfica, en infraestructuras y simbólica. La imagen de una ciudad capturada, recapturada, saqueada, quemada y construida de nuevo es inherente a la Historia militar.

Sin embargo, muchas doctrinas militares clásicas consideran el combate urbano como el último recurso. Según Sun Tzu, la peor política es atacar a las ciudades, lo cual sigue siendo cierto hasta hoy, dada la cantidad de los daños colaterales habitual en este tipo de operaciones. Y mientras el mundo se urbaniza, lo mismo sucede con los conflictos.

Combate urbano en el siglo XX

Marines en Hue, Vietnam, 1968Foto: Marines en Hue, Vietnam, 1968

Muchas de las revoluciones de los siglos XVIII y XIX tuvieron lugar en las ciudades, lógicamente por que aquellas sirvieron como puntos de concentración de la población, la movilización y el poder. Sin embargo, las batallas realmente emblemáticas del ambiente urbano se llevaron a cabo durante la Segunda Guerra Mundial. Las batallas de Stalingrado, Berlín y Manila desencadenaron el subsiguiente desarrollo de doctrinas militares especialmente enfocadas en el combate urbano.

Durante la Guerra Fría, unas guerrillas urbanas intensificaron su actividad en varios países de América Latina, combatidas por policías y las fuerzas militares. Movimientos independentistas con la agenda anti-colonial tomaron iniciativa en Palestina, Argelia, Chipre o Irlanda, obligando a las fuerzas regulares a desarrollar unas campañas urbanas de contra-insurgencia. Unas batallas icónicas tuvieron lugar en Hue, Vietnam en 1968 y la ciudad de Suez en 1973.

Los acontecimientos militares de los años 90 hicieron creer que las fuerzas militares occidentales eran invencibles. Aquella suposición fue fundamentalmente cuestionada tras el episodio de Mogadiscio en 1993 y el desastre militar en Grozny (en este caso de fuerzas rusas) en 1994. Los estrategas militares y los políticos se dieron cuenta de que la superioridad  militar – tecnológica no lleva automáticamente a un éxito cuando las fuerzas regulares se ven obligadas a combatir unos grupos locales armados en ciudades densas y desconocidas.

Tras aquellos episodios, la atención militar se enfocó aún más en las capacidades necesarias para combatir en ciudades. Esta tendencia se mantuvo hasta septiembre de 2001. La guerra de Afganistán desvió temporalmente la atención a los ámbitos montañosos y rurales, pero posteriormente la guerra de Irak y, una década más tarde, las revoluciones urbanas en el mundo árabe y los recientes acontecimientos en Ucrania, Irak, Siria y Yemen están una vez más indicando la creciente relevancia de las ciudades para el análisis y gestión de conflicto.

¿Cómo será el conflicto futuro?

Es muy difícil hacer predicciones sobre conflictos futuros en una era caracterizada por la complejidad. Por ello, los analistas militares se han enfocado en ciertos aspectos de la guerra futura, la naturaleza de los adversarios potenciales y las características del ámbito operacional. La investigación existente indica que los enfrentamientos futuros serán híbridos y asimétricos, con los actores tan diversos como fuerzas regulares, milicias tribales, paramilitares, insurgentes, terroristas, señores de guerra y grupos criminales, para mencionar solo algunos.


Las cuestiones sobre el ámbito operacional futuro son un tanto más claras. Según David Kilcullen, cuatro tendencias globales son claves al respecto.

Primero, las dinámicas demográficas, destacando el incremento de la población sobre todo en los países en vías de desarrollo.

Segundo, el fenómeno de la urbanización gana más importancia cuando la mayor parte de ese crecimiento demográfico ocurre en las ciudades, muchas veces sin la suficiente infraestructura, servicios básicos y recursos para la población.

Tercero, la conectividad.  La capacidad de las personas para comunicarse de una manera instantánea supone indudables ventajas, pero al mismo tiempo las redes existentes pueden ser (y son) abusadas para cometer actividades ilícitas. Finalmente, Kilcullen argumenta que la cuarta tendencia clave a nivel global es la litoralización. La mayor parte de la población mundial vive en ciudades ubicadas en la costa o a menos de cien kilómetros del mar. Analizando estas tendencias globales desde el punto de vista de los futuros conflictos, Kilcullen sostiene que el combate urbano litoral seguirá adquiriendo una relevancia cada vez mayor.

 Pensamiento estratégico y conceptos

Los analistas en previsión estratégica tienen en cuenta estas tendencias a la hora de prever qué tipo de operaciones se llevarán a cabo y cuáles serán las capacidades necesarias.

Los planes de adquisiciones militares se suelen realizar con un alcance aproximado de quince años. Lógicamente, las restricciones presupuestarias pueden alterarlas. Y además, los procedimientos burocrático pueden ralentizarlas provocando que algunas de las adquisiciones no se ajusten a los cambios operados en el entorno estratégico.  Por ello una función muy importante (aunque no la que recibe la mayor financiación) es la previsión estratégica a largo plazo. En este caso, los analistas intentan predecir cómo será el ambiente en el que las fuerzas militares conducirán sus operaciones dentro de cincuenta años. Lógicamente, este tipo de análisis es en muchos respectos más difícil dada la complejidad de las dinámicas conflictivas actuales. Simplemente no sabemos qué tipo de milicias va a operar por ejemplo dentro de una década en la zona que hoy en día controla el Daesh. Sin embargo, las predicciones que utilizan los datos y tendencias sobre dinámicas naturales, sociales y tecnológicas pueden ofrecer pistas útiles.




Un ejemplo de este tipo de iniciativas es sin duda el proyecto de la urbanización desarrollado por la OTAN, además de los programas enfocados en el combate urbano (incluyendo aspectos desde la doctrina hasta el entrenamiento) en Estados Unidos, Reino Unido, Israel y otros países sobre todo de Europa Occidental. El análisis estratégico también suele ser subcontratado; por ejemplo, la RAND Corporation tiene su propia sección de análisis de la acción militar en las ciudades. A pesar de todo, el análisis estratégico relativo al combate urbano representa solamente una parte minúscula al compararlo con la cantidad de iniciativas tácticas y tecnológicas que actualmente se llevan a cabo en este ámbito.

Tácticas y tecnología
Joint Chiefs of Staff, Doctrine for Joint Urban Operations JP 3-06, 2002.
Joint Chiefs of Staff, Doctrine for Joint Urban Operations JP 3-06, 2002.

En dirección contraria a las restricciones presupuestarias que afectan a los ejércitos europeos, otros países del mundo están incrementando su potencial militar. Entre esas inversiones el combate en población está recibiendo una atención particular. El combate urbano tiene unas características y limitaciones específicas debido a la naturaleza de las ciudades. Las innovaciones en la capacidad de mando y control, utilizando los avances más recientes en tecnologías de comunicación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento desbordan el alcance del presente análisis. Los objetivos incluyen el diseño de los sistemas de monitorización más eficientes, incluso los drones mejorados utilizando sensores, y nano-tecnologías para perfeccionar la conciencia de la situación (situational awareness) en el denso terreno urbano.

En cuanto al armamento, el desarrollo actual se enfoca en mejorar la precisión, efecto, potencia de fuego y movilidad: aspectos decisivos en el combate urbano. Se ha prestado atención al equipamiento de los soldados para conseguir una armadura (body armor) más ligera pero con mayor capacidad de protección. Además de ello, los aparatos de visión nocturna y los de comunicación tratan de mejorar la eficiencia y reducir el agotamiento físico y mental que es propio del combate urbano. Finalmente, las modificaciones a los vehículos militares tienen como propósito hacerlos más pequeños, eficientes y móviles, capaces de maniobrar en unas calles estrechas, evitar los obstáculos físicos y enfrentarse son el adversario, protegiendo en todo situación a los operadores.

Problemas de complejidad

Según los críticos, existe un problema fundamental en el enfoque principalmente táctico y tecnocrático que ha dominado la actual práctica del combate en las ciudades. El núcleo del problema es que la doctrina del combate urbano sigue viendo la ciudad simplemente como una parte más del terreno operacional, y por ello favorece la táctica de “clear and hold”. Como apuntaba un experto militar canadiense en un congreso del ejército holandés en la Haya, ‘somos muy buenos en limpiar pero seguimos fallando en sostener’.

Este tipo de doctrina y práctica tiene utilidad cuando se trata de capturar un edificio o un bloque de edificios, pero alcanza sus límites cuando el objetivo consiste en estabilizar y proteger una zona urbana más extensa. Las ciudades, especialmente las grandes, poseen una red compleja de elementos naturales, de infraestructuras, y de entramados sociales con sus constantes interacciones (muchas de ellas intangibles). En otras palabras, la ciudad es un sistema complejo. Los sistemas de este tipo son extremadamente (o imposibles) de controlar en el sentido militar clásico. Como consecuencia, es muy difícil ejercer el control total sobre una ciudad extensa a medio o largo plazo, simplemente porque ninguna fuerza militar dispone hoy de suficientes recursos humanos y técnicos para hacerlo.


Imagen aérea de Fallujah, Iraq. 2009.Imagen aérea de Fallujah, Iraq. 2009.

El resultado de emplear las tácticas de control urbano consiste muchas veces en “congelar” una parte de la ciudad en cuestión. En su versión extrema, esta forma de combate ha sido etiquetada como “urbicide” (una analogía a “homicide”, aunque en este caso la víctima es la ciudad en conjunto). Los críticos como Stephen Graham han utilizado este término, refiriéndose sobre todo a la política militar-urbana de Israel con respecto a los palestinos. Congelar una ciudad o sus partes mediante la fuerza militar apenas puede conducir a un éxito estratégico a largo plazo.

Teniendo en cuenta la morfología de los conflictos futuros, definida por batallas en un denso terreno urbano, enfrentándose con actores difícilmente distinguibles de la población local, parece conveniente ir pensando en desarrollar nuevas estrategias. Antes de intervenir en un ambiente de este tipo, es necesario entender las redes físicas y sociales que definen la ciudad. El enemigo conoce, utiliza y abusa de esas redes, aunque son las mismas que sostienen la ciudad como tal. Por ello, el objetivo debería ser en maximizar la precisión y la discriminación durante el enfrentamiento, y hacer lo posible para minimizar la disrupción de las interacciones cotidianas (información, energía, tráfico de materias y personas, etc.). Estas últimas forman la base de la resiliencia urbana, inherente en las ciudades e indispensable para garantizar su funcionamiento y la seguridad a largo plazo.

Katarína Svitková es investigadora del Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI) y Máster en Estudios Estratégicos y Seguridad Internacional por la Universidad de Granada

miércoles, 1 de abril de 2015

Se supervisó el curso que dicta la Escuela de Infantería en Plátanos, provincia de Buenos Aires.

La supervisión estuvo a cargo del subdirector general de Educación del Ejército, Grl Br Alejandro José Scarramberg, acompañado por el director de Educación Operacional, Cnl My “VGM” Alejandro A. Reuther, y el director de la Escuela de las Armas, Cnl My Sergio Daniel Santulario.
En la oportunidad, observaron las actividades que está desarrollando el Curso de Tiradores Especiales, entre las que se destacan: tiro de precisión y de campo, ejercicios de acecho, apreciación de distancias y memorización de información, entre otras.
Este curso se desarrolla anualmente y tiene una duración de 25 días. Participan suboficiales con el grado de cabo a sargento que ocupan el puesto de tirador especial en sus unidades de origen.
Cabe señalar que se cuenta con el apoyo de instructores y subinstructores de las compañías Comandos 601 y 602, pertenecientes a la Agrupación de Fuerzas de Operaciones Especiales.

Fuente: http://www.aviacionargentina.net/foros/ejercito-argentino.37/87-noticias-ea-227.html

lunes, 30 de marzo de 2015

La Armada de Chile logra la certificación en buceo autónomo a 100 metros de profundidad

(defensa.com)  Tras seis meses de entrenamiento, un equipo de ocho buzos de la Armada de Chile obtuvo la capacidad de bajar hasta los 100 metros de profundidad. Hasta la fecha la certificación de buceo autónomo en la Armada de Chile estaba limitada a los 60 metros. Para cumplir esta meta se dotó a los buzos con equipos de respiración de circuito cerrado del tipo Closed Circuit Rebreather (CCR), Diver Propulsion Vehicle (DPV), trajes secos con ropa de aislación térmica para aguas frías y estación de mezcla de gases. Además se cuenta con cámara hiperbárica móvil, sistema mezclador de gases y un equipo de apoyo de al menos 10 personas, incluyendo al Oficial de Buceo y Médico de Sumersión para cada operación a realizar.


De acuerdo a lo señalado por el Capitán de Fragata Luis Mora, Jefe de Rescate y Salvataje de la Armada, el objetivo planteado fue lograr una certificación internacional de alto nivel, para lo cual se eligió IANTD (International Association of Nitrox and Technical Divers) y a uno de los tres instructores con mayor calificación en el mundo en este tipo de actividad: el entrenamiento en el uso de los equipos y la ejecución del trabajo práctico estuvo a cargo de Peter Den Haan, buzo norteamericano que registra en su bitácora más de 3.000 sumergidas desde que hace casi un cuarto de siglo se inició en esta práctica. Además, durante los últimos 15 años ha sido entrenador tanto de buceadores como de instructores de buceo en USA y Europa.

La ejecución de actividades de buceo de salvataje son dirigidas por el Comando de Operaciones Navales con sede en Valparaíso y los buques más adecuados para servir de plataformas de buceo con que cuenta la institución son los remolcadores tipo Galvarino y, como alternativa, las unidades tipo OPV ó LST. Para la Armada de Chile, contar con estas capacidades y mantenerlas en el tiempo resulta muy importante y un gran desafío ya que al tener esta certificación, los buzos de salvataje cumplen con los estándares internacionales, alcanzando las mismas competencias que poseen las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, siendo el primer país de Sudamérica que logra este nivel. (Roberto Sandoval, corresponsal de Grupo Edefa en Santiago de Chile)

miércoles, 25 de marzo de 2015

Ejercicio de instrucción de la Infantería de Marina Argentina con helicópteros rusos

(defensa.com) El Batallón de Infantería de Marina Nº 4 con asiento en Ushuaia, perteneciente a la Fuerza de Infantería de Marina Austral, realizó una instrucción con helicópteros de la Fuerza Área Argentina (FAA), que se encontraban en Ushuaia dando apoyo a la Campaña Antártica de Verano. La instrucción fue brindada por la dotación de los helicópteros rusos  MI-171 E de la FAA y se desarrolló en las instalaciones del Anexo Península de la Base Naval Ushuaia, donde tiene asiento el batallón.
La actividad comenzó con una clase teórica sobre el conocimiento de la aeronave, sus capacidades, características principales, medidas de seguridad y salidas de emergencia. Luego de adquirir los conocimientos necesarios para operar desde y hacia el helicóptero, el personal de la Compañía Juliet del BIM4, realizó prácticas de embarco y desembarco del helicóptero. Asimismo, toda la actividad hizo hincapié en los procedimientos de aproximación a la aeronave, el desembarco de la misma y la posterior defensa inmediata en tierra.
Esta instrucción se denomina básica helitransportada y contribuye al adiestramiento de Infantería de Marina en técnicas, el cual tiene por finalidad la adquisición de múltiples destrezas que permitan a cada hombre desempeñarse hábilmente como combatiente individual, en cada rol de combate, en el conocimiento de los sistemas y su integración al mismo de manera tal de lograr un óptimo funcionamiento de conjunto. (Luis Piñeiro, corresponsal en Argentina)

jueves, 11 de diciembre de 2014

Indra instala en Argentina seis simuladores de conducción de vehículos pesados

(Infodefensa.com) Madrid – Indra ha dotado de seis simuladores para la conducción de vehículos pesados al nuevo centro de formación de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC). El proyecto ha incluido la provisión, instalación y puesta en marcha de los simuladores ENTAC, y los cursos de operación y mantenimiento.

“El simulador ENTAC, ganador del Premio Europa del Transporte 2010, es un simulador de altas prestaciones diseñado por Indra con tecnología de última generación, que facilita la formación de conductores de vehículos pesados en un entorno totalmente exento de riesgos y con un menor coste”, explican desde la compañía.

El diseño del puesto de entrenamiento ha sido realizado de tal forma que permite la conducción simulada en varios tipos de vehículos y facilita la realización de prácticas en diferentes escenarios, a través de un avanzado sistema de visualización envolvente en 3D que ofrece entornos urbanos, rutas de montaña, autopistas, etc.

El simulador también reproduce con total realismo el comportamiento de diversos tipos de vehículos pesados en función de las características de la conducción, el estado del pavimento o las condiciones de la carga, entre otras variables. El modelo contempla todos los incidentes típicos que pueden afectar las tareas del conductor, incluyendo capacidades de ayuda para operar el sistema y señalización urbana.

Por su parte, el instructor puede controlar desde su puesto todos los ejercicios o pruebas que realizan los alumnos, introducir incidencias o averías, cambiar la visibilidad, las condiciones meteorológicas o la densidad del tráfico, entre otros aspectos, con el objetivo de que los conductores practiquen en diversas situaciones y logren así una mayor cualificación que pueda evitar en el futuro posibles accidentes o situaciones críticas.

Indra es uno de los principales fabricantes de simuladores a nivel mundial y cuenta con más de 30 años de experiencia en este mercado. La compañía desarrolla sistemas de simulación para entrenamiento en la operación de todo tipo de vehículos, incluyendo aviones, helicópteros, submarinos, autobuses y camiones, coches, metro y trenes, entre otros. Cuenta con más de 200 simuladores en 23 países de todo el mundo, que han cubierto más de un millón de horas de entrenamiento.

martes, 2 de septiembre de 2014

¿Como Funcionan Los Helicópteros?

(Taringa) - Un cursillo sobre funcionamiento de los helicópteros

1. Controles de Vuelo
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?

-La palanca del cíclico, es similar a la de mando de un avión de ala fija, controla el paso de pala cuando esta alcanza un punto de rotación. 
-El rotor girando en forma de disco, y la alteración del paso cíclico inclina este disco, dando empuje para adelante, atrás o lateralmente.
-La palanca del colectivo altera el paso de todas las palas del rotor, incrementando la cantidad de aire succionado a través del rotor.
-El mando de gases sirve para mantener las r.p.m. del rotor.
-Los pedales de guiñada sirven para contrarrestar el par de los rotores y hacer que el helicóptero vuelo recto o gire.

2. Paso colectivo.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
El colectivo incrementa el ángulo de paso de todas las palas colectivamente. Al tirar de la palanca aumenta el ángulo de ataque de todas las palas, y el sistema del rotor succiona mas aire y procede mas sustentación mientras los rotores giran a la misma velocidad.
Si las palas del rotor se ralentizan producen menos sustentación y pueden entrar en perdida. Para que los rotores giren a la velocidad requerida debe compensarse la resistencia aumentando la potencia.
En los helicópteros propulsados a turbina hay una unidad de control automático del combustible de modo que cuando se tira del colectivo se compensa automáticamente, bombeando mas combustible al motor para que las palas mantengan su régimen de rotación.

►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?

Los tres dibujos nos muestra la forma en que la palanca colectiva de paso controla la fuerza de sustentación del rotor principal. La palanca colectiva del helicóptero y la palanca cíclica regulan el peso del helicóptero.
1-La palanca esta levantada hacia arriba, el paso positivo del rotor crea suficiente sustentación para superar el peso de la aeronave y el motor puede mantener las r.p.m., el helicóptero se eleva.
2-Con la palanca en neutro, el paso ligeramente positivo solo es suficiente para equilibrar el peso y el helicóptero se cierne inmóvil en el aire.
3- Con la palanca hacia abajo y el paso de las palas neutro o negativo, el peso supera a la sustentación y el helicóptero desciende. 


3. Pedal de guiñada
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?

El rotor principal gira visto desde arriba, en el sentido de las agujas de reloj. El par hace que el fuselaje tienda a girar en sentido contrario. Para compensarlo, el rotor caudal despide aire hacia la derecha, manteniendo el helicóptero recto.
El paso de las palas del rotor caudal y por lo tanto, su empuje es controlado por los pedales de guiñada.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Con el uso de los pedales, el piloto suele regular el paso de las palas del rotor de cola de tal manera que generen empuje necesario para contrarrestar el par y mantener fijo el fuselaje, aunque esto requiere unos pequeños ajustes de forma constante. La función primordial del rotor de cola del helicóptero es neutralizar el par, es decir, impedir que el motor haga girar al fuselaje en una dirección contraria. 
1-Tal como muestra la figura de la izquierda, el piloto aumenta el paso, el rotor de cola empujara mas que el par y orientara el fuselaje en la dirección de giro del rotor.
2-Par neutralizado.
3-Si disminuye el paso, el par del motor orientara el fuselaje orientara el fuselaje en la dirección opuesta. 

4. Paso Cíclico
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Cuando la palanca esta en posición neutra el disco del rotor esta "plano", generando solo sustentación.
Cuando se empuja la palanca, el disco se inclina hacia adelante y parte del empuje se convierte en translación.
Cuando parte del empuje total actúa horizontalmente la sustentación se reduce, de modo que para recuperarla se incrementa el ángulo de ataque mediante el colectivo.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
El efecto que esto produce es la inclinación del disco del rotor en la dirección en que se mueve la palanca, lo que crea un empuje horizontal y hace que el helicóptero se mueva en esa dirección. La palanca cíclica de paso de cada pala del rotor de forma individual conforme realiza su ciclo de rotación. 

Cuando el disco del rotor se inclina acusadamente durante la aceleración, el fuselaje se inclina de la misma forma debido a que el centro de gravedad del helicóptero tiende a alinearse con la línea de sustentación.
  
5. Los mandos de un helicóptero

Si bien los mandos de un avión son relativamente simples al igual que la posición de sus superficies de control (timones, alerones, ...), en el caso de un helicóptero la cosa se complica bastante.
Partamos de la base que el helicóptero se encuentra en un vuelo estacionario. Es decir el rotor principal gira a una cierta velocidad, suficiente para crear la sustentación necesaria y vencer la fuerza del peso del propio modelo.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Cómo hacer ahora para que el modelo avance? Al contrario que un avión, el helicóptero no posee una hélice en el morro que lo impulse hacia delante. El truco es simple: Inclinando el rotor principal hacia adelante, la fuerza de sustentación se inclina de la misma manera creando una fuerza en el sentido de la inclinación:
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Y esto seguro que lo habreis observado en algún vuelo de un helicóptero. Al poco tiempo de despegar del suelo, se inclina hacia adelante y comienza a acelerar para pasar al llamado vuelo de traslación. En cambio, si quiere pasar del vuelo de traslación al estacionario, baja la cola para que ocurra exactamente lo contrario, es decir que la componente horizontal de la fuerza de sustentación se orienta hacia atrás frenanado al helicóptero:
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Exactamente lo mismo ocurre lateralmente:
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Resumiendo, el helicóptero es capaz inclinar el rotor a cualquier lado. Este es el mando que generalmente se tiene en el stick principal de la emisora (en los helicópteros tripulados, el piloto maneja estas funciones con la palanca principal que está situada entre las piernas). Cuando empujamos el stick hacia delante, el helicóptero se inclina hacia adelante. Lo mismo hacia atrás y lateralmente.

La pregunta ahora es cómo hacer que el rotor se incline hacia el lado deseado. Esta respuesta ya no es tan simple. En los próximos dibujos se explicará el principio del plato cíclico de una forma simplificada. Este tipo de control del rotor es el mismo que en los helicóperos reales.

6. El plato cíclico
Imaginemonos un rotor simplificado con cuatro palas: 
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Las palas están montadas sobre los ejes de palas de tal forma que puedan girar alrededor de éstos lo que permite cambiar la incidencia de las mismas. Para que las palas mantengan todas la misma incidencia, están unidas a unas varillas de transmisión -todas de la misma longitud- que a su vez están fijadas al plato cíclico. 

Éste esta compuesto de un plato exterior fijo y uno interior giratorio que están unidos mediante un cojinete que permite el giro entre ellos. En el plato exterior van fijadas las varillas de mando que vienen de los servos y en el plato interior que gira igual que el rotor se enganchan las varillas que controlan la incidencia de las palas. El plato cíclico interior y las palas giran alrededor del eje principal simultaneamente. En este caso en contra del sentido de las agujas del reloj. Con esta configuración, si comenzamos a girar el rotor alrededor del eje principal, las palas generarán una sustentación uniforme y equilibrada.

Para que el rotor se incline hacia algún lado será necesario que en alguna parte de la rotación se produzca más sutentación que en otra, cosa que conseguiremos cambiando cíclicamente la incidencia de las palas del rotor:
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Para ello se inclina el plato cíclico (que de esto recibe su nombre). Miremos que pasa detalladamente: El plato cíclico se inclina. La varilla azul se eleva empujando en la parte delantera de la pala azul causando un giro de ésta alrededor del eje de palas obteniendo una mayor incidencia y a consecuencia mayor sustentación. En el lado opuesto del plato cíclico pasa exactamente lo contrario. Esta parte del plato baja, con lo que la varilla roja estira de la parte delantera de la pala originando una incidencia negativa de la pala, que da lugar a una sustentación negativa. En las otras dos palas esta inclinación del plato cíclico no tiene repercusión alguna, se quedan con la misma incidencia neutral.

Así, la pala azul produce una fuerza orientada hacia arriba y la roja una a la inversa, es decir hacia abajo, con lo que todo el conjunto tendería a inclinarse hacia la izquierda. (Los expertos me disculpen en este momento, porque bien sabrán que esto, debido a efectos de inercia no es del todo cierto. Pero en este momento para simplificar el entendimiento la mecánica este fenómeno no se tiene en cuenta.)

Para que este desequilibirio de sustentación se mantenga, el sentido de la inclinación del plato cíclico es constante, es decir en el caso del dibujo hacia la izquierda. Si giramos 90 grados el rotor en contra del sentido de las agujas del reloj pasa lo siguiente:
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Las varillas de las palas azul y roja pasan por el punto neutral del plato cíclico con lo que su incidencia pasará a ser neutral. En cambio las palas verde y gris cambian su sustentación de la misma forma como lo hicieran 90 grados antes las otras dos palas. Es decir que una pala va cambiando su incidencia cíclicamente: En el lado izquierdo tiene una incidencia negativa, a lo largo de los próximos 90 grados de giro del rotor va aumentando su incidencia hasta estar neutral, entre los 90 y 180 grados sigue aumentando la incidencia llegando al máximo a los 180 grados de giro en la parte derecha. Entre los 180 y 360 grados vuelve a disminuir progresivamente la incidencia pasando por neutral a los 270 grados volviendo al punto de partida a la izquierda con incidencia negativa. Y asi cada pala en cada giro!

7. La incercia del sistema y su consecuencia
Como se indicó anteriormente, la incidencia de las palas y su efecto a lo largo de un giro de rotor no son del todo correctas. Debido a que la pala no genera su mayor sustentación exactamente en el segmento de la rotación por la que está pasando en ese instante, el rotor sufre la mayor influencia de la pala unos 90 grados más tarde (muchos razonan esto con el efecto predecesor de un giróscopo, pero no es cierto, es simplemente la pasividad del sistema). 
En otras palabras: Si inclinamos el plato cíclico hacia adelante, en nuestro caso (sentido de giro del rotor en contra de las agujas del reloj) así, el helicóptero realmente se inclinaría hacia la izquierda. Para solventar ese problema, simplemente se cambia la posición de las varilas en el plato cíclico por 90 grados, de tal forma que en fondo las varillas vayan 90 grados adelantadas.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Observese cómo las varillas estan unidas aqui adelantadas 90 grados. El grado de esta pasividad a la reacción depende de la configuración y el tipo del cabezal del rotor. En los utilizados en el aeromodelismo son aproximadamente 90 grados. En helicópteros reales de cabezales semirígidos como el del BO105/BK117 el ángulo es de aproximadamente 78 grados.

8. Paso colectivo y paso fijo
Al inclinar el plato cíclico hacia un lado el rotor se inclinará al mismo lado, con lo que podemos controlar las inclinaciones del helicópero y con ello el vuelo de traslación. Llegados a este punto tenemos que diferenciar dos tipos de helicóperos. Los de paso fijo y paso colectivo. Los de paso fijo tienen palas que, al contrario de lo indicado arriba, no se pueden girar alrededor de el eje de palas, únicamente el estabilizador es capaz de girar.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Un detalle que se ve en el dibujo, es el uso de unos codos de transmisión que se ocupan de adelantar las varillas que recorren el plato cíclico en los 90 grados necesarios mencionados arriba para que el rotor se incline hacia el mismo lado que se inclina el plato cíclico. En los helicóperos de paso fijo el control de altura se consigue variando las revoluciones del rotor. Este mando se encuentra en el segundo stick de la emisora siendo la posición inferior la equivalente de motor parado y la superior la de máximas revoluciones. 

Normalmente, si el stick está entre la posición centrada y el tercio superior el helicópero se encuentra en vuelo estacionario. En cambio en los helicópteros de paso variable es posible de cambiar la incidencia de todas las palas a la vez subiendo o bajando el plato cíclico.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
Al contrario que en los helicópteros de paso fijo, en este tipo no se controla la altura del helicóptero mediante las revoluciones del motor, sino por el cambio de paso. Es decir que en la emisora tendremos en el stick el mando de paso de rotor y no el acelerador del motor. En los helicópteros reales este mando se controla mediante una palanca situada al lado izquierdo del piloto parecido a un freno de mano. Cuando el piloto eleva la palanca aumenta el paso de las palas del rotor principal. 

8. Sistemas de estabilización
Las descripciones del control de las palas del rotor principal por encima de estas lineas, no recogen sistemas de estabilización. La más utilizada en aeromodelismo es la de Bell-Hiller. Generalmente se encuentran rotores de sólo dos palas sustentadoras y un estabilizador con dos palas pequeñas que no generan sustentacion. Las palas sustentadoras y el estabilizador están unidos por un sistema de palancas mediante los cuales se transmiten las fuerzas estabilizadoras. El funcionamiento en concreto no se explicará aqui en este momento. 

9. La función del rotor de cola
Cuando el rotor gira hacia un lado impulsado por el motor del helicóptero genera una resistencia, sease aerodinámica o por inercia, que ocasiona un giro contrario del fuselaje del helicóptero.
►  ¿Como Funcionan Los Helicopteros?
El rotor de cola sirve para parar este giro. Generalmente está impulsado por el mismo motor que impulsa el rotor principal mediante un engranaje desmultiplicador y un eje o una correa dentada. El mayor o menor empuje de este rotor se controla -si está impulsado por el mismo motor del rotor principal- por el cambio de paso de las palas. Y con esto tenemos el último de los controles de un helicóptero, que es la guiñada o giro alrededor del eje vertical del modelo. Este mando está situando normalmente en el segundo stick de la emisora horizontalmente y comparable al timón de dirección de un avión. En el helicóptero real este mando se controla -al igual que en los aviones- mediante dos pedales. Si el piloto aprieta el pedal izquierdo, el morro del helicóptero girará hacia la izquierda y la cola detrás suyo a la derecha. Igualmente sucederá si inclinamos el stick de la emisora a la izquierda.

10. Concentración y coordinación
El helicóptero es un aparato que requiere plena atención. Únicamente ya por el hecho de que es por naturaleza inestable. Por muy bien ajustado que esté, siempre hay que ir corrigiendo para mantenerlo en vuelo. Yo siempre lo comparo a mantener un palo en equilibrio vertical encima del dedo de la mano. Por otro lado, cuando pasamos de un vuelo estacionario a uno de traslación es necesario compensar con el paso la perdida de sustentación por la inclinación del rotor. El mando de cola (guiñada) es un mando esencial que no podremos pasar por alto como por ejemplo en un avión de alerones. Todos los mandos están en acción. 

Por ejemplo, para volar una curva es necesario primero estar en un vuelo de traslación hacia adelante, inclinar el helicóptero alrededor del eje longitudinal (como un avión o una moto), girarlo alrededor de su eje vertical con el rotor de cola, tirar un poco (mando traslacional hacia atrás) pero sin pasarse para que no pierda velocidad el modelo y aumentar el pitch para no perder altura.

martes, 17 de junio de 2014

Inauguran un simulador en Ezeiza

(La Nación) - La empresa Aeropuertos Argentina 2000 puso ayer en funcionamiento un simulador de instrucción para controladores de tránsito aéreo en el aeropuerto de Ezeiza.

La concesionaria presidida por Eduardo Eurnekian informó que el nuevo centro permitirá economizar tiempo y dinero en las prácticas de entrenamiento en vivo para las prácticas y entrenamiento de los controladores.

miércoles, 2 de abril de 2014

APOYO AÉREO CERCANO Repitiendo El Pasado...¿Otra Vez?

Por CAPITAN SCOTT A. FEDORCHAK, USA

Aristóteles escribió "casi todas las cosas han sido encontradas, pero algunas han sido olvidadas,1 un adagio repetidamente demostrado en la profesión de las armas, donde las lecciones pagadas con sangre han sido olvidadas o ignoradas en tiempos de paz, solamente para ser redescubiertas y nuevamente reiteradas de igual modo en la siguiente batalla. Por ejemplo, la doctrina y armas para el apoyo aéreo cercano (Close Air Support - CAS) languidecen entre conflictos, únicamente para ser revividas en la próxima guerra. Este hecho es resultado de la falta de adhesión de la Fuerza Aérea respecto al concepto CAS y su consiguiente carencia de voluntad para proporcionar aviones de ese tipo y los apoyos necesarios. Carl H. Builder expresa que el "apoyo aéreo cercano ha sido la misión más descuidada de la Fuerza Aérea.2

La Joint Publication 1-02, Department of Defense Dictionary of Military and Associated Terms, define el CAS como "la operación aérea contra objetivos hostiles que están en proximidades de las fuerzas amigas y que requiere la detallada integración de cada salida aérea con el fuego y la maniobra de dichas fuerzas".3 El empleo del CAS ha sido el motivo de serios debates entre fuerzas terrestres y aéreas desde la introducción del avión como arma de guerra. Las fuerzas terrestres desean más CAS en apoyo de sus operaciones, mientras que la fuerza aérea se concentra en otras misiones como la defensa aérea, interdicción aérea, y bombardeo estratégico, que interesan a la campaña del teatro. Más allá de las distintas prioridades asignadas al CAS por el Ejército y la Fuerza Aérea, el hecho es que los Estados Unidos han necesitado CAS en pasados conflictos y continuarán demandándolo en el futuro.

Enfoque doctrinario sobre el ataque estratégico
Desde el comienzo de la aviación, los partidarios del poder aéreo procuraron identificar a la Fuerza Aérea como un servicio separado, con un rol exclusivo en el ámbito militar. Guiados por los primeros teóricos del poder aéreo, tales como Giulio Douhet, el Mariscal del Aire Hugh M. Trenchard, y el General William ("Billy") Mitchell, apuntaron hacia las capacidades estratégicas del poder aéreo que permitirían llevar la destrucción hacia las capitales políticas, centros de trasporte, e industrias. Raramente capaces de atacar tales centros de gravedad, las fuerzas terrestres y navales enfocan los centros de gravedad tácticos y operacionales. Pero los abogados del poder aéreo creen que - después de alcanzar la superioridad aérea - las fuerzas del aire deberían llevar adelante ataques estratégicos para destruir la infraestructura industrial del enemigo y de esa manera eliminar su aptitud para sostener la guerra.4
 
Por ese motivo, la dirigencia de la naciente aviación militar de los EE.UU. abrazó la doctrina del bombardeo estratégico como su razón de ser, hasta casi excluir a las otras misiones del poder aéreo.5 Específicamente, la Fuerza Aérea "ha definido, ensayado y probado una doctrina donde relega el CAS a una tarea estrictamente secundaria de sus unidades de combate"6 y "hasta que la superioridad aérea es conquistada, cualquier esfuerzo que no contribuya a ese fin es una desviación y únicamente debería ser adoptado en situaciones de emergencia."7 Aunque la Fuerza Aérea no descarta totalmente su apoyo a las operaciones terrestres, prefiere recurrir a la interdicción aérea antes que al CAS.

Las primeras escuelas del servicio aéreo, tales como la Escuela Táctica del Cuerpo de Aviadores en el Aeródromo de Maxwell, Alabama, fueron establecidas para estudiar y desarrollar doctrina, tácticas, y aeronaves para las misiones aeroterrestres. En lugar de eso, los dirigentes de esos institutos volvieron su atención al desarrollo del bombardeo estratégico.8 En los años 30, los EE.UU. eran el único país que había organizado una unidad aérea - el 3er Grupo de Ataque - destinado a apoyar las fuerzas de superficie y de esa forma podrían haber desarrollado las operaciones aeroterrestres. Pero la concentración en el bombardeo estratégico dejó al Cuerpo de Aviadores del Ejército mal preparado en vísperas de la II Guerra Mundial para realizar operaciones aeroterrestres.9
 
Esa guerra sirvió como un campo de prueba para el bombardeo estratégico, que lesionó duramente los esfuerzos de guerra del Eje. Algunos análisis de posguerra, sin embargo, discutieron la eficacia de esta doctrina:10
El poder aéreo tuvo una poderosa ratificación en la II Guerra Mundial. Pero más bien fue la concepción de Mitchell sobre ese tema - cualquier cosa que vuele - la que fue justificada, antes que la Douhet (el bombardeo estratégico). El éxito más espectacular se verificó en los empleos tácticos y allá los medios aéreos ganaron el incondicional respeto y admiración de los antiguos servicios. Por el contrario, los éxitos puramente estratégicos, aunque lejos de ser logrados en algunas circunstancias, no fueron nunca totalmente convincentes para algunos observadores imparciales.11
Todavía los entusiastas del poder aéreo señalan el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki como una prueba del rol del poder aéreo en tanto que elemento decisivo en el campo de batalla. Pero este punto de vista desconoce la contribución de la aviación de la Armada basada en portaaviones y - aún más importante - el rol de las fuerzas submarinas en el estrangulamiento económico de Japón en el teatro del Pacífico.12 Como un elemento subordinado del Ejército, las Fuerzas Aéreas del Ejército (Army Air Forces - AAF) también hicieron una contribución importante a las operaciones de superficie en todos los teatros, mediante campañas CAS y de interdicción. No obstante, los comandantes de las alas de B-17 y B-24, y de los escuadrones de P-47 y P-51 continuamente reñían con los comandantes de tierra sobre la desviación de sus recursos del esfuerzo estratégico. Estos jefes - del mismo modo que sus contrapartes actuales - pasaban por alto la necesidad de combinar el poder terrestre, naval y aéreo para triunfar en el campo de batalla moderno.

La era posterior a la II Guerra Mundial marcó la ascendencia del Strategic Air Command (Strategic Air Command - SAC) y de los bombarderos nucleares estratégicos en la doctrina de la Fuerza Aérea. La estrategia del bombardeo estratégico encaró una guerra total con las fuerzas del Comunismo y requirió ataques a los centros de gravedad estratégicos del enemigo. Los EE.UU. vieron la posibilidad de contener la amenaza enemiga mediante la disuasión nuclear, y cada servicio compitió para obtener fondos, demostrando su capacidad para lanzar armamento nuclear. Puesto que el bombardeo estratégico ya había sido probado en este aspecto, el SAC pudo dominar las decisiones en relación con el desarrollo, despliegue y uso de los medios de la Fuerza Aérea desde los años 50 hasta principios de los 80.13
 
Virtualmente ignorando su rol táctico en apoyo de las fuerzas terrestres, la Fuerza Aérea propuso una fuerza de bombardeo estratégico de 70 alas para satisfacer las necesidades de la seguridad nacional, aunque también impulsó el desarrollo de un caza de reacción supersónico para realizar misiones de defensa aérea, escoltar a los bombarderos hasta sus objetivos, y proteger a los EE.UU. de los bombarderos soviéticos. Rápidamente fueron desarrollados bombarderos y aviones de caza más grandes, mejores, y más veloces, capaces de llevar cargas más pesadas. Más todavía, los aparatos del Comando Aéreo Táctico (Tactical Air Command - TAC) fueron diseñados para lanzar armas nucleares tácticas, y todas las fuerzas aéreas tácticas del teatro intentaron convertirse en "pequeños SACs, con una misión primaria y prácticamente única de índole nuclear".14 Consecuentemente, la Fuerza Aérea puso en naftalina a sus medios de apoyo terrestre o los dejó que se hicieran obsoletos, puesto que la doctrina del poder aéreo no anticipaba rol alguno para el poder aéreo táctico.15 Aunque la disuasión se encargó de prevenir la guerra nuclear global, el énfasis sobre el lanzamiento nuclear lesionó la aptitud de la Fuerza Aérea para hacer un empleo efectivo del poder aéreo táctico en las guerras limitadas.

Perspectiva histórica sobre el CAS Doctrina y ejecución
El involucramiento de los EE.UU. en un teatro de operaciones se mantuvo como una posibilidad a todo lo largo de la guerra fría, pero en realidad, en esa época, solamente combatió en guerras limitadas. Desafor tunadamente, la comunidad del poder aéreo ha olvidado las lecciones sobre CAS e interdicción aérea del campo de batalla (Battlefield Air Interdiction - BAI), aprendidas por la 9ª Fuerza Aérea en el teatro de operaciones europeo, y por 5ª Fuerza Aérea en el teatro de operaciones del Pacífico. Más todavía, no hicieron ningún esfuerzo para preservar las lecciones aprendidas, entrenarse para futuras aplicaciones, o conservar los aviones apropiados para el CAS.16
 
El Gral. O.P. Weyland, comandante de las (Far East Air Forces - FEAF) comentaba que "lo que se recordaba de la II Guerra Mundial no estaba escrito, y si lo estaba, no había sido difundido, o si lo estaba, no había sido leído o comprendido."17
 
Desde la Guerra de Corea hasta la Guerra del Golfo de 1991, el SAC raramente empleó sus bombarderos estratégicos según su diseño. Eso es, los B-29 y, más tarde, los B-52 dejaron caer bombas convencionales de alto poder explosivo durante misiones CAS y BAI en Corea, Vietnam, y el Suroeste de Asia. En realidad, en Corea y en Vietnam, el bombardeo estratégico de las infraestructuras políticas, militares y económicas que no influían sobre el sostén tradicional de la guerra, tuvieron un efecto mínimo en el resultado de las campañas. Solamente en el dominio táctico los EE.UU. alcanzaron algún éxito.18
 
Tales situaciones demandaban el empleo de CAS y BAI en apoyo de las fuerzas terrestres. Aunque la Fuerza Aérea prefería recurrir a la interdicción aérea para destruir muchos equipos en su ruta hacia el frente, antes que hacerlo uno por uno en el frente mismo, nunca fue capaz de interdictar decisivamente el movimiento de las fuerzas terrestres y los abastecimientos del enemigo en la vanguardia.19 Sin embargo, el CAS fue habitualmente exitoso, preservando a las fuerzas terrestres americanas, y eso significó la diferencia entre la derrota y la victoria en muchos encuentros.20
 
Corea proporcionó el primer ejemplo de una guerra limitada para la vacilante Fuerza Aérea. Inicialmente, los recursos de la FEAF incluían solamente el F-80 Shooting Star y el F-86 Sabre, ambos diseñados para el combate aireaire. Desafortunadamente, estos avanzados aviones reactores carecían de estaciones apropiadas para llevar municiones de apoyo terrestre, tales como cohetes, bombas y napalm, y eran incapaces de operar desde las pistas escasamente preparadas de Corea. El hecho que tuvieran que estar estacionados en Japón, limitaba su tiempo de sobrevuelo sobre el objetivo y el apoyo durante los requerimientos inmediatos, que normalmente eran los más críticos para las fuerzas de superficie.

Por ejemplo, el F-84 Thunderjet - preparado para las operaciones airetierra pero aún fuera del inventario de la Fuerza Aérea - no podía operar desde las bases coreanas. Consecuentemente, la Fuerza Aérea tuvo que desempolvar los cazas F-51 Mustang guardados en los depósitos, porque eran los únicos aparatos aptos para operar en el teatro de operaciones de Corea.21 En los críticos días del perímetro de Pusan, estos caballos de batalla de la II Guerra Mundial - y, más tarde, los A-1E Skyraiders - proveyeron el desesperadamente solicitado CAS para las fuerzas terrestres de las Naciones Unidas (ONU).22 Complementariamente, la Fuerza Aérea derivó B-29 Superfortalezas de sus misiones de bombardeo estratégico sobre Corea del Norte para cumplir CAS y BAI durante la acción de Pusan, la invasión de Inchon, y la retirada después de la intervención china.

Hacia la conclusión de las hostilidades, la Fuerza Aérea había reaprendido las lecciones de la II Guerra Mundial y había empleado su conocimiento para mejorar su apoyo a las operaciones terrestres. No obstante, del mismo modo que después de la II Guerra Mundial, las lecciones de Corea fueron dejadas a un lado y olvidadas, un hecho que se reflejó en el comentario del Secretario de la Fuerza Aérea Thomas K. Finletter, que expresó "la guerra de Corea fue un caso único, una distorsión que nunca se repetirá en el verdadero rumbo del poder aéreo estratégico.23
 
Veinte años más tarde, "cuando comenzó la guerra de Vietnam, simplemente tuvimos que reaprender lo básico, y pagamos un precio terrible para hacerlo.24 Una vez más, la Fuerza Aérea tuvo que usar las aeronaves en depósito, esta vez pidiéndole A-1E Skyraiders a la Armada y modificando los planes de entrenamiento como el de los T-37, para proporcionar CAS, ya que los F-105 Thunderchiefs y F-4 Phantom no satisfacían esos requerimientos. La aptitud de los Skyraiders para absorber daños, llevar armamento, y sobrevolar el campo de combate los hizo invalorables en encuentros importantes tales como el Tet, Hue, y Khe Sanh, y en centenares de choques menores, permitiéndole a las fuerzas terrestres americanas mantenerse firmes contra cantidades superiores de norvietnamitas y Vietcong. La Fuerza Aérea también perfeccionó sus capacidades CAS convirtiendo a los trasportes C-47, C-119 y C-130 en aeronaves de apoyo terrestre. Finalmente, como lo había hecho en Corea, la Fuerza Aérea distrajo sus bombarderos estratégicos, usando los B-52 en el mucho más necesario apoyo terrestre, que salvó las vidas de centenares de soldados de superficie e infligió numerosas bajas a los norvietnamitas.25
 
Después de Vietnam, el Congreso y el Departamento de Defensa se impusieron sobre la Fuerza Aérea para revaluar su misión CAS a la luz de la amenaza soviética a los intereses mundiales de los EE.UU. Respondiendo especialmente a la necesidad de equilibrar las numerosas ventajas en materia de personal y equipamiento que los soviéticos podrían tener durante una invasión a Europa occidental, la Fuerza Aérea puso en servicio el A-10 Thunderbolt, el primer modelo diseñado exclusivamente para CAS.26

 
Desde noviembre de 1983 hasta mayo de 1984, el Ejército y la Fuerza Aérea desarrollaron 31 iniciativas orientadas a mejorar la interoperabilidad aeroterrestre. Este trabajo sirvió como base para otro posterior desarrollado en 1986, como la doctrina para la batalla aeroterrestre del Ejército, la cual subrayó el empleo del poder aéreo en apoyo de la campaña terrestre.27 El trabajo continuó a lo largo de los 80 para perfeccionar las capacidades de ambos servicios, para combatir conjuntamente en el campo de batalla moderno. Pero, con la caída del Muro de Berlín en 1989 y la subsecuente desintegración de la Unión Soviética, esa amenaza presumible mente desapareció, y los EE.UU. comenzaron a disminuir sus fuerzas militares. Entre las primeras contribuciones de la Fuerza Aérea a esta reducción estaba el proyectado almacenamiento de toda su flota de A-10s.28
 
En 1991, la Fuerza Aérea despachó velozmente los A-10 que permanecían en el inventario activo de vuelo en el Sudoeste de Asia, como parte de la preparación de Tormenta del Desierto, a requerimiento del Gral. H. Norman Schwarzkopf, comandante en jefe del Comando Central de los Estados Unidos (CINCCENT).29 Apenas un año después de trascurrida la Guerra del Golfo, la Fuerza Aérea podría haber tenido que convocar a la mayoría de esos aparatos guardados en depósitos, como en guerras pasadas. Los A-10 estaban disponibles cuando Saddam Hussein cometía enormes errores, en oportunidad y en la interpretación de la determinación de los EE.UU. y del mundo para condenar y contrarrestar sus actitudes.

Efectivos contra los tanques iraquíes y otros vehículos terrestres, estos aparatos excedieron las expectativas tanto de la Fuerza Aérea como de sus diseñadores.30 Adicionalmente, la flexibilidad y rusticidad de los A-10 les posibilitó cumplir una amplia gama de tareas para las cuales no habían sido previstos - tales como la supresión de defensas aéreas enemigas, reconocimiento armado, y escolta para búsqueda y salvamento.31

Aunque representaban menos del 10% de los medios aéreos de la coalición, los A-10 fueron responsables por alrededor del 70% de la destrucción de vehículos blindados realizada por esas fuerzas aéreas.32 Durante la última parte de la guerra en la superficie, el Tte. Gral. Charles A. Horner, comandante del componente aéreo conjunto (Joint Air Force Component Commander - JFACC), declaró espontáneamente "Retiro todas las malas cosas que expresé sobre los A-10. ¡Los amo! Ellos salvaron nuestro trasero."33 Más aún, un oficial iraquí capturado informó que "el avión individualmente más reconocido y temido a baja altura era el A-10. Aunque los ataques con bombas eran terroríficos, el sobrevuelo de los aparatos sobre la zona de los blancos provocaban tanta, sino más, ansiedad desde el momento que los soldados iraquíes no estaban seguros de ser los objetivos elegidos."34

Otra fuente dijo que los A-10 destruyeron más del 50% de todos los tanques enemigos, más del 50% de todas las piezas de artillería de campaña, y el 31% de todos los trasportes blindados de personal. Más interesante todavía, registraron más victorias en combates aireaire que los polivalentes F-16 Fighting Falcon.35 Claramente, los A-10 fueron decisivos multiplicadores de capacidades para el combate y constituyeron un instrumento para minimizar las pérdidas de los EE.UU. en la superficie durante la campaña terrestre para liberar a Kuwait. Y, una vez más, la Fuerza Aérea empleó a los B-52 en las tareas BAI, bombardeando tanto las posiciones de la Guardia Republicana como las concentraciones de tropas y equipos.36
 
El diseño de los aviones CAS
La mayoría de las aeronaves CAS fueron originalmente diseñadas para operaciones antiaéreas o de interdicción, pero a continuación fueron improvisadas, modificadas, o adaptadas para operaciones CAS en épocas de guerra. Esta tendencia comenzó con el P-51 y el P-47 en la II Guerra Mundial y Corea, y con el A1E y el A-37 en Vietnam; continúa actualmente con la conversión planeada del F-16 en F/A-16.
Cuál es un avión CAS ideal? Un estudio de la Fuerza Aérea llevado a cabo en los 60, concluyó que podría tener las siguientes capacidades:
1. Aptitud para operar desde aeródromos cortos y primitivos.
2. Confiable y fácil de mantener en el terreno, en condiciones de combate.
3. Capaz de trasportar una gran cantidad de armamento y específicamente, de destruir tanques y otros blindados.
4. Suficiente alcance para sobrevolar la zona de operaciones "a requerimiento", y cuando sea necesitado para CAS, contar con suficiente autonomía para hallar el objetivo, identificarlo y confirmar de que es realmente enemigo y no amigo, y luego destruirlo.
5. Debe volar por lo menos a 350 nudos, pero debe ser lo suficientemente maniobrable como para girar sobre el lugar del combate de modo que el piloto no pierda de vista al blanco cuando la visibilidad es reducida.
6. Aptitud para la supervivencia; debería ser capaz de absorber el fuego desde tierra y aun retornar a su base con el piloto a salvo.
7. Debería ser un aparato de bajo precio en comparación con los valores de los cazas reactores supersónicos, y otros costos excedentes...no existieron para estar disponibles.37
Puesto que los pilotos de los aviones CAS tienen que detectar visualmente al blanco antes de atacarlo para minimizar el riesgo de cometer fratricidios, la velocidad de vuelo no es un requisito prioritario. Durante la Guerra de Corea, el general del Ejército Mark Clark pasó varios meses en las unidades de combate del Ejército y la Fuerza Aérea para estudiar los requerimientos CAS. Descubrió que tanto los aparatos de reacción como los impulsados por hélices eran igualmente capaces de llevar a cabo un CAS efectivo, presuponiendo que el reactor pudiera maniobrar lo suficientemente bajo y lento como para identificar claramente los objetivos y lanzar con precisión el armamento.38 Aunque el terreno abierto del Sudoeste de Asia facilitaba la observación de los pilotos, los futuros campos de batalla podrían no ser tan favorables. Superficies más ásperas y con mayor vegetación, como las de Bosnia, requieren controladores aéreos adelantados (Forward Air Controller - FAC) en cada zona de posible confrontación, u observadores terrestres con cada elemento de maniobra que puede necesitar CAS.

Los aparatos CAS también tienen que ser fuertes para proteger a los pilotos y a los sistemas propios, de las amenazas existentes en las alturas bajas. Vietnam, Afganistán, y el Oriente Medio demostraron la letalidad del fuego de superficie - tanto de las armas de pequeño calibre como de la artillería antiaérea - mientras que en las guerras árabeisraelíes se manifestó el peligro presentado por los avanzados misiles superficieaire (SurfacetoAir Missiles - SAMs) que usaban guiado infrarrojo ( Infrared - IR) y radar. Específicamente, el advenimiento de los SAMs IR portátiles, tales como los soviéticos SA-7 y SA-14, y los americanos Redeye y Stinger, ha incrementado la amenaza a los aparatos CAS que vuelan bajo.

Alguna vez considerado el purgatorio de los pilotos de combate, el destino en los escuadrones de A-10 se hizo más atractivo después que aquéllos empezaron a apreciar mejor el rol de sus aviones y sus capacidades. La habilidad del A-10 para volar bajo y lento permitió que los pilotos sobrevolaran la zona de los objetivos por largos lapsos y descubrieran visualmente los blancos, aumentando así las posibilidades de atacarlos. Al volar bajo también se reducía la aptitud del enemigo para seguir e interceptar a los A-10 con SAMs guiados por radar, y sus dos motores, aunque le otorgaban una duplicación, le ofrecían a los SAMs un rastro IR mínimo. Más aún, la maniobrabilidad de los A-10 les permitió evitar las concentraciones de fuego de superficie e interrumpir la detección de los misiles. Aun en el caso de que todas esas medidas defensivas fallaran, el diseño estilo "bañera" en titanio de los A-10 protegía a los pilotos, y los diversos sistemas operativos redundantes permitían la continuidad del vuelo. Así podían absorber una tremenda cantidad de daños en combate mientras completaban sus tareas y volvían a sus bases.

En la Guerra del Golfo, quince A-10 recibieron múltiples impactos de una variedad de pequeñas - y grandes - armas de superficie y de SAMs portátiles que podrían haber derribado a otros aparatos modernos.39 Más aún, la circunstancia de que el A-10 fuera el único avión capaz de operar desde las precarias pistas adelantadas, tales como Al Jouf, Arabia Saudí, significó que podía responder rápidamente a las demandas de apoyo de las fuerzas terrestres, cazar a los elusivos lanzadores móviles de Scud, y optimizar el período de sobrevuelo en la zona de operaciones.40
 
El futuro del CAS
A pesar de las lecciones del pasado, la Fuerza Aérea continúa disminuyendo sus medios CAS. Pero el número de conflictos limitados ha aumentado en la era posterior a la guerra fría, en la medida que grupos nacionales o étnicos buscan mejores posiciones para ejercer el dominio regional en el nuevo ámbito estratégico multipolar, y la tendencia corriente es hacia un continuo énfasis del poder aéreo táctico operando en su rol airetierra "tradicional".41 A medida que los EE.UU. incrementan su participación en la imposición de la paz y en las operaciones de conservación de la paz, las necesidades de aeronaves y misiones CAS continuará aumentando porque las normas de la confrontación o las restricciones políticas le impedirán que apliquen plenamente su poder aéreo.

Aunque los EE.UU. han sido renuentes a comprometer masivamente a sus fuerzas terrestres en operaciones de mantenimiento de la paz, reiteradamente ha expresado su voluntad para facilitar su poder aéreo en apoyo de las operaciones de las ONU. En esos conflictos limitados, necesitaremos poder aéreo táctico para atacar los objetivos en las cercanías de las fuerzas terrestres en contacto, sea que pertenezcan a los EE.UU. o a otras naciones que operen como parte de la coalición. Así, la Fuerza Aérea puede mantener y mejorar su capacidad para proveer CAS en tales conflictos, cuando los EE.UU. tengan que proyectar efectivamente la fuerza en apoyo de los intereses de su seguridad nacional.

El Marine Corps solucionó su "problema" ante la falta de medios CAS específicos de la Armada, con la integración de aviones AV-8B Harrier, A-6B Intruder, y F/A-18 Hornet en operaciones CAS, y salidas de interdicción, como un elemento de su Marine Air/Ground Task Force - MAGTF. Aunque en materia de planeamiento y ejecución de ataques de interdicción, el JFACC técnicamente controla a los aviones de ala fija del Marine Corps, el comandante del MAGTF puede controlar a los medios de ala fija de ese cuerpo que apoyan el plan de campaña terrestre con ataques CAS. Por ejemplo, durante la Operación Tormenta del Desierto, el comandante de las fuerzas del Marine Corps, Central Command - MARCENT pasó a todos los A-6B y la mitad de los F/A-18 al JFACC para la ejecución de la campaña aérea de interdicción, pero retuvo el control operacional de los F/A-18 remanentes y a todos los AV8B para proporcionar CAS a las fuerzas del Marine Corps.42

Durante la campaña aérea de interdicción, el JFACC concentró a los medios aéreos en la campaña estratégica en concordancia con la doctrina de la Fuerza Aérea y facilitaba recursos mínimos para CAS (e interdicción) solamente cuando era presionado por el CINCCENT. Hacia la tercera semana de febrero 1991, el régimen de salidas CAS facilitadas por el JFACC no se ajustaba apropiadamente a los requerimientos de aviones de ala fija del comandante MARCENT para esa tarea, por lo que éste virtualmente retiró todos los aparatos de esta clase del control del JFACC para emplearlos en los ataques CAS.43
 
Pero un arreglo de este tenor no prosperará en el Ejército porque carece de aparatos de ala fija y debe solicitar a la Fuerza Aérea los medios para atender sus necesidades CAS. Los helicópteros del Ejército, por sí solos, no pueden satisfacer los requerimientos de misiones CAS porque no poseen el alcance y la capacidad portante de armamento que tienen los aviones de ala fija de la Fuerza Aérea. El Gral. Carl E. Vuono y el Gral. Larry D. Welch, anteriores jefes de Estado Mayor del Ejército y la Fuerza Aérea, respectivamente, notaron que
el Ejército y la Fuerza Aérea no prevén a los helicópteros de ataque como sistemas de armas CAS. Las unidades de helicópteros de ataque no poseen la velocidad, letalidad y flexibilidad para permitir al comandante del teatro masificar, concentrar, o cambiar el apoyo aéreo intrateatro, que es una característica vital del CAS. Ambos creemos firmemente que el concepto original, que indica que los aparatos de ala fija de la Fuerza Aérea proveen el apoyo en las cercanías de las fuerzas amigas, sigue siendo válido y hoy define adecuadamente el CAS.44
El Ejército utiliza a los helicópteros de ataque como una parte de un equipo de armas combinadas, que incluye a la infantería, blindados, y la artillería de campaña, para derrotar a las fuerzas enemigas mediante el fuego y la maniobra. En el campo de batalla, el helicóptero "es un vehículo de combate blindado y aerotrasportado, y por sus intenciones y propósitos está más relacionado con el tanque que con el avión."45

Aunque los helicópteros pueden aprovechar el terreno para disimular su aproximación, son mucho más vulnerables que las aeronaves de ala fija respecto a la amenaza de la defensa aérea con armas pequeñas, la artillería y los tanques, al igual que los cañones antiaéreos tradicionales y los sistemas misilísticos.

Experiencias efectuadas en el National Training Center en Fuerte Irwin, California, han mostrado la falta de efectividad de los helicópteros de ataque que operan independientemente en confrontaciones directas con fuerzas terrestres enemigas. Sin embargo, su eficacia aumenta cuando son empleados en combate como fuerzas de maniobra, y la Operación Tormenta del Desierto reveló que son muy efectivos actuando en equipos aéreos de ataque conjuntos, con los aviones CAS de ala fija de la Fuerza Aérea.46 Por lo tanto, en virtud de su experiencia en operaciones con aviones de ala fija, la Fuerza Aérea debería continuar desarrollando la doctrina CAS, y proveer las aeronaves y misiones necesarias para apoyar a los otros servicios en los ámbitos conjuntos.

Como los otros servicios, la Fuerza Aérea está redefiniendo sus funciones en la era posterior a la guerra fría, parte de lo cual está contenido en un reciente Libro Blanco que identifica a cinco principios como los pilares de la futura Fuerza Aérea y su estrategia: mantenimiento de la disuasión, provisión de una fuerza de combate versátil, proporción de una rápida movilidad global, control del aire, y contribución a la influencia de los Estados Unidos.47Sin embargo, sorprendentemente ese documento no menciona el CAS.

Más, el Gral. Merrill A. McPeak, jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, ha realizado una propuesta de fuerza expedicionaria de la USAF consistente en un ala compuesta, incrementada con fuerzas de superficie del Ejército rápidamente desplegables, preparadas para el empleo en guerras limitadas.48 Si bien la Fuerza Aérea está desarrollando estructuras y equipos para instrumentar la futura estrategia que apoye la defensa aérea, interdicción, y el bombardeo estratégico, parece estar ignorando a los recursos para el CAS.

Simultáneamente, la Fuerza Aérea continúa financiando, desarrollando y comprando los controvertidos bombarderos B-1 y B-2 para remplazar a los B-52 en las misiones de bombardeo estratégico, y planea remplazar los F-15 con el F-22 en las misiones de defensa aérea, modernizar los F-15E y los F-16C/D para las misiones aéreas de interdicción, y remplazar el A-10 con el F/A-16 para las misiones CAS. Para obtener el F/A16, la Fuerza Aérea modificará 200 de los F-16 producidos últimamente, equipándolos con un sistema de navegación a baja altura y puntería nocturna por IR (LowAltitude Navigation and Targeting Infrared for Night - LANTIRN) mediante la incorporación de un contenedor de cañón de 30 mm; un moduladordesmodulador mejorado de datos (Improved Data Modem - IDM) integrado con el sistema de radar de ataque de objetivos y vigilancia conjunta (Joint Surveillance Target Attack Radar System - JSTARS); una radio VHF resistente a las perturbaciones, compatible con el sistema de radio terrestre y de a bordo de canal único (Single Channel Ground and Airborne Radio System - SINCGARS) para coordinar con las fuerzas de superficie; anteojos de visión nocturna; sistema digital de seguimiento del terreno; y un señalador láser para usar con designadores de igual tipo.49

Los A-10 que son entregados a las unidades de la Reserva o colocados en depósito, serán remplazados con F16 hasta que los F/A-16 entren en servicio.

Aunque esas modificaciones a los F-16 mejorarán sus aptitudes para llevar armamento para el fuego cercano, los F/A-16 no se ajustan a los criterios CAS de la Fuerza Aérea citados previamente. Específicamente, carecen de mecanismos de defensa y supervivencia, necesarios para que el piloto y el aparato operen eficazmente a baja altura y realicen un CAS preciso, especialmente con el cañón de 30 mm. El sistema eléctrico de mando del F-16 y su motor único no le otorgan la indispensable sobrevivencia y redundancia para absorber el daño en combate y continuar volando. El hecho de que sea un aparato de alta velocidad, restringe la aptitud del piloto para identificar visualmente y atacar los objetivos en la superficie - especialmente en proximidades de fuerzas amigas - sin la presencia de FACs aerotrasportados o de controladores en el suelo.50 Esta deficiencia podría ser especialmente crítica en Bosnia, donde los pilotos podrían tener que identificar visualmente a sus blancos en las rugosas montañas, sin la asistencia de los FACs y/o controladores terrestres.51
 
En vista de estos hechos, la Fuerza Aérea tendría que iniciar inmediatamente el diseño de una nueva aeronave CAS que continuase al A-10, y podría extender la vida útil de esos aparatos remanentes con un programa de modernización del producto. Es más sensato mejorar un modelo CAS prexistente que modificar o adaptar otra célula prevista para otro rol. Por ejemplo, el agregado de un módulo para seguridad a baja altura y perfección de la puntería (LowAltitude Safety and Target Enhancement - LASTE) a los A-10 remanentes, mejorará la entrega del armamento a bajas cotas.52 Otras modernizaciones incluirán la protección contra misiles guiados por IR y radar, el perfeccionamiento de la puntería airetierra con el LANTIRN integrado para operaciones diurnas y nocturnas, y la incorporación de IDM para posibilitar la recepción de datos desde los JSTARS. Finalmente, los A-10 también recibirán sistemas de navegación avanzados, tales como el sistema integral global de posiciones (Global Positioning System - GPS); anteojos de visión nocturna para incrementar las capacidades todo tiempo y todo terreno; y equipamiento de comunicaciones airesuperficie como el SINCGARS, que es compatible con los requerimiento de radio del Ejército y de la Fuerza Aérea. Estas modificaciones mejorarían las actuaciones ya demostradas del A-10 hasta que la próxima generación de aeronaves CAS entre en operaciones.

Conclusión
El Mariscal de Campo Erwin Rommel escribió que él "nunca había visto, en principio, fuerzas tan ineptas en el combate como las americanas - o alguien que hubiera aprendido las duras lecciones más rápidamente, una vez que las fichas fueron cambiadas."53 Nosotros hemos tenido que reaprender las lecciones del CAS después de cada conflicto importante, a partir de la II Guerra Mundial hasta la Guerra del Golfo de 1991, y nuestras fuerzas de superficie y aéreas han pagado el precio con sangre, sudor y lágrimas. Puesto que continuaremos necesitando CAS, debemos comenzar a revitalizar nuestras capacidades para prevenir las deficiencias y pérdidas en los futuros campos de batalla. Aunque el sistema de educación militar profesional actual de la Fuerza Aérea incluye el CAS para el Ejército y otras fuerzas de superficie, y el Centro de Armamentos de Caza de la Base Aérea Nellis, Nevada, entrena a los pilotos para atacar a objetivos en el suelo, la doctrina de la Fuerza Aérea y el apoyo de los aviones CAS todavía están atrasados respecto de los requerimientos de las misiones conjuntas.

Estas deficiencias deberían ser rectificadas porque el creciente compromiso de los EE.UU. en los conflictos limitados motivarán el correspondiente incremento en la demanda de CAS. La Fuerza Aérea fue capaz de satisfacer estos requerimientos en la Guerra del Golfo, solamente porque la reducción de las fuerzas recién se iniciaba. Podríamos no tener tanta suerte en el próximo conflicto. ž

Notas

1. The Oxford Dictionary of Quotations, 3ª ed. (Oxford: Oxford University Press, 1979), 12.
2. Carl H. Builder, The Mask of War: American Military Styles in Strategy and Analysis (Baltimore: John Hopkins University Press, 1989), 131.
3. Joint Publication 102, Department of Defense Dictionary of Military and Associated Terms, 1º de diciembre 1989, 70.
4. Cnel. Dennis M. Drew y Dr. Donald M. Snow, Making Strategy: An Introduction to National Security Processes and Problems (Base Aérea Mazwell, Ala.: Air University Press, agosto 1988), 153.
5. Michael A. Palmer, "The Storm in the Air: One Plan, Two Air Wars?", Air Power History, 39, Nº 4 (Invierno 1992), 26.
6. Bill Sweetman, Close Air Support: Fighters High, Helicopters Low, International Defense Review, 25, Nº 11 (noviembre 1992), 1077.
7. Cnel. John A. Warden III, The Air Campaign: Planning for Combat (Washington D.C.: PergamonBrassey's, 1989), 95.
8. Ronald R. Fogelman, "The Development of Ground Attack Aviation in the United States Army Air Arm: Evolution of a Doctrine, 1908-1926" (Tesis, Duke University, 1971), 90.
9. Lee Kennett, "Developments to 1939," en Benjamin F. Cooling, ed., Case Studies in the Development of Close Air Support (Washington D.C.: Office of the Air Force History, 1990), 59.
10. Introducción general al volumen uno de The US Strategic Bombing Survey: Selected Reports in Ten Volumes (Nueva York: Garland Publishing, 1976), vii-xxix, resume - hasta 1975 - las principales controversias prevalecientes sobre la efectividad del bombardeo estratégico, incluyendo (1) la moral en el área de bombardeo del Royal Air Force Bomber Command y su efecto sobre la población civil, (2) la efectividad y exactitud de la campaña americana de bombardeo de precisión, (3) la derivación de la campaña americana del bombardeo de precisión hacia el bombardeo de área, a medida que progresaba la guerra, (4) la decisión de emplear la bomba atómica y su consiguiente impacto, y (5) la cuestión de si los recursos destinados al poder aéreo podrían haber sido mejor usados en otra parte, si la guerra no pudiera haber sido ganada solamente por el poder aéreo.
11. Bernard Brodie, Strategy in the Middle Age (Princeton, N.J.: Princeton University Press, 1959), 107.
12. Frederick H. Hartman, The Relations of Nations, 6ª ed. (New York: MacMillan Publishing Co., Inc., 1983), 168-69.
13. John J. Sbrega, Southeast Asia, en Cooling, 411.
14. Ib.
15. Richard P. Hallion, Storm Over Iraq: Air Power and the Gulf War (Washington D.C.: Smithsonian Institution Press, 1992), 14-15.
16. I.B. Holley, Jr., "A Retrospect on Close Air Support, en Cooling", 541-42.
17. David MacIsaac, "Voices from the Central Blue: Air Power Theorists", en Peter Paret, ed., Makers of Modern Strategy: From Machiavelli to the Nuclear Age (Princeton, N.J.: Princeton University Press, 1986), 643.
18. Los problemas de la estrategia en la Guerra de Corea son discutidos en T.R. Fehrenbach, This Kind of War: A Study in Unpreparedness (Nueva York, Bantam Books, 1991), 636-38; y Samuel P. Huntington, The Soldier and the State: The Theory and Politics of CivilMilitary Relations (Cambridge, Mass.: Belknap Press of Harvard University Press, 1957), 387-91. Harry G. Summers, Jr., analiza el desacuerdo de la estrategia durante la Guerra de Vietnam en On Strategy: A Critical Analysis of the Vietnam War (Nueva York: Dell Publishing, 1982), 21-23; y On Strategy II: A Critical Analysis of the Gulf War (Nueva York: Dell Publishing, 1992), 118-21.
19. F.M. Sallagar, "Operation 'Strangle' (Italy, Spring 1944): A Case Study of Tactical Air Interdiction," en Air Command and Staff College Seminar/Lesson Book, vol. 4 (Base Aérea Maxwell, Ala.: Air University, 1993), 18-48. Un caso clásico de interdicción aérea en la II Guerra Mundial fue la Operación Strangle en la campaña de Italia. A pesar de operar prácticamente en un terreno ideal, el esfuerzo aéreo no se adecuó al objetivo de paralizar el flujo de abastecimientos alemanes. Hallion advierte que el esfuerzo aéreo en Corea tampoco satisfizo el objetivo de parar el flujo hacia el sur de las fuerzas y equipos chinos y coreanos que enfrentaban a las fuerzas de la ONU (página 16). Más aún, Stanley Karnov en Vietnam: A History (Nueva York: Penguin Books, 1991), 469, señala que la Fuerza Aérea fue incapaz de anular la corriente de mano de obra, material y abstecimientos que se movían hacia el sur a lo largo del sendero de Ho Chi Minh, a pesar de las numerosas operaciones que tenían específicamente ese propósito.
20. Summers, On Strategy II, 105.
21. Robert F. Futrell, The United States Air Force in Korea, 1950-1953, rev. ed. (Washington D.C.: Office of Air Force History, 1983), 67-70.
22. Alan R. Millet, Korea, 1950-1953, en Cooling, 354.
23. Earl H. Tilford, Jr., Setup: What the Air Force Did in Vietnam and Why (Base Aérea Maxwell, Ala.: Air University Press, junio 1991), 294.
24. Jacksel M. Broughton, Curbs on Power Base, Vietnam, invierno 1988, 32-33.
25. Andrew F. Krepinevich, Jr., The Army and Vietnam (Baltimore: John Hopkins University Press, 1986), 200-201.
26. Thomas Garrett, "Close Air Support: Which Way Do We Go?," Parameters, diciembre 1990, 31.
27. Richard G. Davis, The 31 Iniciatives: A Study in Air ForceArmy Cooperation (Washington D.C.: Office of Air Force History, 1987), 32.
28. William L. Smallwood, Warthog: Flying the A10 in the Gulf War (Nueva York: Brassey's [US], 1993), 209.
29. Gral. H. Norman Schwarzkopf con Peter Petre, General H.Norman Schwazkopf, The Autobiography: It Doesn't Take a Hero (Nueva York: Bantam Books, 1992), 310-11.
30. Alfred Price, "To War in a Warthog," Air Force Magazine, 76, Nº 8 (agosto 1993), 28-29.
31. Les Aspin y William Dickinson, Defense for a New Era: Lessons of the Persian Gulf War (Washington D.C.: Brassey's [US], 1992), 10-11.
32. "'The Air Campaign' Videotape Script," en Air Command and Staff College Seminar/Lesson Book, vol. 9 (Base Aérea Maxwell, Ala.: Air University, 1993), 37-51.
33. Smallwood, 96.
34. Ib., 203.
35. "Letters," Air Force Magazine, septiembre 1991, 9-10.
36. Hallion, 221.
37. Smallwood, 10-11.
38. "Air Combat, Air Strike," en las series de televisión "Our Century," 14 de julio 1993.
39. Galen Geer, "Wham, Bam, Thanks, Saddam: Warthog Warriors Feast on Iraqui Armor," Soldier of Fortune, agosto 1991, 61.
40. Smallwood, 97-98.
41. Christopher Bowie, et. al., The New Calculus: Analyzing Airpower's Changing Role in Joint Theater Campaign (Santa Mónica, Calif.: Rand Corporation, 1993), 5-7, 17.
42. James A. Winnefeld y Dana J. Johnson, Joint Air Operations: Pursuit of Unity in Command and Control, 1942-1991 (Annapolis, Md.: Naval Institute Press, 1993), 119-21.
43. Rick Atkinson, Crusade: The Untold Story of the Persian Gulf War (Boston: Houghton Mifflin Co., 1993), 219, 338. Las mismas deficiencias en la asignación de CAS se produce en las salidas adjudicadas en apoyo de la campaña terrestre del Ejército. Solamente un tercio de más de 3.000 blancos CAS individualizados por el Ejército fueron atacados por las salidas adjudicadas por el JFACC (página 222).
44. Memorando, Gral. Carl E. Vuono y Gral. Larry D. Welch, al Gral. Colin L. Powell, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, tema: Apoyo Aéreo Cercano, 11 de setiembre 1989.
45. Richard P. Hallion, Battlefield Air Support: A Time for Retrospective Assessment (Base Aérea Andrew, Md.: cuartel general del Air Force Systems Command/SDP, 17 de febrero 1989), 37.
46. Garrett, 41-42.
47. Global ReachGlobal Power: The Evolving Air Force Contribution to National Security (Washington D.C.: Department of the Air Force, diciembre 1992), 3.
48. George C. Wilson, "Air Force Wants 82d Airborne Under its Wing," Army Times, 21 de diciembre 1992, 23.
49. John Boatman, "ACC: StandOff Fights Will Mean Less CAS," International Defense Review, 25, Nº 11 (noviembre 1992), 1081.
50. "Wings in the Gulf: The F16 Falcon," en la serie de televisión "Wings", 19 de enero 1993.
51. "'Deny Flight'Forces Posed for Bosnian Strikes," Jane's Defense Weekly, 20, Nº 7 (14 de agosto 1993), 19.
52. Smallwood, 209.
53. Erwin Rommel, The Rommel Papers, ed. B.H. Liddell Hart, 15ª ed. (Nueva York: Decapo Press, 1953), 521

Biografia

El Capitán Scott A. Fedorchak (BS, USMA; MSBA, Boston University; MS, Massachusetts Institute of Technology) es profesor adjunto de Física en la en la Academia Militar de los EE.UU. Anteriormente, comandó la Fuerza de Seguridad en Honduras y la 511ª Compañía de la Policia Militar el Ejército en el Fuerte Drum, Nueva York. También ha desempeñado diversas funciones de estado mayor de batallón en Alemania y Estados Unidos. El Capitán Fedorchak es graduado de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de EE.UU., la Escuela de Comando y Estado Mayor del Aire, Escuela de Comando y Estado Mayor de la Marina de EE.UU. y de la Escuela de Comando y Estado Mayor de la Infantería de la Marina.

No debe entenderse que nuestra revista representa la política de la Secretaría de Defensa, la Fuerza Aérea de los EE.U.U. o la Universidad del Aire. Más bien su contenido releja la opionión de los autores sin tener carácter oficial. Está autorizado a reproducir los artículos en esta edición sin permiso. Por favor, si los reproduce, mencione la fuente, Airpower Journal.
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