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lunes, 15 de octubre de 2012

Las políticas sociales que siguen faltando


Por Rodrigo Zarazaga - Para LA NACION

Más allá del mayor o menor uso clientelar que se hace de los planes de protección social, la peor limitación de estos programas radica en que, al no sumar una adecuada inversión en infraestructura, educación y salud, sólo se limitan a volcar más gente a un sistema ya colapsado

El problema más grave de la Argentina es que un tercio de la población vive en la pobreza. El cepo cambiario, la reforma constitucional o la inseguridad son temas importantes que pueden impactar eventualmente en la pobreza, pero no son el problema fundamental; la pobreza lo es. Es por eso que las políticas sociales son de vital importancia. Lamentablemente, dada nuestra fragilidad institucional, los recursos destinados a ellas frecuentemente son distribuidos de manera clientelar.

Tras la derrota electoral de 2009, el Gobierno lanzó dos programas sociales para paliar la pobreza: la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el Programa de Inversión Social con Trabajo, Argentina Trabaja (Prist). Considerados en conjunto, alcanzan alrededor de los 2.000.000 de hogares. Si bien el primero podría considerarse un paso adelante en materia de protección social, el segundo reproduce todos los vicios que han caracterizado a los programas sociales que exigen contraprestaciones laborales.

La AUH otorga un ingreso monetario no contributivo por hijo a los grupos familiares desocupados. Pese a que han existido problemas con su puesta en funcionamiento en las provincias con gobernadores no kirchneristas y a que algunos punteros logran crédito acercando la información a la gente y acompañándola a realizar el trámite, el programa no es clientelar. Esto se debe a tres factores: que no tiene cupo de beneficiarios, no exige contraprestación laboral y el órgano ejecutor es la Anses.

La AUH es lo suficientemente universal como para que el acceso a ella no sea fácilmente manipulable. La Anses tiene la responsabilidad sobre las altas y bajas, y existen criterios objetivos para ambos procesos. Al designar a ese organismo como órgano ejecutor, el Gobierno eligió que la AUH adoptara sistemas de implementación más cercanos a los de las asignaciones familiares de los asalariados formales que a los planes de transferencias con contraprestaciones laborales. La implementación de la AUH respondió, entonces, a la necesidad de que el programa llegara a todo el país y no a objetivos clientelares.

Esto no significa que electoralmente no haya beneficiado al kirchnerismo. Nada de sorprendente hay en que quienes resultan beneficiados por una medida apoyen a quienes la han tomado. No actúan así sólo las clases bajas sino también las medias y las altas. Los productores agropecuarios, por ejemplo, apoyan a quienes les prometen mejores ingresos a través de menores retenciones. La AUH benefició electoralmente al kirchnerismo al otorgar un beneficio a los desocupados, pero no es clientelar.

Distinto es el caso del Prist, que fomenta el surgimiento de cooperativas para la creación de puestos de trabajo. En la actualidad habría alrededor de 250.000 cooperativistas dentro de este programa, comúnmente llamado Argentina Trabaja, que perciben entre 1200 y 1750 pesos mensuales. La gran mayoría de estas supuestas cooperativas se concentran en las municipalidades del conurbano bonaerense, donde realizan tareas de mantenimiento y pequeñas obras de infraestructura. En teoría, tres elementos distinguen a estas cooperativas de los anteriores planes laborales: la dignidad del trabajo, la horizontalidad de sus relaciones y la autonomía propia de las cooperativas. En la práctica, sin embargo, comparten muchos de sus rasgos.

Este programa no fomenta una dignidad especial para el trabajador. No es raro ver a sus miembros deambulando por las calles o cortando el pasto de las plazas con cuchillas improvisadas. Durante el transcurso de una entrevista, una mujer de 54 años me explicó que su trabajo consistía en llevar al colegio al hijo de un concejal. ¿De qué dignidad del trabajo y cooperativismo se estará hablando?

Mientras que las cooperativas se constituyen mediante la asociación horizontal y voluntaria de sus miembros, las de Argentina Trabaja son establecidas verticalmente. La autoorganización -característica fundamental de las cooperativas- es nula y las decisiones son impuestas. La figura de cooperativas es una fachada bajo la cual el Estado organiza cuadrillas de trabajo a las órdenes de capataces. En gran parte estas cuadrillas realizan tareas propias de empleados municipales. Cabe preguntarse si este tipo de programa no termina desvalorizando el concepto de cooperativa y propiciando desde el Estado el trabajo precario.

Los puestos en las cooperativas de Argentina Trabaja son uno de los recursos con los que los intendentes arman y mantienen sus redes de punteros. La importancia de este programa se vuelve más crítica si se tiene en cuenta que las cooperativas pueden estar tanto bajo la órbita del intendente como de los movimientos sociales. Dejar fuera del programa a una municipalidad no es el único castigo posible para un intendente considerado poco leal; también lo es otorgarles cooperativas en su distrito a los movimientos piqueteros adversos a él.

Con la excepción de algún municipio donde rige la imparcialidad, los punteros son en general quienes arman las cooperativas. Como capataces, desempeñan un papel importante en determinar la permanencia o no de los beneficiarios dentro del programa, ya que están encargados de tomarles asistencia. Es este poder el que les permite establecer intercambios económicos y políticos con quienes desean percibir el beneficio.

Los punteros admiten que es práctica común quedarse con un porcentaje del sueldo de los cooperativistas. Uno de ellos me decía: "Peaje cobramos todos. No les crea si le dicen otra cosa. Yo sólo les pido el 10% a los cooperativistas, pero algunos inmorales son capaces de pedir hasta el 50%". Como es habitual que los punteros reciban un porcentaje de los sueldos de los cooperativistas a cambio de excusarlos de asistir a trabajar, el programa es regularmente conocido como "Argentina Descansa" en vez de "Argentina Trabaja".

El intercambio clientelar también es común. Un puntero que exigía a "sus cooperativistas" acudir a actos políticos me explicaba: "Me parece bien que la gente que está trabajando en las cooperativas tenga que participar en nuestros actos políticos. El mismo nombre cooperativa indica que así debe ser: yo coopero con ellos y ellos tienen que cooperar conmigo." Otro puntero explicaba que les iba "a cortar el oxígeno" a dos cooperativistas que estaban cometiendo la grave falta de trabajar para la campaña de un opositor a su jefe político.

Al igual que cualquier medida política, la implementación de la AUH y del Argentina Trabaja tiene impacto electoral. Sin embargo, si bien el primero no es objeto de claros manejos clientelares, el segundo sí lo es. Probablemente esto se deba a que, más allá de su objetivo social, estas cooperativas fueron creadas dentro de un contexto político que imponía al kirchnerismo la necesidad de recuperar el control político del conurbano tras la derrota de 2009. En esa elección, el kichnerismo no sólo perdió en la provincia de Buenos Aires, sino que en 22 municipios del conurbano las listas apoyadas por los intendentes del Frente para la Victoria obtuvieron porcentajes mayores que los obtenidos por Néstor Kirchner. Para 2011, por lo tanto, era imperioso recuperar terreno político en el conurbano bonaerense.

Desde su lanzamiento en los años 90 hasta la actualidad, los planes sociales condicionados a contraprestaciones laborales han facilitado las prácticas clientelares. La AUH, en cambio, por alcance y por ente ejecutor, se ve mayormente libre de manipulaciones. Esto puede indicar el camino en materia de protección social. De todos modos, es importante tener en cuenta que estos planes tendrían que ir acompañados de una adecuada inversión en infraestructura en educación y salud. En nada ayudarán si se limitan a volcar más gente a un sistema ya colapsado. Tampoco debe considerarse a este tipo de plan el único instrumento de intervención social. No debe perderse de vista la necesidad en la Argentina de planes que permitan el acceso a la propiedad del terreno y a viviendas dignas; como tampoco olvidar el objetivo fundamental de una economía capaz de generar puestos de trabajo.

© LA NACION.

viernes, 17 de agosto de 2012

El INDEC admitió que "la canasta alimentaria no tiene ningún valor para saber cómo vive el pueblo"

(iProfesional.com) - Ana María Edwin dijo que "el indicador sirve para poco" y se mostró "crítica" de esa canasta. Anticipó que están estudiando metodologías nuevas. Y aseguró que el organismo oficial nunca difundió que se necesitan $6 para que una persona coma por día


La directora del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), Ana María Edwin, desmintió este jueves que el organismo oficial haya difundido que se necesitan $6 para que una persona pueda vivir, pero reconoció que la canasta básica alimentario no es precisa para medir la pobreza. "El INDEC nunca ha difundido ni difundirá que se necesitan seis pesos para que una persona coma por día", dijo la funcionaria en una entrevista realizada por la agencia kirchnerista Paco Urondo.

Edwin hizo estas declaraciones luego de que el organismo oficial informara que una familia tipo necesita una canasta básica alimentaria de $688,37 al mes para cubrir sus necesidades alimentarias, lo que representaría unos $6 por día por persona. La titular del INDEC consideró que la difusión periodística de esa versión es errónea. Sin embargo, admitió problemas en los resultados que arroja la metodología actual.

"(La canasta básica alimentaria) era un indicador interesante en los años 80, hoy en día no tiene ningún valor para saber efectivamente cómo está viviendo el Pueblo", dijo. En este sentido, señaló que el indicador hace tres décadas atrás "era francamente innovador, hoy en día lo cierto es que sirve para poco, pero es semejante a lo que acontece con las necesidades básicas insatisfechas que, por ejemplo, se calculan a partir de un censo de población". "Nosotros somos sumamente críticos de esta canasta", añadió.

Y anticipó que están preparando nuevas técnicas de medición, en momentos que el Fondo Monetario Internacional le exige cambios al Gobierno argentino en el polémico sistema de cálculo de la inflación.

"Estamos estudiando metodologías (Stiglitz ha trabajado esto en Francia) para medir condiciones de vida de la población y fundamentalmente la de los sectores más necesitados, cuales son las condiciones de exclusión en las condiciones de vida de la población", sostuvo Edwin, quien precisó que hay "avances" de parte de los profesionales que trabajan en ese proyecto.

En su explicación del origen de las técnicas de estimación vigentes, la funcionaria señaló que "la canasta básica alimentaria que ha sido un invento del año 1987 de quien fuese Secretario de Política Económica, gran crítico del INDEC y fundamentalmente de nuestro gobierno, cuando Domingo Cavallo era Ministro de Economía de la Nación".

A partir del año 1992, prosiguió Edwin, como a ellos les daba demasiado alto el valor de la Canasta Básica Alimentaria, lo que hicieron fue tomar los precios mínimos de absolutamente todos los productos, y a partir de eso, para los productos que integran esa canasta, no se hace un revisión de cuál es el precio de cada uno de los productos sino que los que se toman son los precios promedios a lo largo de todo este tiempo y se le aplican a esos productos.

"De esta manera, son variaciones de precios las que aparecen pero no un exacto monto con el que cada uno tiene que contar para no ser indigente", reconoció. No obstante, defendió que se continúe utilizando la misma metodología para no discontinuar las estadísticas.

"Vos me podrás preguntar ¿por qué no discontinúan la canasta básica alimentaria? No la discontinuamos porque sirve como serie temporal para ver cómo va evolucionando la condición de vida de la población", explicó. Y añadió que el cálculo vigente "permite ver si hay mejoramiento, como tendencia general no como dinero per cápita, o si hay empeoramiento en las condiciones de vida de la gente".

lunes, 23 de julio de 2012

Recuerdan a los jubilados sólo para saquearlos

Por Adrián Pérez EX DIPUTADO NACIONAL POR COALICION CIVICA/ARI - Diario Clarín

Los jubilados son los olvidados de la agenda política. No sólo porque no se atiende el reclamo de aquellos que después de un largo peregrinaje por las oficinas públicas debieron acudir a la Justicia para obtener la actualización de sus haberes, sino porque una gran mayoría cobra sumas que no les cubren sus necesidades primarias.

El Gobierno decidió abonar sólo un cuarto de las sentencias judiciales en firme por año, cuando al mismo tiempo utiliza el dinero de la ANSeS para afrontar una serie de gastos corrientes.

La implementación de la Asignación Universal por Hijo es correcta y necesaria, pero no se debe cargar a los jubilados con su financiamiento. Lo mismo sucede con el programa Conectar Igualdad y el nuevo plan de vivienda: son financiados por los jubilados como si pudieran prescindir de lo que les pertenece.

Hay que tener en cuenta además que desde 2009 la ANSeS es el organismo que más contribuye a sostener el superávit primario y, aunque el Gobierno lo niegue y siga asegurando que existe superávit, la realidad es que las cuentas públicas se han deteriorado de manera significativa a lo largo de estos años, lo que volvió determinante la solvencia de la ANSeS para poder apuntalarlas.

Los datos de 2011 evidencian que el déficit primario del Tesoro Nacional por $11.645 millones pudo transformarse en superávit gracias al aporte de la seguridad social, que acumuló un saldo positivo de $22.700 millones. Esto demuestra que el principal objetivo de la estatización del sistema jubilatorio era utilizar los recursos previsionales para financiar una política indiscriminada de gasto público.

El excedente con que cuenta la ANSeS debería utilizarse para afrontar la deuda con la clase pasiva y dar respuesta al más de medio millón de jubilados que fueron a la Justicia para que les reconozcan sus derechos. También debería servir para avanzar en la implementación de la recomposición de los haberes: no puede ser que más de las tres cuartas partes de los jubilados cobre el haber mínimo, que no cubre el 50% de la canasta básica.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La Argentina lidera un ránking sobre la caída de la pobreza en América Latina

Se trata de un informe de la CEPAL referido al período 2002-2010, y abarca a toda la región, incluído el Caribe. Según el estudio, la mejora se debe a un fuerte crecimiento de la economía y una política redistributiva. Se destacan en el documento "el aumento de las jubilaciones mínimas y la extensión de los programas sociales"

La Argentina resultó el país de América Latina que logró la mayor reducción de la pobreza desde el 2002 hasta el 2010, impulsado fundamentalmente por el fuerte crecimiento de la economía, según un estudio reciente elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El informe -denominado "Panorama Social de América Latina 2011"- destaca que nuestro país disminuyó los niveles de pobreza en 36 puntos porcentuales en el período considerado, lo que la convirtió en líder regional en esta cuestión, seguido por Perú, con una reducción de 23,8 puntos porcentuales, y Venezuela, con una merma de 20,8 puntos.

Según la CEPAL, "la reducción de la pobreza en la región ha sido posible gracias a la complementariedad de los efectos crecimiento y distribución".

La entidad dependiente de Naciones Unidas precisó -a través de un informe presentado a mitad de semana- que "durante el período 2002-2010, nueve países redujeron la pobreza principalmente a partir del crecimiento de los ingresos medios". El efecto crecimiento contribuyó a la reducción de la pobreza y "fue particularmente importante en Argentina, Colombia, Ecuador, Honduras y República Dominicana, donde el mismo fue responsable de un 80% o más de la caída de la pobreza".

En particular, el crecimiento contribuyó a la disminución de la pobreza en la Argentina en 80%; en Perú contribuyó en un 73%; mientras que en Honduras y Costa Rica aportó en 86% y 83%, respectivamente, entre los casos más destacados. La crisis económica desatada en el 2009 no frenó esta tendencia. "La pobreza no solamente se ha reducido adicionalmente, sino que lo ha hecho con un mayor énfasis redistributivo", dijo la secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, al presentar el informe.

Respecto de la disminución de la desigualdad entre 2002 y 2009 en Argentina, el factor de más peso en este sentido fue la reducción de la desigualdad del ingreso laboral.

En concreto para el país fue determinante "el alza del ingreso mínimo" y "el aumento de ingresos no-laborales entre los hogares más pobres (básicamente en lo que respecta a un mayor acceso a beneficios jubilatorios, el aumento de las jubilaciones mínimas y la extensión de los programas sociales)", explicó el documento.

Dichos ingresos no laborales contribuyeron "con un 50% o más de la reducción de la desigualdad de los ingresos por adulto en Chile, Ecuador, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, mientras que en Argentina y Brasil su contribución fue superior al 40%".

Fuente: Infobae.com

sábado, 5 de noviembre de 2011

Las rejas de la pobreza

Por Eduardo Amadeo
El magnífico reportaje a Javier Auyero publicado en este diario el domingo pasado ahonda en un aspecto poco estudiado y menos expuesto de la situación de pobreza que asuela a no menos de un 20% de la población argentina: la degradación de las relaciones sociales básicas en los ámbitos en los que ella se mueve.

Producto de 30 años de empobrecimiento y exclusión, la cronificación de la pobreza ha ido generando efectos que deben entenderse si se quiere remediar este drama. A saber:
1) La destrucción de los lazos familiares. En nuestros trabajos en territorio hemos detectado barrios en los que un 50% de los hogares tienen jefatura femenina; es decir, no hay un papá. Si a ello se suma la ausencia cotidiana de la madre por sus necesidades laborales, se entiende la dificultad que tienen los jóvenes para estructurar su vida valorativa, afectiva y social. Cuanto más observamos estas situaciones, más se refuerza el valor de la familia, que los mismos jóvenes necesitan con desesperación.

2) El impacto negativo del entorno en la formación de las expectativas de vida. La construcción del proyecto de vida resulta de muchas influencias, tales como el ejemplo familiar, las capacidades adquiridas en la escuela y los estímulos del medio. Un individuo inmerso en un ámbito urbano de desesperanza tendrá enormes dificultades para salir de esa trampa y construir un proyecto positivo de vida.

3) Los dramas vitales de la juventud. El alcohol, la violencia, el embarazo adolescente, las dificultades para el primer trabajo y la primera vivienda (los asentamientos nuevos están plagados de jóvenes parejas) son rejas de las que los chicos apenas pueden salir.

4) La instalación del crimen organizado como una realidad en los espacios de la exclusión. Esto se da con diversos niveles de complejidad y genera el encadenamiento de violencias que describe Auyero, y que agrega otro drama a las débiles barreras de contención que tienen las familias y comunidades pobres .

En síntesis, esta perspectiva más compleja y profunda de la pobreza que nos propone Auyero tiene enormes implicancias tanto para la cohesión social cuanto para las políticas destinadas a construir mejores condiciones de vida en los excluidos. Para la cohesión social, porque el problema de la pobreza no es en modo alguno una cuestión de voluntad o "cultura" de los pobres, como suele afirmarse, sino el resultado de múltiples cuestiones ambientales, incentivos negativos y carencias que generan trampas de las cuales no pueden salir siquiera por su propio esfuerzo, sobre todo los jóvenes. Mirarlos, escucharlos son los pasos iniciales para ponerse en el lugar del otro y, desde allí, comprometerse para ayudar a resolver los problemas.

Pero igualmente importante es lo que esta visión integral implica para las acciones sociales, que deben ser una combinación de intervenciones universales (la Asignación Universal por Hijo, por ejemplo), con tareas casi artesanales que entren hasta los núcleos básicos de la organización social. De allí la trascendencia de trabajar para sostener la familia, una palabra, un concepto, que no parece estar en el centro de la mirada oficial sobre el problema de la exclusión.

El progresismo suele considerar a la familia como una idea arcaica que ha sido superada por nuevas formas de unión. Pero lo que suena como un enfoque posmoderno no es sino síntoma de una mirada lejana e ideológica de lo que realmente sucede al interior de los espacios de la exclusión. Quien entra en esas realidades ve que los niños y jóvenes pobres tienen hambre de familia, de afecto, de proyecto, de proyección. Y ve también cuán importante es trabajar para que esa hambre de familia sea saciada con acciones públicas o comunitarias que ayuden a sostener las parejas, brinden contención y den herramientas (como las guarderías o los turnos extendidos en las escuelas) que alivien los problemas generados por la necesidad de trabajar de los padres. Las acciones sociales centradas en la importancia de la familia se deberían extender a las intervenciones de la Justicia, que muchas veces no pone a la familia en el centro de sus acciones.

Otro eje de la solución es el valor de la energía social que existe en todas las comunidades, una herramienta valiosísima para dar contención a quienes carecen de todo afecto. El Estado no alcanza a llegar capilarmente al interior de los grupos humanos que necesitan su apoyo, y por eso resulta tan importante confiar en -y potenciar- la energía social comunitaria. En los últimos tiempos asistimos, en cambio, a una politización de la relación Estado-comunidad que envilece esa energía social, condicionándola a la adhesión partidaria como único criterio de funcionamiento.

Finalmente, esta mirada sistémica de los problemas de la exclusión exige cada vez más poner en el centro la cuestión de la droga, que ha dejado de ser un tema lejano para convertirse -como bien lo muestra Auyero- en un aspecto esencial del drama cotidiano de la pobreza. No hablo sólo de la lucha policial contra la oferta, sino también de las cuestiones culturales que aumentan la tolerancia social al consumo. Resulta perverso que un Gobierno que declara a la batalla contra la pobreza como un eje de su acción permita que funcionarios del más alto nivel emitan mensajes equívocos sobre la legalidad del consumo de drogas. Una preocupación de pocos "pequeños burgueses urbanos" llega a los sectores más pobres como la aceptación del Gobierno al consumo de sustancias adictivas, agrediendo así el esfuerzo de los padres y las organizaciones de base que trabajan en soledad en los barrios para sacar a los jóvenes que han caído o que están por caer en esa trampa de la que quizá nunca saldrán.

Si no se logra desarrollar esta perspectiva integral de los problemas de la pobreza más profunda, no podremos extrañarnos de que no se logre reducir sus efectos más perversos (en especial, la violencia hacia dentro y hacia fuera de sus ámbitos), ni evitar su reproducción intergeneracional, que se consolida a pesar del crecimiento económico del que ha disfrutado el país de los "no pobres".

© La Nacion
El autor es diputado nacional por el Peronismo Federal. Escribió País rico, país pobre.

lunes, 5 de septiembre de 2011

El desendeudamiento que más cuesta

Por Néstor O. Scibona - LA NACION (nscibona@speedy.com.ar.)

Para el gobierno de Cristina Kirchner, todos son logros en materia socioeconómica. Para la dispersa oposición, casi todas son pálidas. La divergencia no sólo se explica por el cristal político con que se mire, sino también con respecto al punto de partida: la mayoría de los indicadores sociales muestra una innegable mejora frente a la crisis de 2001/2002; pero la recuperación no alcanza a revertir la decadencia de las últimas décadas, especialmente en el segmento de ingresos más bajos. En otras palabras, todo lo que se hizo es poco frente a lo que falta hacer. Y la vuelta de la inflación complica el panorama, al ensanchar la brecha entre ricos y pobres.

No sólo eso. El camuflaje oficial de las estadísticas inflacionarias dificulta los diagnósticos cuantitativos al subestimar el universo de personas con problemas. Para el Indec, 9,9% (o sea 1 de cada 10) vive por debajo de la línea de pobreza y 2,5% son indigentes; pero estos niveles surgen de los cuestionados costos de las canastas básicas de consumo que elabora el organismo. Si se las midiera según los valores de las consultoras privadas, multadas por Guillermo Moreno, el número de pobres e indigentes más que se duplica: la diferencia involucra a no menos de 4,5 millones de habitantes.

La politización del Indec volvió a quedar en evidencia días atrás cuando su directora, Ana María Edwin, presentó los resultados del Censo Nacional de 2010. Aunque en teoría se trata de un organismo del Estado y no del Gobierno, la funcionaria atribuyó a la política oficial, por ejemplo, que el número de viviendas haya crecido más (14,7%) que la población total (10,6%) en los últimos 10 años. Esto representa una leve mejora de un punto porcentual (de 33 a 34%) en la relación entre ambas, pero no tiene en cuenta las condiciones de hábitat.

Según un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA), en el 8,1% del total de hogares hay situaciones de hacinamiento, proporción que se eleva a 19% en el segmento de ingresos más bajos y a 22% en villas o asentamientos precarios. El ex viceministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo considera que en esta realidad reside el principal problema social de la pobreza extrema y le otorga máxima prioridad para resolverlo. "El hacinamiento lleva a chicos y jóvenes a la calle, a tomar contacto con el paco como factor de pertenencia, a endeudarse para conseguirlo y a delinquir para pagarlo", diagnostica.
Precisamente, los datos del Barómetro de la Deuda Social (de la Argentina y de la Infancia), difundidos en el último mes por la UCA, permiten trazar un panorama cualitativo de la brecha de desigualdad existente en la sociedad argentina. Y que puede sintetizarse en que distintos derechos (a la vivienda, a condiciones de vida adecuadas, a un trabajo decente, a la alimentación y la salud, a la educación de calidad, a la seguridad y protección a la niñez) no son "para todos".

Ahora que se ingresa en el tramo final de la campaña electoral bien vale consignarlos, porque implica el "desendeudamiento" más costoso de resolver y requiere de políticas de Estado articuladas antes que medidas sueltas:
- Las viviendas precarias o inapropiadas (techos, pisos y paredes) equivalen al 12,2% del total; al 27,4% en el estrato social más bajo, y al 50,6% en villas o asentamientos.
- A pesar de los avances de los últimos años, el 18,7% de los hogares del conurbano bonaerense tiene déficit en el acceso a agua corriente por red y el 26,1% no tiene suministro. Para redes cloacales esas proporciones se elevan a 55,3 y 66,5 por ciento.
- El déficit de acceso a gas natural por redes alcanza a 32,4% en el conurbano bonaerense, a 56% en el segmento de ingresos más bajos, y a 90,4% en villas.
- En 11,8% de los hogares urbanos (13,7% de la población total) la tenencia de la vivienda es irregular, frente a 70,8% de propietarios y 17,4% de inquilinos. En villas o asentamientos, esas proporciones se ubican en 51,8%, 42,1% y 6,1%, respectivamente.
- La mitad de los hogares (50,1%) registra déficit de vigilancia y patrullaje policial. En los sectores más pobres se eleva a 65% y en villas a 76,7 por ciento.
- En casi un tercio (30,5%), al menos un miembro de la familia sufrió un hecho de delincuencia en el último año, con mayor proporción en sectores medios (34%) o altos (36 por ciento).
- En 16,7% de los hogares existen basurales cerca de las viviendas (46% en villas), e industrias contaminantes en 11,7 por ciento.
- Un 43% de los trabajadores mayores de 18 años tiene empleo decente (con cobertura previsional y de salud), mientras que otro 35,5% lo tiene en negro. En el segmento de ingresos más bajos esas proporciones son de 13 y 44%, y la tasa de desempleo trepa a 22 por ciento.
- El 40% de la población mayor de 18 años y el 52,5% del estrato muy bajo (que se eleva a 64% en las villas) se atiende en el sistema público de salud. En el sector medio bajo se reduce a 25,2% y en el medio alto a 8,8 por ciento.
- Un 33% de la población declara no contar con gente que le ayude a resolver problemas; 60% no dispone de tiempo de ocio (sin trabajar, estudiar o realizar tareas domésticas) y 47% no realiza ejercicios físicos.

Niñez y trabajo infantil
- Los niños y adolescentes urbanos bajo la línea de pobreza alcanzaban en 2010 al 23,4% del total (según la canasta básica oficial) y al 42% (según una CBT alternativa).
- Una proporción de 14,4% de los niños hasta 17 años (que se eleva a 29% en el estrato más bajo) con frecuencia no tiene lo suficiente para comer. En 2010, un 23,8% accedió a algún tipo de alimentación gratuita en comedores escolares o sociales.
- Casi la mitad (43,5%) no dispone de cobertura de salud (obra social, mutual, prepaga) y 16,5% no cuenta con un hospital o centro público de salud a menos de 10 cuadras de distancia.
- Dos de cada diez (22,2%) tienen necesidades básicas insatisfechas, pero en las villas esa proporción se eleva a 87,2 por ciento.
- En 15% de los casos tienen déficit de ropa de abrigo y calzado adecuado y provienen de hogares con problemas para afrontar gastos fijos (34%) o corrientes (44 por ciento).
- En 2010, el 80% de niños y adolescentes urbanos contaba con cobertura de salario familiar (36,8%), Asignación Universal por Hijo (AUH) y pensiones no contributivas (28,3 por ciento).
- La cobertura de la AUH alcanza al 51% de los que viven en urbanizaciones informales, al 56,5% del estrato más bajo y al 69% de la población indigente. Pero el 20% de este segmento (250.000 casos) no tiene cobertura alguna (debido a la falta de DNI o problemas de tenencia).
- Un 42% de los niños de 3 a 4 años no asisten a jardines de infantes; no les suelen contar cuentos, y en un 16% de los casos no festejaron su último cumpleaños. En 14,6% comparten cama o colchón para dormir.
- En los chicos de 5 a 13 años subió a 6,7% la propensión al trabajo no doméstico (era de 3,4% en 2007) como medio de supervivencia familiar y en el segmento de 14 a 17 años bajó a 19,8% (frente a 23,5% hace cuatro años).
- En los adolescentes que trabajan y estudian, la propensión a repetir de año supera 40% en los estratos más bajos.
- Si bien la AUH tiene un efecto de contención, no resuelve los problemas de pobreza estructural ni de exclusión social.

lunes, 4 de julio de 2011

Afirman que el 30% de los argentinos está en riesgo de caer en la pobreza

Además, dos de cada ocho personas ya estaría por debajo de esa línea, siendo la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal las dos jurisdicciones donde más se agravó la problemática en el último año, según un estudio de la consultora Equis
Crédito foto: NA
De acuerdo al sondeo, la pobreza afecta al 20,7 por ciento de la población activa y la indigencia al 5,7 por ciento, mientras que otro 30,4 por ciento “está en una situación de riesgo inmediato de caer en ella”.

Según el Indec, en tanto, la el índice de pobreza no supera el 9,9 por ciento y el de indigencia se ubica en torno al 2,5 por ciento. Para el relevamiento de la consultora que dirige Artemio López, comparado con los datos de 2009, la pobreza se redujo un 2,6 por ciento mientras que la indigencia se mantuvo prácticamente en el mismo nivel: 5,4 había sido el anterior resultado, según el informe que reproduce un matutino porteño.

En cuanto a la canasta básica, para Equis, hacia fines del año pasado se necesitaba al menos 1837 pesos para no caer en la pobreza (1252 para el Indec) y 871 (578 para el Gobierno) para no ser indigente. Para Ernesto Kritz, director de SEL Consultores, la pobreza también sería superior al 20 por ciento. "Si bien no hice estimaciones de ese indicador por las dudas que tengo sobre los datos de ingresos de los hogares dela EPH, con los microdatos dela EPHla pobreza debe de estar en 22-23 por ciento", afirmó al matutino.

En cuanto al valor de la canasta básica de la clase media y alta, según el estudio de Equis, para diciembre de 2010, los primeros gastaban un promedio de 3675 pesos mientras que los segundos tenían un gasto que partía de los 7347 pesos.

Fuente: Infobae.com

martes, 15 de marzo de 2011

Jubilación, el saqueo recurrente

Por Ernesto Rey - Diario Clarín

La ANSeS utiliza sus fondos para destinos varios, sin cancelar sus deudas por fallos firmes de la Justicia, y genera nuevos pasivos que no registra. Se destruyó un sistema, sin duda perfectible, y se lo reemplazó por un subsidio a la vejez.
La jubilación es un problema complejo, que requiere rigor técnico en su planteo integral, honestidad profesional en quienes deben armar un marco jurídico sustentable y el funcionamiento efectivo de una justicia que limite los recurrentes saqueos del Poder Ejecutivo de turno.

Cuando en enero de 2007 el Gobierno descubrió los beneficios de cambiar la metodología del cálculo de la inflación y los títulos indexados comenzaron a perder valor, se descubrió una fórmula original de generación de riqueza para el Estado Nacional . De ser cierto, sería suficiente mérito para el Premio Nobel de Economía y una metodología digna de ser copiada por el resto de los países del mundo. El problema no menor a resolver sería la eliminación de la confianza como condición básica del comercio y del crédito internacional.

Se eligió estafar a los futuros jubilados, quienes tenían significativas partes de sus ahorros invertidas en activos indexados. Comunicadores y publicistas explicaron a la sociedad que eso era bueno, pues se pagaba menos al “extranjero expoliador y al especulador abusivo”. La responsabilidad de la caída del valor de esos activos fue trasladada a quienes habían elegido como protección del patrimonio de sus afiliados la deuda indexada de su país soberano. Tiempo después, sonó seductor afirmar que en lugar de prestar al país y a su industria, se invertía en paraísos fiscales.

Ni se mencionaba que el menú de inversiones posibles autorizadas era responsabilidad del organismo regulador -la Superintendencia de AFJP- , obviamente dependiente del mismo gobierno que criticaba esas decisiones de inversión. Probablemente ayudó en esta dirección que la mayoría de los afiliados pensara que en manos del Estado o de administradores privados igual lo iban a estafar.

Simultáneamente, varios de los dueños de AFJP eran potencialmente chantajeables por desarrollar otros negocios como el bancario o el de la medicina. En esos negocios les iba muy bien y tenían más para perder en caso de decidirse a dar batalla. En síntesis, si los estafados no parecían tan dispuestos a defender sus activos como había sucedido con los depositantes pesificados de plazos fijos del 2001, ¿para qué arriesgarse a perder el negocio principal con un Gobierno que aparentemente no reparaba en utilizar el apriete como alternativa para el logro de sus objetivos ? La estrategia del Gobierno fue excelente; los tiempos para hacer el cambio de un sistema vigente 14 años, cortísimos; y el objetivo principal, que no fue el stock de 100 mil millones de pesos de los aportantes, sino el flujo presente y futuro de los ingresos por aportes, se logró sin mayores dificultades ni conflictos sociales.

¿Y qué tenemos entonces hoy? La ANSeS, utilizando sus fondos para destinos varios, sin cancelar sus deudas por fallos firmes de la justicia y generando diariamente nuevos pasivos que no registra . Una Corte Suprema alabada por el establishment, la prensa y la sociedad política en general, pero sin instrumentos para hacer cumplir sus fallos.
Se destruyó un sistema jubilatorio (seguramente perfectible) ratificado meses antes por más del 75% de los aportantes, reemplazándolo por un indexado y hasta ahora eficiente sistema de subsidio a la vejez. Los aportes mensuales en la práctica se comportan como un impuesto al trabajo que se suma a la retención del impuesto a las ganancias y que grava básicamente ajustes de salarios por inflación .

El mensaje a la población que está lejos de la jubilación mínima y que más aportes realiza al sistema es: “que Dios te ayude y mejor preparate para tu vejez ahorrando por tu cuenta y eligiendo un abogado experto en juicios contra el Estado” . El mejor consejo que podemos dar a un joven que termina sus estudios y se inserta exitosamente en el mercado laboral es que arme su propia jubilación. Será estafado, como fueron estafados sus padres y sus abuelos, por el principal saqueador argentino por décadas: el Estado Nacional.

La responsabilidad de quienes posiblemente deban legislar un nuevo y necesario sistema jubilatorio es fundamental para cambiar 60 años de historia previsional. Igual responsabilidad debería asumir en su conjunto el Poder Judicial que no puede seguir haciendo declaraciones mientras los juicios crecen y los jubilados se mueren. Quienes nos sentimos estafados y fundamentalmente aquellos que forman parte del establishment, tienen una clara responsabilidad ciudadana.

Hago una propuesta concreta a todos los partidos políticos, con la esperanza de que sea incorporada en sus plataformas: la eliminación del impuesto a los bienes personales a todos los jubilados, cualquiera sea el valor de sus activos . Estos activos fueron generados en su vida laboral. Han sido el fruto de decenas de años de esfuerzos y tienen derecho a disfrutarlos en un 100% hasta su muerte sin un saqueador privado o público que se los sustraiga.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Desalojaron un asentamiento debajo de la autopista en Constitución.

Son 30 familias, más unas 25 personas solas, y se fueron por un subsidio de $ 700.
Unos seis meses hace que estaba el asentamiento de cartoneros de la avenida Caseros entre General Hornos y Bernardo de Irigoyen –bajo la autopista 9 de Julio Sur– y muchos de los que llegaban o se iban de la estación Constitución ya se había acostumbrado a esquivar sus enclenques casillas de lonas y telas y sus colchones. Ayer a la mañana, en pocas horas, el Gobierno de la Ciudad desalojó a sus ocupantes, 30 familias más unas 25 personas solas.
Por la tarde, empleados de la empresa Cliba estaban terminando la limpieza de la vereda, que volvió a ser ancha. Muchos de las personas que pasaban ayer por el lugar se detenían asombrados por el cambio del paisaje y preguntaban qué había pasado. “La verdad es que nosotros salimos de acá con los colectivos y era un peligro, sobre todo con los chicos. Además, últimamente había crecido la inseguridad en toda esta zona”, comentó a este diario uno de los choferes de las varias líneas que guardan sus unidades en un espacio lindero, también debajo de la autopista.

Personal de los ministerios de Desarrollo Social y de Espacio Público de la Ciudad participaron en el operativo. “Fue todo conversado y consensuado y se logró el desalojo sin violencia ni incidentes”, dijo a este diario el ministro de Espacio Público, Diego Santilli. Aunque Santilli lo negó, en el Ministerio de Desarrollo Social informaron que las personas se fueron gracias a que el Gobierno les ofreció un subsidio habitacional, que es de 700 pesos mensuales . Aproximadamente la mitad de las personas volvieron con los subsidios a la provincia de Buenos Aires, de donde habían llegado, y otras aceptaron el ofrecimiento para quedarse a vivir en hoteles de la Capital.

En la zona de Constitución, de todas maneras, todavía quedan varios campamentos de cartoneros. Uno de ellos está en Brasil entre Irigoyen y Hornos, a una sola cuadra del que desalojaron ayer, pero en el Gobierno no supieron contestar si será desalojado en los próximos días. El drama de las familias que viven en la calle quedó en primer plano en julio pasado, cuando murió de neumonía un bebe de 25 días de vida que vivía con su familia debajo de la autopista 25 de Mayo, en Pichincha y Cochabamba. Entonces, en el ministerio de Desarrollo Social aseguraron que conocían a esa familia, que varias veces les habían ofrecido llevarlos a hoteles o a los paradores del Gobierno de la Ciudad, pero que ellos no habían aceptado.

Según el último censo, realizado el año pasado, son 1400 las personas que viven en la calle en la Ciudad. De todas maneras, organizaciones no gubernamentales creen que actualmente son muchas más. Uno de los problemas que tienen los parador es que todos, salvo el último inaugurado, admiten sólo hombres o sólo mujeres, por lo que las familias deben separarse para dormir allí.

Fuente: Diario Clarín

lunes, 6 de septiembre de 2010

Más asentamientos de extranjeros en las provincias (III)

En el Ministerio del Interior registran la radicación de más de 150.000 ciudadanos bolivianos a partir de 2006. Pero ese flujo de inmigrantes, el segundo en importancia después de la colectividad paraguaya en el mismo período, no se detiene en las provincias fronterizas, sino que continúa hasta Buenos Aires.
La directora de Asuntos Extranjeros de la municipalidad de Salta, Guadalupe Núñez, estimó a pedido de LA NACION que en los nuevos asentamientos en esa ciudad "por cada extranjero hay tres argentinos, un promedio que es histórico". Para la subsecretaria de Atención de Grupos Especiales de la capital salteña, Rita Montaldi, el aumento de los núcleos de pobreza tiene que ver con la migración desde el interior de la provincia.

Funcionarios del gobierno de Chaco también afirmaron que el crecimiento de los 250 asentamientos alrededor de la capital provincial tuvo que ver con la migración interna en búsqueda de nuevas oportunidades. Una situación similar a la que se visualiza en las ciudades de Santa Fe y de Rosario, que absorben cada vez más a familias de Chaco, Santiago del Estero y Tucumán, según queda establecido en los pedidos de asistencias social.

Los argentinos que buscan escapar de la miseria buscan mejor fortuna cerca de sus propios hogares, mientras la región metropolitana recibe las nuevas corrientes de extranjeros. Por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense acordó con varios municipios la puesta en marcha del programa Urbanismo Social para barrios carenciados. Entre los lugares donde se aplica, figura el barrio La Victoria, en Esteban Echeverría, donde un censo determinó que el 59,2 por ciento de sus 2742 habitantes nació en Paraguay.

Diferente es el caso de Formosa, donde sus autoridades afirmaron que empezó a revertirse la migración de su población hacia las provincias centrales. Para los formoseños, los programas de construcciones públicas motivaron a que los habitantes de esa provincia optaran por reubicarse en las zonas de la provincia que presentan oportunidades laborales.

Según los datos del Centro de Estudios Regionales de Bariloche, a partir de 2005 esa ciudad recibió a 6961 migrantes, el 44 por ciento llegó desde otras localidades de Río Negro y sólo el 7 por ciento nació en el exterior. Del total de nuevos habitantes, 4251 viven en terrenos que no son propios. En Córdoba, la ONG Servicio Habitacional y Acción Social indicó que desde 2007 hay más de 100 villas en la capital de esa provincia, pero no se detecta una importante presencia de ciudadanos extranjeros.

Fuente: Informe de corresponsales - Diario La Nación

Hay mayoría de extranjeros en las villas (II)

Por Daniel Gallo - LA NACION
Más de 140.000 ciudadanos de países vecinos reciben planes sociales en la Capital; cayó la migración desde el interior del país
Más de la mitad de los habitantes de las villas 31 y 31 bis son extranjeros, y el 52% de ese grupo nació en Paraguay - Foto: Aníbal Greco

En los últimos años, la reactivación económica en ciudades grandes y medianas -como Rosario y Córdoba, pero también como en Tandil y centros urbanos similares- comenzó a atraer a quienes antes buscaban mejorar su calidad de vida trasladándose hacia los asentamientos precarios de la Capital y el Gran Buenos Aires. Como contrapartida, funcionarios del gobierno bonaerense y de la administración porteña detectan un aumento de la presencia de extranjeros provenientes de países limítrofes en las villas del área metropolitana.

En la zona de Retiro, precisamente en las villas 31 y 31 bis, los extranjeros ya son mayoría entre los 26.403 habitantes censados por el gobierno porteño. Y el Ministerio de Desarrollo Social de la ciudad registró también una alta cantidad de extranjeros -más de 140.000 personas- entre los receptores de sus dos principales programas de asistencia social.
Al censar el año último las villas 31 y 31 bis, el gobierno porteño determinó que el 51 por ciento de los habitantes es extranjero. Al tomar en cuenta sólo la villa 31 bis se visualizó que el 64 por ciento nació en otro país. De esos porcentajes, en las villas de la zona de Retiro, el 52 por ciento es de origen paraguayo. Si se observa la franja etaria de los 20 a los 29 años, se obtiene que el 85 por ciento es extranjero, dato que avala la hipótesis de ese cambio en las migraciones en la Argentina, ya que se trata de recién llegados. El 38 por ciento de los pobladores de ambas villas llegó después de 2005.

Se calcula que también son mayoría en la inmensa villa 1-11-14, del Bajo Flores, donde se concentra la inmigración de origen peruano. La facilidad para radicación de personas de países de América del Sur mediante el programa Patria Grande, que comenzó hace cuatro años, permitió poner cifras a la elección extranjera de buscar superiores condiciones sociales en la región metropolitana. Para obtener el beneficio de ese plan, los ciudadanos de las naciones vecinas sólo debían demostrar que vivían en la Argentina antes de 2006. El 84 por ciento, que significan 356.262 personas, declaró su domicilio en el Gran Buenos Aires o en la Capital. El porcentaje casi se mantiene (asciende apenas al 86 por ciento) en las radicaciones temporarias que emitió Migraciones entre 2007 y el mes último, fuera del programa Patria Grande.

Por cierto que no todas esas personas están en situación de pobreza o indigencia ni todas habitan villas o asentamientos. Pero son datos que permiten verificar la elección de la región metropolitana como punto de llegada de vecinos extranjeros. Como referencia adicional, puede consignarse que Misiones, con el 3 por ciento, es la, muy alejada, tercera preferencia de radicación. Fuera de esos números, funcionarios que trabajan con las problemáticas sociales ratifican en su experiencia de campo la modificación de las migraciones.

"Se da una mayor presencia de extranjeros en los asentamientos del conurbano. En el interior de la provincia es diferente. La idea que tiene aquel que llega a la situación de migrante es conseguir mejores posibilidades para la obtención de trabajo. Por eso pueden verse fenómenos nuevos, como en Tandil, una ciudad que tiene un impulso económico y que ahora tiene por primera vez asentamientos en su perímetro urbano, que es la mano de obra que absorbió la ciudad sin tener una capacidad de vivienda similar a su crecimiento en otros aspectos", relató a LA NACION el subsecretario Social de Tierras bonaerense, Néstor Gualchi. Los cálculos provinciales marcan la existencia de unos 900 asentamientos con condiciones de vida precaria en el territorio provincial.

Beneficios inmediatos
En la Capital también es fuerte la presencia de extranjeros en condiciones de hábitat de pobreza e indigencia. "La población que atendemos en las calles, como en el plan contra el frío, tiene por lo general domicilio en el conurbano y junta cartones o hace changas menores durante parte de la semana en la ciudad. En las villas sí se observa una mayor proporción de ciudadanos de países limítrofes", dijo María Eugenia Vidal, ministra porteña de Desarrollo Social. Su cartera tiene dos programas de asistencia en los que queda reflejada la alta proporción de extranjeros radicados en asentamientos precarios de la ciudad. El 46 por ciento de los beneficiarios del plan Ciudadanía son nacidos en países cercanos. Son cerca de 120.000 extranjeros los que son ayudados con una tarjeta de compra social para alimentos de la canasta básica o útiles escolares, con un monto individual que oscila entre los 200 y los 1000 pesos, de acuerdo con las necesidades de cada persona.

Los extranjeros también representan el 70 por ciento (cerca de 20.000 de los 26.000 subsidiados) entre los beneficiarios de los tickets sociales, otro programa de asistencia porteño, destinado a las madres de hogares en situación de pobreza y que consiste una chequera de 150 pesos para la compra de alimentos básicos. Estos programas asistenciales son compatibles con otras ayudas entregadas por el gobierno nacional a las mismas personas.

En la ciudad viven unas 200.000 personas en villas y asentamientos, mientras que otras 100.000 no cuentan con todas sus necesidades básicas satisfechas. Así lo destacó el informe que en 2007 hizo la Sindicatura General de la ciudad, documento que hoy es la base para los trabajos sociales. Ese trabajo censó las condiciones de vida en 14 villas, 57 asentamientos precarios y 16 barrios municipales o complejos habitacionales.

En los números oficiales del gobierno nacional, en cambio, la situación del país va en pleno progreso y en cada medición del Indec bajan los hogares indigentes y pobres. El mes próximo, ese organismo desprestigiado llevará adelante el censo nacional 2010, que debería dar precisiones sobre los datos que parcialmente se toman en diferentes oficinas nacionales y provinciales.

EN NUMEROS
- Programa Patria Grande . Entre 2006 y 2010, consiguieron la radicación definitiva 356.262 extranjeros nacidos en Paraguay, Bolivia y en Perú. El 84 por ciento de ellos reside en la Capital o en el conurbano.
- Mayoría en las villas . A partir de 2005, cambió la composición de las villas 31 y 31 bis, en Retiro. El 51 por ciento de los 26.403 habitantes censados a fines del año último nació en otro país. Entre los extranjeros, el 52 por ciento es de origen paraguayo.
- Asistencia . Más de 140.000 extranjeros recibe ayuda del Ministerio de Desarrollo Social porteño. Nació en otro país el 46% de los beneficiarios del plan Ciudadanía porteña y el 70% de los receptores de tickets sociales.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Costo de medicamentos llevaría a millones de personas a la pobreza

Muchos remedios básicos son inaccesibles para personas de bajos ingresos
Decenas de miles de personas de países de bajos y medianos ingresos serían empujadas por debajo de la línea de la pobreza al tener que comprar medicinas comunes pero vitales que ya resultan inaccesibles para otros cientos de millones de seres humanos, reveló un estudio.

El equipo de Laurens Niens, de la Universidad de Erasmo, en Rotterdam, analizó la cantidad de personas que serían llevadas por debajo de un ingreso de 1,25 o 2 dólares diarios -indicadores de pobreza usados por el Banco Mundial- por pagar por cuatro medicamentos importantes ampliamente utilizados.

Los investigadores holandeses, cuyo trabajo fue publicado el martes en la revista PLoS Medicine, dijeron que sus hallazgos mostraron que se necesita un esfuerzo mayor para alentar el uso de las medicinas genéricas, más económicas, en los países pobres. Asimismo, el equipo añadió que deben redoblarse los esfuerzos por asegurar que más fármacos estén disponibles a través del sector público en esas naciones de pocos recursos.

Los medicamentos estudiados fueron el inhalador salbutamol, usado para controlar el asma; la glibenclamida, para tratar la diabetes; el atenolol, que pertenece a una clase de medicinas denominadas betabloqueantes contra la hipertensión; y la amoxicilina, que es un antibiótico de amplio espectro.
Empleando datos del Banco Mundial y de la Organización Mundial de la Salud, los expertos generaron "tasas de empobrecimiento" para estas medicinas en 16 países de bajos y medianos ingresos. Los resultados del estudio muestran el enorme efecto económico negativo que generan los fármacos de marca, que muchas veces son la única opción disponible en las naciones donde la provisión por parte del sector público suele ser escasa.

En Yemen, por ejemplo, donde el 7% de las personas vive con menos de 1,25 dólar por día, la glibenclamida de marca empobrecería a otro 22% pero comprar un equivalente genérico más barato sólo empujaría a otro 3% de los habitantes por debajo de la línea de la pobreza. Mientras que en Nigeria, la amoxicilina ya es inaccesible para un 56% de la población. A su vez, un 23% más caería en la pobreza si tiene que comprar su versión de marca Amoxil contra un 12% si se pudiera acceder a un genérico.

Fuente: Ambito.com

domingo, 1 de agosto de 2010

Estiman que la pobreza alcanza a 34,4% de la población

Por Daniel Sticco

Por efectos de las últimas heladas mermó la oferta de verduras y hortalizas e impactó sobre los precios. El Monitor de la Asociación Dirigentes de Empresas detectó para todo julio una suba promedio de 2% en los alimentos
"El aumento registrado en los precios mayoristas de las verduras, consecuencia de las heladas sufridas durante esta quincena, empiezan a aparecer en los precios al consumidor con un incremento promedio de 8% a 10%en los valores de góndola", explica el informe quincenal de la entidad empresaria. En el caso particular de las hortalizas livianas, las de hoja, percibió aumentos del 30% al 35%, respecto de los valores de la quincena anterior.

El Sistema Monitor de Precios, desarrollado por la Asociación Dirigentes de Empresa, es un relevamiento sistemático y objetivo de los precios de oferta existentes en el mercado, expresado en precio promedio, sin ponderación, realizado sobre las góndolas virtuales de supermercados de la Ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata y Rosario. Según esos parámetros, ADE estimó que el valor de la canasta básica alimentaria, que determina el umbral de indigencia se elevó a $390,37 para un adulto y $1.335,01, afectando a unas 5.679.021 personas y 1.720.915 hogares, equivalente a 13,7% de la población total.

Mientras que la canasta básica total, que agrega a la alimentaria el valor de los servicios esenciales, la calculó en $847,11 para una persona mayor y en $2.897,13 para una familia tipo de dos adultos y dos menores en edad escolar primaria. Según ADE, abarca a un universo de 14.287.855 personas y 4.329.653 hogares, equivalente a 34,4% del total del país.

Fuente: Infobae.com

domingo, 2 de mayo de 2010

La Pobreza: un problema de todos

Documento de la Iglesia Católica:


Consenso y propuestas de la Sociedad Civil para el Bicentenario

1. Sentido del documento
La pobreza es un problema de todos y de larga data. Muchos argentinos aún hemos de tomar conciencia y de asumirlo como responsabilidad propia. La conmemoración del Bicentenario del nacimiento de nuestro país parece ser una ocasión propicia para revisar los objetivos conjuntos que, como sociedad, debemos compartir y esforzarnos por lograr. Afrontar la erradicación de la pobreza entendemos que debe ser
considerada una emergencia nacional.

Para funcionar bien articulada toda sociedad debe lograr que sus ciudadanos se desarrollen amparados en la equidad, la justicia social y la igualdad de oportunidades, valores indudablemente inherentes al bien común y que llevan al “bienestar general”, objetivo ya planteado en el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional, que hoy permanece como asignatura pendiente.

Dichos valores sociales y morales conducen a una sociedad sin excluidos, objetivo central del Foro “De Habitantes a Ciudadanos”. Sin pretensiones de agotar la problemática de la pobreza, queremos presentar a la sociedad y a las autoridades, los consensos que al respecto hemos logrado en nuestro espacio de diálogo social, con el aporte de especialistas.

Como Foro, invitamos al resto de la sociedad civil y a quienes ejercen la función pública a nivel nacional, provincial y municipal, a la reflexión y la acción para que juntos transformemos la realidad y que, sin dudas, con vocación de trabajo, diálogo, respeto y honestidad, podremos cambiar. Confiamos en la fuerza de la unidad que potencie la riqueza de las diversidades que nos caracterizan.

2. Qué entendemos por “pobreza” y cómo nos involucra
Consideramos a la pobreza como una problemática multidimensional. Es la que sufren las personas por no poder desarrollar sus capacidades de ser y de hacer cosas. El ingreso obtenido con el desempeño en un trabajo digno es un medio para desarrollar el propio ser y la propia familia y avanzar en actividades productivas en beneficio personal, familiar y de la sociedad en la que se vive. Este desarrollo debería estar sólo limitado por las propias capacidades, para lo cual es necesario:
1) asegurar la nutrición y el cuidado de la salud de cada ser humano desde su concepción;
2) proveer educación integral a todos los ciudadanos para igualar las posibilidades y abrir la puerta de la inclusión social; y
3) asegurar el acceso a los servicios sanitarios básicos que acompañen a una vivienda familiar digna.

La exclusión social siempre está asociada a la pobreza económica, pero no exclusivamente; incluye la carencia de un proyecto de vida y de todas sus aspiraciones de desarrollo y realización que, por falta de posibilidades, algunas personas deben abandonar. Esa falta de posibilidades tiene que ver con lo económico, pero también con los valores sociales y morales que nuestra sociedad comparte. Valores que, basados en un individualismo exacerbado, propician el incumplimiento de nuestros deberes como ciudadanos y alientan el
desmedido ejercicio de nuestros derechos, relegando en el olvido el bien común, relativizando el daño social implícito en la corrupción, la evasión impositiva, la contratación de empleo sin registrarlo y el clientelismo de cualquier índole.

Dicha situación lleva a la polarización de posiciones, ya que el enfrentamiento parecería ser el camino más corto para alcanzar los objetivos individuales. La búsqueda de consensos y objetivos comunes se transforma en utopía. Para el Foro “De habitantes a ciudadanos”, en cambio, la confrontación debe suplirse por la concordia y la utopía por un diálogo social creíble y constructivo.

Hoy, aquellos componentes - en mayor o menor medida- están presentes en la sociedad toda. Pero es en los sectores más pobres en los que hace más daño y condiciona más absolutamente; por lo que, la erradicación de la pobreza nos involucra a todos y se revela como una de las asignaturas pendientes de más urgente resolución.

3. Cambios estructurales consensuados y a largo plazo: sus responsables
A lo largo de su historia y, frecuentemente, con no pocos esfuerzos y recursos invertidos, Argentina ha mejorado las condiciones sociales imperantes, pero no ha logrado erradicar la pobreza que se revela como un problema estructural. Aún cuando se han aplicado políticas con enfoques diferentes no se ha eliminado el problema que es de larga data; y hasta en los períodos de crecimiento económico la brecha entre ricos y
pobres no ha disminuido significativamente.

No obstante todos los intentos realizados, las situaciones de pobreza e inequidad continúan, no como consecuencia indeseada de la estructura económica, sino como el resultado de un modelo económico que no realiza una distribución equitativa de la riqueza y una síntesis entre crecimiento económico y desarrollo social.
Debido a esto es que consideramos que la erradicación de la pobreza debe ser tomada como un proyecto de largo plazo donde se produzcan cambios estructurales. Las políticas sociales son compensaciones que se otorgan para equilibrar desigualdades generadas por otros factores. Necesitamos políticas públicas que, implementadas por el Estado a la vez que promovidas y sostenidas por la sociedad civil, logren una realidad más equitativa.
El Estado es quien debe asumir el generar condiciones para el desarrollo de su gente, de sus empresas, de sus instituciones. Y todas las organizaciones de la sociedad civil debemos asumir el comprometernos con las políticas públicas consensuadas, porque por acción u omisión estamos siendo parte.
Sin agotar los requisitos para erradicar la pobreza queremos subrayar la necesidad de:
- Fomentar un Plan de Desarrollo Integral Nacional, que tenga en cuenta el crecimiento económico, social, y cultural de los argentinos (con crecimiento, productividad e inversión en forma conjunta con la generación de empleo, etc.).
- Controlar la inflación, que tanto daño hace en particular a los sectores más pobres, sin caer en las políticas de ajustes que han demostrado un gran fracaso y la fractura social.
- Garantizar un marco legal y jurídico estable, que permita proyectar a futuro.
- Promover y asegurar una educación integral y moderna para todos los niños y jóvenes.
- Velar por la salud y la seguridad de la población, en particular combatiendo el flagelo de la droga, sabiendo que en el largo plazo la mejor política de seguridad es lograr una sociedad más justa e integrada.
- Garantizar la independencia de las provincias y municipios, delegando responsabilidades y asignando los recursos necesarios.
- Generar la infraestructura necesaria para el crecimiento de todos, especialmente para las zonas más postergadas del interior del país: escuelas rurales, hospitales, caminos, trenes, etc.
- Respetar y hacer respetar las leyes.
- Fomentar un cambio cultural dando un ejemplo ético y moral, promoviendo la honestidad, la cultura del trabajo, la cooperación, la transparencia y credibilidad, evitando el clientelismo y asistencialismo.

Los puntos mencionados no son todos y seguramente ninguno de ellos por sí solo logrará el efecto deseado. Es la conjunción de todos estos factores lo que generará las condiciones que permitan una justa distribución de la riqueza para el desarrollo de una vida digna. Son proyectos de largo plazo que exceden los periodos de un gobierno y es por eso que requieren de un amplio consenso nacional que avale que, mas allá de quien esté administrando, siempre sigamos el camino trazado.

4. La Coyuntura
Mientras se transita el camino hacia el país deseado, no podemos dejar de atender la coyuntura actual y hay ciertas acciones que deben realizarse con premura. En la Argentina de fines de la primera década del siglo XXI, los grupos sociales más excluidos y de mayor riesgo, podrían definirse a través de la siguiente clasificación general:
I. Un núcleo de pobreza estructural constituido por la población que no cubre las mínimas necesidades nutricionales, sanitarias, educativas, de servicios básicos y de vivienda.
II. Los trabajadores del sector informal de la economía cuya precarización laboral los mantiene sumidos en una situación vulnerable y de desventaja.
III. El crecimiento de la desigualdad entre ricos y pobres.
IV. El número creciente de jóvenes que no estudian ni trabajan.

Siendo el hambre la cara más atroz de la pobreza, creemos que su erradicación en Argentina es posible, y en el corto plazo. Es inconsistente la coexistencia de sectores de la población que padecen un déficit de alimentación, cuando el país goza de una producción de alimentos superavitaria.

5. Principales políticas públicas a implementar (2010-2016)
Sobre este diagnóstico parece necesario encarar un conjunto de políticas públicas en los próximos años que, al menos, contengan los siguientes aspectos:

a) Una reforma del sistema educativo y su financiamiento, -con una profunda revisión de los contenidos de cada ciclo de enseñanza para lograr una educación en valores-, tal que permita la atención de las zonas más necesitadas, con la capacitación adecuada de los docentes, el cumplimiento de las metas propuestas en las leyes básicas en cuanto a calidad y extensión de la propuesta educativa, con vinculación entre educación y trabajo, en línea con los sectores productivos estratégicos, y monitoreo periódico y sistemático de la calidad educativa.

b) Un programa progresivo de universalización de las asignaciones familiares (que ya ha comenzado a ponerse en marcha en diciembre del año 2009) que extienda el salario familiar a los niños y jóvenes que hoy no acceden al mismo porque sus padres no están en el trabajo formal.

c) Una política social integral de desarrollo de infraestructura urbana y rural. Enfrentando las causas del desarraigo rural y favoreciendo a las familias que deseen permanecer en su lugar de origen, además de atender a la urbanización de villas y asentamientos irregulares, instalación de redes sanitarias y eléctricas, provisión de atención primaria de la salud y de nuevos establecimientos educativos, ampliación y mejoramiento de la red vial, reactivación de las redes ferroviarias, etc.

d) La masificación de los sistemas de microcréditos existentes que logren llegar a los cuentapropistas que tienen tecnología atrasada y, por tanto, interactúan mal con el mercado. Asimismo, el fomento del crecimiento productivo y la agregación de valor, a partir de las pequeñas y medianas empresas, que juegan un rol clave en la generación de trabajo y en el fortalecimiento del tejido social del interior (ciudades y pueblos).

e) Un “Plan de recuperación y reinserción integral” con apoyo económico para rescatar a los jóvenes que están fuera del mercado y tienen dificultades de adicciones y hacinamiento y, a la vez, para fortalecer a las familias en riesgo. La clave aquí es generar una red de tutores creíble para los jóvenes.

f) Una paulatina reforma de las áreas sociales estatales que permita poner en marcha políticas públicas en tiempo real, achicando la distancia entre los diseños y las acciones.

g) Una reforma impositiva que establezca una coparticipación federal que tenga en cuenta el principio de subsidiariedad y, por ende, sea acorde a las acciones a cargo de las provincias y municipios (educación, seguridad, salud, etc.) y que permita el desarrollo nacional y local, revirtiendo la migración a los cordones de las grandes urbes.

h) Mayor involucramiento de la sociedad civil en acciones que complementen y potencien las que realicen los gobiernos tanto nacional como provincial y municipal.

Coherentes con nuestros objetivos, firmes en su consecución y convencidos de comprometer nuestro esfuerzo, concluimos este documento con las mismas palabras con las que comenzamos nuestra participación en el Foro “De Habitantes a Ciudadanos” hace tres años atrás.

A partir de esta propuesta
La invitación es a profundizar las iniciativas que aquí se proponen como puntos de partida. Pueden ser consideradas válidas; pueden ser modificadas o desechadas. Nuevas propuestas pueden surgir del trabajo que a partir de ahora generemos dialogando. No es necesario abarcar todos los temas. Sí sería bueno abarcar a la mayor cantidad de participantes. Imaginamos un trabajo en etapas de profundidad y compromiso creciente. El resultado final no lo conocemos. Pero estamos convencidos de que, la participación honesta y orientada al bien común, junto al camino del diálogo, seguramente nos llevará a concretar cambios positivos para nuestro país, con foco en los excluidos.

Los Bicentenarios de nuestra Nación se presentan como un tiempo oportuno para recorrer este camino desafiante de dialogar, consensuar y luego actuar concretando políticas de Estado. Tendremos la oportunidad de celebrar la vida de nuestra Argentina si realmente estamos comprometidos con la construcción de un país para todos, convirtiéndonos “de habitantes a ciudadanos”; de “usuarios” del país reclamadores de derechos, a protagonistas de un proyecto común, conscientes de sus derechos y de sus
obligaciones, y mutuamente responsables de la vida de todos los miembros de la sociedad.

Fuente: http://www.cronista.com/adjuntos/8/documentos/000/331/0000331384.pdf

domingo, 25 de abril de 2010

La Iglesia diseña proyectos de ley para combatir la pobreza

La Conferencia Episcopal Argentina impulsa la redacción de anteproyectos sobre problemáticas como la pobreza, la indigencia y la exclusión social
La Iglesia decidió seguir auspiciando las iniciativas de un foro intersectorial que trabaja en la redacción de proyectos de ley para erradicar la pobreza y la exclusión en el país, al reiterar que esta problemática debe ser considerar "una emergencia nacional". "Los obispos nos alentaron a seguir trabajando en esta línea mediante el diálogo y la búsqueda de consensos", confirmó Eduardo Serantes, presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz.

Ese organismo que asesora el obispo Jorge Casaretto fracasó recientemente en su intención de que empresarios, sindicalistas y organizaciones de la sociedad civil rubriquen un documento sobre la pobreza, por incluir un párrafo con consideraciones críticas al "modelo" económico del Gobierno y al avance de la inflación.

Pese al traspié, Serantes dijo que la Conferencia Episcopal Argentina insistió en "auspiciar el espacio de diálogo que significa el Foro 'De Habitantes a Ciudadanos', aunque sugirió hacer hincapié en la redacción de anteproyectos de ley sobre problemáticas acuciantes como la pobreza". En este sentido, el referente laico anticipó que la Comisión volverá a reunirse en breve para "seguir buscando consensos que permitan promover políticas públicas a favor de la inclusión social y de un país más justo y solidario".

Fuente: Infobae.com

viernes, 22 de enero de 2010

Jubilados marginados y discriminados

El haber mínimo de un jubilado y pensionado se encuentra en $ 827. 00, con el descuento de la obra social del PAMI perciben $ 802. 00 de bolsillo. Según el INDEC para no encontrarse comprendido dentro de la pobreza hay que percibir un haber de $ 1070.00.
Un salario activo vital mínimo y móvil a partir del 1º de enero del año en curso está en $ 1500. 00, o sea que un haber jubilatorio equivale a un 60% de este. La movilidad jubilatoria y el salario vital mínimo y móvil son derechos constitucionales comprendidos ambos dentro del artículo 14 bis. Con esta diferencia del haber se margina y discrimina al jubilado y pensionado y no se da cumplimiento al artículo 16ª donde dice “ todos somos iguales ante la ley”, de esta manera “no todos somos iguales ante la Carta Magna”.

Me parece que el gobierno nacional desde el área competente que es el ANSES debería de devolverles a todos los jubilados que perciben la mínima el 82% móvil y llevarles su haber mínimo de $ 827. 00 a $ 1. 200. 00 mensual donde estarían con este aumento por arriba de la línea de la pobreza y se los dignaría respetándoseles a todos los que se jubilaron con 30 o más años de aportes con leyes en vigencia antes de la ley 24241, hoy vigente.

Este reconocimiento con un ajuste en sus haberes a los jubilados ordinarios que perciben la mínima sería algo justo, meritorio y correspondido y este aumento puede ser absorbido de la caja del ANSES que todos los meses tiene superavits en sus recaudaciones por aportes de los activos. Así también el PAMI debería de cubrirles a todos estos jubilados en un 100% los descuentos en medicamentos, principalmente los que se encuentren con tratamientos prolongados.

De realizar este cambio en el haber jubilatorio por el gobierno nacional, sería una verdadera “ justicia social” hacia los jubilados y se los dignificaría. Lo que es ilógico e injusto es que en la actualidad los cooperativistas comprendidos dentro del programa “Argentina Trabaja” perciban mensualmente mayor haber que los jubilados, estos perciben $ 1200.00.

sábado, 28 de febrero de 2009

Los verdaderos "slumdogs" de Bombay

Unas 800.000 personas viven apiñadas en Dharavi, donde se filmó la película ganadora del Oscar. Cómo es la vida de la gran favela india
Los residentes de Dharavi, una gran favela de la ciudad india de Bombay, no estaban contentos al ser elegidos como el barrio de la película Slumdog Millionaire. Pero ahora esperan que la atención que se produjo con la película, con todos los premios que ganó, se vuelva a su favor. Con una superficie de 71 hectáreas y una población de unas 800.000 personas, Dharavi ha crecido en un terreno pantanoso de las afueras de la populosa Bombay.
El director de Slumdog Millionaire, Danny Boyle, rodó parte de la película en las pequeñas callejuelas de esta ciudad dentro de la ciudad, un laberinto de casas y tiendas atravesadas por sumideros. Sus pobladores son migrantes de toda India, la mayoría de las regiones rurales pobres del norte y del este. Dharavi es un refugio. El hogar de los que escaparon de la miseria de sus pueblos para buscar una vida mejor en la capital financiera de India, donde se filman las películas sobre los pobres que se hacen ricos.

Cientos de migrantes internos llegan a Bombay cada día. Normalmente encuentran trabajo, pero no dónde vivir en una metrópolis superpoblada donde no hay espacio y los alquileres cuestan una fortuna. Por eso acaban acomodándose en Dharavi. Las casas están hechas de material reciclado y son compartidas por un promedio de entre ocho y diez personas. Por un par de miles de rupias es lo más barato que se puede encontrar en Bombay.

Sharda Devi ha vivido en Dharavi 37 años. Nació allí, así como sus hijos. Su marido es alcohólico y no trabaja. Su hijo mayor tiene 17 años, abandonó la escuela y hace trabajos manuales por día. "Pero no siempre encuentra trabajo", comenta. La mujer apoya a sus dos hijos menores para que vayan a la escuela tejiendo canastas y haciendo escobas de juncos. La vida no es fácil, pero defiende Dharavi. "No he visto la película (Slumdog Millionaire), pero me dijeron que nos deja mal parados. Eso no es bueno. La gente trabaja muy duro aquí", aseguró.

Los residentes de Dharavi administran una serie de pequeñas industrias en sus casas, en talleres y fuera del poblado. Hay alfareros que llegaron del estado occidental de Gujarat, curtidores del sureño Tamil Nadu, bordadores de Uttar Pradesh, en el norte, y del oriental Bihar. Y hay una vital industria del reciclaje. Botellas de plástico, periódicos, muebles viejos, madera, neumáticos, repuestos: los habitantes de Dharavi hacen dinero con casi cualquier cosa. Se calcula que sus industrias domésticas y de reciclaje suman unos 500 millones de dólares al año.

Ha habido muchos intentos por desarrollar Dharavi, que se encuentra cercano al distrito de negocios de Bombay, pero los planes no son populares entre sus habitantes. Uno de ellos, aprobado por las autoridades en 2004, planea reubicar a los pobladores en apartamentos de sólo 21 metros cuadrados en torres. "¿Dónde voy a poner los juncos?", se pregunta Sharda Devi.

Anees Ahmed, otro residente de larga data del barrio, tiene el mismo problema con los numerosos envases de plástico que encarga recoger a niños como parte de su negocio de reciclaje, y se pregunta además cómo harán los habitantes de Dharavi para pagar los servicios de los apartamentos. G. Shekhar, secretario de la federación nacional que agrupa a los habitantes de favelas, afirma que se tienen que tener en cuenta las necesidades de la gente, y que una encuesta demostró que miles de familias -muchas de las cuales viven en tiendas o chozas- han sido excluidas de la relocalización.

Los habitantes han lanzado una campaña para salvar Dharavi y piden apartamentos más grandes y espacios abiertos. Como todos los lugares, Dharavi tiene sus índices de crímenes, drogas y problemas relacionados con la salud. Los activistas sociales temen que trasladar a los habitantes sólo empeorará la situación, empujándolos al crimen al perder su forma de vida. Ahmed vio la versión en hindi de Slumdog Millionaire. Al principio pensó en protestar por el nombre, "Slumdog" (perro de favela). Finalmente, opina que el film "está bien" y que no hay motivos para ofenderse. "Quizás los premios y todo eso sirva para atraer la atención hacia nosotros", se esperanzó. Un 60% de los 12 millones de habitantes de Bombay vive en favelas, apiñados sólo en el seis por ciento de la superficie de la urbe.

Fuente: DPA

lunes, 20 de octubre de 2008

Verguenza ajena: Un Militar retirado realiza un reclamo por mejora salarial

El suboficial mayor jubilado realizó una protesta solitaria frente al Tercer Cuerpo de Ejército, en reclamo de una mejora salarial para el sector. Se identificó como Roberto Zapatelli y anunció que hoy, con otros pasivos en la misma situación, levantarán “una carpa” en ese lugar, ubicado en camino a La Calera. “Venimos reclamando hace mucho tiempo la equiparación salarial con el personal militar en actividad”, dijo Zapatelli. Si bien eligió como escenario de la protesta las puertas del Tercer Cuerpo, aclaró que el reclamo está dirigido “al Ministerio de Defensa”.

Comentó que un suboficial jubilado “vive por debajo de la línea de pobrezay ahondó en que se sienten “unos parias” a los que nadie escucha. Zapatelli se mueve en una sillas de ruedas porque (según contó) le amputaron sus dos piernas en 1989 al ser alcanzado por una proyectil pesado durante una práctica militar en terrenos del Ejército. “Nos discriminan por haber pertenecido al Ejército de Tucumán y de Malvinas”, afirmó.

Por otra parte, Juan Barrera, quien perdió una pierna a causa de las explosiones en la Fábrica Militar de Río Tercero en 1995, recibió un rotundo rechazo a un pedido de audiencia que formuló a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Barrera dijo que, tras incansables diligencias, recibió una escueta respuesta de la Casa Rosada, en la que le dicen que “por el momento no es posible acceder a su pedido, debido a la intensa actividad de gobierno que la Presidenta se encuentra desarrollando”. Le respondieron, además, que “en lo sucesivo deberá dirigirse al Ministerio de Desarrollo Social o al PAMI”.

Fuente: http://www.lavozdelinterior.com/08/10/09/secciones/politica/nota.asp?nota_id=439131

lunes, 18 de agosto de 2008

¿Qué es el Observatorio de la Deuda Social Argentina? (UCA)

Cristalizando con vistas a su proyección futura y a su aprovechamiento práctico los resultados de las investigaciones realizadas en las dos primeras etapas de la actividad del Departamento, se decidió como tarea para el año 2004 el desarrollo de un Programa dotado de mayor entidad propia, bajo la denominación de “Observatorio de la Deuda Social Argentina”.

El objetivo del Programa es elaborar de manera sistemática elementos de información y análisis destinados a servir a las nuevas y cruciales demandas que se plantean en la sociedad, y a participar activamente en la definición y resolución de los principales temas de la agenda social. El desarrollo de las actividades del Programa se ha organizado en dos áreas, una de ellas dedicada a la producción y análisis de indicadores relevantes de la situación social, y la otra a la realización de estudios temáticos basados en los materiales acumulados en el Departamento en sus etapas anteriores, así como en la información empírica producida en el primero de los sectores mencionados.

El Observatorio estará nutrido por materiales producidos internamente a través del trabajo complementario de las dos áreas, y su proyección al exterior del Departamento se llevará a cabo por vía del servicio de transferencia y extensión.

Conforme a lo señalado, la producción de información empírica cuantitativa y cualitativa se concretará mediante la construcción de un “barómetro permanente” de la situación de los sectores más vulnerados de la sociedad, a partir del cual identificar, estudiar, monitorear y evaluar la dinámica y los alcances de la Deuda Social –entendida como déficit en las capacidades de desarrollo humano e integración social de la Nación-, así como evaluar el efecto de las políticas y acciones públicas-privadas que inciden sobre su estado y evolución.

El desarrollo de esta estrategia requiere introducir modos sistemáticos y permanentes de relevamiento, análisis y exposición de información. En tal sentido, el “Barómetro Social” se propone durante este año desarrollar tres estrategias fundamentales de investigación:
(a) Estudio, medición y descripción de los alcances de la Deuda Social a través de dos encuestas aplicadas en panel a hogares y población de sectores indigentes, pobres y vulnerados.
(b) Estudiar las condiciones socio-políticas e institucionales en diferentes sectores y regiones del país a través de una red nacional de informantes comunitarios parroquiales y sociales.
(c) Estudio en profundidad a través de grupos focales del déficit y las capacidades morales de la sociedad para asumir de manera responsable los desafíos de superar la deuda social y desarrollar un proyecto de refundación de la Nación en un marco de bien común.

A través de estos procedimientos el BARÓMETRO SOCIAL estará en condiciones de hacer mediciones válidas y continuas capaces de monitorear el estado del déficit social, los cambios en las representaciones y comportamientos de los actores sociales y los resultados de las políticas públicas dirigidas a la superación de tales problemas.

Sobre la base del trabajo realizado se elaborarán informes de coyuntura, estudios diagnósticos y evaluaciones de intervenciones de amplio impacto político-institucional, con el fin de mantener informada a la sociedad sobre el estado de la situación social, a la vez que de servir a un mejor diseño de políticas, programas y formas de intervención social.

martes, 15 de julio de 2008

El plan alimentario llegará a 30.000 hogares porteños

Será destinado a gente de bajos recursos. Cerca de 30.000 hogares porteños en situación de vulnerabilidad social y que no reciben actualmente prestaciones nutricionales de la ciudad podrán participar del nuevo programa alimentario del gobierno porteño, que entregará a cada jefa de hogar una chequera por un valor de $ 100 para adquirir alimentos en supermercados y comercios adheridos.

A un costo anual de $ 12.000.000, el nuevo Programa de Seguridad Alimentaria fue presentado ayer por el jefe de gobierno, Mauricio Macri, junto con la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal.

El plan, que se extenderá por seis meses, renovables a otros seis, reemplazará a partir de septiembre las 50.000 cajas de alimentos que mensualmente entrega el gobierno a través del Programa Apoyo Alimentario Directo a Familias, instrumentado en 2006.

"El objetivo es priorizar la autonomía de la mujer; devolverles el protagonismo a las madres para que puedan elegir libremente la dieta familiar e incorporar lácteos, verduras y alimentos frescos. Apuntamos, además, a la transparencia y a anular las intermediaciones de punteros", dijo Macri.

De acuerdo con el Indec, según mediciones del segundo semestre de 2007, en la Capital hay 254.870 pobres y 109.230 indigentes, parte de los cuales son asistidos en su dieta mediante el programa Ciudadanía Porteña, que otorga a 60.000 familias una tarjeta de compra en supermercados por $ 343,-instrumentado por Jorge Telerman en 2006- y mediante 34.000 raciones diarias en los comedores populares.
A partir de hoy y hasta el 22 de agosto podrán participar del programa las familias carecientes sin asistencia nutricional que se acerquen a alguno de los siete servicios sociales zonales (SSZ) designados. Allí, las jefas de hogar serán empadronadas y recibirán luego, a través del Banco Ciudad, una chequera intransferible para adquirir alimentos por un valor de $ 100. Recibirá una chequera adicional, por un monto total de $ 50, cada integrante de la familia que acredite mediante certificado de hospital público riesgo de desnutrición o enfermedad celíaca.

"Este es un plan complementario a los ya existentes, que busca asistir a quienes tienen restricciones en el acceso a los alimentos. El año próximo lanzaremos un programa de educación alimentaria, dirigido a las familias, para que todos aprendamos a incorporar en la dieta los valores nutricionales necesarios. Hoy, sin distinciones de clases sociales, somos muchos los porteños que comemos mal", señaló Vidal en relación con un reciente estudio de Cippec, publicado por LA NACION, sobre las deficiencias nutricionales en la mayoría de los planes alimentarios públicos.
Hasta fines de agosto, el gobierno porteño, a través de distintas ONG, continuará entregando las cajas con 15 productos alimentarios no perecederos. En septiembre entrarán en vigor las chequeras intransferibles, similares a los tickets canasta. Si los hogares carecientes son manejados por jefes de hogar, éstos deberán realizar un trámite de excepción en los SSZ designados. Por otra parte, Vidal señaló que se mantendrá el plan Ciudadanía Porteña.

Fuente: Diario La Nación
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