A partir del
desperfecto producido en el Tango 01, en aquella jornada del 30 de
agosto de este año, Opi Santa Cruz se abocó a buscar entre la
información pública existente, la situación de la flota presidencial,
sin embargo como la disponible es vieja (data de 2010) contactaron a
altas fuentes muy bien informadas del entorno presidencial, que les
ilustraron de todos y cada uno de los detalles que rodean al estado
crítico de la flota de aviones presidenciales.
Al Tango 01 lo llaman “el
ataúd volador” y aseguran esas fuentes que Oscar Parrilli
lo sabe y algo mucho más grave aún, la vida de la Presidente, de
acuerdo al seguro contratado hoy para el T-01, vale 100 mil dólares.
Nadie hace nada.
Lo sucedido en el aeropuerto de Río Gallegos el 30 de agosto, cuando
una de las turbinas del T-01 se plantó en tierra, no sólo disparó el
enojo de la presidente, sino la curiosidad nuestra por saber en qué
condiciones se encuentra la flota de aviones presidenciales, teniendo en
cuenta que de ella depende la vida institucional del país y de acuerdo a
los antecedentes que tenemos, sobre la falta de cuidado y
responsabilidad de quienes tienen la labor de cuidar a los mandatarios.
Opi Santa Cruz accedió a información pública, pero ante la sospecha
de que se podrían haber modificado ciertos parámetros de seguridad,
desde el 2010 (fecha en la que están datados esos informes
presidenciales) a hoy y ante la imposibilidad de obtener nueva
información actualizada, recurrimos a fuentes especializadas en
aeronáutica y principalmente a dos con amplios conocimientos sobre el
estado y mantenimiento de la flota presidencial. El hecho conmocionó a
este medio que realizó la investigación: desde el 2010 a la fecha, nada
mejoró.
La situación de la flota presidencial, no sólo no mejoró sino que
empeoró. Pero curiosamente, en ese momento (2010), a pesar de evaluar al
T-01 como una máquina poco funcional para el servicio que presta, se
valoraba el buen estado de sus motores y su célula. Opi Santa Cruz se
preguntó ¿qué paso, entonces desde el 2010 al 2012? Cabe recordar que
este avión y la misma turbina fueron las que en el 2004 casi producen un
accidente, siendo Néstor Kirchner presidente y en ese momento se la declaró “inoperable”.
El último sábado 15 de septiembre a la madrugada arribó a Río
Gallegos (triangulando: aeroparque-Gallegos-Calafate) el Tango 10,
trayendo los diarios nacionales para la presidente que se encontraba
descansando en El Calafate. Esta cuestión que se ha transformado en un
hecho casi cotidiano, tiene una explicación técnica: el T-10 un Lear Jet
60 – ejecutivo y es el único perfectamente operativo dentro de la flota
presidencial.
La flota presidencial
La Flota Aérea presidencial está compuesta por tres helicópteros, dos
Sikorsky S-76B matrículas H-02 y H-03 y un helicóptero Sikorsky S-70A
Blanchawk H-01 (comprado por Menem).
Tres aeronaves de ala fija: un Boeing 757-200 Matrícula T-01 y dos Fokker F-28 matrícula T-02 y T-03.
Una aeronave Lear Jet 60 Matrícula T-10 la cual se encuentra afectada
(según protocolo) al servicio exclusivo de la Presidencia de la Nación,
sin que forme parte del patrimonio de la Secretaría General de la
Presidencia que lidera Oscar Parrilli. Precisamente el T-10, es el avión
en el que regularmente traen los diarios a Santa Cruz.
En el año 2007 el Jefe de la Casa Militar de la Presidencia, elevó a
la Secretaría General, un informe donde detallaba la necesidad de
renovación y reestructuración de la flota, habida cuenta de los
problemas que presentaban como alto grado de obsolescencia, limitaciones
en la performance y la heterogeneidad de su composición, lo que hace
más difícil y costosa su mantenimiento, tal como le pasa hoy a
Aerolíneas Argentinas.
Por Resolución SG-79/07 presidencia autorizó el “Plan de Equipamiento, modernización y mantenimiento de la flota de aeronaves de la Presidencia de la Nación”
que implicaba inversiones en infraestructura, recursos humanos,
renovación de la flota por recursos modernos y optimización de los
existentes. En el año 2008, por decisión de la presidente CFK se modificó la
distribución del presupuesto y hubo cambios de partidas para aplicar a
la construcción de dos hospitales materno-infantil en La Matanza. Entre
los fondos que se recortó, estuvieron, precisamente, por decisión
administrativa Nº 98/08, los destinados al reemplazo del Boeing 757
(T-01).
Estado de la flota
Sikorsky S-70A Blanchawk H-01 estuvo varias veces fuera de servicio
por largos períodos (6 y 9 meses) lo que aceleró la compra de una
máquina Sikorsky S-76B usada, que fue definitivamente incorporada a la
flota. El S-70A tiene problemas con el suministro de repuestos, pues se
trata de una aeronave de concepción militar con un sólo proveedor, que
es EEUU, lo cual requiere Licencia de Exportación, que hace engorroso el
trámite y muy caro su mantenimiento.
La actividad de mantenimiento, a su vez, requiere mayor
especialización del personal, mayores costos, viáticos, etc, lo cual
aumenta los costos asociados, y esto se complica aún más, teniendo en
cuenta los escalones de mantenimientos que se deben hacer a todas y cada
una de estas aeronaves, no se pueden usar partes intercambiables entre
las máquinas, porque son todas distintas (no es flota estandarizada) y
en algunas situaciones las máquinas son impropias para operar en
determinados escenarios, como el S70A, el cual por potencia y la
turbulencia que genera, es inoperable en la mayor parte de los casos. Se
propuso su cambio por un S-76C. El Plan, intentaba estandarizar la
flota rotativa con 3 máquinas modernas y versátiles.
El Tango 01
La aeronave de la controversia, o la que disparó un alerta nacional
por su mal funcionamiento, fue la que en el 2004 provocó un incidente
donde se determinó que la turbina izquierda (la misma que falló en Río
Gallegos), estaba al borde de su vida útil. Ya era considerada obsoleta
en el año 2010, a pesar que contradictoriamente el mismo informe resalta
el “buen estado de la máquina” (¿?).
También allí se dan los motivos
por los cuales el Boeing 757-200 es inadecuado, al informarse que el
avión posee limitaciones para operar en la mayor cantidad de pistas del
país dado que la mayoría son de 30mts, el T-01 necesita 40 mts de manga y
además:
- La altura desde el nivel de pista a la puerta hace que se necesite
equipamiento y rampas especiales que no poseen todos los aeropuertos.
- El amplio radio de giro que necesita la máquina, hace difícil la
maniobrabilidad en estaciones aéreas que no poseen calles y plataformas
con amplitud necesaria.
- No posee suficiente autonomía para emprender viajes de larga distancia, sin escalas.
Pero, paradójicamente, el informe señala textualmente: “La
Aeronave Boeing 757-200 cuenta con un excelente estado de conservación,
ya que el mantenimiento fue realizado en talleres de primer nivel
internacional, tanto el conjunto planeador, como sus motores Roll Royce
RB-211-535”.
He aquí la primera observación que se puede hacer: ¿Qué
pasó entre ese informe del 2010 y el 30 de agosto de 2012? ¿No hubo más
mantenimiento? ¿O en realidad se mintió en aquel informe sobre Plan de
Mantenimiento de la Flota Presidencial?
En cuanto a los Fokker T-02 y T-03, el informe dá cuenta que son
viejos (27 años el T-02 y 47 años el T-03), de bajo techo operativo, con
motores de alto nivel de ruido y elevado consumo de combustible.
El informe remarca también que las operaciones de mantenimiento en el
país se hacen “en forma dispersa”, entre los emplazamientos de la
Brigada Aérea El Palomar, 7ma Brigada Aérea de Moreno y Aeroparque Jorge
Newbery (Hangar PNA en plataforma industrial). Resalta el mismo, que es
mayor y más efectiva la operación de mantenimiento en máquinas
rotativas (helicópteros) que de ala fija (aviones).
La otra verdad
A partir de los datos oficiales que pudimos recabar, ahondamos en los
verdaderos problemas que aquejan al sistema aéreo presidencial, su
estado de conservación y la forma en que éste se lleva adelante, que por
razones obvias no se conocen o no salen a la luz.
Consultadas varias fuentes que mantienen un gran conocimiento de los
pormenores que rodean a la flota presidencial, nos aportaron datos
realmente increíbles de lo que sucede en la parte operativa que tiene
como finalidad, resguardar la seguridad de la presidenta.
“El que firma el Informe del año 2010, es Helicopterista, no es
Ingeniero Aeronáutico. Su mejor performance es la de volar máquinas, no
la de evaluar el grado operativo de cada una de ellas”, comenzó diciendo
una de nuestras altas fuentes, calificadas en la materia. Más adelante y
sobre el Tango 01, avión que despertó la alerta con fallas en el 2004,
en la misma turbina que falló el último 30 de agosto, dijo “La Roll
Royce, como fabricante, sugirió (en el 2004) reemplazar las turbinas,
pero Mario Montoto, empresario vinculado al gobierno y con empresas de
Defensas de Israel, e integrante de la Cámara de Comercio
Argentino-Israelí, decidió enviar los motores a reparar a ese país, por
la suma de 800 mil dólares cada uno”.
“Todos saben, incluyendo el Secretario de Inteligencia de Estado,
Héctor Icazuriaga, que el Tango 01 es un cajón de muerto en vuelo”,
sintetizó crudamente nuestro interlocutor para graficar la degradación
que tiene la máquina y prosiguió “el mantenimiento le corresponde a la
Brigada Aérea de El Palomar, pero allí no hay repuestos desde el 2010;
no existe un equipo de avanzada en los vuelos internacionales que le
brinde apoyo y logística al avión presidencial y si uno lee el informe
del 2010 y luego vé lo que hizo Parrilli en estos dos años, cualquiera
se da cuenta de que incumplió absolutamente todo”, indicaron.
“La presidenta – continuó señalando nuestra fuente – debiera usar
el T-10, que es un Lear (jet) en la versión ejecutiva que está en
perfecto estado de operatividad, pero por no se sabe qué cosa, Parrilli
siempre termina contratando a Royal Class para todo, hasta para traerlo a
Antonini Wilson, a Jaime, a De Vido, al presidente de los casinos
flotantes, que lo engancharon con 2.000.000 de euros en Aeroparque y así
muchas cosas más. El T-10 es mucho más barato de volar que el Falcon
900. Antes usaban el Gulftream de Eurnekian o el Global de Bulgueroni y
la pregunta es si no estarán preparando el campo para la venta y
desguace del T-02 y T-03 que están muy viejos y ya no vuelan”.
Otra de las fuentes consultadas por OPI, señaló que la operatividad
del B- 757-200 no empeoró por falta de presupuesto, como se quiere
señalar desde el gobierno, sino porque no se ha respetado lo que en la
página de la Boeing figura como “Trasabilidad y Mantenimiento
Mandatorios”, información que se puede consultar libremente y en la cual
constan las obligaciones inexcusables de los operadores de Boeing, que
indican desde los mínimos detalles a tener en cuenta hasta las más
engorrosas revisiones y sustitución de repuestos y/o materiales
afectados por la fatiga”.
“Los invito a que hagan un ejercicio simple de deducción: ¿Qué
avión presidencial, en cualquier país del mundo, duerme en una rampa a
la intemperie? – remarca retóricamente nuestra fuente – “¡Exacto!, en
Argentina. Cualquiera lo puede ver en el sector militar al aire libre y
eso deteriora la célula, corrosiona las partes, genera múltiples
problemas en los sistemas mecánicos y electromecánicos, por la
acumulación de polvo, humedad, etc. Es increíble pensar que el Poder
Ejecutivo nacional no tiene un hangar donde guardar la máquina en la que
se mueve la presidenta!”, enfatizó. (Nota de la Redacción: en Río
Gallegos, el T-01 también permanece estacionado a la intemperie,
careciendo de hangar destinado a su guarda).
Aviones verificadores
Algo absolutamente oculto a la vista del público común, es la
logística operativa de la flota presidencial. Tal cual las calificadas
fuentes consultadas por OPI, remarcaron una y otra vez, hoy no existen
máquinas auxiliares, denominadas “aviones verificadores” porque, según
han informado, han desaparecido los presupuestos que tiene la Fuerza
Aérea, de aproximadamente $ 5.000.000,00 para el mantenimiento de estas
importantes aeronaves.
“Los aviones verificadores son los Lear Jet 35, nomenclados T-25 y
T-26 y son los encargados de verificar todos los sistemas de
aproximación y calibración de las radio-ayudas de todos los aeropuertos
del país – explicó nuestra fuente – que son los instrumentos que ayudan a
los aviones a aterrizar seguros, incluyendo a los presidenciales. Sin
estas verificaciones – prosiguió diciendo – los aeropuertos no pueden
operar dentro de los límites de seguridad requeridos y como ejemplo,
tenemos el despiste de una máquina con 156 pasajeros en el aeropuerto de
Esquel (Chubut) en julio del 2011”.
Sin remedio
“Mientras (Oscar) Parrilli siga en una nube de gas, siga asesorándose
con un helicopterista y no le de importancia a los informes de la
Boeing, a los que considera “alarmistas” y “apocalípticos” en cualquier
momento, el avión presidencial, se va a estrellar”, agregó la fuente
especializada y fue más allá al sostener “Alejandro Granados, es
titular de ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) y como
abogado, sabrá mucho de leyes, pero no sabe nada, no entiende nada de
aviación ni debería dejar volar el avión presidencial”, afirmó.
Finalmente el calificado interlocutor hizo una breve descripción de
lo que representa para los funcionarios encargados de cuidar a la
mandataria, la vida de la presidenta “Piensen en lo siguiente:
durante el gobierno de Menem, el gobierno pagaba cerca de 5 millones de
dólares por año en seguro por el Tango 01, lo que equivale a la
cobertura internacional que cubre los daños de quienes se transportan en
la máquina. Hoy, el gobierno paga 800 mil dólares por año, por un
seguro presidencial. Es decir que la vida de la presidenta vale algo
menos de 100.000 dólares, frente a cualquier accidente. Es increíble que
el gobierno se maneje con esos estándares de seguridad; es ridículo”, concluyó. (Agencia OPI Santa Cruz).